El 2008 fue el escenario de una de las peores crisis económicas en la historia, miles de millones de dólares en pérdidas, bancos al borde de la quiebra, desconfianza en el mercado y contracciones en el desarrollo de los piases. Como es por todos conocido, esta situación se originó en los Estados Unidos debido a una crisis en los créditos hipotecarios y a una debilitada confianza de inversionistas . Sin embargo, esta crisis hipotecaria sólo fue el resultado de un manejo irresponsable de la economía y en este sentido creo que vale la pena cuestionarnos, ¿Cuál es la causa raíz que desencadenó en esta crisis mundial?, ¿Cuál es el papel que los ciudadanos del mundo desempeñamos en este colapso económico? y lo mas importante ¿Qué hacer para evitar que vuelva a ocurrir?
El capitalismo en su máxima expresión ha llegado al punto en el que el único incentivo en los negocios, es el índice de ganancias. Como dice Yunus en su entrevista para La Nación “Los mercados del mundo son impulsados por la ambición”, ahora solo importa maximizar las ganancias aún a costa de sacrificar los principios morales. Tristemente se llegó al punto donde las decisiones en la economía solo tenían que satisfacer a dos cuestiones: ¿Cuánta ganancia me genera este negocio?, ¿Es Legal? Y en algunos casos ni siquiera esta última. En este sentido creo que es indispensable añadir otras dos cuestiones en la toma de decisión: ¿Es ético?, ¿Qué bien social traerá? Es muy importante que maximizar las ganancias deje de ser la única finalidad de las empresas. En este punto se pudieran implementar las ideas de Yunus, donde la búsqueda de más dinero carece de sentido si este no se invierte en un fin significativo, por ejemplo en mejorar el nivel de vida de los mas necesitados. La meta en esta área sería que las decisiones que toman las grandes compañías dejen de ser indiferentes ante la situación social.
Sin duda hace falta más regulación en los mercados por parte de los gobiernos pero al mismo tiempo es necesario que aprendamos a ejercer nuestra economía personal de una manera responsable, pues por un lado están los banqueros que en su afán por seguir obteniendo ganancias ofrecen créditos y mas créditos, sin embargo al final del día quienes deciden toman estos créditos son las personas. En muchas ocasiones el problema de fondo es el juicio de la gente, por ejemplo, ¿Cómo se justifica que una persona con sueldo medio, la casa hipotecada y poco dinero en el banco valla al centro comercial y compre lo ultimo en electrónica, cambie de celular y además se compre un coche nuevo? En este sentido un manejo responsable, sobre lo que podemos y lo que no podemos financiar ayudaría a evitar crear un falso panorama en la expansión de los créditos y prevenir otra crisis.
Hablando de México, esta crisis trajo, además de la pérdida de miles de empleos y una contracción de casi el 7%, una serie de incrementos a nuestros impuestos, el incremento al IVA, el nuevo impuestos a las telecomunicaciones, sin embargo pareciera que estos nuevos ingresos a los fondos del gobierno se emplearan en seguir manteniendo los sueldos y prestaciones de nuestros gobernantes pues no se vislumbra que este dinero genere ningún cambio significativo en la calidad de vida del pueblo Mexicano.
Finalmente, si algo tenemos los mexicanos es creatividad y contrario a la imagen que se tiene de los mexicanos en el extranjero, tenemos buena iniciativa, lo que nos falta es confianza en nuestras capacidades. En la medida que derribemos esta barrera, que venimos construyendo desde hace tiempo, y exijamos y aprovechemos los apoyos del gobierno para desarrollar nuestra creatividad enfocada a los negocios, México estará mejor preparado para enfrentar futuras crisis.
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