Abstract
El ensayo Pena de muerte: rehabilitación o retribucionismo, tiene como justificación los problemas de inseguridad que vive el país, es un ensayo ameno en el cual se expone una posible solución; la aprobación de la pena de muerte como una forma de solucionar los problemas del país, y para detener a futuros infractores de la ley. Este ensayo da argumentos a favor y en contra de la aprobación de esta medida, toma sus bases en las teorías éticas kantianas y utilitaristas, que proponen la retribución y la rehabilitación respectivamente. La teoría kantiana respeta la dignidad y trata a la persona como ser racional, por lo tanto lo hace consciente y responsable de sus acciones. Por su parte, la teoría utilitarista rehabilita a las personas, evita sufrimiento y facilita la felicidad. Todos sus argumentos resultan interesantes porque permiten conocer un poco de estas dos teorías, para adquirir una postura fundamentada.
Pena de muerte: rehabilitación o retribucionismo.
Por: Juan Manuel Mier Canales
El creciente ambiente de inseguridad que se respira en las calles y la ola de violencia que las ensangrenta, parece no despertar la preocupación de nuestro cuerpo de legisladores por dar una solución a todos estos problemas. Desde que se declaró iniciada la lucha contra la delincuencia organizada, ha dejado como saldo hasta principios de este año treinta mil ciento noventa y siete víctimas, según cifras oficiales (Proceso, 2011: 17). Esto nos deja claro a la sociedad, que los delincuentes en nuestro país parecen no temerle a nuestras leyes, ni a las medidas emprendidas por el gobierno mexicano; por ejemplo la extradición, y viven de lo más tranquilo entre nosotros, como si nada pasara. Por si fuera poco han encontrado la aceptación y la admiración en distintos sectores de nuestra población, a pesar de que estos criminales cometen sangrientos delitos y no son capturados para ser castigados. Esto nos habla del nivel de impunidad que se vive en nuestro país, donde los delincuentes parecen estar dotados del poder para decidir qué vidas quitar, la población tiene que conformarse con esa situación, lo que convierte a nuestras instituciones encargadas de impartir justicia en, simples espectadores. Yo me pregunto, ¿qué pasaría si estos delincuentes supieran que de ser aprehendidos serian condenados a muerte?, ¿esto realmente daría justicia o sólo provocaría más muertes?, ¿es esta medida, la que realmente queremos?.
Sé, que a simple vista pudiera parecer como una idea descabellada. Sin embargo creo, que debemos exigir a nuestros legisladores que debatan sobre medidas para poder proteger a la población, está en nosotros como sociedad civil demandar al gobierno una respuesta. Para mi, no hay medida más fuerte para los criminales que el hacerles saber que al quitarle la vida a alguien, ellos también pierden su derecho a vivir. Sería un camino hacia otra sociedad, no sé si mejor, pero sí más justa; donde las instituciones tendrían las herramientas para para dar justicia a los particulares. Sin embargo, estoy convencido que la aprobación de la pena de muerte, podría llevarnos a un conflicto de ideas internas que son importantes de analizar y se necesitan profundizar, para aterrizarlas a nuestros problemas, debido a que es importante conocer argumentos a favor y en contra.
En este ensayo analizaré distintos argumentos de la teorías utilitaristas y kantianas expuestas en el libro de texto utilizado durante este semestre Introducción a la filosofía moral de James Rachels, porque considero que es una lectura que cualquier persona puede entender, incluso los que estudiamos ingeniería.
Para mi, una de las posturas más valientes es estar en contra de la pena de muerte; porque es defender un derecho indefendible en el sentido que se propuso con anterioridad. A continuación, haré mención de los argumentos en contra de la pena de muerte:
La corriente utilitarista tiene sus antecedentes en la revolución francesa, sus principales ideas son: libertad, igualdad y fraternidad (Rachels, 2009:150-151), su postulado principal es el principio de utilidad “Este principio nos exige que, cuando tengamos que elegir entre diferentes acciones o políticas sociales, debemos de elegir aquella que tenga las mejores consecuencias globales para todos los afectados” (Rachels, 2009: 151). También se podría definir como Bentham escribió en su libro The principes of morals legislation publicado en 1789, dónde dice, que también este principio es aquel que aprueba o desaprueba cualquier acción, según el nivel de felicidad que tienda a aumentar o a disminuir en los afectados (Rachels, 2009:151). Esta era una idea innovadora para la época, y es ahora el sustento de muchos argumentos en contra de la pena de muerte, y aunque la Legislación mexicana no la contempla, en caso de aprobarse, tendría como consecuencia más infelicidad que felicidad, como lo menciona Bentham “Todo castigo causa daño: todo castigo es malo en sí mismo” (Rachels, 2009: 214). Los utilitaristas proponen la rehabilitación en lugar de castigo, porque ellos piensan que se deben resolver los problemas de raíz, y muchas veces los que delinquen son personas con problemas para conseguir un empleo o simplemente para adaptarse a la sociedad; la persona que delinque está haciendo daño a su sociedad por lo que sí, debe de ir a prisión para proteger a la sociedad, pero estando en prisión se le debe administrar atención psicológica y herramientas para salir adelante; así como la oportunidad de acceder a la educación y aprender un oficio, con esto a la larga el delincuente puede adaptarse a la sociedad como una célula productiva, beneficiándola en vez de afectarla (Rachels, 2009: 216). Esta idea, es la que reina en la Legislación angloamericana hoy en día, por lo que las cárceles se han convertido en centros de readaptación social, lugares con psicólogos, terapeutas y diversas herramientas para “adaptar” en lugar de “castigar” (Rachels, 2009:217). Si esto lo llevamos a cabo en México, donde la mayoría de la población no tiene la oportunidad de acceder a la educación, sería muy beneficioso que el ladronzuelo que alguna vez aguardó a sus víctimas escondido en la acera para realizar un atraco, es en realidad un muchacho sin oportunidades para salir adelante. Si fuera encarcelado y tuviera ahí la oportunidad de acceder a la educación, aunque fuera del sistema a distancia, podría resultar benéfico para la sociedad mexicana, aunque se puede caer en el romanticismo por el hecho de suponer, que toda persona busca ser rehabilitada.
A continuación pasaré a los argumentos a favor de la pena de muerte.
Quizá la idea más aceptada o la más apoyada sería la aprobación de la pena de muerte, como una medida que dé justicia a los familiares de las víctimas y como una forma de disuadir a los que delinquen o pudieran caer en la tentación de delinquir. El retribucionismo es una idea propuesta por Kant que justifica al castigo como una manera de regresarle al ofensor su mala acción. Esto es una cuestión de justicia donde si tu dañas a una persona mereces ser dañado de igual manera (Rachels, 2009: 214), como lo menciona también Kant en Critica de la razón practica publicado en 1788 “Si alguien gusta de molestar y soliviantar a las gentes pacíficas tropieza finalmente con uno que le propina una paliza, esto desde luego es un mal, pero todo el mundo lo aplaude y lo considerara bueno en sí, aunque no resulte nada más de ello” (Rachels, 2009:214-215). Tomando esto como premisa, entonces resulta que castigar conforme al retribucionismo está bien, porque es una forma de hacer justicia. Esto, es seguramente lo que los familiares de las víctimas del crimen organizado quieren como justicia, ya que es frustrante ver, como casi siempre, la justicia a pesar de tener las pruebas no condena a delincuentes severamente y es inexplicable que las cosas sucedan de esta manera. El castigar a los delincuentes conforme al retribucionismo “puede incrementar la cantidad de miseria en el mundo; pero según Kant esto está bien, puesto que el sufrimiento extra lo carga el delincuente, que, después de todo, se lo merece.” (Rachels, 2009:215). Después de todo, lo justo, es compensar a las victimas por las pérdidas causadas por los delincuentes que actuaron en su contra, una compensación justa debe ser proporcional a la perdida causada en su contra, esto se conoce como justicia compensatoria (Velásquez, 2006: 88). Una de las criticas principales que hace la teoría kantiana a la utilitarista es, que la rehabilitación en la práctica no ha tenido los resultados que se deberían de tener, por ejemplo, en California, que es donde más se ha hecho para rehabilitar a los internos, y es de los estados de la unión americana con más índice de reincidencia. Además, según Kant la rehabilitación no es más que el intento de moldear la mente de las personas, inclinándolas a pensar como nosotros queremos que piensen (Rachels, 2009: 216). En México resultaría difícil y costoso mantener a los internos de las ya saturadas cárceles obligándoles a tomar tratamientos terapéuticos, así como otras medidas para su rehabilitación, además nadie nos asegura el éxito de esta medida, que viendo lo que sucede en California, no nos convendría mucho. Además, quién nos asegura que la mayoría de los criminales quieren realmente ser rehabilitados, entonces, nada más los mantendríamos perdiendo el tiempo y nosotros nuestro dinero, para que salgan y sigan delinquiendo. Como menciona Kant debemos de tratar a las personas como seres racionales, esto significa tratarlos como un fin en sí mismos, por lo que toda persona racional es responsable de sus acciones, y obra según quiere que sus acciones se transformen en máximas de conducta, por lo que sí esta persona decide tratar a la gente con la que se rodea de una manera determinada, esta persona quiere que sea tratado de la misma manera, por lo que tratarlo como él trata a las demás personas sería respetar su racionalidad y por lo tanto, lo estaríamos tratando como un fin es sí mismo (Rachels, 2009:220-223). Esto es algo muy lógico, ya que si un asesino decide disponer de las vidas de sus víctimas, entonces ese asesino si es un ser responsable de sus actos y por ende un ser humano digno, también nos está dando permiso para disponer de su vida, porque él no tiene respeto por la vida, esto es lo justo, y se debe de dar justicia siguiendo como patrón el principio de igualdad, sabiendo que si haces mal te estás haciendo mal a ti mismo, este es el único principio que puede ofrecer con seguridad la cualidad y cantidad de castigo (Rachels, 2009: 219). Si es cierto que los seres racionales, por el hecho de poseer la racionalidad, son responsables de sus actos, y si estos actos van en función de causar algún daño, esta persona “debe ser castigada simplemente porque ha cometido un delito, y no por otra razón”, la pena judicial debe imponerse “sólo porque se ha delinquido” (Rachels, 2009: 219). Estos son argumentos que podrían sustentar una postura a favor de la pena de muerte.
Conclusiones:
Como conclusión me gustaría dar mi postura conforme a este tema, yo estoy a favor de la pena de muerte, porque coincido en que hay que tratar a las personas como seres responsables, y aunque sé que nuestro sistema penitenciario y nuestras instituciones encargadas de impartir justicia posiblemente no estén todavía lo suficientemente preparadas, quisiera pensar en que en un futuro no muy lejano la aprobación de esta ley no ponga en peligro la vida de personas inocentes condenadas por nuestro sistema, y creo ser optimista, pero, me gustaría pensar que en algún futuro lejano se podría tener esta ley sin necesidad de aplicarla porque la gente ha entendido el respeto que se deben tener así mismas.
Referencia:
Olmos, J. (9 de enero, 2011) No podemos callar más. Proceso (1784), 17.
Rachels, J. (2009) Introducción a la filosofía moral. México: FCE.
Velasquez, M. (2006) Ética en los negocios. Conceptos y casos. México: Pearson Educación. 88.
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