Discriminación,
producto del capitalismo
La discriminación está latente en nuestra vida, aún
siendo personas con análisis ético, podemos no darnos cuenta de estar llevando
a cabo esta práctica. Hoy en día, juzgamos a las personas por su estatus
social, dándoles un trato diferente por su forma de hablar, vestir, vivir, etc.
¿Cuál es la raíz de este comportamiento, que es lo que nos ha llevado a
comportarnos, aunque sea subjetivamente, de esta manera? La respuesta es, el
Capitalismo.
¿Qué es el capitalismo? Es un sistema económico, el
cual, prevalece actualmente en nuestro planeta. Muchas instituciones políticas
y económicas lo definen como el generador de riqueza y asignación de recursos
por medio de un sistema mercantil. La mayoría de las definiciones ignoran que
se trata de igual manera de un tejido social, ya que involucra la manera de
vivir de todos los individuos que participan. “La base del capitalismo son los
obreros que trabajan a cambio de un salario el cual gastan para subsistir en
productos que provienen del mismo proceso económico.” (New York, Rand, 1967)
Nosotros como personas no tuvimos derecho a elegir,
simplemente nacimos en una familia perteneciente a un tejido social de este
tipo. “Las amas de casa dictan el consumo y la producción desde sus compras,
sustituyendo a la dictadura del proletariado”. (Cortina, 2002) . Así, crecimos
rodeados de productos creados por las grandes empresas, pasamos el tiempo
utilizando juguetes los cuales el propósito final nunca fue divertirnos,
idolatramos personajes con los cuales aún nos sentimos identificados y que sólo
fueron inventados para agradar y generar ingresos. La mayoría de los padres son
empleados que indiscutiblemente necesitaban de su salario para que la familia
pueda subsistir. No hay manera de que alguien tuviera la elección de
convertirse en parte de esto.
Karl Marx, quien en el siglo XIX utilizó la palabra kapitalism
por primera vez, menciona que la riqueza sólo se acumula para algunos en este proceso. El trabajo de muchos, para
pocos individuos genera la acumulación en distintos niveles. Este es el motivo
de que existan las clases sociales. (Zona Económica, 2011) . Y esto con base a
la búsqueda de la felicidad de algunos, quienes por medio de sus influencias
buscan capital, o bien llamémoslo sus intereses. “La creencia social de la
acumulación de bienes del mercado es síntoma de éxito personal y promesa de
felicidad.” (Cortina, 2002) Cortina menciona
este fenómeno, el cual es la base de nuestro sistema.
La adquisición de productos de diferentes marcas, la
compra de bienes inmuebles en determinadas zonas, la educación recibida por
diferentes instituciones, y muchos otros factores delimitan los estatus
sociales. “El consumo de productos costosos es el símbolo visible del éxito
social, las personas reciben el respeto propio y ajeno si consumen ese tipo de
bienes y servicios.” (Cortina, 2002) Y esto trae consigo
discriminación en muchos niveles.
Un ama de casa, por vivir en una zona prestigiada,
se limita a convivir con mujeres de la misma zona. Un joven universitario,
solamente sale con sus compañeros de la misma universidad privada. En un “antro”,
solamente ingresa quien está mejor vestido. Estos son ejemplos de cómo nos
limita nuestro estatus social a convivir con cierto tipo de personas.
La discriminación viene; cuando, consciente o
inconscientemente, hay rechazo de convivencia, o hay un trato distinto a quien
no proviene de nuestro mismo nivel. Recordemos que jurídicamente “La
discriminación ocurre solamente cuando hay una conducta que demuestre
distinción, exclusión o restricción, a causa de alguna característica propia de
la persona que tenga como consecuencia anular o impedir el ejercicio de un
derecho” (Consejo nacional para prevenir la
discriminación) .
No siempre la discriminación viene desde un nivel “superior” a uno “inferior”.
Es unilateral.
La discriminación es “Una práctica cotidiana que
consiste en dar un trato desfavorable o de desprecio inmerecido a determinada
persona o grupo” (Consejo nacional para prevenir la discriminación) No nos damos cuenta al estar discriminando
por motivo del capitalismo ya que no
elegimos conscientemente ser parte del sistema, pero de alguna manera nos
sucede.
¿Qué consecuencias trae consigo este tipo de
discriminación? Los resultados de esta práctica son difíciles de analizar. Delimitan
la manera en la que el tejido social interactúa y se comporta. Trae consigo, de
igual manera, el problema de la división de poder y consecuencias muy
subjetivas, pues estamos acostumbrados a esta manera de vivir. No conocemos del
todo el alcance de los efectos.
Expongamos un caso; cuando una persona, de una clase
inferior (relativamente), pide trabajo en una empresa en la que su rubro son las relaciones públicas en la alta
sociedad, difícilmente conseguirá el puesto. Esto por motivos como su forma de
vestir, hablar, características físicas etc. Al presentarse esta situación, se
nos hace común saber que no le iban a dar el puesto y pensaríamos “no es para él”
pero un análisis ético nos lleva a que es un caso de discriminación, que es “aceptable”
en nuestra forma de vivir.
Profundicemos en el caso, veamos los datos de discriminación
en el trabajo publicados por CONAPRED en 2012. Básicamente se centra en la
discriminación por nivel de educación, edad y sexo. Existe un porcentaje
importante de discriminación por apariencia, mas no necesariamente está
analizada desde una perspectiva capitalista. (Madrid, Reporte sobre la discriminación 2012, 2012)
El estudio anterior habla de las empleadas del
hogar, quizá el puesto de trabajo mas afectado por las características del
capitalismo. Estas empleadas, en muchos casos también empleados, son víctimas
de la discriminación todo el tiempo. Existen hogares, en los que estas personas
utilizan otros ingresos y hacen uso de utensilios y baños distintos. Aquí
podemos encontrar rápidamente que, su nivel social limita la relación con sus
patrones y no necesariamente es un caso de jerarquía laboral. (Madrid, Reporte sobre la
discriminación en México 2012 Trabajo, 2012, pág. 46)
Analicemos un caso lateral, un joven, proveniente de
una familia de estatus social alto, que estudia en una secundaria pública de
algún distrito con índice de pobreza alto. Seguramente sus compañeros no serán
como él, pero al encontrarse ante una mayoría, seria constantemente
discriminado. El joven no eligió, el simplemente nació en esa familia y va a
ser atacado de alguna manera por tener más que los demás. El capitalismo es
cómplice de casos como este y se muestra
la bilateralidad del problema.
Girando en torno al consumo, existen muchos problemas.
Comúnmente los generados por el marketing que nos bombardea constantemente. “Si
las personas se dejan influir por marketing, grupos de referencia,
instituciones o medios de comunicación, con el tiempo terminan atrofiando su
libertad.” (Cortina, 2002) Las marcas hacen que
nos juzguemos, los centros de consumo muestran nuestro nivel social. Así, como
menciona cortina, se atenta contra nuestra libertad y además crea un dilema ético
en cuanto a la discriminación expuesta en este documento. Existen lugares que
restringen ingreso a los comensales, cosa prohibida por la ley que no se ha
podido controlar. Los juicios al final, no siempre consientes, son producto del
sistema mercantil que nos rige y es la manera a la que estamos acostumbrados a
vivir, por lo que muy difícilmente nos damos cuenta de lo que sucede.
Buscar soluciones es complicado, como en muchos
casos de discriminación. No podemos cambiar fácilmente el sistema económico.
Esto no se soluciona en base a decisiones y acciones, si no en base a actividades concretas y concientización que
fomentaran cambios a través del tiempo. La tesis de este documento es una consecuencia
de prácticas llevadas a cabo por milenios. Como todo, debemos comenzar en algún
punto. Quizá por uno mismo, crear una nueva perspectiva que nos ayude a
identificar esos problemas ocultos en nuestra cotidianidad. En cuanto a las
empresas, deben ser limitadas, y aplicar un criterio con enfoque especial a su
mercadotecnia y manera de hacer las cosas. “Una revolución social puede llevar
a encauzar el consumo al dinamitar las bases del hedonismo para recuperar la
idea de ahorro y re inversión.” (Cortina, 2002) Y con esto los
modelos de negocio deben de evolucionar y buscar utilidades no por medio del
engaño del subconsciente social. La misma división de poder creada por el
sistema, será un problema a combatir, ya que difícilmente las personas más
beneficiadas permitan que esto suceda.
Podría parecer un poco socialista la solución
planteada, mas no se busca en su totalidad, ya que la finalidad no es cambiar
el sistema económico, si no, modificarlo junto con el actuar y conciencia de
las personas en pro de que no se fomente menos la discriminación a raíz del
capitalismo.
Trabajos citados
Básicas
Cortina,
A. (2002). Por una ética del consumo. Madrid: Taurus.
Madrid, R. R. (2012). Reporte sobre la discriminación 2012. México
DF: Consejo nacional para la prevención de la discriminación en México.
Rachels, J. (2007). Introducción a la filosofia moral. Cataluña:
S.L Fondo de cultura.
Rand, A. (1967). What is capitalism? The new american
library. New York
Complementarias
Madrid, R. R. (2012). Reporte sobre la discriminación en México 2012
Trabajo. Mexico DF: Consejo Nacional para prevenir la discriminacion.
Consejo nacional para prevenir la discriminación. (s.f.). CONAPRED.
Recuperado el 13 de Junio de 2015, de http://www.conapred.org.mx/
Zona Económica. (2011). Zona Economica. Recuperado el 13 de Junio
de 2015, de http://www.zonaeconomica.com/marx/marx
Enrique Dueñas
Tecnológico de Monterrey GDA
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