Nuestra sociedad, hoy en día está basada en el capitalismo, hemos nacido en él, y no conocemos otra forma de vida, tanto, que cualquier tipo de sociedad diferente nos parece siquiera impensable. En ocasiones podrá parecernos un poco injusto el sistema, pero mientras que este no nos dañe directamente estamos de acuerdo en seguirlo, inclusive aunque estamos conscientes que falta una libertad muy importante, la de expresar nuestras quejas hacia el sistema. “Un tipo de Alemania del Este fue enviado a trabajar en Siberia. Sabía que su correo sería supervisado por los censores, así que propuso a sus amigos establecer un código. Si la carta que enviase estaba escrita con tinta azul, entonces lo que en ella se dijera sería cierto y si estaba escrita con tinta roja sería falso. Transcurrido un mes sus amigos recibieron su primera carta. Estaba escrita por entero en azul y decía: todo es maravilloso aquí. Las tiendas están repletas de buena comida. Los cines pasan buenas películas occidentales. Los apartamentos son grandes y lujosos. La única cosa que no se puede comprar es tinta roja” (Zizek. 2011, Nueva York).
Nos hacemos llamar indignados porque renegamos del orden de nuestra sociedad, de los errores de esta, nos quejamos todo el tiempo de todo lo que ocurre a nuestro alrededor, en ocasiones inclusive pensamos en hacer algo para cambiar lo que no nos parece, pero tristemente mientras que exista el capitalismo esos detalles que van de la mano con él, seguirán siendo iguales.
En México, y en especial en el estado de Jalisco pertenecemos al grupo de ‘indignados’, somos ciudadanos que vivimos inconformes pero nunca alzamos la voz. Nuestra ciudad es la segunda más grande de México y por lo tanto cuenta con todos los problemas que afectan a la mayoría del país. Actualmente se encuentra bajo un gobierno de ultraderecha que le da mucho poder al clero y está en contra de las minorías. Debido a los malos gobiernos y al avance del neoliberalismo nos hemos convertido en una ciudad que se distingue por la pobreza, la violencia, la desigualdad de géneros, el cinismo, la ineptitud, y el derroche de nuestros impuestos.
Para generar un cambio se necesita que todos los componentes de una sociedad se comprometan a mejorar primero ellos mismos, segundo en educar a su familia y tercero en aportar ese nuevo comportamiento a la sociedad.
Las personas que de verdad buscan un cambio son a las que el sistema no les da oportunidad de mejorar (minorías) ellos se encuentran en una lucha permanente, buscando mantener su dignidad, defender sus derechos, encontrar mejores oportunidades laborales y personales, etc. Quizá esta falta de oportunidades es la causa de porque la pobreza sigue existiendo y crece cada vez más. Cierto es que la gente no tiene las mismas circunstancias de vida ya que la riqueza de cada país se encuentra en las manos de unos cuantos, pero el gobierno debería crear una sociedad en la cual se les brinden las mismas oportunidades a todos por igual.
En mi opinión, nuestra sociedad debería de estar regida por el principio de igual libertad de John Rawls, ya que este principio dice que todos los ciudadanos tienen libertades que deben ser protegidas. Sin embargo, nuestra sociedad se asemeja más al principio de diferencias porque existen muchas desigualdades. Deberíamos perseguir este principio para lograrlo al máximo, mejorando la posición de los miembros de nuestra sociedad que más lo necesiten.
Espacio creado con la finalidad de publicar las reflexiones y acciones ciudadanas extramuros realizados por el alumnado en la clase: Ética, Persona y Sociedad. Cada alumn@ subirá artículos mensuales y el reporte -con video y fotografías- de las acciones ciudadanas realizadas desde el primer día de inicio de periodo, hasta el día del examen parcial o semestral. Fecha límite para subir post: día y hora del examen correspondiente. Dra. Alicia Ocampo Jiménez (www.generalaequidad.blogspot.com)
martes, 1 de noviembre de 2011
El capitalismo y la equidad por Beatriz Piña
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