Doria Amador Ledón
Soborno legal
“Los abogados son las únicas personas a quienes la ignorancia de la ley
no los castiga.” (Bentham, 1748)
Toda profesión es importante para
el correcto equilibrio de la sociedad, siempre se necesita de un abogado para
problemas legales, un medico para curarnos de enfermedades o salvarnos de la
vida, a un arquitecto que diseñe el hogar en el que vivimos, un maestro que
imparta conocimientos, entre otras profesiones.
¿Pero, qué pasa cuando un abogado
se corrompe?, ¿qué daños podría causar un defensor de la legalidad que le ponga
precio a su honestidad y a su ética?
El soborno o la corrupción en un
abogado es un tema muy delicado, uno que debe ser atendido de inmediato, pero
para poder responder las preguntas que establecimos en un inicio, debemos
colocar el tema, como un problema ético, debido a que un abogado cuida de
nuestros bienes, nuestro patrimonio así como de nuestra libertad, si un abogado
que está cuidando de nuestros derechos se vende, ocasionaría que quedaríamos
desprotegidos.
Un profesional debe tener un buen
juicio para sus acciones, cualquiera que sea el medio llegar a este buen juicio
así como nos muestra Kant, en su
Ilustración.
“Juicios a priori son aquellos que, para saber si son verdaderos o
falsos, no es preciso acudir a la experiencia pues de inmediato, si conocemos
lo que es el sujeto, vemos que el predicado le pertenece necesariamente. En
este sentido, son juicios universales y necesarios (pues no hay ninguna
excepción y negarlos supondría incurrir en una contradicción).
Ejemplos de juicios a priori: los mismos que de los juicios analíticos.
Juicios a posteriori son aquellos en los que es preciso acudir a la
experiencia para saber si son verdaderos o falsos. Su verdad no es ni
estrictamente universal ni necesaria. En efecto, la experiencia no puede
proporcionar nunca una necesidad estricta (lo único que la experiencia siempre
enseña -como ya mostró el de Edimburgo- es que algo está hecho de tal o cual
manera, no que tenga que estar hecho así necesariamente); tampoco puede la
experiencia conferirle una universalidad estricta (con la experiencia no
podemos salir de una universalidad relativa; sólo podemos decir en cada caso).
Son por ello, Juicios no universales ni necesarios.” (Kant, 1724)
Conocer los diferentes juicios en
los que podríamos incurrir nos ayuda a razonar mejor, y usando la razón llegaríamos a un código
de ética con mayor sustentabilidad.
Se debe actuar bajo e precepto de
hacer lo que se considera correcto, según nuestro código moral y el contrato
social, que tenemos, no podemos ir por la vida actuando solo basándonos en lo
que pensarán las personas que nos rodean, o tratando de complacer a nuestro
superior.
“No conviene hablar del pudor como de una virtud. Se parece más bien a
una emoción que a una disposición adquirida. Se define, pues, como un miedo de
dar de sí una mala opinión” (Aristóteles, 322 a.c.)
Es fundamental para cada
profesión trabajar con honestidad., más que con pudor como Aristóteles lo dice.
No puede ejercerse una profesión teniendo un precio como persona, con una
cantidad monetaria a nuestras decisiones y más cuando las mismas, afectan a
terceros, y dañan su patrimonio, su vida, cuando una decisión que tomemos como
profesionales afecte a terceros debemos tener mayor cuidado al actuar.
Pero antes de un profesionista,
debe ser una persona con conocimientos y ética, y es necesario saber como se
adquiere estos conocimientos, como se adhieren a nuestro ser.
“Según Kant, si nuestra facultad de conocer puede construir juicios
sintéticos a priori, es decir, juicios que amplían nuestro conocimiento sobre
la realidad pero que también son universales y necesarios, es porque, aunque el
conocimiento empieza con la experiencia no todo en nuestro conocimiento procede
de la experiencia; "algo" interviene que es independiente de ella.”
(Kant, 1724)
En nuestro país, se ha visto en
varias ocasiones, situaciones donde se presenta que el abogado que lleva el
caso, hace un trato ilegal con la otra parte, entregando prácticamente el juicio,
sin importar si su cliente, pierde su casa, la patria potestad de su hijo o su
libertad, siendo juzgado indebidamente.
También vemos los casos de
soborno en los altos mandos de los que imparten justicia que son los jueces,
pero aún queda la esperanza a corto plazo de los juicios orales, los cuales
pueden y pretenden tener mayor transparencia, debido a la forma en que se
levarían a cabo, ante un público, transmitidos por los medios de comunicación,
y con las partes cara a cara, junto al juez.
Pero estos cambios de sistema no
funcionarán sino se genera un cambio en la sociedad, uno donde no solo se vea
por los intereses propios sino por los generales, por la sociedad en si.
“Cuando Jimena Marín Foucher se casó con David, el hijo de Diego
Fernández de Cevallos, jamás se imaginó que su vida se convertiría en una
pesadilla de violencia doméstica. Sus padres creyeron que el joven hijo de uno
de los abogados más poderosos y corruptos de México, cambiaría; pero sucedió lo
contrario. Cuando Jimena pidió ayuda le pidió el divorcio. Como muchos
agresores poderosos, él la encerró durante casi cuatro meses. El aislamiento,
amenazas de muerte y la reiterada intimidación de la familia Fernández de
Cevallos a Jimena, terminaron en una amenaza: si ella quería el divorcio jamás
volvería a ver a sus hijos. Ella escapó de casa cuando se desató la crisis del
secuestro de Diego.” (Lydia, 2010”
El anterior fragmento relata un
caso, en el que la corrupción de un abogado llegó a dañar a terceros, afectando
su vida, de forma negativa, es un claro ejemplo de la razón porque no debería
existir en ningún nivel el soborno o la corrupción, las personas deberíamos
tener un código moral que vaya más allá del dinero, no tendríamos que ponerle
un precio a nuestras decisiones.
Teniendo a un pueblo actuando con
ética y cuidando del bien de la sociedad y no viendo sus propios intereses, se
generaría un cambio, en la sociedad Mexicana y con el paso del tiempo sería de
forma internacional. Debemos buscar el equilibrio y la paz.
“La ley primera y fundamental de la naturaleza es buscar la paz.”
(Hobbes, 1679)
El hombre por si mismo, puede ser
lo mejor o lo peor, puede traer consigo consecuencias que hagan que nuestra
sociedad sea mejor, pero de la misma forma, puede generar un quebrante tan
fuerte, que genera desconfianza, y temor al que lo rodea.
“El hombre es un lobo para el hombre.” (Hobbes, 1679)
Es la frase de Hobbes que a mi
parecer es la mejor aplicable a nuestra sociedad, en la época en la que
vivimos, no hay peor enemigo para el ser humano, que el propio ser humano, pero
al mismo tiempo y de forma contradictoria, el ser humano puede ser el mejor
amigo, la mejor persona, solidaria y con valores, pero todo depende de la forma
en que fue educada en su familia.
Con esto tendremos profesionales
que sean personas integras y que cuiden el medio en el que viven, pensando en
las consecuencias que podrían tener sus acciones y teniendo conciencia de las
mismas. Es la forma ideal de vivir, un mundo donde las personas se respeten y
sean honestas unas con otras, suena como utopia, pero a mi parecer podría ser
algo más que real, algo notorio, solo es cuestión de empezar con uno mismo.
Es importante siempre tener
presente que la ética no solo es una materia que puede inducirse en la
filantropía, sino que puede hacer que las sociedades convivan de una forma más
optima, dejando a un lado guerras y conflictos innecesarios. La ética y un
código moral sólido pueden hacer un cambio en la corrupción, salvando vidas y
haciendo que las consecuencias de los actos de los profesionales sean más
concientes y de forma integra.
Bibliografía
:
Hobbes,
Thomas. (2010). ELEMENTOS FILOSOFICOS DEL CIUDADANO. México: Porrúa.
Azcurra, Fernando. (2000). EL OFICIO DE
SOCIÓLOGO. México : Porrúa
Hobbes,
Thomas. (2005) LEVIATÁN: o la materia, forma y poder de una república eclesiástica
y civil. México: Fondo de Cultura Económica.
Kant,
Inmanuel (2004). PRINCIPIOS METAFÍSICOS DEL DERECHO. México : Espuela de plata.
Kant,
Inmanuel (2003). CUATRO LECCIONES SOBRE KANT. (En línea).
De
León, Julio. (1999). UTILITARISMO Y LIBERALISMO. (En línea)
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