Fernando Carrillo Villaseñor
5 de julio del 2014
Ética, persona y sociedad
Ecoprovidencia Guiando Nuestra
Conducta
Ecoprovidencia para muchos de los estudiantes del Tecnológico
de Monterrey del campus Guadalajara, nuestra primera experiencia como activista.
Basándonos en teorías éticas, analizamos los problemas de la colonia
providencia desde la calle. Caminamos por los parques, calles y banquetas; con
el propósito de encontrarle todos sus problemas. Las dificultades que les
causaban a los discapacitados, peatones, ciclistas o niños. Pero no nos
quedamos en la crítica, llevamos los problemas a una reflexión de su origen y
su posible solución. Divididos en equipos, comenzamos por ubicar los muñones de
la colonia. Los marcamos, he hicimos una bitácora para reportarlos a
ayuntamiento. Ya que estos árboles habían sido ilegalmente cortados y le
exigíamos al gobierno que los arrancara de raíz. De esta forma, remplazaríamos
los troncones ubicados en propiedad pública con nuevos árboles. Esta
replantación se acompañaría de una serie de actividades en las que persuadimos
a los vecinos a ser parte de este movimiento ciudadano; entre otras cosas
invitándolos a adoptar a uno de los más de 60 árboles replantados.
Después de mi experiencia con Ecoprovidencia, reflexione
más allá de la tala ilegal de árboles. Me he dado cuenta de lo sencillo que es
para mí ignorar los problemas de mi ciudad. Los problemas son visibles, pero
logró olvidarlos casi instantáneamente ya que no considero su solución como
parte de mi responsabilidad. En mi coche, lejos de la incomodidad que
proporcionan las calles mi ciudad no tengo la inquietud de provocar un cambio
positivo. ¿Pero soy moralmente responsable de ser parte del cambio?
Desarrollo
Mi moral se basa en los valores y costumbres con las que he
crecido, se pone a prueba en mi comportamiento durante situaciones concretas.
Sócrates define la moral “Cómo debemos vivir, y por qué” (Rachels, 2013, p.15).
Las razones que yo daba para no ser parte del cambio era porque yo no era parte
del problema. Yo no contaminaba las calles con basura, colgaba anuncios en los
postes de la luz o talaba árboles cerca de mi propiedad. Pero tampoco era lo
que Rachels define como un agente moral responsable “Tal agente es alguien que
se preocupa imparcialmente por los intereses de cada uno de quienes se verán
afectados por lo que hace; alguien que distingue cuidadosamente los hechos y
examina sus implicaciones. (Rachels, 2013, p.36) Por otra parte se encuentra el
análisis desde un reflexión profunda, en la que se cuestiona el “por qué” de
los problemas y no solo el “que”. Basar mis acciones en conceptos y teorías de
la ética, cuestionar los argumentos e inclinarme hacia aquellos más razonables.
Sánchez Vázquez define la ética “ciencia del comportamiento moral del hombre en
sociedad” (Sánchez, 1984, p. 22). La ética aunque no es ciencia empírica,
utiliza explicación científica para poder llegar a una conclusión reflexiva
acerca de la moral.
Analizando por ejemplo el hecho de que los vecinos talen
los árboles colocados en la banqueta enfrente de su casa. Por una parte se
encuentran los vecinos que son responsables de cuidar la banqueta enfrente de
su propiedad. Responsables de que tenga los cuidados y limpieza
necesaria, algunos incluso la consideran como parte de su propiedad e invierten
en su apariencia. Una forma más fácil de mantener la banqueta libre de hojas o
un negocio visible es talando los árboles. ¿Pero hasta qué punto está en su
criterio definir el aspecto de la calle? Analizándolo desde una perspectiva
ética, la posición de los dueños aparenta ser la de leyes naturales. En la que
las necesidades de los hombres sobrepasan aquellas de la naturaleza. El
bienestar de su negocio entra en conflicto con un simple árbol, un objeto
manipulable. “Todo en la naturaleza tiene un propósito” (Rachels,2013, p.99) En
este caso el único propósito de todo ordenamiento es el bienestar del hombre.
Sin embargo con esta forma de pensar la naturaleza se encuentra indefensa
contra la ambición del hombre. Visto desde un punto de vista naturalista,
estamos condenados como civilización pensando de esta manera ya que dependemos
del bienestar de la naturaleza. Por lo que se debe considerar que el sacrificio
de la libertad de acción de un individuo es necesario para un bien común. No
solo porque es ilegal talar árboles en la banqueta ya que es propiedad del
gobierno. Pero por qué los vecinos no se preocupan imparcialmente por las
implicaciones que tienen sus hechos.
Todo ciudadano tiene su opinión sobre los defectos que
tiene nuestra ciudad y lo que debería de hacer el gobierno para mejorarlo.
Concentrándose en las imperfecciones de providencia, las opiniones de los
habitantes varían. Desde defectos en las banquetas, falta de estacionamiento,
aspecto de negocios o forma en la que se despliega la mercadotecnia. Opiniones
basadas en nuestros sentimientos, sin verdadera iniciativa para cambiar el
hecho o discutirlo. “Persona dice que algo es moralmente bueno o malo, esto
significa que aprueba esa cosa, o la desaprueba, y nada más” (Rachels,2013,
p.65). Basados en la ética del subjetivismo, las personas solo dicen su opinión
de origen sentimental, la cual es una simple opinión, infalible e indiscutible.
Pero qué es lo que sucede cuando un vecino es afectado directamente por un
defecto de la colonia. ¿Qué pasa cuando un discapacitado no puede circular por
la colonia por el estado de las banquetas? Cuando su opinión va más allá de los
sentimientos y tiene bases racionales sobre sus derechos como individuo. Si el
resto de los ciudadanos no considera inminente la reparación de las banquetas
en providencia, por lo que piensan que es incorrecto tomar acción para crear un
cambio. Por otro lado, el discapacitado sufre las consecuencias de banquetas en
pésima calidad, por lo que cree correcto y necesario que se arreglen las
banquetas de providencia hasta que aseguren su movilidad. ¿Cómo puede iniciar
un debate entre habitantes que contradicen opinión? ¿Existe alguna falibilidad
en este caso?
Desde otra perspectiva, los sentimientos a los que puede apelar
el discapacitado puede ser lo suficientemente impactante para crear un cambio.
Si es capaz de transmitir su sufrimiento y aflicción a los demás ciudadanos,
¿podrá lograr que influya en su comportamiento? “Medio para influir sobre la
conducta de la gente” (Rachels,2013, p.70) Al describir las dificultades que le
presenta las banquetas siendo discapacitado, podría transmitir la información a
la población apelar a un cambio en conjunto. Sin embargo, utilizar el
emotivismo como solución a todo problema de la ciudad presentaría un conflicto,
ya que no todo hecho cuenta como razón para apoyar cualquier juicio. El
discapacitado podrá, por medio de opiniones sentimentales, cambiar las
banquetas de la colonia, pero podría no utilizar la mejor razón para hacerlo.
Aquí entra en cuestión otro punto controversial, ¿la forma de hacerlo es más
importante que el resultado final? ¿El fin es más importante que el medio?
Si nos basamos en la teoría de utilitarismo, no importa el
medio que utilice el discapacitado, sus acciones son justificables con que este
llegue a su fin. Siempre y cuando este fin cause la mayor felicidad posible.
“Al evaluar las consecuencias, lo único que importa es la cantidad de felicidad
o infelicidad que se crea” (Rachels, 2013, p.167). Desde un punto de vista
imparcial, la cantidad de felicidad que causarían banquetas apropiadas para
discapacitados es abrumadora en contra de la infelicidad que provocaría. Ya que
se benefician ciclistas y peatones, siendo banquetas seguras y útiles,
causarían mayor bienestar a la población. Esta teoría ética resulta práctica y
coherente en este tipo de situaciones, sin embargo, es criticada por ser
demasiado exigente, en que los individuos no somos realmente imparciales y por
solo concentrarse en el fin, olvidando por completo el medio. Por otra parte,
el kantismo es otra teoría ética que se concentra en el fin, pero desde una
perspectiva opuesta.
Continuando con el ejemplo de los problemas de las
banquetas con los que se enfrentan los discapacitados. El kantismo ofrecería el
argumento de la dignidad, un valor intrínseco que hace a los humanos valiosos
antes cualquier otra cosa. Los discapacitados, obligados a usar sillas de
ruedas, deben de ser tratados como fin. Ya que tiene deseos, metas y razonan
con autonomía propia. “las metas cosas tienen valor sólo como medios para
alcanzar fines, y son los fines humanos los que les dan valor” (Rachels,2013,
p.211) Los discapacitados físicamente, si pueden racionar. Por lo que deben de
ser considerados como fin en sí mismos y por lo tanto les dan valor a las
banquetas; medios manipulables para su benéfico. Sin embargo, esta teórica no
considera que los animales o plantas sean considerados fin, ya que no tiene
este valor intrínseco; por lo que deben ser manipulados hasta saciar las
necesidades humanas. Aunque los utilitaristas consideran que los animales
pueden ser un fin debido a que sienten sufrimiento y placer. Nunca consideran a
plantas como fin, por lo que su bienestar no debe ser respetado.
La vegetación es una parte fundamental de la naturaleza,
sin ella la vida como la conocemos sería imposible. La vegetación está
constituida por células, al igual que cualquier ser vivo. Los árboles por
ejemplo son manipulables y pareciera que a la disposición del hombre. Pero la
realidad es que a diferencias de las moléculas de mármol o las del mar, las
moléculas de la vegetación crean vida. Existencia altamente similar a la de
animales y humanos, con etapas de vida, reproducción y parte critica de ciclos
de la vida; como el de carbono. Dejando a un lado debate entre los
antropocéntricos y naturalistas de la categoría de la vegetación. Es claro que
el abuso actual hacia los árboles, está comenzando a afectarles a los humanos.
Se talan árboles para utilizar el espacio que ocupan o por su madera,
reduciendo la capital de árboles significativamente. “México registra 15 mil decesos por año atribuibles a la contaminación
del aire ambiental” (Ureste, 2013). Olvidando los beneficios que
proporcionan los árboles hacia nuestro aire ambiental, está causando que la
sociedad este expuesta a enfermedades pulmonares. Los niveles de dióxido de
nitrógeno en Guadalajara de 57.2, ponen en riesgo la vida humana; ya que la OMS
recomienda que estén por debajo de 40. (Uresste,
2013) Esto podría ser interpretado, que por el bien de la vida humana o
fin, se debe de dejar de talar árboles para asegurar el bienestar o vida de la
mayoría.
En conclusión todos estos argumentos, razonamiento y
reflexión sirven de poco en el mundo de la teoría. Deben de ser aplicados a situaciones
reales y eso fue exactamente lo que hicimos en Ecoprovidencia. Después de
marcar y reportar los muñones, ayuntamiento cumplió, desenterrando todos los
troncos. Dándonos la oportunidad de replantar árboles en la misma ubicación y
de esta forma terminar con la intervención. Pero un punto clave de nuestro
proyecto faltaba: la intervención de la comunidad a favor de nuestra causa. La
participación de los vecinos determinaría si nuestro proyecto perduraría,
dependía de ellos adoptar a los árboles recién plantados para que no se
secaran. Esta tarea consiste en convencer a un vecino a que se comprometiera a
regar unos diez litros de agua a la semana a un árbol. Utilizamos la teoría de
Mockus, sobre cómo resolver problemas, en las que se necesitaba una convivencia
de los ciudadanos a partir de un entendimiento entre la cultura, ley y moral.
Un divorcio entre alguno de estos aspectos, ocasiona que no podamos mejorar
nuestra ciudad. Sabemos que está mal pero, no hay nada que yo pueda hacer al
respecto.”(Mockus, 2002) A los vecinos se les demostraba que podían ser parte
del cambio, con un poco de sacrificio individual podía actuar para que la ley,
moral y cultura de su ciudad cambiarán para bien. Aunque hubo algunos rechazos
por ciudadanos que se rehusaba a ser parte del movimiento, la mayoría escuchó
nuestros argumentos y propuestas; finalmente aceptaron. Por mejorar la ciudad
aceptaron la responsabilidad toda clase de personas, desde mujeres de clase
alta, señoras de la tercera edad, jóvenes y hasta un “lava coches” que se
responsabilizó de tres árboles cítricos. La colonia respondió a las necesidades
de la ciudad y me demostraron que si cada individuo agrega su granito de ayuda,
juntos podemos lograr un cambio.
Referencias
Rachels, J. (2006). Introducción a la filosofía moral.
México: Fondo de cultura
Económica.
Sánchez, A. (1984). Ética. Barcelona: Crítica.
Ureste, M. (24 de abril de 2013).
México, 2º país de AL con más muertes por contaminación. Animal
político. Recuperado de http://www.animalpolitico.com/2013/04/mexico-2o-pais-de-al-con-mas-muertes-por-contaminacion-oms/?utm_source=Hoy+en+Animal&utm_campaign=1662dc184a-ga&utm_medium=email#axzz2ROLbq15r
Mockus, A. (2002). Convivencia como Armonización de Ley,
Moral y Cultura. La
Educación
para Aprender a Vivir Juntos. ONU. (s.f.). Día Mundial de la Justicia Social.
UN. Recuperado de http://www.un.org/es/events/socialjusticeday/
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