viernes, 3 de julio de 2015

El padecimiento digital de la belleza

El padecimiento digital de la belleza
                                          Marian Alejandra Valdivia Piña

                                                                                 Fotografía por Marian Valdivia

       Con el trascurso de los años los medios de comunicación, han creado una imagen respecto al cuerpo femenino, lo cual ocasiona que las mujeres no sean consideradas y tratadas como iguales, en muchos ámbitos, a veces tomadas como meros objetos para un fin “placentero”, y otras veces solamente cumplir lo que se espera de ellas en la sociedad.

Palabras clave: Sexualización, medios de comunicación, objetivizar, la mujer, género, estereotipos.

   Hoy en día la sexualización de la mujer en los medios de comunicación, es un problema tan común,  que a veces nos olvidamos que es un problema, quizás porque durante décadas hemos sido testigos de  mujeres como protagonistas en miles de anuncios sugerentes, en donde la imagen de ellas es usada en  un tono erótico y poco saludable para las mismas, haciendo que tanto ellas, como las receptoras, sean llevadas a problemas de salud, tales como: la anorexia, la bulimia, ansiedad etc. Esto también da pie a que se genere una sociedad machista en la que a la mujer se le vea como meramente un medio para un fin que a largo o corto plazo las daña brutalmente , o simplemente marcándoles a todas las mujeres un estereotipo de cómo deben o no deben lucir o pensar.
Los humanos del S.XXI caen en la tendencia de gastar horas de su tiempo en diversos medios de comunicación, haciendo de estos una especie de escuela, la cual, se enfoca en etiquetar, vender, denigrar y objetivizar, la imagen humana. Las mujeres, son las más afectadas, porque, les crean estereotipos inalcanzables e insalubres para las mismas, en el caso de los hombres, da paso a una cultura machista con base en lo misógino y les inculca un poder ficticio que supuestamente tiene el hombre sobre la mujer, “la mujer al ser sexualizada es construida al servicio del hombre.” (Coral, 2010, pág 9).
La sexualización de la mujer en los medios de comunicación, es un problema, porque al momento de ser usadas como un medio, la dignidad de las mujeres se reduce a nada, convirtiéndolas  en un objeto de la sociedad, para Bartky, “la objetivación sexual se caracteriza por la definición de una persona por sus partes o funciones sexuales, al separarlas del resto de su personalidad. De esta forma, se las aísla del todo y se las reduce a instrumentos que logran representar al sujeto dominado.” (Bartky, 1990, pág.388), lo que podemos analizar de esto es que se deja de lado el valor y muchos de los derechos que tienen las mujeres desde nacimiento. Un ser humano, por el simple hecho de serlo, independientemente de su género, capacidades, preferencias, pensamientos, etcétera, es digno de ser tratado como igual ante las otras personas, ante la ley, ante su trabajo, ante su sociedad, familia incluso. La publicidad ha enfocado todas sus fuerzas y ganancias en vendernos una imagen de lo imposible para que nunca termine nuestra búsqueda constante de la perfección. Los medios han influenciado tanto las mentes de cada una de las mujeres, que hoy en día, hasta ellas mismas piensan que el llegar a esta meta es indispensable en sus vidas y desde cada vez más pequeñas se les inculca esta cultura. Cada vez crece el número de modelos y celebridades que mueren por trastornos alimenticios. El mal uso de la tecnología (Softwares para edición) para modificar lo real por algo ficticio hace más fácil la objetivización, porque en sí, no es algo natural, sino un producto, es decir, algo modificado, no real. Vivimos en una sociedad, en donde es más importante cómo te ves y no tu inteligencia.
Según  Immanuel Kant, no es moral, porque no se le da ni respeta el valor de una persona por sí misma, “El valor de los seres humanos está por sobre cualquier precio” (Rachels, 2007,  pág.209), y al mismo tiempo, no cumple con el segundo paso, que dice que, las personas no pueden ser tratadas como medios para un fin (Cortina, 1996, pág.6).

La lucha por parte del feminismo hacia la objetivización  de la mujer, es un progreso, sin embargo, “decir que hemos hecho progresos, implica, el juicio de que la sociedad actual es mejor, y ése, es exactamente el tipo de juicio transcultural que, según el relativismo cultural, es imposible” (Rachels, 2007, pág. 47), entonces existe la incertidumbre sobre si la situación que se vive actualmente debe ser juzgada con las la moral que tenemos actualmente, porque si antes está bien, ¿porque ahora no?
por el hecho de que este modo de vida no busca la felicidad, sino todo lo contrario, los medios buscan la eterna inconformidad de la mujer para abusar de ello y darle un enfoque capitalista, por el cual, se les pueda insertar la idea de que la felicidad está en sus productos.

Cada persona es libre de decidir por sí misma y por su propio cuerpo, según Aristóteles, propone dos condiciones para imputar a un sujeto de responsabilidad moral, una de ellas es en la que el sujeto tenga una conducta de carácter consciente, la cual, en el caso de las mujeres que aceptan que su cuerpo sea visto como un objeto sexual, están conscientes de su acción, por lo tanto, son responsables moralmente y si ellas creen que están en lo correcto, pues entonces están bien, basándose en el subjetivismo, que dice que “ cuando una persona dice que algo es moralmente bueno o malo, esto significa que aprueba esa cosa, o la desaprueba, y nada más” (Rachels, 2007,  pág. 65), Pero ¿estas mujeres que aceptan ser tratadas  están conscientes de las consecuencias de sus actos? Si esto no es así, entonces ellas pueden estar libres de esa responsabilidad moral, ya que, no saben lo que provocan, pero si es lo contrario entonces se puede decir que este tipo de mujeres le está provocando un mal a la sociedad beneficiándose sólo a sí mismas y a aquellos que saquen provecho de este tipo de mercadotecnia, que en cualquier caso, son una minoría.

No se puede decir que vivimos en una sociedad utilitarista en la que se está buscando la mayor felicidad o bienestar para todos, y si es así, entonces ¿Se puede generalizar el término de las mujeres que aceptan que su cuerpo se vea como objeto sexual, existiendo con mayor fuerza hoy en día la trata de blancas?, ¿Estarán de acuerdo todas las mujeres que su cuerpo se exhiba afectando así a todas las de su género y a las de próximas generaciones?, si es así, entonces se podría plantear la pregunta de si sus acciones son prudentes o no, porque según Cortina, que menciona a Aristóteles “Es prudente quien, al elegir, no tiene en cuenta sólo el momento concreto, sino lo que le conviene para el conjunto de su vida.” (Cortina, pág. 2)  en pocas palabras una persona prudente  debe pensar no sólo en el presente, sino en lo futuro y tener conciencia de las acciones realizadas, lo que nos demuestra que quien está detrás de esta clase de publicidad no tiene en cuenta en lo más mínimo, la felicidad futura de las personas y lo mucho que estos anuncios la comprometen. .También debemos abordar la pregunta siguiente: ¿todas las personas reciben la información de los medios al igual? Ya que, si ésto es así entonces estamos hablando de una sociedad que ha aceptado las consecuencias dictadas anteriormente, pero no es así,  es imposible para toda una sociedad recibir la información de la misma manera, por lo tanto existe esta diferencia de pensamiento en la que lo más destacado, es que, algunas mujeres llegan a convencerse que ellas no tienen ningún poder alguno sobre los demás, sobre los hombres, e incluso sobre ellas mismas, dando paso a que el tipo de publicidad que denigra a la mujer se siga usando masivamente.
Entonces, para un gran sector de la población, la mujer es un objeto y aún se cree que ésta es la manera de vivir, pero no lo es, se está sacrificando la dignidad de la mitad de personas en el mundo (incluso más), por lo tanto, no puede ser de ninguna manera un beneficio para la sociedad  y además se está obligando a que las mujeres tengan ideales de vida que no son los suyos, ni generan algún bien, se les está dando una vida que nadie debería vivir.

En una situación hipotética, donde una mujer se dirige a su trabajo, sin maquillaje, sin muchos arreglos, con ropa ideal para trabajar; durante ese transcurso esta mujer verá miles de anuncios y publicidad que la estén bombardeando con la idea de “no eres bonita”, porque no traes tal atuendo o tal maquillaje, o tales zapatos, etcétera,  y este mensaje no sólo es hacia ella sino hacia la gente que la rodea, por lo tanto la idea de belleza es alterada a tal grado que la gente empieza a verla, observarla y tratarla de una manera no agradable, por el simple hecho de que no es lo que los medios le dijeron que fuera; en otra situación hipotética donde la mujer va hacia el trabajo, maquillada, con ropa de marca y con todo lo que dictan los medios, ella cree que está en lo correcto y se siente bien por cumplir con los estándares puestos, pero ¿qué pasa con la gente? La observan de manera pervertida, la insultan con falsos piropos, la denigran, incluso algunas mujeres llegan a la envidia y la maltratan, lo que genera que nuestra sujeto sea envuelta en un manto de inseguridad constante sobre lo que debe y no deber de hacer, sobre cómo debe y no debe lucir… lo peor de todo es que estos casos no están para nada lejos de la vida cotidiana, donde miles de millones de mujeres alrededor del mundo son objeto de burlas sexuales, de acoso y hostigamiento sexual, violaciones, trata de blancas y de un estatus económico menor que el de su contraparte.

“las películas más vistas son películas infantiles enfocadas a la edad más susceptible de manipulación–, que en la mayoría de los casos no hacen sino reproducir los modelos de género vigentes de generación en generación” (Gila y Guil ,1999, pág. 92), ésta acción de manipular de los medios de comunicación, no es buena ni valiosa éticamente, porque según menciona Bilbeny que dice Patiño en su escrito Fundamentos para regular éticamente, dice que: “no hay ética sin valores”(Patiño, 2015, pág.2), lo cual nos pone a pensar, valores como; la justicia, la amabilidad, el respeto, ¿se están realmente empleando en la actualidad?, ¿se está respetando y otorgándole la dignidad que merece cada una de las personas?.
Una de las muy conocidas frases de Benito Juárez, dice que: “el respeto al derecho ajeno es la paz”(Juárez, 1867), el respeto, cuando hablamos del tema de la mujer como un objeto sexual en los medios de comunicación, es nulo hacia la mujer, y si hombre y mujer son iguales ante la ley, ¿por qué no se le está respetando su derecho?, los seres humanos tenemos el derecho a una vida digna, “y nacemos libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como estamos en razón y conciencia, debemos comportarnos fraternalmente los unos con los otros” (Barba, 2015, pág.15), entonces, ¿realmente se  está practicando la fraternidad?, fraternidad, se significa correspondencia entre las personas, lo cual actualmente, nos damos cuenta que no se cumple.

Para concluir menciono los datos de la UNESCO, 2012, el 46% de las noticias alimentan los estereotipos de género”(UNESCO, 2012), lo cual sólo confirma lo que se habla anteriormente, que gracias a los medios de comunicación se está haciendo más grande este problema, apenas un 6% de las noticias pone de relieve la igualdad de género o el tema de la desigualdad” (UNESCO, 2012), para ir terminando este problema, se debe aumentar ese porcentaje, y que mejor también, que comenzar a crear una forma de pensar distinta, tanto en el hogar como en las instituciones, debemos ser prudentes y pensar no sólo en el presente, sino en el pasado y en el futuro, y en las consecuencias de los actos que hoy en día realizamos o realizaremos, si cada una de las personas lucha y pone su granito de arena por esta causa, lograremos un gran avance.



                                                                Referencias Básicas
Barky, S. (1990). Femininity and Domination: Studies in the Phenomenology of Oppression (Thinking Gender). Routledge, New York.
Coral, A. (Diciembre 2010). El cuerpo femenino sexualizado: entre las construcciones de género y la Ley de Justicia y Paz. Revista Colombiana de Derecho Internacional, núm. 17, 409.
Gila, J.. (1999). La mujer actual en los medios: estereotipos cinematográficos. Comunicar, núm 12, 7.
Patiño, S. (n.d.). Fundamentos para Regular Éticamente las Relaciones entre Cultura.
Rachels, J., & N, G. (2007). Introducción a la filosofía moral (Primera ed., p. 211). México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.

Complementarias
Barba, B. (1997). Educación para los derechos humanos. Retrieved June 22, 2015, from http://www.centrodemaestros.mx/cursos2013/Bonifacio_Barba.pdf  
Miss Representation 8 min. Trailer. (n.d.). Retrieved June 13, 2015.  https://vimeo.com/28066212
Sánchez, A. (1969). Ética (1 ed., Vol., pp.). D.F, México: Editorial Grijalbo.
5 Minutos De Lo Que Los Medios De Comunicación Le Hacen A Las Mujeres. (n.d.). Retrieved June 13, 2015. http://www.upsocl.com/mundo/5-minutos-de-lo-que-los-medios-de-comunicacion-le-hacen-a-las-mujeres/

(2012, 03). Proyecto de supervisión de los medios de difusión a nivel mundial (GMMP). UNESCO. Recuperado 06, 2015, de http://www.unesco.org/new/es/communication-and-information/crosscutting-priorities/gender-and-media/women-make-the-news/facts-and-figures/

No hay comentarios:

Publicar un comentario