miércoles, 26 de noviembre de 2014

Mario Iván Figueroa Villa
                                                                                                                              A01224343
                                                                                                        Ética, persona y sociedad
Alicia Ocampo Jiménez
25 de noviembre del 2014


Si es mi vida ¿Quién decide?
Abstract
El presente trabajo analiza un tema que ha permanecido polémico durante muchos años. La legalización de la eutanasia es una cuestión que si la abordamos con una perspectiva ética utilitarista, así como con una del cuidado, nuestra opinión acerca de ésta, sería mas inclinada hacia su legalización. El actual papel del estado en el bienestar de aquellos que solicitan el procedimiento, el contexto en el que se originan nuestras ideas respecto a la vida, el desenlace de naciones que ya han legalizado esta practica; son algunos de los asuntos que se tratarán a continuación.
Palabras clave: Eutanasia, Utilitarismo, ética del cuidado, leyes.
El propósito de tener leyes al igual que la moral, es promover el bienestar de los ciudadanos. Si las leyes tienen como fin lo anterior, no se debería de restringir la libertad de las personas más de lo necesario. Únicamente deberían de prohibirse actividades en las que se dañen a otros (Rachel, 154). La legalización de la eutanasia en nuestro país ya lleva tiempo siendo todo un debate en materia legal,  curioso resulta que uno de los principales objetivos que la ley busca es lograr el bienestar de sus ciudadanos. ¿Cómo estamos promoviendo el bienestar de la sociedad, si estamos limitando su libertad para tomar decisiones? Libertad en decisiones personales que sus consecuencias no afectan a terceros. Algo importante que como seres humanos poseemos es nuestra autonomía y capacidad para razonar nuestras decisiones. Las decisiones que uno toma sobre la vida propia, no son una cuestión en la que otras personas u organismos deberían de involucrarse, particularmente si estas no afectan a otros.
 En el caso de la eutanasia el dolor que una enfermedad puede causar, en algunas circunstancias, llega a ser tanto que provoca  que la vida de la persona cambie radicalmente. Algunas enfermedades también limitan las capacidades de las personas y su habilidad para llevar la vida de la misma manera que previamente lo hacían. Si por decisión de la persona se decide que ya no quiere continuar con su vida, el deber del estado es permitir que la persona haga ejercicio de su libertad y derechos al darle acceso al procedimiento que desea someterse. El suicido asistido es una decisión que no afecta a terceros, es absurdo que con las leyes actuales limitamos la libertad de un sector de la población que únicamente busca alcanzar su bienestar.
Una problemática acerca de éste tema, y una de las principales barreras para lograr una mejor aceptación, es el trasfondo religioso tan fuerte que en nuestra sociedad hemos tenido desde nuestro nacimiento como nación. Independientemente de nuestra religión;  nuestra cultura tiene cimientos desarrollados a base de ideas católicas, algunas acerca de la importante y sagrado de la vida y cómo interferir con esta sería una gran falla al orden natural de nuestra existencia. Cegados por éste aspecto, nos limitamos a un análisis rico que acepte otros puntos de vista. Por defecto cualquiera que atente a interferir en aspectos que involucren tomar decisiones acerca de vida o muerte, recibirá como respuesta un no.
Si como sociedad buscamos trascender, circunstancias ameritan extendernos del “yo” y comenzar a preocuparnos por un “todos”. Las implicaciones para lograr una perspectiva más general, son entonces; ver la situación y tomar decisiones a base de qué consecuencias ésta tendrá no únicamente para uno mismo, sino para la sociedad. Es importante para decidir acciones justas considerar el no hacerle daño a nadie y sentir las dificultades de otros (Rosario, 97). Permanecer en un estado de alienación y no abertura solo nos limita a no crecer como sociedad. Si las consecuencias de nuestra actual decisión limitan el bienestar y libertad de un sector de la población; y al ejercer cambios en esta ley brindaríamos mas beneficios ¿por qué aun no los hemos realizado?.
Desde un punto de vista utilitarista, las bondades que este cambio en nuestras leyes brindaría, van mas allá del beneficio para el paciente. Si bien me es crudo analizar una vida con enfoque económico; además de que conseguir que los afectados logren su bienestar con una decisión que no tiene consecuencias negativas ya es motivo suficiente para su aprobación. El siguiente es un aspecto que debemos de tomar en cuenta. El costo de los cuidados para tratar a un paciente con enfermedades graves o terminales, son sumamente altos y es un costo que la familia y/o el estado deben de cubrir (en caso de que sea una institución publica). El costo por ejemplo en Estados Unidos, particularmente en Oregón, de asistencia médica para el enfermo ronda en los $35,000-40,000; el costo por una droga para el suicidio asistido cuesta aproximadamente $35 (Economic Aspects of Euthanasia).
Si tenemos a un paciente el cual tiene nulas posibilidades de sobrevivir o ser curado, o bien el tratamiento al cual debe ser sometido es a su criterio agobiante, ya que su deseo es dejar de vivir. Brindarle la posibilidad de terminar con su dolor, no sería únicamente bueno para el paciente, sino que también como sociedad brindaríamos beneficios; el costo por el mantenimiento del paciente ya no tendría que ser cubierto, el tiempo y espacio dedicado en el hospital para el paciente ahora sería brindado a otras personas que lo necesitan. Si partimos del concepto de utilidad: “Este principio nos exige que, cuando tengamos que elegir entre diferentes acciones o políticas sociales, debemos elegir aquella que tenga las mejores consecuencias globales para todos los afectados.”( Rachels, 148) La legalización de la eutanasia brinda beneficios tanto para el que la solicita, la economía de la familia, como para el costeo en el sector salud del estado.
Si nos acercamos a la definición de eutanasia y las maneras en las que podemos clasificarla, podemos decir que técnicamente la eutanasia ya esta siendo practicada en nuestro país, al menos de dos maneras distintas. La eutanasia pasiva consiste en no dejar morir al paciente al no brindarle cierto tratamiento pues resulta sumamente costoso o doloroso; la eutanasia involuntaria es la que aplica cuando el paciente no puede consentir la decisión(Collado, 2011). Ambas ya ocurren en nuestro país. ¿Por qué entonces no aceptar los casos de eutanasia en la que el paciente, quien debería de tener control de su vida, decide recurrir a esta? Lo justo entonces seria brindar una solución para todos los casos, no una ley que avale solo ciertos rubros, e ignore algunos que no provocan mal para la sociedad sino todo lo contrario.
Obligar a alguien a vivir cuando su deseo es morir, puede guiarles a buscar otras salidas que pueden ser trágicas, y no tan pacificas como lo es la eutanasia. Cuando algo se prohíbe y es muy deseado, no es muy extraño que las personas hagan todo lo posible para obtenerlo. “las razones en favor o en contra de realizar una acción siempre deben estar asociadas con una o más virtudes.”( Rachels, 288). Haciendo practica de virtudes que como sociedad resultan favorables tener, tales como la piedad, les brindaríamos una mejor vida a todas estas personas que necesitan darle fin a su existencia.
Un argumento que usualmente sale a flote cuando hablamos de la eutanasia es el de la pendiente resbaladiza en el cual prácticamente hablamos de que si permitimos la muerte por piedad damos pie a que el valor que damos a la vida se vea en depreciación (Rachels, 29). Sin embargo, tenemos el ejemplo de otros países en los que la eutanasia ya es legal y no sufren de esto. La eutanasia está permitida legalmente en tres países Estados Unidos, Holanda y Bélgica(Creagh, 2012) Como cualquier otra ley en México, ésta estaría regida por rubros que la controlen, buscando que la vida preserve su valor e importancia. Los rubros de Holanda en resumen son los siguientes: “1. La petición de la eutanasia debe venir únicamente del paciente y ser enteramente libre y voluntaria; 2. dicha petición debe ser estable, bien considerada y persistente; 3. el paciente debe experimentar sufrimientos intolerables sin perspectivas de mejora 4. la eutanasia debe ser el ultimo recurso.”(Vega 2007) No hay por que temer de una depreciación, temamos en cambio de no brindarle una vida plena a un sector al que podamos beneficiar.
Reflexiones finales
En este ensayo se han abordado algunos argumentos que considero clave para cuestionar si a todos aquellos a los que la eutanasia les ha sido negada, están recibiendo un trato moral justo por parte de nuestras leyes. Primero que nada queda claro que nuestra cultura es un factor inmutable de nuestro comportamiento en sociedad y la manera en la que nuestras leyes nacieron. Si queremos un cambio debemos primero optar por un cambio en nosotros mismos. El despojarnos de una perspectiva individualista; observar el problema de aquel que solicita la eutanasia de una manera no alienada, tomar en cuenta su dignidad y cómo se le esta limitando al no poder hacer ejercicio de su libertad. Son acciones con las que trascendemos como sociedad al dejar de pensar en un “yo” y comenzar a pensar como un “todos”. Existe el miedo de perder el valor que tenemos a la vida, sin embargo,  con las regularizaciones correctas, esto no tendría por que ser un problema. Por temerle a su legalización dejamos que una minoría no tenga acceso a su bienestar. Que lo que nos motive para trascender, sea la búsqueda de un bienestar general para lograr el cambio que todos necesitamos.


Referencias.
Básicas
Alonso, R. (2006). La Ética De La Justicia Y La Ética De Los Cuidados. Portularia, 95-107.
Collado, A. (2011) Eutanasia y valor absoluto de la vida. Rev Cubana Hig Epidemiol. Recuperado de:.
Creagh Peña, Mabel. (2012). Dilema ético de la eutanasia. Revista Cubana de Salud Pública, Marzo-Sin mes, 150-155.
Rachels, J., & Millán, G. (2007). Introducción a la filosofía moral. México, D.F.: Fondo de Cultura Económica.
Vega, J. (2007). La «pendiente resbaladiza» en la eutanasia en Holanda. Cuadernos de Bioética, XVIIIEnero-Abril, 89-104.
Complementarias
Economic Aspects of Euthanasia. (2010). Recuperado el 4 de noviembre del 2014 de: < http://www.life.org.nz/euthanasia/euthanasiapoliticalkeyissues/economics/>







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