Las
empresas sustentables: Todo un reto
“Si puedes comenzar algo,
cambiar su posición en el espacio o su existencia en el tiempo y pararlo (todo
ello a voluntad) puede decirse que lo controlas, sin importar lo que sea.” (L.
Ronald Hubbard). La supervivencia, el posicionamiento, la competencia, el
crecimiento de poder y la búsqueda por la obtención de beneficios individuales
dentro del mundo empresarial ha ido ocasionando desde varios siglos atrás daños
cruciales al medio ambiente: contaminación y agotamiento de importantes
recursos naturales como los principales. En el presente ensayo se analizarán
los beneficios y las consecuencias a nivel empresa y sociedad que trae consigo
la problemática que la mayoría de las empresas presentan al momento de decidir
si poner como prioridad la calidad de sus producto, sobre el impacto ambiental
de sus procesos o viceversa. Se tomarán en cuenta temas relacionados con la
búsqueda de la restauración ambiental, el consumidor ecológico, la sociedad
liquida, el desarrollo sostenible y algunos retos que los empresarios están
teniendo al momento de transformar sus empresas, en empresas sustentables. Cada
tema se analizará con una perspectiva ética y veremos la influencia que ésta
tiene para que la búsqueda del desarrollo sostenible se haga de manera
consciente y se vuelva un impacto transcendental tanto para la generación
actual como la que está por venir.
Antes de
entrar en materia se definirán tres conceptos claves obtenidos de fuentes
confiables, para un mejor entendimiento del tema: desarrollo sostenible,
empresas sustentables y sociedad liquida. Primeramente el desarrollo sostenible
es definido por la CINU como “un desarrollo que satisfaga las necesidades
del presente sin poner en peligro la capacidad de las generaciones futuras para
atender sus propias necesidades.” (CINU,
2012). El término de empresas sustentables se define según un artículo escrito
por Ismael Jiménez en CNNExpanción como “…aquella que toma en cuenta múltiples
aspectos que van desde la satisfacción y bienestar de sus empleados, la calidad
de sus productos…hasta el impacto ambiental de sus actividades, sin dejar de
lado… el impacto social, político y económico que produce su actividad y su
compromiso con el desarrollo social y económico de un país.” (Jiménez, 2008). Por último una sociedad liquida es
definida por Adolfo Vásquez Rocca en un artículo de la revista “Nómadas” como “una figura
del cambio y de la transitoriedad, de la desregulación y liberalización de los
mercados.” (Vásquez, 2008)
Desde hace varios años atrás hemos seguido como sociedad
dentro del área laboral un patrón de vida, en dónde la supervivencia se basa en
la necesidad por adaptarse, entender y actuar a corto plazo ante los numerosos
cambios que sufrimos constantemente; lo que nos ha dado como resultado “la
corrosión del carácter” como lo menciona Richard Sennett (2005) en su libro, en
el cual habla y hace énfasis de las diferencias que se presentan en la vida
tanto personal como laboral de un padre (Enrico) y su hijo (Rico). Para Zygmunt
Bauman este tipo de sociedad que se está tomando como una forma de vida, fue
bautizada por él como la “sociedad líquida”; una sociedad fluida y de cambios
constantes y en donde la globalización ha tenido mucho impacto e influencia en
su creación y desarrollo.
Enrique Leff menciona en su libro
"Saber Ambiental: Sustentabilidad, racionalidad, complejidad, poder",
que "la degradación ambiental, el riesgo de colapso ecológico y el avance
de la desigualdad y la pobreza son signos elocuentes de la crisis de un mundo
globalizado...” (Leff, 2002: 11). Así como lo menciona Leff, lo menciona Bauman
en el video llamado “la crítica como
llamado al cambio”, y lo han mencionado otros autores acerca del impacto
negativo que la globalización ha tenido en los distintos elementos: política,
economía, tecnología, etc.; gracias a un manipulación de fuerzas con poder que
van en busca de su propio beneficio.
Cada acto cuenta con una reacción, efecto o consecuencia.
Cada época ha sido marcada por distintos elementos que han ocasionado distintos
cambios entre época y época. La situación política, económica, social,
ambiental, cultural, los avances en la ciencia, los avances tecnológicos, etc.;
son elementos que han puesto la pauta del camino a seguir y se supone que han
sido manejados por personas autorizadas. Gracias a ese poder con el que cuentan
cada uno de estos elementos, se involucraron personas y empresas con mucho
poder adquisitivo obteniendo un control y manipulación total de éstos,
manejándolos así a su conveniencia y a su vez dictando el camino de la mayoría.
En pocas palabras es lo que la escritora y catedrática Denise Dresser denomina
como “el capitalismo de cuates”, en la cual el gobierno y poderosos empresarios
toman el control total de los elementos mencionados anteriormente, para su
beneficio personal. Un ejemplo claro y a donde se quiere llegar con este punto,
tiene que ver con la manera en que estos poderosos empresarios están segados
por sólo buscar beneficios personales sin importarles los daños ambientales que
están ocasionando con el uso insaciable de los recursos naturales y la
contaminación provocada por sus procesos de fabricación. Como menciona Bauman
en su libro “Ética Postmoderna”, que “lo que hagamos nosotros u otros puede
tener consecuencias de largo alcance y duración, que posiblemente no veamos
directamente ni podamos predecir con claridad.” (Bauman, 2005: 24)
Si lo vemos desde otra perspectiva se puede decir que
todos hemos contribuido tanto indirecta como directamente a la contaminación y
agotamiento de los recursos naturales. Es como un ciclo llamado consumismo
definido por Bauman (2007) como “atributo de la sociedad conformada por
individuos cuya capacidad de querer, desear o anhelar ha sido separada…de ellos
mismos.”; en dónde es un
ganar-ganar tanto para la empresa (ingresos) como para el consumidor (calidad y
satisfacción); pero por otro lado se compromete el equilibrio ambiental. Es
aquí donde nace la problemática para una empresa de si poner por delante la
calidad de sus productos o el impacto al ambiente que tienen sus procesos de
fabricación. Por un lado se pueden aterrizar qué beneficios y qué consecuencias
se tendrían al poner por delante de la otra un de estas dos cuestiones, pera
también se debe tomar en cuenta el patrón de vida que se esta tomando
actualmente y la conciencia y énfasis que se está tomando en cuestiones
ambientales.
Tomando en
cuenta el patrón de vida de una sociedad líquida, en donde así como cambia la
perspectiva de ver al trabajo como centro, también cambian las necesidades de
los consumidores y del ambiente; se puede decir que el costo-beneficio que
tendría una empresa al darle priorización a la calidad del producto sería
mínima ya que la tendencia actual es la preservación de nuestros recursos, es
decir tener una responsabilidad social con el ambiente. Lo que lleva a que las
empresas tienen que buscar la manera de dar calidad pero a su vez comprometerse
a no impactar de manera negativa al ambiente. Es aquí donde nacen las empresas
con ideas sustentables, las cuales son un reto desarrollar; ya que se tiene que
tomar en cuenta muchas cosas: asimilación del ambiente, capacidad de
innovación, transparencia en sus procesos, un mercado meta identificado y
principalmente como menciona Oscar Motomura (2002) en uno de sus 10 principios éticos para el desarrollo
sustentable planteados en el libro “Ética, Vida, Sustentabilidad”,
es importante tener información confiable y personas ecológicamente
alfabetizadas.
La ética
forma un papel importante en todo lo que tiene que ver con la restauración del
ambiente. Oscar Motomura menciona en uno
de sus 10 principios éticos para el desarrollo sustentable planteados en el
libro “Ética, Vida, Sustentabilidad”, que la ética de la restauración es “la ética
del reconocimiento de los errores y de la humildad para corregirlos. El
principio, en este caso, es de que todos los errores cometidos en el mundo
entero, con relación a la cuestión de la sustentabilidad, se pueden corregir.”
(Motomura, 2002). La ética nos ayuda a tener consciencia y nos da un punto de
partida entre lo que está bien y lo que está mal, y a partir de eso
reflexionar, tomar puntos de acción y llevarlos acabo; siempre con el objetivo
de buscar el mayor beneficio para el mayor número de personas como lo menciona
el imperativo del utilitarismo.
Un ejemplo
claro de la búsqueda de la restauración ambiental , es el nacimiento del
consumidor ecológico. Una de las megatendencias que se viene arrastrando desde
el año 2011 es la del Consumidor Ecológico. Actualmente alrededor del mundo
existen consumidores que son socialmente responsables preocupados por ayudar a
mejorar las condiciones del medio ambiente conforme a sus hábitos de compra o
de consumo. Este tipo de consumidor rechaza todo tipo de productos que
contaminan, dejan fuera de su lista de compra productos tóxicos, no
biodegradables o no reciclables, consumen productos que sean respetuosos con la
naturaleza sin importar el precio. El consumidor ecológico nace como defensor
de la degradación que el ambiente ha estado sufriendo gracias a todas las sustancias tóxicas o productos
dañinos que las empresas producen y las personas consumen.
En general hemos ido evolucionando como
sociedad, se ha ido modificando y adaptando el modo de vida a los distintos
elementos del sistema. Actualmente nos regimos dentro de una sociedad liquida,
en donde el adaptarse a los cambios así como las cuestiones laborales en
conjunto con el valor cuantificable de éste representan un signo de
supervivencia. Cada vez más vamos abriendo conciencia de nuestros actos y de
cómo podemos ir modificando el patrón del individualismo y de la búsqueda del
beneficio propio a un mejoramiento global con la participación social así como
también política, económica, cultural, ambiental, tecnológica, etc. La cuestión
aquí, es qué tipo de acciones constantes has realizado que te han ayudado a
integrarte como persona y haz ayudado a integrar a la sociedad en general, en
la búsqueda del bien común, del respeto a la dignidad humana, del desarrollo
sustentable y de la vida en general pensando en los resultados y beneficios
tanto de las generaciones del presente como de las generaciones futuras.
Bibliografía:
- - Bauman, Z. (2008). Trabajo, consumismo y nuevos pobres, Barcelona: Gedisa.
- - Bauman, Z. (2005). Ética Postmoderna. México: Siglo XXI Editores.
- - Bauman, Z. (2007). Tiempos Líquidos. Vivir en una época de incertidumbre.
México: Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
- Lara P., Gabirela M. Y Colín, G. (2007). Sociedad de Cosumo y Cultura
Consumista en Zigmunt Bauman. México. Recuperado el 13 de Noviembre de 2012, de
http://redalyc.uaemex.mx/pdf/595/59505508.pdf
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