miércoles, 8 de septiembre de 2010

Artículo primer parcial. Edith Zúñiga

Edith Paola Zúñiga Cronejo 1081963

La ética rodea nuestra vida, simplemente por el hecho de tener la libertad de decidir. Siempre que hay una elección se puede afrontar desde una perspectiva ética. El problema es que se mantiene de forma inconsciente, decidimos rápidamente, sin analizar antes las alternativas. Llevamos un ritmo de vida tan ajetreado que la ética y el autoanálisis pasan a segundo plano. El contar con un curso de ética, me ha permitido poco a poco ir desarrollando ciertas capacidades que ayudan a resolver dilemas éticos.
Uno de los aspectos más importantes desde mi punto de vista es la ética en los negocios. Es un área en donde normalmente no se le da mucha importancia a ética y a la moral. Sin embargo, es una de las partes fundamentales para el buen desarrollo de un negocio. Primero, porque lo que no es ético en un negocio, muy probablemente tampoco sea legal, por lo que se pone en peligro la existencia misma de la empresa. En segundo lugar, a pesar de que pueda ser legal, una empresa poco ética puede llevar a desconfianza hacia los clientes y afectar hasta los propios trabajadores. Siendo una persona que está a punto de entrar al ámbito profesional de tiempo completo, creo que es muy importante el tener la habilidad de hacer un buen análisis ético ante ciertas circunstancias, ya que es algo a lo que nos enfrentamos día a día.
Algo que me llamó mucho la atención fueron los niveles de desarrollo moral de Kohlberg. Es increíble la cantidad de veces que realizamos una acción estando en el nivel más bajo de desarrollo moral: el hacer las cosas por un premio o un castigo, no por la propia convicción. ¿Por qué conformarnos con esto, seguir a los demás, hacer lo que los OTROS dicen que está bien, porque eso dice la ley? Creo que es tiempo de comenzar a analizar las decisiones y llevar al análisis ético a formar parte de nuestra vida. Ir formando nuestras propias ideas. Por ejemplo, en mi trabajo tenemos la libertad de llevar nuestras computadoras sin ningún tipo de restricción de Internet, por lo que fácilmente uno puede revisar sus correos, hacer tareas, entrar a Facebook o Twitter; nuestros jefes confían en nosotros y no han querido eliminar esa sensación de libertad y confianza. Esto puede llegar a causar conflicto debido a que es sumamente fácil hacer otras cosas que no tienen que ver con el trabajo, sin embargo, hay que decidir entre hacerlo o no hacerlo. Esto representa un problema ético para mí, y he logrado analizar las cosas más profundamente, ya que engloba la ética de la organización al no limitar a los trabajadores, y al mismo tiempo la ética de la persona. Realmente creo que no vale la pena traicionar la confianza dentro de mi trabajo, ni desde el punto de vista utilitarista (ya que realmente nadie se beneficia, ya que no soy tan eficiente), ni por el castigo o el premio. Ahora pienso más en el nivel de desarrollo en el que me encuentro cuando tomo decisiones, aunque no es tan sencillo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario