Ana Karen
Barba Landeros
Abstract
Partiendo
desde un caso, en el presente trabajo se hablará de la maternidad subrogada, se
establecerán sus pros y sus contras basándonos en una perspectiva ética. La
técnica de maternidad subrogada es una nueva opción para parejas que no pueden
tener hijos por cuenta propia y entonces buscan la prestación de un vientre que
por medio de diversas técnicas como la fertilización in vitro la madre
subrogada puede gestar un bebé. Por esta razón han surgido protestas en contra
o leyes a favor de esta práctica. Partiendo de argumentos éticos sabremos si la
maternidad subrogada, según lo utilitaristas es correcto o incorrecto dependiendo
de cuanta felicidad aporte a la sociedad. Con respecto a la dignidad humana, se
analiza si de alguna manera se atenta
contra la dignidad humana o contra los derechos humanos. Además surgen más
dudas en la sociedad respecto a la maternidad subrogada puesto a que no se
respeta de alguna manera la autonomía debido a un contrato que la madre
subrogada decide firmar, el cual limita a la persona en sus actividades
cotidianas. Por todo esto, cabe resaltar que esta práctica tiene buenos
propósitos, el cual es ayudar a familias que no pueden tener hijos, y que de
alguna manera, a pesar de las protestas hay que considerar que no atenta contra
vidas humanas, al contrario, da vida a un nuevo ser.
Palabras clave: maternidad subrogada, prestación de un vientre, utilitaristas, dignidad
humana, autonomía, contrato
Desarrollo
Gustavo y
Marcela, una pareja joven, se casaron hace cuatro años, su más grande ilusión
era tener un hijo, desgraciadamente, Marcela tuvo cáncer de útero y éste tuvo
que ser removido. Entonces las posibilidades para tener un hijo eran nulas. Consideraron
el adoptar pero pronto se enteraron de una nueva alternativa; alquilar un
útero. Entonces, ante la posibilidad de tener un hijo de su propia sangre,
contrataron a una mujer, que por medio de fecundación in vitro se encargaría de
la gestación del bebé. Después de nueve meses nació una niña completamente
sana.
Esta
técnica relativamente nueva se conoce como maternidad
subrogada, en donde una madre de alquiler:
puede poner a
disposición el óvulo y el útero y ser fecundada con el semen del cónyuge de
otra mujer, o bien prestar sólo el útero para un embrión producido mediante
fertilización in vitro, en cuyo caso el óvulo y el espermatozoide proceden de
diferentes donantes (Blázquez, N, 2010, p. 472).
Esto ha
traído consigo muchos argumentos en contra y otros a favor, en donde los
principales y los que mayor poder tienen son aquellos relacionados con la
ética.
En primer
lugar, tenemos el argumento de los utilitaristas. Según Bentham, “Por principio
de utilidad se entiende el principio que aprueba o desaprueba cualquier acción,
según la tendencia que tenga para aumentar o disminuir la felicidad de las
partes de cuyo interés se trata […]” (Rachels, 2007, p. 151). Entonces, si
hablamos de parejas infértiles, de parejas homosexuales, o de personas solteras
que lo que más desean es tener un hijo para tener una felicidad plena,
consideraríamos la maternidad subrogada como algo correcto. De lo contrario, si
se llegara a prohibir se estaría negando la felicidad a un grupo de personas y
esto sería moralmente incorrecto. Actualmente hay miles de personas, solteras o
no, que por alguna razón no pueden tener hijos, ya sea por infertilidad, por la
situación de Marcela, por que son parejas del mismo sexo, etc., y, si con la
maternidad subrogada les dan la oportunidad de ser padres, esto les traería
dicha y felicidad.
Pero ¿qué
pasa con la madre de alquiler? Si por alguna razón llegara a encariñarse o a
sentir amor por el producto que cuidó nueve meses y al momento del nacimiento,
por obligación tiene que entregar el bebé a los padres sin importar nada más. Esto
la haría infeliz, entonces hay que considerar los problemas psicológicos que
entregar al bebé que gestó traería consigo. Para esto, la madre de alquiler
firma un contrato en donde se responsabiliza por el cuidado del bebé durante el
embarazo y nada más (Rodríguez, C, 2012).
Consideremos
ahora a Kant, quién defiende la dignidad humana y establece que “[…] los seres
humanos nunca deben ser usados como medios para un fin” (Rachels, 2007, p.
210). Las madres de alquiler son contratadas para gestar al feto con el fin de
engendrar un bebé para quién la contrató. Entonces podríamos decir que al usar
el vientre de la madre de alquiler se convierte en un medio para que una pareja
pueda tener un bebé. De esta manera estaríamos atentando contra la dignidad
humana al prestar un útero y utilizarlo como medio. Éste es probablemente el
argumento más poderoso que existe en contra de la prestación de un útero.
Si
hablamos de la madre de alquiler, se le estaría negando su autonomía porque debido
al embarazo, se le prohíbe, por ejemplo, tomar medicinas que puedan afectar al
feto, consumir drogas, fumar y desvelarse. Es necesario, entonces firmar un
contrato en donde la madre de alquiler acepte esos términos que de alguna
manera son para cuidar la salud de ambos (el bebé y la madre). Entonces, cuando
firma dicho contrato se compromete a obedecer las reglas porque sabe que se
garantiza una buena convivencia con beneficios para todos (Rodríguez, C, 2012).
Por otro
lado, es como si se pusiera la vida humana en venta. La madre de alquiler
decide embarazarse para después vender el producto. Muchas veces se ven obligadas
a hacer esto por necesidad. Entonces una persona tendrá un precio
convirtiéndola en un objeto. Cuando la realidad es que una persona no vale
nada, porque si valiera algo sería considerado un objeto que puede comprarse. Pero
también es posible ser voluntaria al prestar el útero si es un familiar o un
amigo, de esta manera no lo estaría haciendo por necesidad, sino por convicción
propia y por ayudar al prójimo. Por consiguiente, no lo hace por obtener dinero
a cambio, no lo ve como un negocio, sino como una oportunidad de hacer felices
a otras personas con la llegada de un bebé. Sin embargo, no podemos decir que
es correcto cuando la madre de alquiler no recibe dinero o tampoco podemos
decir que es incorrecto cuando sí recibe una cantidad de dinero porque
estaríamos siendo parciales. En mi opinión, no es necesario que la madre de
alquiler reciba una remuneración económica, debería de recibir una remuneración
solo si es la pareja la que decide darle dinero. De otra manera se convertiría
en un negocio.
Como en
todo, la religión tiene su postura, así que otro punto que debemos considerar
es la ley del derecho natural: todo en la naturaleza tiene un propósito, que
nuestro mundo es un orden racional que tiene valores y propósitos (Rachels,
2007, p. 94). Entonces, cuando una mujer está embarazada, su propósito es
gestar a su propio hijo. Y si hablamos de la maternidad subrogada, entonces
este propósito cambiaría a que una mujer que presta su vientre tiene como
propósito gestar un bebé que le pertenecerá alguien más. Sin embargo, este
argumento ya “pasó de moda”, es demasiado conservador cerrarnos a la idea que
la manera de tener un hijo es solo por medio de relaciones sexuales dentro del
matrimonio. Entonces no podemos decir que esta idea considerada contra natura, pueda ser un impedimento
para no aceptar la prestación de vientres. Ya que podríamos argumentar entonces
que una operación o una cesárea, en este caso, serían contra natura, y discriminaría a las prácticas quirúrgicas. Lo
natural daría lugar a permitir solo partos naturales a pesar de que la madre y
el bebé corren peligro, lo que arriesgaría sus vidas. Pero desde mi perspectiva, lo correcto no
debe basarse en lo que la religión nos diga.
Otra cosa
que hay que preguntarnos es que si el deseo es tener un hijo, ¿por qué no se
considera la adopción? Afuera hay miles de niños huérfanos que necesitan padres
y así nos dejaríamos de tantos problemas éticos y jurídicos relacionados con la
prestación de úteros, pero el punto no es liberarnos de estos dilemas. Sino
aceptar que ellos también tienen derechos y autonomía y no por ser infértiles o
parejas homosexuales se tienen que resignar a la adopción. Si lo que quieren es
tener un hijo alquilando un útero deberían de tener la libertad siempre y
cuando no afecten a terceras personas. En cuanto a la adopción, no es tampoco
tan simple, es un proceso muy largo, complicado y muy estricto (Camacho, 2009).
Por
último hay que tener en mente que en esta práctica participan personas adultas,
autónomas, racionales y personas que aceptan dicha responsabilidad y saben lo
que involucra la maternidad subrogada. Sino fuera así, esta práctica no sería
legal, como es en el caso de Estados Unidos y en México que tiene poco tiempo
que se aprobó.
Conclusión
El tema
de la maternidad subrogada es muy complicado debido a la polémica que causa la
prestación de un vientre. Trae consigo problemas éticos, jurídicos,
psicológicos y en casos extremos, problemas de salud.
Como
conclusión, tenemos que según los utilitaristas, es una práctica aceptable ya
que trae consigo felicidad, considerado el propósito de todo ser humano según
esta teoría. Pero por otro lado, se arriesga a atentar contra la dignidad
humana ya que estarían usando a la madre subrogada como un medio, entonces es
visto como algo moralmente incorrecto ya que una persona por ser racional, no
puede ni manipularse ni usarse como medio. Cabe mencionar que al prestar un
útero la madre subrogada no se considera un medio, sino una nueva oportunidad
para aquellos que no pueden tener hijos. Otro aspecto por el que debemos
preocuparnos es por la violación a la autonomía de la madre subrogada por medio
de un contrato. El cual implica prohibirle, por ejemplo, el hecho de que pueda
tomar bebidas alcohólicas o tomar medicinas que se prohíben durante el
embarazo. Pero si estamos hablando de que la madre subrogada es un ser racional
ella misma sabe el riesgo que implica consumir estos productos tanto para el
bebé como para ella durante el embarazo, es decir, cualquier mujer racional
embarazada sabe lo que se debe hacer y lo que no durante un embarazo.
Por
último, en mi opinión no hay que negarle a estas personas el derecho de tener
un hijo en estas situaciones, a pesar de que existe la adopción y se puede
considerar como otra opción, no veo la necesidad de oponernos a esto pues no
atenta con vidas humanas y aunque se puedan presentar problemas psicológicos es
por eso de suma importancia que los que participan en la maternidad subrogada
estén conscientes de que si prestas un útero tu obligación es entregar al bebé
una vez que nazca.
Es bueno
aprovechar los nuevos avances de la ciencia, tecnología y medicina. Pero no hay
que olvidar que muchos de ellos tienen problemas que implican a la ética.
Aquellos que atentan contra vidas humanas son los que no se deberían de
permitir, afortunadamente, la maternidad subrogada lo que hace es dar vidas.
Referencias básicas
Blázquez, N. (2010). Bioética y
biotanasia. Madrid: Vision Libros.
Gómez de la Torre, M. (1993). La
fecundación in vitro y la filiación. Santiago: Editorial Jurídica de Chile.
Guzmán
Ávalos, A. (2007). La subrogación de la maternidad. IUS. Revista del
Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla A.C., Sin mes, 114-125.
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López,
J. Aparisi, A. (2012). APROXIMACIÓN A LA PROBLEMÁTICA ETICA Y JURÍDICA DE LA
MATERNIDAD SUBROGADA. Cuadernos de Bioética, XXIII Sin mes, 253-267.
Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=87524464001
Rachels, J. (2007). Introducción a
la filosofía moral. México: Fondo de cultura económica.
Referencias complementarias
Camacho, J. (2009). Maternidad subrogada: una práctica moralmente
aceptable. análisis crítico de las argumentaciones de sus detractores. Recuperado
de http://www.fundacionforo.com/pdfs/maternidadsubrogada.pdf
Rodríguez,
C. Martínez, K. (Diciembre, 2012). El contrato de
maternidad subrogada: la experiencia estadounidense. Revista
de derecho, 25(2). Recuperado de
http://mingaonline.uach.cl/pdf/revider/v25n2/art03.pdf
Es una practica que aunque hay un gran debate ético por detrás, puede ayudar a personas o familias a ser padres, ya que de otra manera les es imposible. Creo que debería haber mas “permisividad” para este tipo de personas. El llamado Vientre de alquiler es para muchas personas la única alternativa para poder ser padres.
ResponderEliminarUn niño así concebido puede tener tres madres, la madre biológica, (la que aportó los óvulos), la madre gestacional (la que llevó el embarazo), y la madre legal, que lo va a cuidar para siempre. También puede ser que se trate de un padre legal.
ResponderEliminarLa mujer que lleva el embarazo es la madre gestacional pero habitualmente no es la madre biológica. Los óvulos son de la madre legal o de una donante de ovocitos; además siempre tienen hijos propios, entre otras cosas para evitar el riesgo de que se queden estériles por una complicación del parto.
Todo esto necesita mucha contención, psicológica y emocional, y es lo que recibimos en Biotexcvom, por lo que el programa de embarazo subrogado que iniciamos va por buen camino
Me alegro mucho que todo os va bien, ami me ha surgido una pregunta. Existen todavía casos que la gestante y la donante de óvulos es la misma persona en gestación subrogada? Por lo que nos explicaron en biotex eso ya no existe o es que eso depende de la legislación? Sabeis algo de esto?
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