martes, 7 de septiembre de 2010

La idea de que la ética no es buena, bonita ni barata

Verónica Ornelas Sánchez 1170314

Siempre se habla de la ética en las empresas y el efecto que tiene esta en los consumidores, trabajadores y directivo; pero ¿de verdad es tomada en cuenta? A lo largo de mi carrera me he dado cuenta que es un tema recurrente que nos intentar inculcar para aplicarlo a la vida profesional y a la vez analizamos muchos casos sobre la ética; esto me lleva a preguntarme ¿Por qué la ética es un paso que todo mundo ha decidido saltarse en el camino a éxito? Cada vez son más casos de empresas que parecieran que quieres ganarse el premio a la empresa mas remunerable a costa de la ética, por ejemplo Wal-Mart que en todo Estados Unidos está enfrentando demandas por parte de trabajadores por cuestiones desde no pagar o registrar las horas extras, hasta discriminación de género y raza pero eso sí, teniendo a la familia dueña de la compañía en las listas de la revista Forbes sobre familias acaudaladas y promoviendo que es uno de los mejores lugares para trabajar y que son de los supermercados más redituables. Es increíble pensar que todas las personas están dispuestas a aplicar la filosofía cangrejo, como la llamo yo, de jalar a los demás que van subiendo para que no lleguen a la meta, mientras que aplastan a los que puedan para poder ellos llegar ahí simplemente porque es la forma mas fácil de hacerlo. Esto me lleva a deducir que la mala ética se debe a la flojera y a la acumulación de riquezas ya que hacer todo de la buena manera es “un proceso muy largo, laborioso y costos así que mejor nos vamos por el lado fácil” que simplemente se reduce a buscar la riqueza mediante la mentalidad del trabajo bueno, bonito y barato. A mi parecer la mayoría de los empresarios parece que leyeron “Lo que el viento se llevo” y se sintieron motivados por la actitud de Rhett Butler en cuanto a los negocios en la segunda parte del libro de usar una mentalidad totalmente utilitarista para ganar dinero pero de ahí se brincaron al final de la novela y decidieron que en lo que respectaba a las personas que pisotearían para llegar a la cima solo les dirían: “Francamente queridos, me importa un bledo”; por lo menos Rhett era sincero sobre su falta de ética y no iba por la vida predicando su “moralidad”, además de que en la tercera parte del libro se da cuenta de su error y trata de ayudar en lo que pueda (y cabe mencionar que Scarlett se merecía que la tratara así). Sea como sea o sea el que sea su modelo a seguir, esto no justifica las acciones que conllevan para obtener mayores ganancias aunque tristemente es así como el mundo funciona y como se ha acostumbrado a actuar así que la única esperanza que queda es que lo que tanto nos predican en la escuela de verdad lo pongamos en práctica y que así como antes era normal que las mujeres no trabajaran y solo fueran amas de casa, así cambie la mentalidad de la sociedad y que lo escandaloso sea el no tener una ética empresarial o por lo menos que el usar la ética sea más predicado.

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