sábado, 14 de mayo de 2011

Devaluación del esfuerzo como moneda de la vida

Manuel Melo Sánchez

Me atrevo a decirlo, porque es verdad: ¡Viva México! Somos un país con una capacidad económica muy grande, con una larga historia llena de tradiciones y culturas convirtiéndonos en un país culturalmente muy rico y sobre todo las personas que con las que cuenta México son altamente capaces y creativas. Lo triste es que con todo este potencial, México se está hundiendo poco a poco y cada vez más rápido en un sistema de caos total. Después de haber leído ciertos artículos y reflexionar un poco, he llegado a la conclusión que esto se debe a un problema, el cual genera más problemas en cadena: el respeto al esfuerzo.
A la mayoría de los mexicanos pareciera que les gusta faltar el respeto al esfuerzo de los demás, si se pisa cemento fresco no habremos respetado el esfuerzo del trabajador que se dedico a acomodarlo y darle la forma para que podamos todos tener una calle bonita, copiar en un examen es una falta de respeto para el que si estudio porque se obtiene una nota similar sin tomar en cuenta el trabajo que implica tal preparación, tener palancas para conseguir un trabajo es no respetar a las personas que llevan trabajando años, esforzándose para ser promovidos a ese puesto e incluso robar el esfuerzo reflejado para conseguir ese objeto que muchas veces incluso puede tener valor sentimental. Y lo que es peor, esperamos que con este tipo de actitud nos respeten nuestro esfuerzo. Si Benito Juárez lo estableció de manera muy concreta cuando dijo “El respeto al derecho ajeno es la paz”. Esta es la única manera en la que podremos ser buenos ciudadanos y prosperar como país. ¿Pero qué es ser un buen ciudadano? Adela Cortina define al ciudadano de la siguiente manera:
“Ciudadano es aquel que es el que es su propio señor, el que hace su propia vida, el que es autónomo. Pero a la vez el ciudadano, de que esa autonomía tiene que ser conquistada con otros que son igualmente ciudadanos.” [Cortina, 1997]
Esto quiere decir que nosotros como ciudadanos mexicanos es tenemos que hacer las cosas por nosotros mismos, y aceptar el hecho de que una población, un estado, un país está hecho de otros ciudadanos y tenemos que tomar conciencia de nuestras acciones y ver que muchas de ellas afectan a la gente a nuestro alrededor y de no tener cuidado estaremos afectando su vida, sus aspiraciones y sueños que ellos luchan por cumplir día a día, porque de eso también estoy seguro, los mexicanos somos luchadores. Regresando al tema, por ejemplo, en el caso de robar, si nos pusiéramos a analizar y tratáramos de ponernos en el lugar del ladrón, podríamos encontrar muchas veces, desesperación y necesidad, como por ejemplo si tuviera que alimentar a una familia que estima más que su vida, lo cual puede explicar su comportamiento pero no lo justifica. Robar éticamente no es correcto, ya que estamos usando a otra persona para conseguir nuestro objetivo, no importa si es un objetivo considerado noble. Esto se encuentra bien establecido en una las 3 formulaciones del Imperativo Categórico de Kant:
“Obra de tal modo que trates a la humanidad, tanto en tu personas como en la de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio.” [Cortina, 1996]
Otra cuestión que me inquieta mucho además de la tasa de desempleo actual, son los salarios de los profesionistas, estoy consciente que como profesionista yo debo ejercer mi profesión con responsabilidad y con gusto, porque estoy dando un servicio a mi comunidad, estoy contribuyendo a su crecimiento y desarrollo junto con otro grupo de profesionistas preparados. Pero los salarios recibidos son bastante bajos. Nosotros somos una sociedad consumista y un país capitalista, en donde según Victoria Camps lo que se busca es “trabajar más para ganar más, reciclarnos y especializarnos para poder comprar más cosas y satisfacer más necesidades” [Camps], en pocas palabras la lógica de nuestras vidas es “producir para consumir.” [Camps] Es razonable, ya que realmente según filosofías como el Hedonismo y el Aristotelismo, lo que busca el hombre la felicidad, y muchas personas encuentran felicidad al ser capaces de comprar lo que quieran, ya que mas bienes va ligado directamente a una mejor calidad de vida y a un mejor status social. Al no recibir un buen salario, esto puede causar desmotivación, frustración e incluso desesperación y cuando tiene la gente el espíritu débil, es mucho más fácil corromper el alma y que se caiga en la corrupción, el engaño y la estafa, que como ya mencione anteriormente es una falta de respeto al esfuerzo de los demás. Yo no digo, que todos deben recibir el mismo salario, ni que a todos se les puede pagar cantidades de ensueño, yo pienso que debe ser proporcional al servicio otorgado a la sociedad y proporcional al esfuerzo dedicado a la preparación profesional.
Las maestrías y doctorados son una inversión personal que requieren tiempo, dinero y trabajo. Al tener un desarrollo profesional y ser más competente, tenemos derecho a exigir una mejor remuneración por nuestros servicios. La teoría del trabajo establecida por Adam Smith, David Ricardo y después por Karl Marx, dice que el precio de un bien se determina mediante la estimación del trabajo invertido en el. Mientras más grande es la inversión hecha en nosotros, en nuestra educación, el valor de nuestro servicio como profesionales es más grande. Pero muchas veces las empresas no quieren pagar más por gente más preparada o simplemente les pagan mucho menos y al tener condiciones tan críticas de trabajo nuestro país y responsabilidades como las necesidades de la familia, el profesionista no tiene más que aceptar y ceder. ¿Y donde quedo el respeto a el esfuerzo invertido en nosotros mismos? Esto se debe en gran parte a la globalización, ya que realmente las empresas extranjeras que se instalan aquí, se instalan con el propósito de incrementar ingreso y reducir costos, ya que la mano de obra del mexicano es más barata y parecer que incluso la hacen más barata. Y el problema no solo acaba ahí, la corrupción lleva al uso de las famosas “palancas”, en donde por tener un contacto importante me eligen para un trabajo bien remunerado sobre alguien que lleva años trabajando en la empresa, que está familiarizado con todos los procesos y procedimientos y tiene una experiencia invaluable y necesaria para un buen desempeño de la empresa. Y no solo eso, muchas veces estas personas que tienen palancas, no tienen la preparación suficiente para desempeñarse en el puesto o muchas veces no hacen nada ya que solo quieren cobrar, obvio, porque somos una sociedad consumista, pero y si no hacen nada, entonces ¿Donde quedo la responsabilidad del profesionista de otorgar un servicio a la comunidad?
¿Todo esto que platique antes que ocasiona? Para empezar causa lo que se denomina “fuga de cerebros”, si el país no es apto para cumplir sus aspiraciones y sueños, y el mundo al estar conectado gracias a la globalización, entonces mejor me voy a otro país a buscar mejores oportunidades. Al no respetarse el esfuerzo, las personas buscan obtener sus bienes de una manera “más fácil”, robar, secuestrar, corrupción, trafico de drogas, limosnear, limpiar parabrisas en los semáforos. Al no respetar el esfuerzo del trabajador y pagarle menos, quitarle más prestaciones, la sociedad se hace mas como un cono donde los ricos están en la punta y los pobres en la parte de abajo. Las personas se sienten inferiores, a las que tienen éxito, y maldicen por las faltas de oportunidad otorgadas, ya que en este mundo no decidimos donde nacemos, donde empezamos, solamente podemos decidir hasta donde llegar. Por eso es cierto que el mismo nivel de esfuerzo puede que no lleve a dos personas al mismo lugar, pero definitivamente a los dos las llevara muy lejos, y si tu llegas lejos, será más fácil para tus hijos llegar más lejos, como dijo Isaac Newton “si he visto más lejos es porque me he aupado en hombros de gigantes”. Entonces aquí el punto no es que todos tengan lo mismo, aquí el punto que es que a cada uno le sea otorgado lo que merece en base a su esfuerzo, porque solo el que se esfuerza, solo el que se arriesga, es el que triunfa en la vida.
Por último, se que en este momento estamos en un momento difícil en México pero eso no es razón para perder la cabeza y empezar a perjudicarnos entre nosotros mismos. Recuerden que tenemos que estar orgullosos de lo que somos, de donde pertenecemos y orgullosos de lo que tenemos, recuerden que nosotros somos México y así como todas las partículas de un ser vivo trabajan juntas para mantenerlo vivo es necesario que empecemos a trabajar juntos o el país se nos muere. Los mexicanos necesitan tomar esta propuesta moral de vida, esta “ética de máximos” hacerla suya. Esto no es por ti, ni por mí, es para que todos podamos tener una mejor vida en este país tan maravilloso.
Es cierto que el gobierno no hace mucho por nosotros, que existe mucha corrupción, que se hay peleas entre grupos políticos por el control del país, que estamos en un guerra en la que los ciudadanos no quieren, ni toman parte en ella, causando muchas pérdidas. Hay que despertar, el cambio no lo van a hacer por nosotros, si queremos hacer algo por México tenemos que empezar por nuestra cuenta y empezar a buscar el apoyo de los demás. Si piensas tener una empresa, si ya tienes una, revisa las condiciones de trabajo de tus empleados, apóyalos, motívalos, da oportunidades. Si eres empleado, ve por tus derechos y necesidades y por la de tus compañeros de trabajo. Solamente nosotros podemos cambiar México desde la raíz. No es una transición fácil de lograr, pero si fácil de empezar, empecemos respetando el esfuerzo de los demás y sus ganas de vivir.

Bibliografía:
"labor theory of value". Dictionary of the Social Sciences. Craig Calhoun, ed. Oxford University Press 2002. Oxford Reference Online. Oxford University Press. ITESM. 9 May 2011 http://0-www.oxfordreference.com.millenium.itesm.mx/views/ENTRY.html?subview=Main&entry=t104.e914
Cortina Adela. (1997) Ciudadanos del Mundo. Guzmán, Nora. Sociedad y desarrollo ciudadanía en México. México: Limusa.
Cortina, A. Ética. La vida moral y la reflexión ética. (1996). Santillana, Madrid. 1996.
Camps, Victioria. Paradojas del Individualismo. Biblioteca de Bolsillo.

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