viernes, 30 de noviembre de 2012


Ética en los negocios, una solución práctica para crisis mundiales
No es fácil dejar de lado los efectos de la crisis económica que se ha vivido en el mundo desde lo años 30´s. Una crisis que costó a naciones como Estados Unidos de América y al Reino Unido, el 12.7% y 9.1% de su Producto Interno Bruto (FMI, 2009) respectivamente. Consecuencia de lo anterior es que mucho se ha estudiado respecto de las causas que la originaron; también, mucho se previó acerca de las posibles consecuencias que podría llegar a generar. Así, entre el gran espectro de causas de la crisis es posible atribuir preponderantemente a una sola: la falta de ética en los negocios. Pero, no obstante lo mucho o poco que se ha estudiado al respecto, lo cierto es que la crisis ha revolucionado el modo de cómo se ven y manejan los negocios en nuestra actualidad.
Todavía son palpables los efectos que la crisis de 2008 tiene en el mundo y en nuestro país. Ejemplo de lo anterior, es que en 2008 en nuestro país se renovaron los escaños que se ocuparían en el Congreso de la unión; elección que se vio influenciada por los efectos de la crisis, pues ésta desgastó la imagen del partido en el poder, por lo que la oposición del PRI pudo obtener una mayoría de 208 cargos populares (Joy & Pérez, 2009). Pero para entender dicho problema, que ha trascendido fronteras, es necesario definir a sus actores, los cuales en resumen son: el Estado, los bancos y entidades financieras, las calificadoras, y en un último plano (por que así fue trasladado, pero no por ser el menos relevante) los ciudadanos y consumidores. En efecto, la crisis de 2008 puso de manifiesto una sociedad viciada por la injusticia y a merced de los intereses particulares; una sociedad donde en el fondo del escalafón se encuentran los ciudadanos y en donde las políticas públicas giran en torno de las grandes corporaciones y no de la sociedad. Luego entonces, la crisis ha demeritado el contrato social que rige las naciones; puso de manifiesto el menoscabo la dignidad de los millones de seres humanos que han visto transgredidos sus derechos de propiedad, de contribución y de igualdad; y se evidenció que la justicia solo ha de ser aplicada para carteristas pero no contra corporaciones que, consecuencia a su ambición, dejaron sin hogar a decenas de miles de familias (Ferguson, 2010).
Para ilustrar un escenario completo respecto de la crisis de 2008, es necesario remontarnos a la gestión del Presidente Ronald Reagan, en donde desde 1980 empezó a generar un déficit fiscal (Gambrill, 2008). Luego, las posteriores gestiones intentaron corregir dicho déficit mediante la desregulación de los mercados. Así es, en 1980 con la naciente tendencia neoliberal el gobierno norteamericano inicio una campaña cuyo principal objetivo era el libre mercado en su máxima expresión. Poco a poco las leyes que controlaban al mercado financiero y sus instituciones fueron despareciendo. Desregulación que sin lugar a dudas es una de las causas que acarreó el problema que en 2008 aquejó (y aun hoy nos aqueja) a la humanidad y que tuvo como última consecuencia el colapso de los mercados a merced de los intereses particulares. Consecuencia de lo anterior, es que estudiosos del tema como Aguirre y Mesa proponen como solución una “nueva regulación debe crear una constante vigilancia y control mediante reglas estandarizadas sobre las empresas financieras que tengan importancia sistémica, y la constitución de una norma legal explícita de la publicación de informes financieros que permita la revisión de la estabilidad del sistema financiero estadounidense” (Aguirre y Mesa, 2009, p. 75).
Por su parte, existe una causa estructural del problema, más allá de implicaciones políticas o económicas, y que tiene que ver con la mentalidad de los seres humanos. En efecto, el Gobierno o las instituciones financieras no son entes autónomos pues su voluntad se encuentra gobernada por el conjunto de intereses particulares. Entonces, podemos concluir que la raíz del problema no se encuentra en las grandes inversiones privadas o en los órganos del Estado, se encuentra en los humanos que los manipulan. Conclusión, a la cual arribó Etzioni en su artículo “Cuando se trata de ética, las escuelas de negocios reprueban” en donde cuestiona el plan de estudios de reconocidas Universidades como la escuela de negocios de Harvard; artículo en donde Etzioni explica que “Muchos profesores de escuelas de negocios prefieren abstenerse de dictar clases de moralidad, aludiendo, con cierta justificación, que mientras es relativamente claro lo que la economía dicta y aun lo que las leyes dictan, lo que es ético se aleja de lo obvio” (Etzioni, 2002). Así, es innegable que las escuelas de negocios gradúan a estudiantes calificados para maximizar las ganancias, pero poco confiables y sin un panorama ético que los respalde.
Finalmente, una vez a analizadas las causas que originaron la crisis de 2008 es viable concluir que la solución a las mismas radica sustancialmente, en incluir a los economistas y políticos el estudio de la ética en los negocios. Cobra relevancia el anterior argumento, si se tienen en cuenta los niveles en la ética de los negocios que plantea Weiss, los cuales tienen como centro primigenio el nivel personal; nivel que lo explica basándose en la historia del Director General de Malden Mills (individuo) y la cual muestra como su actuar (reflejo de principios éticos) tuvo incidencias en el resto de los niveles éticos, incluso trascendiendo al plano internacional (2006). En virtud de lo anterior, es que no será posible pugnar por una regulación sana si no hay legisladores que la planteen; no podremos exigir el cumplimiento de las leyes si no hay entes reguladores que vigilen el correcto actuar; tampoco se podrá obtener un mercado sano sin directivos que encaminen a sus compañías por un camino recto; mucho menos se podrá sancionar de una manera justa a aquellos que infringen el contrato social, si nosotros como individuos no cuestionamos el actuar de los responsables.
Solución antes planteada que ataca el problema de fondo pues, en primer término nadie puede asegurarnos que los grandes capitales respetaran las normas que se establezcan, o más aún si serán castigados cuando infrinjan las leyes. Llegándose a un punto en el que la autoridad gubernamental deja de surtir efectos, un punto en el que la ética debe prevalecer; un punto en el que no se deben acatar las normas por miedo a ser castigado, sino que su respeto se debe a ese deber superior tal como Kant nos explica. Además, hay que tomar en cuenta que en nuestra actualidad entre la mayoría de los altos funcionarios encargados de regular la banca existe un conflicto de intereses; pues éstos deben a los grandes capitales su formación; asimismo, tenemos que el sistema mediante el cual las grandes instituciones financieras operan, no les genera ninguna pérdida ni afectación, aun cuando manejen capitales de alto riesgo (Ferguson, 2009). Me explico: el consumidor final (es decir, tu y yo) son los que ven mermado su patrimonio mientras las corporaciones financieras no se ven afectadas, y muy por el contrario son rescatadas por sus gobiernos.
En conclusión, podemos resumir que la crisis financiera del 2008 se vio generada por: a) una regularización del mercado; b) un sistema rapaz controlado por unos pocos; c) que estos pocos no vieron mermado su patrimonio y mucho menos fueron responsables por sus consecuencias; d) que efectivamente, dichos problemas no tienen como base fundamental el error de un gobierno o de la ciudadanía; pues aun existiendo una fuerte regulación o un interés ciudadano los efectos podrían preverse de la misma manera, por lo que es de concluir entonces que la raíz del problema es una constante y profunda falta de ética en todas las esferas sociales. En definitiva, si es deseo de esta actual sociedad prevenir una catástrofe como la vivida en 2008, tenemos que apostar al valor y conciencia humanos, apostar por una sólida ética en los negocios por fortalecer el nivel primigenio de la ética en los negocios. Siendo lógico que si las autoridades regulatorias, los ciudadanos, y primordialmente las grandes corporaciones se llegaren a regir por un sistema de mercado basado en la ética, la consecuencia natural es un mercado financiero íntegro y sano.

Bibliografía:
Fondo Monetario Internacional –FMI- (2009). Stabilizing the global financial system and mitigating spillover risks. External, abril de 2009, Disponible en , [Consultado 10 de Noviembre de 2012].
Langston, Joy; Perez, Bernardo (2009). México 2008: el año en que se vivió en peligro. Rev. cienc. polít. (Santiago). Disponible en . [Consultado 12 de Noviembre de 2012].
Ferguson, Charles (2011). Documental Inside Job. Disponible en http://vimeo.com/27292661>. [Consultado 12 de Noviembre de 2012].
Gambrill, Mónica. Causas y remedios de la crisis financiera Norteamérica, vol. 3, núm. 2, México: Universidad Nacional Autónoma de México, julio-diciembre, 2008, pp. 195-204

Aguirre Botero, Yenny Catalina & Mesa Callejas, Ramón Javier (2009). Lecciones de la crisis financiera internacional: el debate sobre la regulación financiera. Semestre Disponible en: [Consultado 18 de Noviembre de 2012].
Weiss, Joseph W. Etica en los negocios: un enfoque de administración de los stakeholders y de casos. México: Thompson, 2006.
Etzioni, Amitai. (2002), “Cuando se trata de ética, las escuelas de negocios reprueban”. Disponible en: http://www2.iadb.org/Etica/SP4321-i/DocHit-i.cfm?DocIndex=345 [Consultado 18 de Noviembre de 2012].

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