viernes, 11 de febrero de 2011

Armando Daniel Amorós Lozano

Empresas mineras profanan tierras sagradas en Wirikuta

Wirikuta o también llamado cerro del quemado se está viendo afectado por la explotación minera de plata, por parte de la empresa canadiense First Majestic, lo cual no representaría problema alguno si esta no fuera Zona protegida, hogar de muchas especies, tanto animales como vegetales y lo más importante, Tierra sagrada de nuestros ancestros huicholes.

Comunidades huicholas de Nayarit, Durango y Jalisco han mostrado su rechazo contra este desarrollo que se realiza en las tierras de San Luis Potosí, argumentando que esto dañaría la ruta sagrada que recorren cada año.

Basilia Muñoz de la Cruz de la comunidad de Nayarit, argumenta que la explotación de estos cerros, donde se da principalmente el fruto del peyote, causaría una gran contaminación a corrientes acuíferas cercanas, aparte de dañar lo que para ellos es y debería ser para todos, territorio sagrado, donde realizan sus rituales.

Estas comunidades huicholas asistieron a la conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climatico-COP16 y al foro empresarial Green Solutions, para manifestar sus preocupaciones a los cuales se les negó la entrada. A lo que Jesús Lara comento “Exigimos que los pueblos indígenas también sean considerados e invitados a estos eventos, nosotros también tenemos soluciones y tradiciones para cuidar la naturaleza […]”

Cabe mencionar que esta ruta fue declarada “sitio sagrado natural” por el gobierno de San Luis Potosí en 2001. Después el 28 de abril de 2008 se firmo el pacto Huauxa Manaka, para la preservación y desarrollo de la cultura. Por último el 6 de junio de 2008 se firmo el decreto para la publicación del Plan de Manejo de la Reserva Wirikuta.

El abordaje ético es sencillo, me pregunto si estas personas y el gobierno mismo se están dando cuenta que están acabando con la cultura y antepasados indígenas o si tan solo, como siempre, solo les interesa los fines monetarios que estas minas puedan generarles a ellos, ya que ni siquiera se trata de una empresa mexicana, como para dejar el total de los recursos desarrollados en el país.

No podemos tomar esto de un punto de vista relativista, nos estamos pasando por encima de los huicholes sus derechos, sus costumbres, su dignidad, su cultura y hasta nuestra propia historia, eso sin mencionar el gran esfuerzo y trabajo que han realizado para proteger estos bellos paisajes naturales, creando decretos y oficios protectores, que una vez más, se quedan tan solo en el papel, para ser desplazados de lado por intereses monetarios de unos cuantos.

Por lo mencionado en las últimas líneas del párrafo anterior, es imposible lograr un juicio utilitarista a favor de esto, donde los beneficiados son unos cuantos y para rematar extranjeros en su mayoría, que muestran un total estado de teleológico, donde solo importa conseguir el desarrollo de sus minas, sin importar la cultura, flora, fauna e hidráulica que se llevan de por medio.

México tiene un gran problema de discriminación, podemos quejarnos del mal trato que da el país vecino a algunos de nuestros paisanos, pero no somos capaces de ver el gran grado discriminatorio que se refleja en el país en contra de las minorías culturales como lo son los pueblos indígenas, relegándolos a zonas inhóspitas del territorio nacional, violando sus derechos, faltando a los acuerdos pactados, quitándoles su libertad de opinión excluyéndolos de platicas, congresos, etc. sobre las mismas zonas que ellos habitan y ahora pero aun pisoteando su dignidad arrebatándoles como lo dijo Jesús Lara miembro de una comunidad huichola “lo único que tenemos los pueblos indígenas” la naturaleza, sus costumbres y sus ritos sagrados. ¡No permitamos que esto siga sucediendo!


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