Ramiro Zermeño Díaz
El propósito de cualquier negocio es, principalmente, brindar ganancias y generar riqueza; sobretodo para sus stakeholders. Generar dinero es importante; pero hasta qué punto debe cumplirse este objetivo. En qué momento se cruza el límite de que se genere dinero y comience a afectar a otros; y no sólo a terceros individuales sino a toda la sociedad; y por consecuencia a uno mismo. Todos los negocios tienen cierto grado de incertidumbre; unos más otro menos, pero siempre existe. Esta incertidumbre hace que las decisiones que se tomen en el presente no siempre resulten de la manera que uno quisiera.
La constante avaricia del ser humano y el acelerado ritmo de vida que llevamos provoca que las personas sientan la necesidad de generar ganancias de una manera más acelerada, arriesgada e incluso poco ética como esparcir rumores acerca de cierta actividad con la intención de desbalancear el mercado a favor de uno mismo o simplemente en contra de alguien; lo cual puede ser bastante peligroso. Por otra parte, cada vez los mercados mundiales están más interconectados; lo que provoca que los mercados sean mucho más vulnerables. La especulación consiste en tomar ventaja de las variaciones de los precios de algunas transacciones; lo cual genera, en el caso de las bolsas de valores, que algunas personas o empresas ganen y otras pierdan. Otro concepto que es importante y se menciona en la película Wall Street: Money never sleeps es el riesgo moral que es cuando una persona toma cierta cantidad de dinero sin hacerse responsable del mismo.
En los años recientes se puede observar las crisis que han tenido lugar debido al comportamiento del mercado mismo “Nosotros sentimos que existe el riesgo de pasar de una crisis financiera (2008) a una crisis económica (2009) y ahora sufrir una crisis social en 2010 y los años subsecuentes” (Schwab citado por M Semanal, 2010). Si no se toman medidas para poder detener estos eventos se tendrá que la problemática en años venideros será mucho peor. Como menciona Yunus: el único responsable es el mercado mismo al no tener un balance entre las empresas que sólo se dedican a generar ganancias y las que realmente se dedican al desarrollo de la población; debido a que la avaricia de las personas comenzó a crecer y el dinero que estaban utilizando no tenía ningún respaldo.
A pesar de que la estrategia principal de cualquier negocio sea producir ganancias no se debe de olvidar que todo el dinero debe de estar sustentado con algo en el mundo real y que se debe de promover el desarrollo de toda la comunidad y no solamente pensar egoístamente en uno mismo. Además es de vital importancia remarcar que al especular o esparcir rumores para beneficiarse a uno se puede estar dañando a terceros. Muchas de nuestras acciones tiene repercusiones y algunas de ellas tienden a hacer un efecto dominó y pueden llegar a salir de nuestro control y provocar mucho más daño del que podríamos pensar. Se debe de hacer una reflexión acerca del impacto que nuestras acciones tendrán en un futuro; además de tener en cuenta lo que dice Yunus de generar más negocios que promuevan el desarrollo de la sociedad y así poder recuperar el balance del mercado para que éste pueda superar la crisis. Vivimos en una sociedad y no debemos solamente tener un modo de pensar individualista sino más ciudadano y responsable de nuestro entorno.
Davos: crisis económica y crisis ética en los negocios. (2010). M Semanal, Retrieved from http://www.msemanal.com/node/1800
Kazim, HK. (2008). Muhammad Yunus: lecciones de la crisis. La Nación, Retrieved from http://www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1060809
Stone, Oliver (Director). (2010). Wall Street: Money Never Sleeps [DVD]
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