Gisel Jimena Sánchez Salazar
#EcoProvidencia para #EcoMundo
El pasado
7 de Junio el equipo 5 de color naranja de la clase del verano 2014 de Ética,
persona y sociedad del ITESM y yo una de sus integrantes, participó en el
proyecto social de la colonia Providencia llamado “Camina Providencia”. Es un
proyecto que pretende abrir los ojos de los colonos de Providencia para que
conozcan los problemas de su comunidad y sean partícipes de la solución. Los
temas a tratar dentro de este proyecto son los siguientes: La tala de árboles
excesiva, las banquetas deterioradas y poco transitables para personas con
capacidades diferentes, entre otras; todas por su puesto con el fin de que los
residentes de la colonia Providencia, participen en la resolución del problema.
La misión de mi equipo era la de marcar 10 muñones de árboles con un letrero
donde denunciábamos la localización del árbol, así como su edad y el nombre que
habíamos elegido para el mismo, con el fin de pedirle al Ayuntamiento que
retirara el árbol muerto y nos brindara árboles pequeños para replantar en su
lugar.
Mi
experiencia personal dentro de este “Camina Providencia” fue algo muy parecido
a un despertar. Me di cuenta de lo poco participativa que he sido siempre en
los asuntos de mi comunidad, ya que dentro de mis prácticas morales nunca
estuvo incluida una participación a mi comunidad por convicción propia o si
quiera por obligación; cosa que me pareció grave, señal clara de la ignorancia
que existe en México respecto a temas de interés para el país entero. El hecho
de que yo no me preocupara por la comunidad en la que vivo, que tiene problemas
mucho más graves que la colonia Providencia, me pareció un síntoma de la
ignorancia y desinterés en que viven la mayoría de los mexicanos. Como
cualquier persona no soy perfecta, pero justamente como cualquier persona debo
buscar evolucionar mejorando a mi yo interno dejando de lado el subjetivismo
donde yo pienso que si los problemas no me afectan, no debo hacer nada al
respecto, donde los demás afectados deben respetar mi opinión solamente porque
es diferente a la suya.
Existe
una postura ética conocida como el egoísmo ético donde debemos hacer lo mejor
para nosotros mismos y promoverlo, donde superficialmente puede parecer que
como los árboles son seres vivos que no pueden comunicarse con los humanos, son
seres irracionales y de los cuales no conocemos señales claras de sentimientos
por lo cual no son tratados como algo más que medios para la subsistencia del
ser humano. Pero si le vemos un poco más a profundidad, al talar árboles se
está viendo por tu mejor interés, ya que a la larga la falta de vegetación
ensuciará el aire, causando a los individuos problemas de salud graves,
entonces se tendrían que dejar razones de poco peso de lado, como una de las
clásicas razones para talar árboles, que es el típico “me estorba”. Así que si
estamos viendo por nuestro mejor interés debemos talar menos y plantar más.
Esta no es la única teoría con la que se podría apoyar a
esta postura si no que enfocándolo hacia el contrato social, la tala de árboles
debe detenerse porque si estamos respetando las reglas morales de una comunidad
donde no se debe dañar a nadie y respetar acuerdos mutuos, al talar árboles se
está dañando a los ciudadanos porque estamos reduciendo la cantidad de
vegetación responsable de limpiar el aire que se respira en la comunidad y por lo tanto decaerá la calidad de
vida por futuros problemas de salud a los residentes.
Ahora que se entiende que el problema dentro
de la comunidad es que no se sabe de los problemas a futuro, no solo por falta
de interés en el problema si no por la falta de conocimiento de las
consecuencias, se le debe plantear moralmente a los integrantes de la comunidad:
Eres dueño de una tiendita en la colonia Providencia, una de las colonias más
verdes del municipio así como pulmón del mismo. Hace muchos años, los
inquilinos anteriores de la propiedad en la que actualmente habitas, plantaron
un retoño de Ficus, que ha crecido demasiado grande frente a tu fachada y no
permite que la gente que va pasando vea tu tiendita por lo que pierdes
clientes. El planteamiento moral sería: ¿Cortarías el árbol para detener la
pérdida de clientes o dejarías seguir creciendo al Ficus para permitirle
ofrecer aire limpio a su alrededor? Lo cual nos hace volver al par de teorías
éticas anteriormente planteadas; es decir; los residentes de esta colonia por
ejemplo donde se está aplicando el proyecto social de #EcoProvidencia, al
entender que existen consecuencias graves a futuro, se creará una mayor
conciencia, erradicando la ignorancia pero quizá no la apatía que como en la
colonia Providencia, podría darse en cualquier parte y no por todos los
ciudadanos. Interés hay, solo debe incrementarse y llevarse a la acción.
Ahora podemos plantear este mismo caso frente
al relativismo cultural, donde “diferentes culturas tienen códigos morales
diferentes” (Rachels, 41), por lo tanto
de ninguna cultura a otra se podría juzgar una costumbre de buena o mala
precisamente porque la moral varía en cada cultura. Eso significa que según
esta ideología ética, cortar árboles en la colonia Providencia no es necesariamente
malo porque los colonos así como dueños de comercios lo hacen cuando un árbol
les estorba, acción que no es castigada por autoridades, sin embargo la
población que rodea al árbol lo ha notado y el resultado fue el proyecto de
#EcoPovidencia. Es aquí donde vemos inconsistencia en esta ideología ética
porque es imposible que “no haya una verdad universal en ética ni verdades
morales que valgan para todos los pueblos” (Rachels, 42) porque de no ser así
no seríamos capaces de formar una sociedad si quiera, como por ejemplo no
debemos matar ni mentir para poder confiar unos en otros para poder formar una
sociedad. Ahora dirigido esto al caso de la colonia Providencia; una verdad
universal es que se necesitan árboles para limpiar el aire contaminado y si se
talan por motivos menores como el árbol siendo un estorbo podría considerarse
un acto a favor de quien le estorbe, pero en contra de los que lo rodean,
incluso aunque no se pretenda dañar a los demás.
Cada persona piensa diferente, por eso puede
observarse en el caso anterior que el responsable de talar el árbol no se
muestra preocupado pero los colonos que lo rodean si. Entonces ¿Que piensen
diferente significa que tienen el derecho o permanecer indiferentes ante su
acción o a presenciar que alguien lo haga? Aquí es en donde entra el
subjetivismo ético que es “la idea de que nuestras opiniones morales están
basadas en nuestros sentimientos y nada más” (Rachels, 64) es decir, algunos colonos
de la colonia Providencia al no sentirse directamente afectados probablemente
no mostrarán interés en darle solución no solo a la tala de árboles si no a la
serie de problemas a los que se enfrenta la colonia.
Ahora poniendo la perspectiva por el lado
emotivista los habitantes de la comunidad participantes del movimiento
EcoProvidencia quieren que se replanten esos árboles, que se reparen las
banquetas y que los peatones puedan circular tranquilos. Actitud distinta a la
de los colonos que se muestran desinteresados por falta de conocimiento tanto
de los distintos problemas como de sus consecuencias, por lo cual no denuncian
los actos que dañan a los árboles o las personas que requieren de rampas para
discapacitados, o pasos peatonales libres. El emotivismo es “un desacuerdo en
actitudes” (Rachels 73) y porque la actitud de los involucrados en el proyecto
social no está de acuerdo con la de los vecinos que desconocen, existen
posturas emotivistas posibles, como por ejemplo puede haber colonos que sean
conscientes del problema junto con sus consecuencias pero como creen que no les
afecta no cambian de parecer.
En la teoría del “Derecho natural” estipula
que “todo en la naturaleza tiene un propósito” (Rachels, 94). Tomando un
fragmento de una de las intervenciones dentro del proyecto de EcoProvidencia se
explica cuales son los propósitos de los árboles: “Los árboles deben ser
pulmones, no tocones. Sin ellos el aire se ensucia igual que nuestra mente, sin
árboles uno se vuelve consumista e insatisfecho, cada vez se cortan más y
plantan menos. Ellos son nuestros pulmones y nuestro aliento su alimento.
Luchemos por un mundo sustentable, no consumista, un mundo satisfecho con lo
que tiene, empezando por el sitio más accesible de todos, la casa nuestra,
cuidando de un retoño que devolverá los cuidados recibidos en aire limpio y
fresco, quizá sombra e incluso frutos.” (Equipo 5 Naranja EcoProvidencia)
Aunque un texto que pretende llegar a las personas por el corazón, podemos
respaldar lo que en él se dice, porque existen más razones para plantar que
para talar.
La colonia Providencia es una comunidad, por
lo cual podemos decir que tiene problemas al estar talando árboles, no
respetando pasos peatonales, no remolando banquetas etc. Una comunidad debe
vivir en bienestar imparcial, respetando la dignidad humana,
Los ciudadanos de
Providencia no deben ser dañados por los intereses particulares de otros dentro
de Providencia pues“…la imparcialidad carecería de sentido en ausencia del
derecho a un trato equitativo y justo por parte de los miembros de la raza
humana.”
(Guisan, desconocido , pág 10). Es decir
que los ciudadanos de Providencia no viven en bienestar imparcial porque se ve
por unos o por otros grupos particulares dentro de la colonia providencia, y se
trata de que todos sean imparcialmente beneficiados. Es decir, al talar árboles
se está inclinando hacia el grupo particular de personas que sienten que los
árboles son un estorbo; al no remodelar las banquetas dentro de la colonia, se
está inclinando hacia el grupo particular de personas sin alguna discapacidad
que les impida andar por ellas; al no dar un espacio digno a los peatones y
ciclistas porque se inclina al grupo particular de personas que tienen un auto.
Entonces lo que se debe hacer es buscar un bienestar imparcial, común, donde
todos tengan derecho a las mismas oportunidades, donde los ciclistas puedan
andar, los peatones caminar sin problema, los autos un espacio más equitativo y
por el bien comunal, permitir el crecimiento de árboles para no dañar a la
colonia Providencia, uno de los pulmones más grandes del estado de Jalisco. Los
ciudadanos de Providencia al ser “humanos tienen <>, que los hace valiosos <>.”(Rachels, 2006, pág 204), entonces se debería poner por encima
de los intereses de cada quien el bien estar de los ciudadanos cosa que también
nos llevará a un bienestar imparcial. Volviendo al ejemplo del árbol impidiendo
que se vea el letrero de la tiendita, no sería correcto que lo talaras porque, el
hecho de que las personas tengan un valor sobre cualquier precio no permite que
disminuyas el suministro de oxígeno para los ciudadanos que te rodean porque
son personas y la baja de ingresos a tu tienda no será nunca un motivo más
fuerte para poner tu dinero por encima de lo que es mejor para las personas que
te rodean. Y enfocándolo a los otros problemas, el gobierno del estado, debería
poner como prioridad darle una mejor calidad de vida a los colonos así como al
espacio que gobiernan, poniendo por debajo sus intereses particulares, ganando
menos dinero, para poder ofrecer más a la infraestructura para banquetas
amigables para todo tipo de personas, pasos peatonales, ciclo-vías, etc.
Esas son varias
razones por las que se debe abstener a talar un árbol. ¿Varias no? Bueno, ahora
para luchar en contra de la falta de interés por parte de los colonos y
ciudadanos que se vean afectados por la misma situación, podemos usar normas
morales, pues si se empieza a tachar por un número mayor y creciente de
personas que talar árboles es malo por las varias razones anteriormente estipuladas,
se estará creando una norma moral, que además por ser practicada de forma
constante por la gente, recurriendo a Kant estamos diciendo que queremos que se
universalice la norma de no talar árboles, por lo que la gente evitará hacerlo,
permitirlo y apoyarlo. Por supuesto toda la situación de replantar árboles
talados podría prevenirse si no se talaran desde un principio, por lo cual los
colonos así como los ciudadanos afectados debería adoptar nuevas virtudes
dentro de su carácter, como por ejemplo la virtud de cooperar, con la cual te
unirías a la causa total del proyecto de Camina Providencia o si no apoyarías
con lo que estuviera en tu poder, ya que es comprensible que todos tenemos
ocupaciones, pero eso no deja de lado los intereses de la comunidad, hay que
recordar, los interese del otro, son tan importantes como los propios.
Hemos visto este problema desde una perspectiva, no
digamos cerrada, pero si local, ya que este problema es parte de uno de talla
mundial, y si no es posible resolver un tema a escala local, definitivamente no
tendremos esperanzas de resolverlo a nivel mundial. “México es el segundo país
con mayor número de muertes por contaminación atmosférica de toda América
Latina” (Hernández, 2013), cosa que nos debería llevar a un estado de alerta,
porque “mañana puede ser demasiado tarde” (Educadores por la sostenibilidad,
2014). El problema que existe respecto a los árboles en la colonia Providencia
simplemente es un reflejo del problema
que existe en el mundo en general, donde los árboles se talan con propósitos
consumistas en vez de dejarlos crecer y seguir produciendo aire limpio para
nuestro propio bien. México es un lugar con contaminación atmosférica muy
fuerte por ser el primero en la lista de muertes por contaminación y si se sigue
permitiendo la tala de árboles con propósitos tan insignificantes como que
estorban, entonces estaremos permitiendo que el país se contamine más y más
rápido. Como dice el equipo naranja del movimiento de EcoProvidencia, debemos
empezar por el lugar más accesible que será dentro de nuestros hogares,
cambiando nuestras actitudes, que si no tenemos tiempo para plantar nuevos
árboles, entonces denunciemos cada vez que veamos que se tala alguno,
respetando pasos peatonales, no invadiendo espacios para discapacitados, entre
muchas otras pequeñas acciones.
Con estas pequeñas acciones se estará tirando a cambiar
comunidades, luego municipios, luego estados, luego países, hasta cambiar al
mudo. Es una tarea que tomará varios años, pero si es posible convertir al mundo
en un lugar sustentable, iniciando por el caso de Providencia; que con solo
detener la tala de árboles innecesaria ya se proveerá de buen aire limpio, con
disminuir el lugar para tránsito de autos, se limitará su uso y se tendrá un
lugar más limpio para vivir. Entonces si el mundo igualmente coopera con sus
pequeñas poblaciones se podrá solucionar el problema, porque citando a
Floricienta, mi serie favorita de la infancia: “Si cambias tu mundo, cambias el
mundo”.
Referencias
·
Rachels, James. Introducción a la filosofía moral / James Rachels ;
trad. de Gustavo Ortiz Millán. — México : FCE, 2006, 347 p. ; 17 11 cm —
(Colec. Breviarios ; 556) Título original The Elements of Moral Philosophy,
ISBN 968-16-7906-7.
·
Mariana Hernández, 2013, México: 2º país de AL con más muertes por
contaminación
·
Guisan, Esperanza. Igualdad, imparcialidad y bienestar en la ética
contemporánea. Santiago de Compostela.
·
Educadores por la sostenibilidad. Boletín Nº 95 22 de abril de 2014 (Día
de la Tierra) http://www.oei.es/decada/boletin095.php
·
Educadores por la sostenibilidad. Boletín Nº 94 29 de marzo de 2014.
(Día de La Hora del Planeta)http://www.oei.es/decada/boletin094.php.
·
Puleo, Alicia H. Ecofeminismo: la perspectiva de género en la conciencia
ecologista. 2009. Madrid.
·
Sánchez Vázquez,
Objeto de la ética, Capítulo I.
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