martes, 28 de agosto de 2012

Reflexion etica


Maria Fernanda del Castillo Ayala
Grupo 7
La ética y la moral van de la mano en el intento de tener al mundo al margen de los vicios. Pero qué pasa cuando las nuevas generaciones tienen una educación ausente de valores y principios que antes jugaban un rol importante en la toma de decisiones. Tal es el caso de la crisis económica que detonó en el 2008 y la crisis medioambiental que tiene ya varios años apuntando hacia la decadencia. Estos dos sucesos tienen gran parte de sus raíces en cuestiones de carácter ético.

Tal como lo menciona Etzioni en su artículo Cuando se Trata de ética, las escuelas de negocios reprueban, los principales actores en estas crisis son profesionistas egresados de las mejores universidades cómo Harvard y Stanford, pero que en su currículo están ausentes cursos de ética y moral. El autor menciona que en el intento de mejorar, las universidades han creado cursos que impulsan valores sociales y liberales como a preocupación por el medio ambiente, las minorías, los países de tercer mundo, etc. Pero se deja de lado la parte fundamental de valores como la integridad personal, veracidad y lealtad (Etzioni, 2002, 2).

El origen de la crisis económica actual de acuerdo con lo planteado en el artículo de Wallerstein radica en la expansión de la economía-mundo donde las que eran empresas líderes se vieron afectadas por la aparición de competidores que pudieron acceder al mercado mundial, lo que ocasionó la reducción de precios pero también disminuyó su rentabilidad (Wallerstein, 2012). Esto causó un prolongado estancamiento, un endeudamiento y desempleo crecientes. Pero todo esto también puede ser explicado desde el punto de vista ético, cuando las empresas se endeudan indiscriminadamente por tratar de rescatarla, sabiendo que será imposible y que solo contribuirá a que los bancos, que también se encuentran ausentes de lógica, sigan realizando préstamos de manera irracional.

En el intento de dar una explicación y poner en evidencia a todos los actores principales y las razones esenciales de la crisis económica se realizó el documental Inside Job. Es preciso decir, que esta crisis no tiene solamente causas éticas, sino que están presentes y es importante remarcarlas. Al parecer, la ambición fue uno de los factores más importantes de este evento, el obtener beneficios a costa de los demás y la especulación desmedida para aprovechar cada momento a manera de lucro, son algunos de ellos. 

Asimismo, los expertos se han dejado llevar por el deseo de riqueza tomando decisiones arriesgadas e irracionales que son la principal fuente de este problema. Existieron muchos personajes que aún conociendo lo que de verdad estaba ocurriendo actuaron con alevosía y ventaja. El orgullo y la prepotencia en los directivos y gobernantes creyeron que su poder estaba por encima del problema que se avecinaba. Es decir, fueron deshonestos y mintieron con tal de continuar alimentando su ambición. La falta de trasparencia y lo que se publicaba en los medios eran simplemente datos erróneos que se manejaban de acuerdo a su conveniencia. A los actores les hizo falta los que deben ser sus mejores aliados la cordura y la sensatez.

Finalmente, es importante decir que hasta el día de hoy la falta de ética de quienes están al mando no ha permitido afrontar la crisis adecuadamente. Se espera que críticas al sistema como la de Wallerstein y Etzioni los motiven a atacar el problema de raíz y prevenir futuros, por ejemplo aumentando el número de cursos requeridos de ética y moral en cualquier profesión relacionada con el sector financiero y de negocios que son los involucrados principalmente en la situación actual debido a la inadecuada toma de decisiones de su parte.

Fuentes bibliográficas:

Documental sobre la crisis del 2008: Inside Job.

Etzioni, A. (2002). Cuando se trata de ética, las escuelas de negocios reprueban. The Washington Post, 4 de Agosto de 2002.

Wallerstein, I. (2012). La recuperación económica que no está ocurriendo. Recuperado del Sitio Web del Diario La Jornada el 26 de agosto de 2012, http://www.jornada.unam.mx/2012/08/19/opinion/026a1mun

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