jueves, 4 de julio de 2013

El abuso a los animales tiene que desaparecer

Carlos Augusto Mendoza Sánchez
3/07/2013
                        A01225953
El abuso a los animales tiene que desaparecer

Abstract
Este ensayo se basa en la investigación sobre el abuso de los animales y en la forma en que se presenta, también exponemos una teoría que explica por qué las personas que se involucran en el abuso animal muy probablemente cometerán más actos de violencia, posiblemente contra los seres humanos y porque prefieren cometer estos actos de crueldad con los animales y no con los humanos. En el ensayo se mencionas las diferencias entre la crueldad activa y la pasiva así como los determinantes inmediatos del abuso animal. El abuso animal se dice que es el resultado de la ignorancia de las consecuencias de nuestro comportamiento abusivo de los animales, la creencia de que el abuso se justifica, y la percepción de que el abuso es personalmente beneficioso, se describe un conjunto adicional de factores que tienen efectos directos sobre el maltrato animal y los efectos indirectos. Estos factores adicionales incluyen rasgos individuales, como la empatía, la socialización del individuo, el nivel de la persona de la tensión o el estrés, el nivel individual de control social, la naturaleza del animal, y la posición social del individuo.

El ensayo aborda la Ética kantiana, la religión, derechos humanos y la justicia, se exponen casos de la vida real referentes al problema ético que implica el abuso de los animales, las formas en que se presenta este problema, por ejemplo la tortura, la  deshidratación, infecciones parasitarias no tratadas, la vivienda inadecuada en condiciones climáticas extremas, y la falta de atención médica y también se exponen las posibles soluciones para ponerle fin.
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Cada día en México los animales son golpeados, descuidados, o forzados a luchar por la supervivencia. En condiciones impensables, sin comida ni agua, tienen pocas esperanzas, ya que viven sus días sin la compasión que merecen. Algunos son encontrados y rescatados, dándoles la oportunidad de experimentar cómo puede ser grande la vida, mientras que otros no son tan afortunados, lo cual me entristece bastante. Si queremos crecer como nación tenemos que luchar por los derechos de los animales maltratados y castigar severamente a los propietarios sin corazón. Depende de nosotros hablar por estas criaturas que no tienen voz, ayudándolos a tener una mejor calidad de vida.

Uno de los primeros pasos en la protección de los animales y en la creación de leyes contra la crueldad, es saber lo que la crueldad animal es en realidad. Según Selvon hay dos categorías: la crueldad pasiva y la crueldad activa. La primera involucra actos de omisión, es decir, el abuso ocurre como resultado del abandono o la falta de cuidado. La crueldad pasiva puede parecer menos grave, pero este no es el caso, sino que puede dar lugar a un dolor terrible y sufrimiento, y finalmente la muerte. Los ejemplos incluyen la debilidad, deshidratación, infecciones parasitarias no tratadas, la vivienda inadecuada en condiciones climáticas extremas, y la falta de atención médica. La crueldad pasiva es a veces debido a la ignorancia de los propietarios, por lo que muchos oficiales de control de animales en primer lugar deben tratar de educar a estas personas sobre cómo cuidar, adecuadamente, a los  animales antes de darles una citación o ponerlos bajo arresto (Selvon, s.f.).

Mientras que la crueldad activa, por otro lado, es más perturbadora. Designada a una lesión no accidental, este tipo de abuso consiste en infligir intencionalmente daño a un animal con el fin de sentir que tienes el control. La crueldad activa contra los animales debe ser tomada muy en serio, ya que puede ser una señal de que una persona tiene problemas psicológicos graves y puede cometer más actos de violencia, posiblemente contra los seres humanos (Quintanilla, 2008).

Kant menciona que “los animales son solamente medios para un fin. Ese fin es el hombre. Por tanto, podemos utilizar a los animales en la forma que nos plazca. No tenemos ningún deber directo para abstenernos de torturarlos” (Rachels, 2006, p.204). Pero el abuso animal es inhumano. No hay ni una pizca de remordimiento, bondad, o compasión en el acto de abusar de un animal. Es simplemente incorrecto. Es malo, horrible y debe ser tomado más en serio de lo que es. Mucha gente no toma el abuso animal tan en serio como lo hacen con el abuso de menores. La gente se pone furiosa cuando un niño es maltratado, sin embargo, simplemente se encogen de hombros cuando se abusa de un animal. ¿Por qué no los animales se les tratan de la misma forma y se les da el mismo respeto que se merecen, como lo hacen con los niños? Si lo hicieran, entonces tal vez no estarían siendo perjudicados todos los días (Henry, 2007).

De acuerdo con la tradición cristiana “el hombre está hecho a imagen de Dios y que los animales no tienen un alma sensitiva sólo espiritual. Así, el orden natural de las cosas permite a los seres humanos emplear los animales para cualquier propósito que les parezca adecuado” (Rachels, 2006, p.155). No obstante los seres humanos son en realidad como los animales, ambos son seres vivos que sienten, por lo tanto tienen sentimientos y pueden sentir dolor y sufrimiento. Nosotros no tenemos derecho a utilizarlos como medios, y que sufran sólo porque son indefensos, Un promedio de 500 animales por día son abusados. Por no mencionar el hecho de que se ha demostrado que matar y  abusar de los animales es uno de los primeros signos que tienen los asesinos en serie (Gupta, 2008).

Es difícil saber exactamente lo que impulsa a la gente a dañar a los animales inocentes. De acuerdo con un estudio de 1997 realizado por la sociedad de animales en Massachusetts para la prevención de la crueldad contra los animales y de la Universidad del Noreste, demostró que los explotadores de animales son cinco veces más propensos a cometer crímenes violentos contra las personas y cuatro veces más propensos a cometer delitos contra la propiedad, además son personas sin antecedentes de maltrato animal (Luke, 1997). Es vital reportar personas que lastiman animales. La mayoría de los abusadores de animales encuentran satisfacción gracias al poder de torturar a una víctima que saben que no puede defenderse, por lo que delitos como la violación y el abuso sexual de menores son menos propensos a cometerse. Aunque no todos los explotadores de animales se convierten en asesinos en serie o violadores, pero es importante estar conscientes de que pueden llegar  a serlo (Vásquez & Navarrete,  2010).

Las personas que hacen daño a los animales es probable que hagan daño a la gente también. Uno de los primeros signos de que una persona que va a ser un sociópata es que tortura animales. Y si un niño ve a un padre lastimar a un animal, puede tener la idea de que es capaz de lastimar a otros niños. Los animales sienten dolor, por alguna razón  muchas personas no creen esto, pero es verdad, ellos tienen sistemas nerviosos, sus cuerpos son similares a los nuestros. Ellos se alejan de situaciones dolorosas. Ningún animal en este mundo merece sufrir. Abusar de animales no nos lleva a ninguna parte, ellos son más propensos a volverse contra los seres humanos si abusamos de ellos. Es por ello que muchos de los perros que han sido maltratados atacan a los seres humanos, ya que no se les ha tratado bien. Según Martínez “nadie debe ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes” (Martínez, 1999, p. 165), por lo que ningún animal debe ser sometido a tratos crueles y torturas, porque son seres vivos que sienten, y al tratarlos de forma cruel, sea cual sea la razón nos convierte en personas sin moral, y mucho peor cuando lo hacemos por causas sin sentido, como para obtener la piel.
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Por ejemplo, Carroll Edward Cole era un asesino en serie de la Costa Oeste que pudo haber asesinado a 35 mujeres en el año 1970, y fue ejecutado en 1985. Con base en el testimonio de Cole, en su primer acto violento estaba estrangulando a un cachorro. El tiroteo en la escuela Columbine es otro ejemplo de maltrato animal como un precursor de la violencia humana. Antes de matar a 12 compañeros, Eric Harris y Dylan Klebod habían mostrado a sus amigos acerca de la mutilación de animales que habían hecho. Si se hubieran denunciado estos actos a las autoridades y hubieran sido tomados en serio, estos dos jóvenes podrían haber sido puestos en una instalación adecuada y ayudado, evitando posiblemente esta horrible masacre (Ignacio, s.f.).

“Como los seres humanos, los animales también tienen intereses que se ven afectados por lo que hacemos. Cuando los matamos o los torturamos son dañados, así como los seres humanos son dañados cuando se les trata en esas formas” (Rachels, 2006, p.304). Además “la persona que mata por diversión está anunciando que, de poder salir librado de eso te mataría por diversión. Los humanos deberían disfrutar su propia vida, no tomando otras como la de los animales” (Bonaventure, 2013). Por lo que un animal es un ser vivo que siente dolor al igual que nosotros. Una sociedad que tolera la crueldad animal debería tolerar la crueldad contra los seres humanos, lo cual no sucede.

Teniendo en cuenta estos ejemplos, es difícil imaginar por qué el país no tiene disposiciones por la crueldad hacia los animales. Una buena ley anti-crueldad debe proteger a todos los animales, se aplica a los infractores por primera vez, con grandes multas y largo tiempo en prisión, no hay excepciones, requiere a los abusadores ser condenados a recibir asesoría por su propia cuenta, y prohibirlos de poseer o vivir entre los animales. Junto con estas leyes necesitamos funcionarios que hagan cumplir enérgicamente estas normas. La policía, psicólogos, e incluso los federales reconocen la relación entre la crueldad hacia los animales y la violencia contra las personas. Para proteger mejor a las comunidades, todas las personas deben establecer sanciones fuertes y trabajar para aumentar la conciencia pública de estos crímenes.

No sólo basta que el sistema legal garantice que las comunidades de todo el país sean conscientes y educadas acerca de la crueldad animal. Hay un montón de cosas que los ciudadanos comunes pueden hacer. La acción más simple es que la gente se haga cargo de sus propias mascotas y aprender los hechos para que puedan educar a otros sobre el cuidado adecuado de los animales. Otra manera fácil de ayudar es donar o ser voluntario en un refugio local de animales. Contrariamente a la creencia popular, el voluntariado no requiere mucho tiempo, simplemente con ir pocas horas a la semana ayuda tremendamente. Por último, al escribir cartas que permitan recordar a los legisladores locales que el maltrato animal es un problema real que debe ser abordado. Tomarse unos minutos para apoyar esta noble causa no sólo ayuda a los animales, nos permite sentirnos orgullosos de defender algo tan importante para la sociedad.

Es nuestro trabajo ser la voz de las criaturas que no pueden hablar por sí mismas. Como nación tenemos que hacer nuestra prioridad reunirse y garantizar la seguridad de nuestras queridas mascotas. Hay que recordar que un pequeño grupo de ciudadanos reflexivos y comprometidos pueden cambiar  el mundo.


Bibliografía básica

Henry, B. C., & Sanders, C. E. (2007). Bullying and Animal Abuse: Is There a  
Connection?. Society & Animals, 15(2), 107-126. doi:10.1163/156853007X187081

Gupta, M. (2008). Functional Links Between Intimate Partner Violence and Animal Abuse:
Personality Features and Representations of Aggression. Society & Animals, 16(3),   223-242. doi:10.1163/156853008X323385

Martínez, R. (1999). Valores humanos y desarrollo personal. Madrid: Escuela Española.

Quintanilla, R. (2008). La Protección a los Animales. REDVET. Revista Electrónica de
Veterinaria, IX(10B) Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=63617111006

Rachels, J. (2006). Introducción a la filosofía moral. México: FCE.

Vásquez Avellaneda, D. M. & Navarrete Peñuela, M. (2010). El maltrato animal. Una
reflexión desde la sostenibilidad y las tradiciones culturales. Ingeniería de Recursos Naturales y del Ambiente, (9) 39-43. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=231116434005


Bibliografía complementaria

Bonaventure, S. (29 de enero de 2013). Sobre los derechos de los animales. Obtenido de http://encontradelmaltratoanimal.wordpress.com/author/claudf81/

Ignacio, B. (s.f.). Carroll Edward Cole. Obtenido de http://murderpedia.org/male.C/c1/cole-carroll-edward.htm

Luke, C. (diciembre de 1997). Cruelty to animals and other crimes. Obtenido de http://www.mspca.org/programs/cruelty-prevention/animal-cruelty-information/cruelty-to-animals-and-other-crimes.pdf

Selvon, M. (s.f.). ¿Usted entiende cuál es es la crueldad animal? Obtenido de http://www.articles3k.com/es/782/223245/Usted-entiende-cuales-es-la-crueldad-animal/


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