Azucena
trabaja en un campo de refugiados en Kosovo como parte de una misión
humanitaria de Naciones Unidas. Su trabajo consiste en administrar recursos del
campo de refugiados y crear programas para la sustentabilidad del mismo, a
cambio de lo anterior recibe una compensación económica y un hogar con todos
los servicios para una vida digna dentro del campo de refugiados, además de
seguridad para protegerle del conflicto que ha estado escalando en los últimos
meses. Azucena trabajaba por contratos de 6 meses y estaba a punto de finalizar
el plazo del último firmado; enfrentó un dilema ético cuando su superior le
comunicó que de renovar su contrato ya no se le podría garantizar seguridad en caso
de que el conflicto estallara y pusiera en peligro su vida, pues se tenían que
proteger solamente a los veteranos de la organización y ella debía buscar sus
propios medios para salir del campo; Azucena debía entonces decidir si iba a
dejar a su suerte a los 500 refugiados que dependían de ella para subsistir, o
iba a exponer su vida para llevar a cabo su labor.
Azucena
provenía de una familia de recursos económicos limitados, sin embargo tras un
gran esfuerzo de sus padres logró estudiar en una reconocida universidad
mexicana una Licenciatura en Relaciones Internacionales con la ayuda de una
beca y posteriormente continuó su educación con otra beca gubernamental en
reconocida universidad americana con una Maestría en Negociación y Resolución
de Conflictos con lo cual se ganó el trabajo en Naciones Unidas. El trabajo de
Azucena se asemeja más al trabajo de Rico (Sennet, 1998) pues no se encuentra
ligado a una estructura, ni a una actividad que va a realizar el resto de su
vida y alrededor de la cual girará su vida, como lo era para sus papás quienes
tenían toda su vida laborando en la misma empresa y gracias a sus
remuneraciones lograban otorgar educación a sus hijas y realizar ahorros para
el retiro, como en el caso de Enrico. En el caso de Azucena su trabajo la
llevará a lo largo de su carrera a desplazarse constantemente por diferentes
regiones del mundo pues los conflictos que se presentan no tienen continuidad y
pueden surgir en los lugares más inesperados y por una extensión que nadie
puede saber a ciencia cierta, con lo cual Azucena no puede crear una estructura
de vida basada en tal o cual empleo pues constantemente deberá buscar nuevas
oportunidades y adaptarse a las circunstancias.
Analizando
el sentido del trabajo en la profesión de Azucena claramente podemos observar
que ella no ve el trabajo como un castigo, pues más que por el incentivo
económico que recibe por ayudar a los refugiados en Kosovo, lo hace por la
satisfacción personal que le brinda el hacer algo por los demás. Sin embargo al
siquiera sentirse frente a un dilema ético frente a la situación que se le
presenta representa lo importante que es para Azucena su empleo, su sentido de
la responsabilidad con las personas y con la organización la que trabaja pues,
aun cuando su vida podría estar en peligro, está considerando quedarse en el
campo para continuar con sus programas y seguir apoyando a las personas pues
siente que su empleo es importante y desea continuar haciéndolo. La profesión de
Azucena según la división del Camps del trabajo (Camps, 1999) entraría dentro
del tercer sector, pues son los trabajos que antes eran gratuitos
(voluntariados) pero ahora se tienen que remunerar, pues ella debe administrar
los recursos de ayuda humanitaria brindados al campo de refugiados donde
labora.
Si
nos trasladamos ahora a los argumentos de Bauman acerca de la modernidad líquida en la cual
estamos viviendo en nuestros tiempos, podemos observar la misma de manera
inmediata dentro del empleo de Azucena pues, al trabajar en una zona en
conflicto, las circunstancias pueden cambiar totalmente de un día para otro
pues en cualquier momento podría desatarse una guerra que cambiaría totalmente
el panorama para ella y todos los refugiados que se encuentran a su cargo, sin
contar además con la movilidad dentro del empleo de ella pues solamente se le
contrata por periodos cortos y debe renovar contrato cada cierto tiempo; al
terminar un conflicto y surgir otro en otra región del mundo, Azucena debe
trasladarse a esta región donde esté el nuevo conflicto, entonces vemos como lo
que argumenta Bauman se cumple: en esta era posmoderna todo es movilidad, las
estructuras se han roto.
En
cuanto al cambio de valores en el trabajo, mencionado por Cortina y Conill
(Cortina & Conill, 2002) están presentes también dentro del empleo de
Azucena, pues al romperse estructuras y cambiar la situación mundial se
necesitan ciudadanos proactivos que sean capaces de buscar nuevas oportunidades
y encontrar proyectos; se necesita arriesgarse como lo hace Azucena al estar en
una zona en conflicto pues la situación actual así lo demanda. En cuanto a la
producción para consumo no está muy presente en este caso pues dada la
naturaleza de la labor de Azucena produce más satisfacción personal que
recursos económicos, sin embargo si observamos la diferenciación sobre los
puestos pues a los veteranos de la organización se les ofrecen mayores
beneficios en caso de un siniestro. Con lo último mencionado vemos como las
organizaciones hacen que las personas que se encuentran en la cabeza de los
proyectos y las misiones humanitarias tengan más estatus pues realmente son
quienes dirigen estos proyectos y tienen el poder y finalmente serán los más
apoyados por la organización en caso de algún incidente.
Respecto
al manifiesto por la sustentabilidad, la profesión de Azucena le exige una
preocupación por lo que sucede en el medio ambiente y todas las consecuencias
negativas que pueden traer las actividades económicas humanas practicadas con
frecuencia durante los últimos años. Las acciones de Azucena deberían estar
orientadas hacia una ética de la sustentabilidad, de respeto al medio ambiente
y la protección de recursos para las futuras generaciones; su trabajo entraña
la protección de las minorías y el ayudar a hacer su voz se escuche para
proteger sus derechos y asegurar su bienestar futuro.
Al
tener acceso a diversos empleos durante lo largo de toda su carrera, Azucena
deberá asegurarse se cumplan los principios para una ética de la sustentabilidad
de Motomura (2002), pues tendrá acceso a diversos escenarios de toma de
decisiones con respecto al medio ambiente y se debe salvaguardar que estas
decisiones sean las más adecuadas, principalmente que sean tomadas con la
finalidad de respetar y proteger el medioambiente para no comprometer recursos
para futuras generaciones y no por intereses personales por países que deseen
explotar recursos en un futuro próximo, por otro lado debe observar que estas
decisiones sean tomadas por expertos en la materia y que respondan a las
necesidades actuales de los países donde se implementarán.
Aplicando
lo aprendido en el caso de Google, podemos observar en el caso de Azucena que
la organización para la que trabaja se preocupa por su desarrollo integral pues
le brindan un hogar y todas las comodidades dentro del campo de refugiados y no
fuera de este, para que así pueda tener un mejor control sobre lo que sucede en
el mismo pues entiende mejor la dinámica del campo conviviendo a diario con las
personas que se encuentran ahí, sin embargo la organización parece descuidar
bastante la labor que realiza Azucena al comunicarle que ya no se le podrá
brindar seguridad en caso de una situación inesperada y no se le ayudará a
evacuar el campo, pues esto es un elemento crucial al momento de tomar la
decisión de aceptar el empleo o no, la integridad de las personas es un
elemento fundamental que se cuida al tomar un empleo.
En
cuanto a la sesión con Eugenio Galindo, el director de la Ecotienda de
Guadalajara podemos observar como es un ciudadano activo que siempre se está
preguntado qué se puede hacer por el mundo en el que vive, lo mismo que Azucena
quien realmente se preocupa por la situación de aquellos Kosovares que se
encuentran en el campo y a quienes ha sacado adelante con tanto esfuerzo, y a
quienes desea profundamente seguir apoyando; podemos ver un común denominador
entre ambos que sería el compromiso social que guardan y su proactividad.
En
cuanto a la entrevista realizada al empresario Paul Suberville podemos concluir
que los valores tradicionales, que aplican a cualquier época, se encuentran
presentes también en Azucena, tales valores siendo la honestidad, la
responsabilidad y el compromiso, todos estos valores son indispensables para el
Licenciado Suberville y piensa que deberían ser aplicados en todo para que así
las cosas funcionen mejor y Azucena los lleva a la práctica mediante su labor
en el campo que labora y los llevará a todas las organizaciones donde ejerza su
profesión.
Bibliografía:
·
Camps,
V. (1999) Paradojas del individualismo. Barcelona:
Crítica.
·
Cortina,
A. & Conill, J. (2002) Cambio en los
valores del trabajo. Valencia: Sistema 168-169
·
Motomura,
O. coordinado por Leff, E. (2002) Ética,
Vida, Sustentabilidad. México DF: Programa Ambiental Latinoamericano.
·
Sennett,
R. (1988) La corrosión del carácter. Barcelona:
Anagrama.
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