Luis Fernando Rodríguez Cabrera
¿Es correcto que vivamos en una
sociedad capitalista donde algunos pocos tienen la mayoría de la riqueza
disponible?. Es importante aclarar que no estamos hablando de la riqueza “sucia”
que puede encontrarse en la actualidad, la cual muchos lograron obtener a
través de crímenes o manipulación. La idea de que el manipular a las personas, en
cualquier situación, es inmoral es bastante universal, pero existen personas
que lograron hacer sus riquezas sin aprovecharse de una sola persona a través
de innovación y de buenas decisiones. ¿Es injusto que ellos puedan tener miles
de millones de dólares mientras que otros viven con unos pocos dólares al día? Hay quienes opinan
que si lo es, y que se les debería de limitar cuanto pueden llegar a tener o hasta
distribuir sus riquezas entre quienes mas la necesitan, argumentan que el
dinero solo puede proporcionar hasta cierta cantidad de satisfacción, por lo
cual si mil millones de dólares te satisfacen igual que 70 mil millones, puedes
donar lo otros 69 mil millones a causas sociales. El tener ese dinero guardado
no ayuda a su dueño ni a la sociedad, pero aclaremos que no estoy diciendo que
no deberían de hacerlo, seria muy bondadoso, solo digo que no deberían ser
criticados por no hacerlo, ni estar obligados a hacerlo, ya que en mi opinión
esto estaría violando los derechos de los dueños de esta riqueza, ya que estaría
impidiéndoles la autonomía necesaria para vivir con libertad.
El primer punto que me gustaría
tocar es el de la motivación de los millonarios. Adam Smith, un filosofo
ingles, considerado como el primer economista moderno, explicaba como las
personas persiguen la riqueza misma en búsqueda de la aprobación o adulación de
los demás aun más que por lo que esta les puede comprar (Smith, 1759, I.III). El
limitar lo que una persona pueda tener de alguna manera estaría también
limitando sus sueños y metas, ya que le estas diciendo “Hasta aquí puedes
llegar”. ¿Qué sentirías si después de tanto esfuerzo y dedicación lograras ser
exitoso económicamente y que por esto fueras objetivo de crítica social y de
atentados en contra de lo que con tanto esfuerzo has ganado? Esto tendría como
consecuencia una falta de motivación en algunas personas, lo cual es mas serio
de lo que parece. Esta idea la aborda Yepes al decir que, “La ausencia de
motivación y de ilusión es el comienzo de la pérdida del sentido de la vida,”
(Yepes, 1997, p. 223) y Rachels, argumentando que, “La vida de una persona consiste, en parte, en
proyectos emprendidos y bienes ganados y creados… pedir que una persona
abandone sus proyectos o renuncie a sus bienes es una campaña de ‘sacrificio de
su vida’” (Rachels, 2006, p. 134). Yepes y Rachels nos muestran que los
proyectos y metas que le dan sentido a nuestra vida pueden llegar a ser tan
importantes como la vida misma.
Muchas personas hacen referencia
a la Justicia Distributiva a través de la Lógica de la Justicia para argumentar
que la distribución desigual de riquezas atenta contra la moral que estas teorías
imponen. Estas personas argumentan que el que las personas con mas recursos no
los compartan con aquellas que los necesitan para satisfacer sus necesidades
básicas (Dieterlen, 2003, p. 55) es un acto pasivo de violencia. Hacen esto al
decir que el ,“no hacer algo para remediar necesidades ‘ajenas’ se convierte en
un acto de violencia (por omisión) contra el otro,” (Hernández, 2006, p. 96). Por
el otro lado, podemos argumentar en contra de esta idea con la teoría del Egoísmo
Ético, el cual nos dice que, “hay un solo principio de conducta fundamental, el principio del
interés propio, y este principio resume todos los deberes y obligaciones
naturales que se tienen” (Rachels, 2006, p. 129). Debemos aclarar que este
principio no dice que la caridad no sea buena, solo impone que no es una
obligación. Además, al imponer una decisión sobre si quitarle la mayoría de los
bienes, obtenidos justamente, a los ricos o si dejar a millones de personas en
pobreza entramos en un dilema que mezcla el Utilitarismo y la tradición
Kantiana.
¿A cual de estas dos teorías
deberíamos de prestarle nuestra atención? En ambos casos se estarían perdiendo
“vidas”. El no hacer nada mantendría los niveles de muertes por hambruna al
nivel actual de millones al año (Rachels, 2006, p. 126), mientras que el
distribuir los bienes de los ricos tendría como consecuencia el privarlos de
sus proyectos de vida y a mas personas que estuvieran soñando con algún día
poder llegar a ser ricos, lo cual les quitaría el sentido a su vida. Viéndolo
muy superficialmente por el lado calculador del Utilitarismo nos damos cuenta
rápidamente de que las vidas de los millones que mueren al año valen más que
las vidas de algunos cuantos millonarios y soñadores. Pero la tradición
Kantiana nos dice que esta lógica no aplica a la vida humana, ya que esta no es
cuantificable y es infinitamente valiosa en si misma. A través de esta teoría
diríamos que no hay una acción correcta, ya que las vidas de un millón de
personas valen lo mismo que la de una sola. ¿Cómo podemos resolver este dilema?
Pues resulta que la decisión Utilitarista es más complicada de lo que parece.
El hacer una distribución equitativa de los bienes de los ricos,
imposibilitando para siempre la oportunidad de ser rico conlleva más consecuencias
que las planteadas previamente (Cortina, 1996).
Al hablar sobre el Utilitarismo en
este tema debemos medir los puntos a favor y en contra, por lo cual debemos tomar
en cuenta el hecho de que los empresarios crean valor. Lo hacen a través de la
innovación, en empleos, en productos y con esto consecuentemente crean valor económico.
Esto significa que los empresarios crean valor que después se traduce a dinero,
por lo cual podemos argumentar que el dinero que ellos obtienen no es despojado
de las demás personas, sino que es creado por ellos mismos. Además, el dinero que los empresarios hacen es
a través de ventas, no robos, así que ¿si nosotros mismos les damos el dinero a
los empresarios a cambio de productos y servicios, por que nos molestamos en que
lo tengan? El simple hecho de que nosotros les demos dinero a cambio de algo
significa que creemos que lo que nos dan vale mas que el dinero que les damos,
probando de nuevo que los empresarios crean valor con sus empresas.
Volviendo al dilema, si fuéramos a
quitarles su dinero a los ricos para distribuirlo entre la sociedad,
imposibilitando que en el futuro alguien se pueda volver rico, el efecto más
notorio podría ser la falta de motivación. La riqueza en la sociedad sirve para
mantener un orden, ya que sirve como recompensa por el trabajo. Ahora imagínate
si le entregas dinero incondicionalmente a las personas solo por la idea de que
todas las personas tienen derecho a ser exitosos económicamente, estas ya no
estarían motivadas a trabajar ya que tendrían los recursos necesarios para perseguir
sus verdaderos sueños, los cuales no necesariamente estarían ligados a el
desarrollo de la sociedad. Esto tendría como efecto la decadencia de la
industria por falta de empleados , la cual ya no podría cubrir la demanda de la
población que habría crecido debido a la erradicación de muertes por hambruna.
Además, el distribuir la riqueza entre la sociedad tendría el efecto de
devaluar la moneda después de cierto tiempo, ya que no importa lo que las
personas hagan, todos siempre van a tener la misma cantidad de dinero, ¿y cual
seria el punto de intercambiar productos con valor por dinero si al final del día
acabarías con la misma cantidad de dinero con la que empezaste y sin el
producto? A esto se le podría ligar con “la mano invisible” de Adam Smith, la
cual explica que el dejar que la economía y la riqueza se regulen solos
conlleva a desarrollo social, mientras que el intentar manipular el mercado no
es natural, lo cual causa problemas en la sociedad y la industria (Smith, 1759,
IV.I).
Con todo esto podemos llegar a
la conclusión de que la desigualdad en la cantidad de riqueza que tienen
diferentes personas no es una injusticia, sino que es producto del desarrollo
natural de nuestra sociedad y de la economía, lo cual proporciona motivación e
iniciativa que ayudan al desarrollo de la sociedad. Por el otro lado, es cierto
que nuestra sociedad tiene muchos problemas dentro de su sistema
socioeconómico, pero si realmente queremos llegar a tener igualdad y justicia
en este ámbito, es necesario que primero identifiquemos el verdadero problema,
la desigualdad de oportunidades causada por el monopolio controlado por los
ricos. Aun no considero la riqueza como injusta, solo el hecho que con ella se
manipule el sistema para tener el control y la disposición de las oportunidades
y trabajos mejor remunerados. Esto debe ser combatido aplanando el campo de
juego al proporcionar educación publica de calidad para que aún las personas pobres
puedan desarrollar las habilidades necesarias para poder algún día llegar a ser
exitosos. Esto, como responsabilidad del gobierno infectado por la corrupción,
se ha vuelto la causa fundamental de los problemas socioeconómicos que se viven
hoy en día en México.
REFERENCIAS BASICAS:
- Cortina, A. (1996). Ética. La vida moral y la reflexión ética: Principales Teorías
Éticas. Madrid: Santillana
- Dieterlen, P. (2003). La pobreza. Un estudio filosófico. México: UNAM
- Hernandez Bagueiro, P. (Coord.) (2006). Ética actual y profesional. Lecturas
para la convivencia global en el siglo XXI. México: Thompson.
- Rachels, J. (2006). Introducción a la filosofía moral, México: Fondo de Cultura
Económica
-
Smith, A. (1759) The Theory of
Moral Sentiments. Londres: A. Millar
- Yepes, R. (1997). Fundamentos de Antropología. Pamplona: EUNSA
REFERENCIAS
COMPLEMENTARIAS:
- Forbes, The
Rischest People On The Planet 2015. N,p. 2015. Web. 13 Junio
2015.
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