jueves, 4 de julio de 2013

Perspectiva ética de la maternidad subrogada


Ana Karen Barba Landeros


Abstract

Partiendo desde un caso, en el presente trabajo se hablará de la maternidad subrogada, se establecerán sus pros y sus contras basándonos en una perspectiva ética. La técnica de maternidad subrogada es una nueva opción para parejas que no pueden tener hijos por cuenta propia y entonces buscan la prestación de un vientre que por medio de diversas técnicas como la fertilización in vitro la madre subrogada puede gestar un bebé. Por esta razón han surgido protestas en contra o leyes a favor de esta práctica. Partiendo de argumentos éticos sabremos si la maternidad subrogada, según lo utilitaristas es correcto o incorrecto dependiendo de cuanta felicidad aporte a la sociedad. Con respecto a la dignidad humana, se analiza si de alguna manera  se atenta contra la dignidad humana o contra los derechos humanos. Además surgen más dudas en la sociedad respecto a la maternidad subrogada puesto a que no se respeta de alguna manera la autonomía debido a un contrato que la madre subrogada decide firmar, el cual limita a la persona en sus actividades cotidianas. Por todo esto, cabe resaltar que esta práctica tiene buenos propósitos, el cual es ayudar a familias que no pueden tener hijos, y que de alguna manera, a pesar de las protestas hay que considerar que no atenta contra vidas humanas, al contrario, da vida a un nuevo ser.
Palabras clave: maternidad subrogada, prestación de un vientre, utilitaristas, dignidad humana, autonomía, contrato

Desarrollo

Gustavo y Marcela, una pareja joven, se casaron hace cuatro años, su más grande ilusión era tener un hijo, desgraciadamente, Marcela tuvo cáncer de útero y éste tuvo que ser removido. Entonces las posibilidades para tener un hijo eran nulas. Consideraron el adoptar pero pronto se enteraron de una nueva alternativa; alquilar un útero. Entonces, ante la posibilidad de tener un hijo de su propia sangre, contrataron a una mujer, que por medio de fecundación in vitro se encargaría de la gestación del bebé. Después de nueve meses nació una niña completamente sana.
Esta técnica relativamente nueva se conoce como maternidad subrogada, en donde una madre de alquiler:
puede poner a disposición el óvulo y el útero y ser fecundada con el semen del cónyuge de otra mujer, o bien prestar sólo el útero para un embrión producido mediante fertilización in vitro, en cuyo caso el óvulo y el espermatozoide proceden de diferentes donantes (Blázquez, N, 2010, p. 472).
Esto ha traído consigo muchos argumentos en contra y otros a favor, en donde los principales y los que mayor poder tienen son aquellos relacionados con la ética.   
En primer lugar, tenemos el argumento de los utilitaristas. Según Bentham, “Por principio de utilidad se entiende el principio que aprueba o desaprueba cualquier acción, según la tendencia que tenga para aumentar o disminuir la felicidad de las partes de cuyo interés se trata […]” (Rachels, 2007, p. 151). Entonces, si hablamos de parejas infértiles, de parejas homosexuales, o de personas solteras que lo que más desean es tener un hijo para tener una felicidad plena, consideraríamos la maternidad subrogada como algo correcto. De lo contrario, si se llegara a prohibir se estaría negando la felicidad a un grupo de personas y esto sería moralmente incorrecto. Actualmente hay miles de personas, solteras o no, que por alguna razón no pueden tener hijos, ya sea por infertilidad, por la situación de Marcela, por que son parejas del mismo sexo, etc., y, si con la maternidad subrogada les dan la oportunidad de ser padres, esto les traería dicha y felicidad.
Pero ¿qué pasa con la madre de alquiler? Si por alguna razón llegara a encariñarse o a sentir amor por el producto que cuidó nueve meses y al momento del nacimiento, por obligación tiene que entregar el bebé a los padres sin importar nada más. Esto la haría infeliz, entonces hay que considerar los problemas psicológicos que entregar al bebé que gestó traería consigo. Para esto, la madre de alquiler firma un contrato en donde se responsabiliza por el cuidado del bebé durante el embarazo y nada más (Rodríguez, C, 2012).  
Consideremos ahora a Kant, quién defiende la dignidad humana y establece que “[…] los seres humanos nunca deben ser usados como medios para un fin” (Rachels, 2007, p. 210). Las madres de alquiler son contratadas para gestar al feto con el fin de engendrar un bebé para quién la contrató. Entonces podríamos decir que al usar el vientre de la madre de alquiler se convierte en un medio para que una pareja pueda tener un bebé. De esta manera estaríamos atentando contra la dignidad humana al prestar un útero y utilizarlo como medio. Éste es probablemente el argumento más poderoso que existe en contra de la prestación de un útero.
Si hablamos de la madre de alquiler, se le estaría negando su autonomía porque debido al embarazo, se le prohíbe, por ejemplo, tomar medicinas que puedan afectar al feto, consumir drogas, fumar y desvelarse. Es necesario, entonces firmar un contrato en donde la madre de alquiler acepte esos términos que de alguna manera son para cuidar la salud de ambos (el bebé y la madre). Entonces, cuando firma dicho contrato se compromete a obedecer las reglas porque sabe que se garantiza una buena convivencia con beneficios para todos (Rodríguez, C, 2012).
Por otro lado, es como si se pusiera la vida humana en venta. La madre de alquiler decide embarazarse para después vender el producto. Muchas veces se ven obligadas a hacer esto por necesidad. Entonces una persona tendrá un precio convirtiéndola en un objeto. Cuando la realidad es que una persona no vale nada, porque si valiera algo sería considerado un objeto que puede comprarse. Pero también es posible ser voluntaria al prestar el útero si es un familiar o un amigo, de esta manera no lo estaría haciendo por necesidad, sino por convicción propia y por ayudar al prójimo. Por consiguiente, no lo hace por obtener dinero a cambio, no lo ve como un negocio, sino como una oportunidad de hacer felices a otras personas con la llegada de un bebé. Sin embargo, no podemos decir que es correcto cuando la madre de alquiler no recibe dinero o tampoco podemos decir que es incorrecto cuando sí recibe una cantidad de dinero porque estaríamos siendo parciales. En mi opinión, no es necesario que la madre de alquiler reciba una remuneración económica, debería de recibir una remuneración solo si es la pareja la que decide darle dinero. De otra manera se convertiría en un negocio.
Como en todo, la religión tiene su postura, así que otro punto que debemos considerar es la ley del derecho natural: todo en la naturaleza tiene un propósito, que nuestro mundo es un orden racional que tiene valores y propósitos (Rachels, 2007, p. 94). Entonces, cuando una mujer está embarazada, su propósito es gestar a su propio hijo. Y si hablamos de la maternidad subrogada, entonces este propósito cambiaría a que una mujer que presta su vientre tiene como propósito gestar un bebé que le pertenecerá alguien más. Sin embargo, este argumento ya “pasó de moda”, es demasiado conservador cerrarnos a la idea que la manera de tener un hijo es solo por medio de relaciones sexuales dentro del matrimonio. Entonces no podemos decir que esta idea considerada contra natura, pueda ser un impedimento para no aceptar la prestación de vientres. Ya que podríamos argumentar entonces que una operación o una cesárea, en este caso, serían contra natura, y discriminaría a las prácticas quirúrgicas. Lo natural daría lugar a permitir solo partos naturales a pesar de que la madre y el bebé corren peligro, lo que arriesgaría sus vidas.  Pero desde mi perspectiva, lo correcto no debe basarse en lo que la religión nos diga. 
Otra cosa que hay que preguntarnos es que si el deseo es tener un hijo, ¿por qué no se considera la adopción? Afuera hay miles de niños huérfanos que necesitan padres y así nos dejaríamos de tantos problemas éticos y jurídicos relacionados con la prestación de úteros, pero el punto no es liberarnos de estos dilemas. Sino aceptar que ellos también tienen derechos y autonomía y no por ser infértiles o parejas homosexuales se tienen que resignar a la adopción. Si lo que quieren es tener un hijo alquilando un útero deberían de tener la libertad siempre y cuando no afecten a terceras personas. En cuanto a la adopción, no es tampoco tan simple, es un proceso muy largo, complicado y muy estricto (Camacho, 2009).
Por último hay que tener en mente que en esta práctica participan personas adultas, autónomas, racionales y personas que aceptan dicha responsabilidad y saben lo que involucra la maternidad subrogada. Sino fuera así, esta práctica no sería legal, como es en el caso de Estados Unidos y en México que tiene poco tiempo que se aprobó.

Conclusión

El tema de la maternidad subrogada es muy complicado debido a la polémica que causa la prestación de un vientre. Trae consigo problemas éticos, jurídicos, psicológicos y en casos extremos, problemas de salud.
Como conclusión, tenemos que según los utilitaristas, es una práctica aceptable ya que trae consigo felicidad, considerado el propósito de todo ser humano según esta teoría. Pero por otro lado, se arriesga a atentar contra la dignidad humana ya que estarían usando a la madre subrogada como un medio, entonces es visto como algo moralmente incorrecto ya que una persona por ser racional, no puede ni manipularse ni usarse como medio. Cabe mencionar que al prestar un útero la madre subrogada no se considera un medio, sino una nueva oportunidad para aquellos que no pueden tener hijos. Otro aspecto por el que debemos preocuparnos es por la violación a la autonomía de la madre subrogada por medio de un contrato. El cual implica prohibirle, por ejemplo, el hecho de que pueda tomar bebidas alcohólicas o tomar medicinas que se prohíben durante el embarazo. Pero si estamos hablando de que la madre subrogada es un ser racional ella misma sabe el riesgo que implica consumir estos productos tanto para el bebé como para ella durante el embarazo, es decir, cualquier mujer racional embarazada sabe lo que se debe hacer y lo que no durante un embarazo.
Por último, en mi opinión no hay que negarle a estas personas el derecho de tener un hijo en estas situaciones, a pesar de que existe la adopción y se puede considerar como otra opción, no veo la necesidad de oponernos a esto pues no atenta con vidas humanas y aunque se puedan presentar problemas psicológicos es por eso de suma importancia que los que participan en la maternidad subrogada estén conscientes de que si prestas un útero tu obligación es entregar al bebé una vez que nazca.
Es bueno aprovechar los nuevos avances de la ciencia, tecnología y medicina. Pero no hay que olvidar que muchos de ellos tienen problemas que implican a la ética. Aquellos que atentan contra vidas humanas son los que no se deberían de permitir, afortunadamente, la maternidad subrogada lo que hace es dar vidas.

Referencias básicas

Blázquez, N. (2010). Bioética y biotanasia. Madrid: Vision Libros.
Gómez de la Torre, M. (1993). La fecundación in vitro y la filiación. Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
Guzmán Ávalos, A. (2007). La subrogación de la maternidad. IUS. Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla A.C., Sin mes, 114-125. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=293222932007
López, J. Aparisi, A. (2012). APROXIMACIÓN A LA PROBLEMÁTICA ETICA Y JURÍDICA DE LA MATERNIDAD SUBROGADA. Cuadernos de Bioética, XXIII Sin mes, 253-267. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87524464001
Rachels, J. (2007). Introducción a la filosofía moral. México: Fondo de cultura económica.

Referencias complementarias

Camacho, J. (2009). Maternidad subrogada: una práctica moralmente aceptable. análisis crítico de las argumentaciones de sus detractores. Recuperado de http://www.fundacionforo.com/pdfs/maternidadsubrogada.pdf
Rodríguez, C. Martínez, K. (Diciembre, 2012). El contrato de maternidad subrogada: la experiencia estadounidense. Revista de derecho, 25(2). Recuperado de http://mingaonline.uach.cl/pdf/revider/v25n2/art03.pdf

3 comentarios:

  1. Es una practica que aunque hay un gran debate ético por detrás, puede ayudar a personas o familias a ser padres, ya que de otra manera les es imposible. Creo que debería haber mas “permisividad” para este tipo de personas. El llamado Vientre de alquiler es para muchas personas la única alternativa para poder ser padres.

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  2. Un niño así concebido puede tener tres madres, la madre biológica, (la que aportó los óvulos), la madre gestacional (la que llevó el embarazo), y la madre legal, que lo va a cuidar para siempre. También puede ser que se trate de un padre legal.

    La mujer que lleva el embarazo es la madre gestacional pero habitualmente no es la madre biológica. Los óvulos son de la madre legal o de una donante de ovocitos; además siempre tienen hijos propios, entre otras cosas para evitar el riesgo de que se queden estériles por una complicación del parto.
    Todo esto necesita mucha contención, psicológica y emocional, y es lo que recibimos en Biotexcvom, por lo que el programa de embarazo subrogado que iniciamos va por buen camino

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  3. Me alegro mucho que todo os va bien, ami me ha surgido una pregunta. Existen todavía casos que la gestante y la donante de óvulos es la misma persona en gestación subrogada? Por lo que nos explicaron en biotex eso ya no existe o es que eso depende de la legislación? Sabeis algo de esto?

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