Daniela Ruiz de Esparza
Ética, persona y sociedad
26 de Noviembre de 2014
Pena
de muerte en México
La pena de muerte se define como el castigo puesto
por una figura de autoridad, establecido por la ley, con el fin de sancionar a
la persona que cometió un crimen con la muerte. Es importante analizar los
dilemas éticos que se llevarían a cabo en caso de implantar la pena de muerte en
México, como método de penitencia a delincuentes, considerando la gravedad del
acto cometido, ya que se debe analizar las implicaciones que esto tiene en
caso de aprobarla o no.
Los seres humanos siendo seres racionales, tenemos
derecho a elegir nuestras propias decisiones, según Kant no podemos tratarnos
como medios entre personas, no podemos violar
la autonomía de los demás. Si bien cada persona tiene dignidad y al
implantar la pena de muerte estaríamos decidiendo por la vida de muchas
personas evitando una convivencia éticamente correcta (Rachels, 2011).
“Parece un absurdo que las leyes, esto, es, la
expresión de la voluntad pública, que detestan y castigan el homicidio, lo
cometan ellas mismas, y para separar a los ciudadanos del intento de asesinar
ordenen un público asesinato” (Beccaria, pp 74) . Suena ilógico que las autoridades estén
penitenciando a una persona con la misma acción con la que en primer lugar el
delincuente se encuentra en la cárcel. No es ningún derecho de la sociedad ni
del estado tomar esa decisión, no es el derecho de nadie, se deben de
implementar diferentes formas para combatir al delincuente y corregir su camino(Arriola,
pp 67). Solo se le está demostrando a la sociedad que está bien aplicar el
mismo método que el delincuente aplicó, para castigar su acción. Acaso ¿si te
robaron, vas a ir a robarle al ladrón? ¿si te mintieron, vas a mentirle al
mentiroso? Te estarías convirtiendo en un reflejo del que te hizo daño. En mi
opinión es mucho más efectivo demostrarle a la sociedad que no se debe seguir
el ejemplo del delincuente y encontrar nuevas formas de “castigarlo”
“El nivel posconvencional…Tener una posición en pro
de los derechos humanos para toda persona, y no sólo de los cercanos o de
quienes perteneces al propio grupo o nación (Patiño,2006, pp 78)”. Según este
nivel de Kohlberg, al aprobar la pena de
muerte se estaría implementando violencia y así mismo se estaría rechazando el
derecho a la vida, violando los derechos humanos lo cual solo estaría resolviendo el problema de la
misma forma por el que comenzó. Se vuelve un círculo vicioso en el cual no se
rompe la acción que está generando el desorden, el estado tiene el deber de
romper ese círculo e implementar nuevas soluciones las cuales no involucren la
acción delictiva.
Todos los mexicanos tenemos garantías individuales y
asimismo derecho a la vida, y es por esto que ninguna figura estatal tiene en
sus manos la decisión de si dejar vivir o no a una persona, ya que en primer
lugar es el trabajo de los legisladores checar que las garantías individuales
se cumplan, las cuales parten del derecho básico de la vida(Estrada, pp 44). Es
el deber de todos respetar la dignidad y sobretodo la vida de los demás,
añadiendo que la Amnistía Internacional
aclara que en los países en los que se ha implementado la pena de muerte, como
en Canadá e India, no ha bajado la tasa de delincuencia y que este tipo de
penitencia solo violaría la Declaración de los Derechos Humanos.
México teniendo un estado tan corrupto, no podemos
dejar en las manos de los políticos la vida de muchísimas personas que a veces
están en la cárcel por las razones equivocadas, como lo muestra la película
Presunto culpable, en la que José Antonio Zúñiga es detenido por el delito de
homicidio, el cual nunca cometió, mostrando las injusticias que hay en el
sistema penal y judicial mexicano, con la ayuda de abogados y de un equipo de
producción que decidió exponer a la luz la carencia de justicia que hay en
nuestro país, llegando al punto de prohibir la película en los cines nacionales,
porque al final entre menos informada esté la gente de lo que en verdad pasa en
el lugar en donde viven, mejor, pues así aseguran la continuidad de este tipo
de atrocidades a sus ciudadanos. Si nuestro país tuviera un sistema purificado
de jurisdicción, voy de acuerdo en confiar en el estado a la hora de culpar a
alguien de un delito, pero lamentablemente muchos factores interfieren para
inculpar a alguien y no siempre estos son justos o comprobables.
Muchas veces encarcelan a alguien inocente con tal de
encubrir al verdadero delincuente y mantener a los ciudadanos tranquilos,
garantizándoles que estarán seguros pues el culpable ya se encuentra en la
cárcel. Yo no le daría el poder al estado de decidir qué hacer con mi vida, si
acaso cada quien sabe qué hacer con la suya y nuestras autoridades deben
proteger nuestra dignidad, nunca violarla ni fomentar la falta de esta, se debe
luchar por nuestros derechos y exigir al estado el cumplimiento limpio de las
leyes. Si se aprobara la pena de muerte solo le estaríamos dando más razones al
estado para temerle, cuando ellos nos deberían de dar más razones para
respetarlos, es su deber como autoridad tratar de educar ciudadanos virtuosos
con hábitos buenos y no con la carencia de estos, deben de dar el ejemplo de lo
que es vivir de la manera más virtuosa, como Aristóteles define una acción
repetida o sea hábito el cual se encuentra en balance entre el exceso y la
carencia, si cada persona se enfocara en sus virtudes, se evitarían injusticias
y malos manejos de la autoridad.
Por el otro lado al atrapar a un delincuente, estamos
seguros que por lo menos estando ahí encerrado, no podrá seguir cometiendo
delitos y esto establece seguridad en nuestra sociedad; pero ¿qué pasará cuando
lo dejen libre? ¿habrá cambiado de hábitos? ¿seguirá en los mismos pasos en los
que estaba antes de ingresar? Es un riesgo que se está por correr al no
implantar la pena de muerte, si bien como dijo Clemente Alejandrino, la pena de
muerte sirve como liberación de futuros males para la sociedad; y es que es
verdad, se estarían eliminando próximos peligros, sin mencionar que los
denunciantes estarían libres de preocupación al saber que el individuo
encarcelado no tomará venganza al salir (Alejandrino pp 1, 27, 171). Se
necesita asegurar el bienestar de la sociedad eliminando los parásitos que
descomponen el orden social. Yo viviría con el miedo de saber que alguien que
es capaz de matar a alguien, pudiera salir libre y seguir cometiendo
atrocidades. Si nuestro sistema no es nada confiable, quién asegura que el
asesino no saldrá libre con tan solo sobornar a alguien o con mover sus
contactos. El delincuente no saldrá a mejorar su vida, saldrá sabiendo que
alguien lo puso en la cárcel.
Aprobar la pena
de muerte en México tiene muchas cuestiones involucradas, desde la dignidad del
ser humano, sus garantías individuales, el manejo del sistema jurídico de
nuestro país y nuestros representantes.
Este tipo de método estaría violando la autonomía de ciudadanos y le daría un
mal ejemplo a la sociedad. México no está listo para imponer esta penitencia,
no se puede tomar decisiones tan importantes, como dejar vivir, en manos de
otras personas.
Bibliografía
Arriola, J.F., (1989). La pena de muerte
en México. 1st ed. México: Trillas.
Beccaria, C., (1980). De los delitos y
las penas. 1st ed. Madrid: Alianza.
Estada, J.C., (1999). Opúsculo sobre la
pena de muerte en México. 1st ed. México: Porrúa.
Hernán Giudice (2011). Argumentos
racionales y bíblicos sobre la pena de muerte en la patrística. [ONLINE] Available
at:
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0049-34492011000100017&lng=es&nrm=iso.
[Last Accessed ].
Hernandez, R(director).(2011) Presunto Culpable. "[Película]".
Ciudad de México. “Abogados con Cámara; Instituto Mexicano de Cinematografía
CONACULTA; Fondo para la producción cinematográfica (FOPROCINE)”
La información. 2013. Amnistía Internacional advierte de que la
pena de muerte no reduce los delitos graves en los países que la aplican. Obtenido
de: http://noticias.lainformacion.com/mundo/amnistia-internacional-advierte-de-que-la-pena-de-muerte-no-reduce-los-delitos-graves-en-los-paises-que-la-aplican_d6NLr1kXRP2g7UNEIt4Uj5/
Patiño, S. (2006) Capítulo 4. Desarrollo
Moral. (pp. 78-81)
Rachels, J. (2003). Introducción a la filosofía
moral. 1st ed. México: Fondo de Cultura Económica. (209-224)
.
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