lunes, 7 de febrero de 2011

Un vacío legal más (Estefanía González Ramírez)

Desde el siglo pasado se ha estado peleando fuertemente para que exista igualdad en todos los ámbitos. Primero se luchó por los derechos de las mujeres; sin embargo, desde hace varios años se ha luchado por los derechos de las personas con capacidades diferentes. Ellos han exigido ser tratados de la misma manera que los demás, no ser discriminados y el derecho a trabajar. Al tener una cultura más equitativa, la sociedad les ha otorgado otros beneficios, como rampas y lugares de estacionamiento privilegiados en lugares públicos, no para discriminarlos sino para ayudarlos a ellos y a las personas que los acompañan a que su vida diaria ser un poco menos complicada.
Lo anterior parece un buen acuerdo, siempre que se respeten estos lugares. Pero, ¿qué sucede cuando se invaden estos espacios? Hasta ahora la solución que las autoridades han llevado a cabo es repartir multas a todo aquel que se estacione en dicho lugar sin el permiso correspondiente (basados en el primer nivel del Desarrollo Moral de Kohlberg: premio o castigo). Sin embargo, éste problema se sale de control al usar a otras personas para utilizar estos espacios y que parezca que todo sucede de acuerdo a la ley. Aquí es donde es importante reflexionar sobre algo que vemos a diario en los estacionamientos de supermercados y centros comerciales y que no ha recibido la atención suficiente. ¿Es correcto llevar en el carro a personas de la tercera edad para hacer uso de los espacios “privilegiados”? Si bien es cierto que las personas de la tercera edad tienen dificultades para moverse, no son personas con capacidades especiales.
Probablemente esto no suene como un gran problema ético, pero cuando vemos a estas personas de la tercera edad esperando en el asiento del copiloto o dormidos en el asiento trasero de los carros, esperando a que su familia llegue por ellos para volver a sus casas. Al usar a estas personas como excusa para obtener beneficios los convierten en simples objetos que les dan una ventaja contra las demás personas y eso es no respetar la dignidad humana, que es el principal punto de partida de la Ética. Una vez que se menosprecia a la dignidad humana, el hecho pasa a ser un problema ético.
La ética, en este caso, no juzga si está bien o mal que las personas se estacionen en los lugares designados para las personas con capacidades diferentes. La ética juzga si es justo o no que los adultos mayores sean usados para obtener un beneficio y luego olvidados. Además, ¿es justo que otras personas, independientemente de su edad, tengan que caminar todo un estacionamiento porque no encontraron un lugar cercano al centro comercial, mientras que otras fácilmente se estacionan en los lugares especiales, diciendo que tienen el derecho de hacerlo?
Si se analiza la situación con diferentes corrientes éticas, se llegaría a conclusiones contrastantes. Por ejemplo, la ética teleológica diría que si estacionarte en un lugar diera bienestar, estaría correcto hacerlo. Por otro lado el utilitarismo diría que está mal debido a que si son privilegiados no supone un bien para la mayoría, por lo que los lugares deberían desaparecer.
La ley podría hacer algo al respecto, prohibiendo el uso de éstos lugares a menos que se cumplan con una serie de especificaciones. Sin embargo, ¿no deberíamos ser todos capaces de dejar un lado lo que dice la ley y reflexionar para tomar las decisiones de acuerdo a lo que creemos saber que es lo justo tanto para la sociedad como para nosotros mismos, en lugar de pensar en cómo se puede hacer uso de la ley a favor nuestro? Lejos de avanzar en la escala de Kohlberg de Desarrollo Moral, las personas que actúan de ésta manera regresan a una etapa egoísta, ya que la ética juzga las acciones, no a las personas.
En conclusión, se podría decir que el hecho de usar a los adultos mayores para obtener beneficios que según la ley no aplican para ellos ( la RAE establece que una persona de capacidades diferentes es una persona “que tiene impedida o entorpecida alguna de las actividades cotidianas consideradas normales, por alteración de sus funciones intelectuales o físicas” y que no se pueden generalizar a los adultos mayores porque no todos cuentan con estas características) no ha tenido el trato que merece como problema ético y que, aunque hay otros problemas, es algo sobre lo que se tiene que reflexionar.

Bibliografía:
Lucero Sánchez. (19 de 01 de 2011). Sancionarán a quienes invadan lugares para discapacitados. Retrieved 06 de 02 de 2011 from Milenio.com: http://www.milenio.com/node/625613
Real Academia de la Lengua Española. (2011). Discapacitado. Retrieved 06 de 02 de 2011 from Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española: http://buscon.rae.es/draeI/SrvltConsulta?TIPO_BUS=3&LEMA=discapacitado

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