Bernardo Rafael
Lizárraga Magaña
Ética
Profesora Alicia
Ocampo Jiménez
La
clonación en seres humanos
¿Qué
pasa por nuestras cabezas al hablar de un clon? ¿Nos imaginamos embriones que
amenazan con robarnos la identidad, o más bien, otra parte de nosotros mismos?
Si sólo se sintió identificado con la primera noción, este ensayo está
especialmente dirigido a usted. Si así fue con ambas, las líneas siguientes le
serán de gran interés. Por último, si no entendió qué quise decirle con que un
clon es una extensión del ser original, le urge leer el material a continuación
¿Se debe aceptar la clonación con fines prácticos en la medicina?
Palabras clave: Clon, Clonación, Identidad, Bioética, Células
madre, Plasticidad, Medicina, Terapia, Trasplantes, Planeta de los simios
“Una
de las aplicaciones clínicas en desarrollo activo de la ingeniería de la CM
(célula madre), es la posibilidad de utilizar su plasticidad para reconstituir
tejidos dañados o con procesos degenerativos por diversas enfermedades” (Porras, 2005). Es evidente que la
reconstrucción de tejidos intercompatibles es un método eficaz que permite al
paciente una mejoría rápida y sin complicaciones en todos los casos en que se
necesita. Cabe añadir que la plasticidad mencionada por Porras significa el
vastísimo potencial de las células madre. Como su nombre sugiere, todas las
células especializadas que nos conforman provienen de una CM. (Bianco, P, 2001)
Podemos
dimensionar más fácilmente el papel de una célula madre en la vida comparándolo
con el de la materia prima. Un gran ejemplo es el petróleo crudo, puesto que su
valor comercial está en todo lo que se puede hacer con él. Gran parte de
nuestra industria ha dependido de él y de su versatilidad. De la misma manera,
cada parte de nosotros empezó con la misma materia prima. Otra similitud es que
tampoco es un recurso renovable para nadie, porque cada CM termina como otra protocélula, que a su vez se divide en
células más y más orientadas a funciones específicas. Todos llegamos al punto
en que sólo células del mismo tipo pueden procrear más de éstas.
Aquí
surge el gran problema al que le hallamos solución: necesitamos más materia
prima cuando las células comunes nos fallan. O simplemente cuando circunstancias
externas, como heridas o una enfermedad degenerativa, nos dejan con un déficit
de tejidos para curar el tejido afectado. Es entonces cuando tomaríamos de
nuestra reserva de CM para producir el trasplante idóneo para el paciente.
Podemos verlo como la creación de refacciones para casos que lo precisen.
Si
a esto aunamos una noción clara de cuánto nos afectan las enfermedades
degenerativas crónicas, no hay razón para dudar de que hacer una copia de
nuestro material genético es de las mejores ideas en la medicina preventiva. De
todos modos, la única manera de darle un verdadero sentido humano a la
clonación es a través del lente de la medicina, viendo que la clonación de células madre es la única manera eficaz de salvar a
pacientes que padecen enfermedades degenerativas, o la defunción de algún
órgano vital.
No
es un salto cuántico pensar en que podemos regenerar el hígado de un enfermo de
cirrosis a partir de su mismo material genético. Entre otros tratamientos,
destaca el de la enfermedad de Alzheimer, que causa el estrepitoso declive de
las neuronas y sus sinapsis al grado de dejar al paciente sin capacidad de
recordar, pérdida de motricidad voluntaria y demencia.
Vemos
un caso parecido a esto llevado a extremos en la película titulada El origen
del planeta de los simios (Wyatt R,
2011). La narrativa nos va enseñando cómo la creciente soberbia del
protagonista va produciendo cambios en la naturaleza de un simio mediante el
abuso de un agente que revertía la plasticidad de las neuronas de Caesar, haciendo que se siguieran
reproduciendo después de los parámetros naturales. Estos cambios ocasionan una
mejora cognitiva del chimpancé tan grande que lo llevó a escaparse y ponerse en
contra de la humanidad, poniéndola en verdadero peligro de ser dominada.
Si
bien el mensaje de la historia puede ser una advertencia de tomarnos a la
ligera nuestra ilusión de controlar los poderes de la naturaleza, también es
una crítica al uso irresponsable de algo que no conocemos. Incluso el
protagonista, que sólo buscaba encontrar una cura para el Alzheimer, fue
sumiéndose en la obsesión por explorar las demás posibilidades de explotar la
regeneración de células que no lo harían naturalmente. Son juegos como estos
los que los opositores de la clonación suelen utilizar como la base de sus
convicciones: escenarios pesimistas.
La
única manera de esperar que la clonación de CM tenga un impacto negativo sería
asumiendo que quienes se encargasen de ella la usaran irresponsablemente, tal y
como en esta película se nos advierte. Sin embargo, necesitamos esclarecer lo
que cualquier opositor defendería, como a continuación.
La
clonación humana agrede directamente la identidad de la persona, pues conlleva
duplicar el código genético exacto de una persona. Esto ataca el carácter único
de cada individuo, y privaría de personalidad jurídica a alguien, por el hecho
de no ser único. Similarmente, no está en el plan de Dios que existan dos
personas con el mismo material genético. Lo que es técnicamente posible no se
debería igualar a lo que sería éticamente correcto, así que no debemos jugar
con la vida.
Todos
los argumentos anteriores serían perfectamente válidos y sólidos si se hablara
del uso de personas como medios para satisfacer curiosidades o ganar más
dinero. Por otro lado, preguntémonos ¿qué no haríamos por preservar el
bienestar de una persona?
Asimilando
todo, si ponemos atención a los pros y
contras, concluiremos que un análisis ético siempre nos inclinaría a
aceptar la clonación humana como un acto preventivo o paliativo para los
pacientes de enfermedades degenerativas.
Por
si fuera poco, no hay manera de igualar a la clonación con la replicación
exacta de una persona. Primordialmente, porque lo que hace a una persona única
no es solamente su material genético, sino también las circunstancias en las
que nace y vive. Además, los clones ni siquiera se desarrollarían como embriones,
no sobrepasa la etapa de blastómero, en donde sólo se encuentran células madre
conformando una esfera vacía. Ergo,
un ataque a la identidad del sujeto queda completamente descartada como punto
de discusión.
Así
acabamos con la conclusión de que cualquier otro propósito en la clonación
humana es inético, pero que ésta puede mejorar increíblemente la calidad de
vida de todos cuando todos se manejan con responsabilidad. La terapia con
células primigenias de cada persona es el siguiente paso ineludible en la
terapia génica.
Referencias
Bianco, P., Riminucci, M., Gronthos, S. and Robey,
P. G. (2001), Bone Marrow Stromal Stem Cells: Nature, Biology, and Potential
Applications. STEM CELLS, 19: 180–192. doi: 10.1634/stemcells.19-3-180
Considerando detalladamente la Ética de la Clonación
(- Universidad de Chile) http://www.uchile.cl/portal/investigacion/centro-interdisciplinario-de-estudios-en-bioetica/publicaciones/76971/considerando-detalladamente-la-etica-de-la-clonacion
Porras, Oscar. (2005). Ingeniería de la célula
madre. Acta Médica Costarricense, abril-junio, 69-75.
Hedgecoe, A. M. (2004),
Critical Bioethics: Beyond the Social Science Critique of Applied Ethics.
Bioethics, 18: 120–143. doi: 10.1111/j.1467-8519.2004.00385.x
Parkinson tratamientos, síntomas e información en
Dmedicina (DMedicina) http://www.dmedicina.com/enfermedades/neurologicas/parkinson.html
El origen del planeta de los simios [Película].
(2011). E.E.U.U.: Twentieth Century Fox Home Entertainment.
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