Jalil Spencer Sandoval
Abstract
Las Innovaciones y la tecnología son las masas que hoy en día envuelven a los mercados mundiales, forzando a las grandes empresas y compañías a desarrollar un sistema más eficiente de elaboración (manufactura) ya sea de productos o servicios, en el menor tiempo posible, creando entre otras cosas, un sistema de consumismo extremo; la substancia que actualmente mueve a las grandes metrópolis es la prisa y el descontrol acompañados con estrés, que atrapan a este mundo globalizado, y es que no solamente el hombre está estresado, el mundo en sí está estresado. La vida actual del hombre se ve agobiada con responsabilidades y labores que lo desgastan y lo sumergen en un abismo de tenciones e inestabilidades, lo desconectan del tiempo, del espacio, y de todas aquellas cosas humanamente reales. El verdadero dilema se origina cuando las personas se dejan llevar por estas corrientes de fluidez actuales y no establecen un balance entre su tiempo de vida, de recreación interior tanto espiritual como emocional, con el tiempo que le brinda a sus labores y trabajos, tampoco estipula cuáles son sus verdaderos objetivos de la vida, que tanto quiere apostarle al éxito profesional, sacrificando factores como convivencia y recreación familiar , o si realmente en el éxito se encuentra la verdadera felicidad. Todos estos factores desvalorizan el verdadero sentido tanto del trabajo en sí, como el de la vida misma.
Transformación
Inflación, desestabilidad, crisis, elementos que nos dan un panorama del actual sistema, resultado en gran parte de la desorganización y pérdida de valores, sin embargo, no porque la situación pinte de esta manera significa que esto deba de ser así o que siempre haya sido igual. Pocas generaciones atrás todo esto era diferente. Después de las guerras mundiales y depresiones, la gente repoblaba otra vez las ciudades, luchando por mejorar las condiciones actuales de aquel tiempo, dispuestos a conseguir una vida más digna y de mejor calidad. Fabricas e industrias abrían grandes oportunidades laborales. El principal fin del trabajador era la familia, no eran muy cotidianos los cambios en las tareas de los empleos, existían objetivos a largo plazo. Las personas podían establecerse en lugares fijos y no tenían que estar viajando de un lado a otro, esto les permitía fomentar valores como la lealtad hacia las instituciones en las cuales laboraba. En esta etapa, después de la revolución industrial, la atención de las grandes fábricas ya no solamente se centra en la exhaustiva producción repetitiva, sino que apuesta por brindarle una mayor calidad y mejor estatus a los productos por medio del diseño. Es aquí donde nace el diseño industrial. Pero ahora las cosas han cambiado, tanto para el diseñador industrial como para cualquier otro tipo de profesión, las cosas son muy diferentes. El trabajo se ha venido convirtiendo en una actividad muy variable, esto quiere decir que dentro de nuestra misma profesión podemos tomar el papel de diferentes roles, estamos dispuestos a enfrentar todo tipo de riesgos, buscamos el éxito a través de este medio tal y como si fuera mandato divino, pero, ¿acaso es esto lo correcto?
Las generaciones actuales de nuevos profesionales salen mejor preparados que nunca para luchar contra la vida ajetreada que los está esperando fuera de sus aulas, dispuestos a pelear por los puestos más altos, sin importarles las malas condiciones por las que tengan que pasar, degradaciones y abusos, si bien estos puestos se encuentran a la vuelta del planeta, esto no les es impedimento, están dispuestos a ser nómadas por el resto de su vida si es que sus ofertas laborales así lo demandan, trayendo consigo, entre otras cosas, corrosión de valores (Sennett, 2000, 22): “Tomemos, por ejemplo, la cuestión del compromiso y la lealtad. Nada es a largo plazo, es el principio que corroe la confianza, la lealtad y el compromiso mutuos.”
¿Y qué viene después? Lanzan a la deriva el verdadero sentido de sus vidas, el trabajo se comienza a convertir en una especie de nube que condena y atrapa, que desconecta y encierra. Ya no acoplamos el trabajo a la vida, sino que hacemos lo contrario. ¿Cuáles son las consecuencias? Personas al borde del abismo, peligrando por la pérdida del verdadero sentido de sus vidas interiores, resultado de sus historias laborales. Se ven atrapados por el tiempo que transforma hasta la forma de interacción y socialización, antes recreada en lugares públicos, ahora, detrás de un monitor. Padres que descuidan de sus hijos, niños que crecen sin un ejemplo de valores a seguir. Los valores éticos familiares se están derrumbando.
Enfoque hacia el diseño industrial
Adopta este nombre hasta finales del siglo XIX, sin embargo esta actividad se a realizado desde los origenes del hombre ya que desde la antigüedad, se a preocupado por los atributos de forma, belleza y funcionalidad que tienen los objetos , el ejemplo mas común, la silla, ya que antecesor a esta se encuentra un tronco y antes, una roca, gracias a todo este desarrollo, hoy se cuenta con una silla ergonomica, y no solamente con una, sino con un millon de sillas iguales salidas de la misma linea de produccion. Es pues, una actividad meramente creativa y orientada a la produccion en grandes masas, en una produccion industrializada, y es quisas el desarrollo irresponsable de esta actividad una de las principales causas de la actual situacion que estamos viviendo: deterioracion de los recursos naturales, consumismo extremo, contaminacion, etc. Nosotros como diseñadores industriales estamos cualificados para crear nuevos productos y decidir los materiales que utilizaremos para su elaboracion, esto quiere decir que tenemos un gran poder de decisión sobre los recursos naturales, somos en gran parte los contoladores de la ecologia y los que decidiremos cuanto mas vamos a querer siguir contaminando al planeta. Los diseñadores industriales tambien han sido victimas de estas corrientes de fluidez actuales y se han visto en la necesidad de crear productos deshumanos, productos vanales que solo impulsen el consumismo y como resultado traigan una produccion acelerada y desmedida, toman al trabajo como un medio y no como un fin (Cortina, 2000, 14): “La actividad profesional no es sólo un medio para conseguir una meta que está situada fuera de ella (el ingreso), sino una actividad que tiene fin en sí misma.”
¿Qué hacer?
Al ver la grave situación en la que se encuentra nuestro accionar laboral actual debemos de hacer algo al respecto, y es que debemos hacernos responsables de llevar por buen camino el desarrollo de nuestras labores de una forma ética pero sin llegar al grado de que estas se conviertan en nuestro principal fin en la vida, acabar con los mitos de incompatibilidad (Weiss, 2006, 16): “Los negocios y la ética no se mezclan. Este mito popular sostiene que las prácticas de negocios son amorales en forma básica, no necesariamente inmorales, debido a que los negocios operan en un mercado libre. Este mito también afirma que la administración está basada en principios científicos, más que religiosos o éticos.
Diseñar un producto comienza desde el pensamiento, en sí, desde antes de existir, trae consigo facetas de análisis: ¿qué necesidad humana voy a satisfacer?, ¿quien la padece?, posibles soluciones, materiales y procedimientos, y propuesta final. Personalmente y con el afán de llevar un mejor equilibrio entre mi desarrollo profesional y mi tiempo de vida, he creado mis propias normas deontológicas las cuales constan de:1-Crear solamente productos positivos que no atenten contra la integridad de nada ni de nadie, 2- Preocuparme no solamente por el resultado, sino también por el proceso de elaboración de productos ya que en esta etapa es donde más dañamos al medio ambiente y en donde pueden haber grandes cambios que ayuden a salvar a nuestro planeta, 3- Fomentar el cuidado del medio ambiente, vivir en armonía con todos los seres que nos rodean y 4- Crear productos con trascendencia humana , productos realmente necesarios para el hombre que su principal objetivo sea brindar un bienestar.
El éxito profesional, estatus, acumulación de bienes, poder, no son los verdaderos fines de la vida, el verdadero fin de la vida se encuentra en el momento que nos damos cuenta y que disfrutamos de la vida misma por el simple hecho de ser.
Vivir sin estrés, darle su lugar al trabajo, cuidar y disfrutar de la naturaleza, estar en paz interior, a esto, Richard Sennett lo llama “tiempo de vida”. Es importante que equilibremos el tiempo que brindamos nuestras ocupaciones y deberes y a nosotros mismos, no debemos buescar unicamente el incremento de nuestro capital y de nuestro éxito, seamos responsables en el buen ejercicio de nuestras labores, promovamos los valores y el sentido de convivencia ya que estos son los verdaderos caminos hacia la felicidad.
Bibliografía
a- Sennett, R. (2000). La corrosión del carácter. Anagrama, Barcelona.
b- Cortina, A. (2000). 10 palabras clave en ética de las profesiones. Verbo divino, Estella.
c- Weiss, J. (2006). Ética en los negocios. Thomson International, México.
d- Jalil Spencer Sandoval, Ética de las profesiones (Online). Blogspot.http://accionciudadanatec.blogspot.com/ (2011, May. 01)
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