miércoles, 27 de noviembre de 2019

Ensayo Lilia Vela: ¿Es éticamente correcto permitir la circulación de autos autónomos?

Lilia Anahí Vela Jiménez
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¿Es éticamente correcto permitir la circulación de autos autónomos?

En los últimos años, los llamados ‘gigantes’ de la industria automotriz como BMW, Tesla, Volvo, General Motors y Ford han realizado un trabajo en conjunto con Google y Bosch para diseñar y fabricar vehículos autónomos. Se dice que un carro puede ser considerado de esta manera únicamente si se asegura que sus criterios operacionales se ejecutan responsablemente, ya que se prevé que en algún momento podría suscitarse un imprevisto en el trayecto, de tal manera que el auto debe ser capaz de tomar las mejores decisiones en fracciones de segundo asegurando la integridad de las personas a su alrededor. El asunto aquí es que para poder tomar las mejores elecciones no solo puede programarse conforme a las normas de vialidad, o bien en cuanto a las mejores condiciones de manejo, debido a que en la mayoría de los casos todo este árbol de opciones requiere de un profundo análisis ético difícil de generalizar. (Maurer, M., Gerdes, C., Lenz, B. Winner, H., 2015, p.69). El objetivo de este ensayo es plantear una postura por medio de diversas razones éticas sobre si es seguro o no el uso de vehículos autónomos en la actualidad. 

Este tema tiene gran relevancia ética debido a que la irrupción del automóvil sin motor y conductor puede propiciar la aparición de un nuevo paradigma de movilidad e interacción entre humanos y coches, lo cual genera una profunda reflexión ética (Terrones, A., 2018). El hecho de que una persona suba a este tipo de medios de transporte es sencillamente confiarle su vida y seguridad al mismo esperando que en caso de ser necesario se tomarán las mejores decisiones basadas en la ética y la razón. 

Key Words: dignidad humana, utilitarismo, bienestar imparcial y contrato social. 

 
 Un carro autónomo es aquel que tiene la capacidad de imitar completamente las habilidades humanas de manejo y control, así como de percibir todo su entorno gracias a que posee múltiples sensores a través de los cuales una computadora establece parámetros de movilidad y trayectoria para llevar al pasajero de un lugar a otro sin poner en riesgo su integridad. La idea de generar este tipo de transporte comenzó en 2008 cuando Google se empeñó en demostrarle al mundo que tenía la capacidad de desarrollar un vehículo autónomo que pudiera conducir en mejores condiciones que lo que en ese entonces lo hacía un ser humano, por tal motivo, contrató a los mejores ingenieros de la DARPA (Agencia de Investigación de Proyectos Avanzados de la Defensa) para lograr desarrollarlo (Terrones, A., 2018).

Sin embargo, a medida que pasaron los años, los cuestionamientos sobre esta tecnología han aumentado, y es que no es para menos puesto que en marzo de 2018 se presentaron dos eventos críticos; en el primero de ellos, una mujer de 49 años que cruzaba por la calle en el estado de Arizona fue atropellada por este tipo de autos causándole una muerte instantánea. Por otra parte, un auto Tesla del mismo tipo cobró la vida de una persona al impactarse de lleno semanas después contra un muro de contención en una carretera federal. (Schuelke-Leech, B., Jordan, S., Barry, B., 2019). 

Estos sucesos han incrementado la inseguridad ante los pilotos automáticos y prueba de ello es una encuesta dada a conocer por la Asociación de Automovilistas de los Estados Unidos (AAA), la cual muestra que un 75% de los conductores en el país afirmaron que no se subirían a un auto totalmente autónomo. Además, el 63% de los adultos dicen sentirse menos seguros cuando van en bicicleta por la calle sabiendo que circulan por esta misma carros autónomos (Expansión, 2016). 

En cuanto a la cuestión ética, actualmente las empresas que generan este tipo de tecnologías se ven envueltas en diferentes problemas como el de garantizar la total seguridad de los pasajeros, así como la de los peatones y los demás conductores. Otro problema es que en casos de estar frente a una decisión que representa un dilema ético deben de tener la capacidad de actuar de manera imparcial y tomando la mejor decisión basada en la mejor razón ética. También se encuentran en el problema de la legalidad y las responsabilidades. Antes de que uno de estos carros se convierta en realidad para los consumidores, el estado y la industria automotriz deben determinar leyes y regulaciones para determinar responsabilidades en caso de algún fallo o accidente en estos sistemas (Issitt, M., 2019). 

En primer lugar, un auto autónomo debe tener como principal objetivo la seguridad humana, independientemente de que sea el pasajero, los peatones o los demás conductores. Es por tanto que las empresas que crean estos autos deben de buscar siempre el principio de utilidad propuesto por Bentham, referente a la corriente utilitarista. Este plantea que se debe de buscar el mayor bien para el mayor numero de personas, tomando el bienestar de todos como de igual importancia (Rachels, 2006, p.147).  En los dilemas éticos en los que a veces se ven envueltos este tipo de autos, se debe actuar de manera imparcial buscando la alternativa que genere un menor dolor al menor numero de personas. 

Otro punto muy importante que también se debe de tomar en cuenta al realizar las pruebas con los autos es que por ninguna manera se deben de realizar estas con personas y en condiciones normales, ya que estarán atentando contra la dignidad y los derechos humanos, los cuales propone Kant en su corriente ética. Las personas no son medios, son fines y deben ser tratadas como tal (Rachels, J., & Millan, G., 2006, p. 202). Este argumento hace referencia a las pruebas que se hicieron en 2018 con autos autónomos que acabaron con la vida de los pasajeros de estos. Uno de los derechos humanos más importantes es el derecho a la vida y este dice que la vida de una persona debe de ser respetada. Ningún particular tiene el derecho de privarle la vida a otra y, mucho menos, para realizar pruebas de funcionamiento en las tecnologías. 

El tercer argumento está enfocado en el contrato social. Para que se pudieran poner en marcha las pruebas de los autos autónomos primero era necesario tener una regulación sobre estas nuevas tecnologías, sin embargo,
estas aún no existían, por lo tanto, estas empresas atentaron contra el contrato social.  Según Rachels, “el Estado existe para hacer que se cumplan las reglas más importantes indispensables para la convivencia social” (Rachels, J., & Millan, G., 2006, p. 204). Gracias al contrato social y al apoyo del estado se hace posible tener una convivencia social, considerando a otros en nuestras decisiones. Esto quiere decir que hasta que no se hagan las regulaciones y leyes correspondientes, el uso de autos autónomos no debe de ser permitido porque no promueve una convivencia social adecuada entre las personas y los autos. 

La postura a lo largo del escrito sobre el tema abordado es en contra de la tesis mencionada sobre si es seguro o no el uso de autos autónomos en la actualidad. A continuación, se presentan los argumentos que respaldan esta postura basados en las categorías éticas correspondientes. 

Aunque el principal objetivo de este tipo de carros es eliminar el factor humano en el número de accidentes automovilísticos, en la actualidad, aún no hay un sistema operativo capaz de garantizar la seguridad de las personas que se ven involucradas en el uso de estos vehículos, dícese de los pasajeros, peatones, o cualquier persona cercana a esta; ya que en la mayoría de los casos no se ha encontrado una solución para no violentar la dignidad humana de los involucrados. El problema de muchos de estos autos en el pasado ha sido que cuando están operando en las calles, han causado trágicos accidentes que han acabado con la vida de las personas. Según la corriente ética de Kant, quien atenta contra el derecho de vivir de una persona esta atentando contra su dignidad humana (Rachels, 2006, p. 202). Por lo tanto, éticamente no debería de permitirse el uso de estos carros en la actualidad hasta no encontrar un sistema operativo que considere todos los posibles casos en los que podría estar involucrado el vehículo, buscando siempre preservar la dignidad humana de las personas.   

En los últimos años se han planteado diversos dilemas éticos en carros autónomos, la mayoría de estos tienen en común la situación en la que el carro tiene que tomar la decisión entre quitarle la vida a diversos peatones que cruzan incorrectamente por la calle o estrellarse y matar al pasajero. El sistema operativo de un auto de la actualidad se basada principalmente en el reglamento de tránsito y, por ende, tomara la decisión de matar a las personas que cruzaron incorrectamente mal. Sin embargo, esta no sería una decisión éticamente correcta. La corriente ética utilitarista vería esta situación del punto de vista en la que se buscaría salvar al mayor numero de vida, causando un menor dolor al menor numero de personas. Según Jeremy Bentham, existe un “principio de utilidad” que exige que cuando tengamos que elegir entre diferentes acciones, debemos de elegir aquella que tenga las mejores consecuencias globales al mayor número de afectados (Rachels, 2006, p.147). Por lo tanto, para el utilitarismo la decisión correcta seria la de matar al pasajero y salvar a los peatones. Esto quiere decir que los sistemas operativos deberían considerar también la parte ética en la toma de decisiones cotidianas, habilidad que en la actualidad no posee ninguno de estos. Como consecuencia, no debería permitirse a estos vehículos circular en la actualidad a menos que en su sistema operativo también consideren la parte ética en las decisiones, de lo contrario se perderán mas vidas de las que se salvaran. 

La solución que planteo ante este dilema ético sobre los autos autónomos en la actualidad es que las empresas se comprometan a ser socialmente responsables y actúen conforme a los valores éticos esenciales (libertad, igualdad, solidaridad, respeto y diálogo) para poder garantizar la seguridad y bienestar de la sociedad (Raufflet, E., et al., 2017). Para lograr esto, las empresas deben de afinar y perfeccionar todos los detalles que tiene que ver con la seguridad de las personas al igual que el Estado debe de realizar las regulaciones para la circulación de estos autos. Hasta que las dos partes realicen estas actividades, será prudente que los autos empiecen a circular en las calles. 

Como conclusión, el futuro del sector automovilístico son los vehículos totalmente autónomos y este hecho será inevitable dentro de los próximos años ya que es la mejor solución, no solo para reducir el número de accidentes automovilísticos, sino también porque son amigables con el medio ambiente, son más potentes y no causarán tráfico. Sin embargo, como se mencionó
anteriormente, en la actualidad las empresas aún no están listas para sacar este tipo de tecnologías a la vida real debido a su falta de perspectiva ética en la toma de decisiones de sus sistemas operativos. 

Actualmente, las industrias que se dedican a desarrollar autos autónomos están realizando pruebas en situaciones reales y con personas, utilizándolas como medios para asegurar la calidad de sus productos y además están atentando contra su dignidad porque les quitan la vida a personas inocentes solo para buscar el progreso de las nuevas tecnologías. Además, estas están realizando una actividad que no está regulada por las leyes del Estado, por lo que las consecuencias de las pruebas de estos autos no podrán ser enjuiciadas de manera justa a falta de leyes. 

La solución que se propone en este ensayo es el de comprometer a las empresas a ser socialmente responsables y garantizar un producto de calidad que tenga como principal objetivo la seguridad de las personas. Además de esperar a que el Estado determine las regulaciones pertinentes al caso para poder poner estos vehículos en funcionamiento. En ese momento será viable y seguro el uso de auto autónomos en la vida cotidiana. 










Referencias Básicas

Issitt, M. (2019). Autonomous Car. Salem Press Encyclopedia of Science. Recuperado de http://0eds.a.ebscohost.com.millenium.itesm.mx  /eds/detail/detail?vid=0&sid=5600da1c-dc88-475e-bf76-d5414c72f 7d1%40sdc-v-sessmgr02&bdata=JnNpdGU9ZWRzLWxpdmU%3d#AN= 100039110&db=ers

Maurer, M., Gerdes, C., Lenz, B. Winner, H. (2015). Autonomous Driving. Springer Open. Recuperado de https://link.springer.com/book/10.1007/978-3-66248847-8

Rachels, J., & Millan, G. (2007). Introducción a la filosofía moral. Fondo de Cultura Económica. 

Raufflet, E., et al. Ética, Responsabilidad ética y sostenibilidad empresarial. (2017). Ciudad de México. Pearson.

Schuelke-Leech, B., Jordan, S., Barry, B. (2019). Regulating Autonomy: An Assessment of Policy Language for Highly Automated Vehicles. Review of Policy Research, Vol: 36. 

Referencias Complementarias

Expansión. (01/03/2016). El 75% de los conductores temen a los autos autónomos. Recuperado de https://expansion.mx/negocios/2016/03/01/75de-los-conductores-le-temen-a-los-autos-autonomos-aaa-1

OMS. (2017). La Dignidad Humana. Recuperado de http://www.salud.gob.ar/dels/ entradas/la-dignidad-humana 

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