sábado, 9 de octubre de 2010

La antigua administración y la teoría de Kolhberg: Primer nivel - Pre Convencional

Daniel Enrique Ricalde Herrmann

La teoría de Kolhberg se divide en 3 niveles (pre convencional, convencional y post convencional), pero ahora me gustaría profundizar en cada uno de los niveles dentro de ellos, tomando como primero los dos niveles del pre convencional: el castigo y la obediencia, y el propósito y el intercambio.

El primero, como el título de la etapa lo dice, se trata de manejar un estilo de administración basado en el castigo y la obediencia. Castigar a los empleados ha demostrado ser una mala decisión en las empresas hoy en día, ya que al castigar al empleado este se siente resentido y deja de trabajar bien solo por cometer un error, lo cual todos cometemos. En vez de ello es mejor hacerle notar su error y enseñarle como no volver a hacerlo.

Por otra parte un exceso de obediencia delimita la creatividad con lo cual no se pueden generar muchos avances. Existen empresas donde su principal lucro se basa en la creatividad dentro del trabajo, donde a los empleados se les da una hora al día para trabajar en un proyecto, el cual en muchos casos ha generado bastantes ganancias dentro de las empresas.

La principal razón de todo esto es que en esos tiempos no se tenía definida una ética en el trabajo, en cambio se pensaba como ética en el trabajo el someter toda la voluntad humana ante un trabajo que exigía todo lo que podían dar las personas. Se tenían ideas radicales donde las personas debían trabajar sin descanso hasta que sus cuerpos ya no pudiesen más, y todo esto se dio gracias a la industrialización, que fue donde surgió la ideología de producir más y más a costo de lo que fuera.

Continuando encontramos la siguiente etapa dentro del pre convencional, el propósito y el intercambio.

Tomando en cuenta las dos premisas que siguen los negocios, “si se quiere conseguir lo necesario para vivir y ser feliz, hay que hacer algo que los demás consideren valioso y digno de un pago” (Bauman) y “es necio y moralmente dañino, conformarse con lo ya conseguido y quedarse con menos en lugar de buscar más; es absurdo e irracional dejar de esforzarse después de haber alcanzado la satisfacción” (Bauman), este es un punto muy delicado y difícil de identificar, sin embargo es posible, ya que esto se refiere a cuando las personas dejan de ver por sus empleados y sus clientes solo por intereses personales y con la mera intención de un intercambio monetario.

Hoy en día los empresarios son muy importantes, ya que además de fomentar la economía y generar una competencia limpia, son generadores de empleos para personas que los necesitan urgentemente, además de los productos y servicios que ofrecen a los clientes.

Lamentablemente muchas empresas hoy en día están tomando esta etapa, pues si se ve más claro en la lectura de Richard Sennett (“La corrosión del carácter”), podemos notar un cambio extraordinario en los empleos donde vivimos una ideología de cambios consecutivos, de empleos que duran muy poco y esto genera un gran número de problemas en las personas.

En el nivel pre convencional se encontraba la mayoría de las ideologías de la antigua administración, ideologías que lamentablemente algunos empresarios no quieren abandonar y otros las están aplicando nuevamente.

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