Jaime Castro Gerardo - A01110863
Grupo 9
Mucho se dice en la sociedad de nuestros días, que uno como ciudadano, debe tener mucho cuidado de mantenerse dentro de los estándares de la moral, o que uno, como profesional o como persona cualquiera, debe conservar siempre una ética, pero: ¿Qué es la ética y que la moral? Muchos de nosotros utilizamos ambas palabras en nuestro vocabulario cotidiano, pero muchos de nosotros también, no sabemos lo que estas palabras significan en sí.
Durante mucho tiempo, ética y moral se consideraron palabras semejantes, sinónimas, y hasta cierto punto puede que se tenga razón en esa teoría, por su etimología. Ética, del griego Ethos y Moral del griego Moris significaban morada y costumbre, pero con el paso del tiempo ambas palabras fueron pasando a tener el significado de carácter, por lo que se les podría considerar sinónimos, pero hablando en un nivel más profundo, la definición de ambas palabras es muy distinta.
Ética y Moral cuentan con una filosofía distinta, pero ambos conceptos se plantean cuestiones sobre el comportamiento humano como ciudadano, como miembro de una sociedad. La Moral es el conjunto de principios, normas y valores que una sociedad considera fundamentales para su desarrollo y convivencia, y la cuestión que se plantea es el “¿Qué debemos hacer?”. Mientras que la ética es una reflexión filosófica sobre los problemas morales, cuya cuestión es “¿Por qué debemos hacer los establecido?”. De esta manera podemos decir que la filosofía de la ética se encarga de buscar los fundamentos en que están basados los principios morales.
La Ética y la Moral son muy diferentes también, en cuanto a su posición o importancia para la sociedad. Mientras que la moral es simplemente el conjunto de principios, normas y valores de lo que la sociedad considera correcto, la Ética busca aclarar y fundamentar a la Moral, además de poner los resultados a la práctica, esta doctrina filosófica, además, (según Cortina, A.) la ética tiene el objetivo y el compromiso de denunciar los códigos morales y señalarlos como “incorrectos” o incluso “inhumanos” de ser estos así, pero también señalar los que sean “razonables”, “recomendables” o hasta “excelentes”.
De esta manera podemos corroborar el hecho de que efectivamente la Moral y la Ética no son equivalentes. Aunque ambos conceptos son los que guían a la sociedad por el buen camino, cada uno lo hace de una manera diferente, mientras que el primero son ideas y consejos de cómo las cosas deben hacerse, el segundo busca ponerle bases al otro, hacer que nos cuestionemos “¿Por qué debemos hacer las cosas?” y tener un juicio crítico y ético por nosotros mismos. Así se puede decir que Ética y Moral son iguales, pero no son lo mismo.
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