Ramón Posadas Martínez 939674. Ética, profesión y ciudadanía.
08/11/2012.
¿Empresas Socialmente Responsables?
Existe
una enorme tendencia a que las empresas realmente se comprometan con el
desarrollo de la sociedad. Ya no solamente es válido pagar todos los impuestos
y cumplir con lo que la ley dictamine, ahora es necesario demostrar en forma
directa como es que contribuyen con la comunidad. Ante tal fenómeno, muchas
empresas ostentan el distintivo “Empresas Socialmente Responsables”, el cual
presumen en toda su publicidad, haciéndole saber al consumidor que ellos en
verdad están comprometidos con los ciudadanos. ¿Realmente es cierto lo que
anuncian estas empresas? ¿Cuál es la validez de este distintivo? La realidad es
bastante triste. Muchas de estas empresas están lejos de preocuparse por los
demás y solo actúan en base a sus propios beneficios.
Las
empresas socialmente responsables son certificadas por la organización CEMEFI.
Para poder obtener este distintivo existe una convocatoria, donde la empresa se
inscribe y paga una cuota, la cual es deducible de impuestos, de 10 mil a 130
mil pesos. Para ser certificado se tiene que contestar 120 preguntas y adjuntar
las respectivas evidencias que avalen dichas respuestas. Cada solicitud es
evaluada en base a las respuestas y evidencias presentadas, sin necesidad de
certificar si las evidencias son verídicas. El 40% de las empresas no logran el
distintivo ESR, sin embargo pueden volver a postularse al siguiente año sin
costo alguno. Por lo tanto, CEMEFI aclara que “El Distintivo ESR únicamente significa
que la empresa se compromete a cumplir con una serie de criterios pero no garantiza
ni certifica que los cumpla”. Además, parte del consejo directivo
esta formado por empresas que tienen dicha distinción, Wal-Mart de México y
Zymat (Bonilla, 2011). En pocas palabras, dicho distintivo no valida que estén
ayudando a la comunidad. Las empresas pueden continuar cuidando sus intereses y
descuidando los de la mayoría de las personas. El pensamiento utilitarista consiste
en decidir en base a que provocaría la mayor felicidad para todos los que se
verían afectados (Rachels, 2006, 50). Contrario a este, muchas veces en lugar
de crear un verdadero beneficio para la comunidad, el distintivo se convierte
en un instrumento que genera mayores ganancias a unos pocos. Somos personas que
constantemente estamos buscando como satisfacer nuestros deseos y somos presas
fáciles para las grandes corporaciones. No estamos informados acerca de este
proceso que se hace para otorgar este distintivo y se nos bombardea con
mercadotecnia que nos señalan que son “socialmente responsables”.
Otro aspecto que podemos criticar de las llamadas empresas
socialmente responsables es la falta de imparcialidad para calificar los
criterios. Uno de los criterios que se evalúa es el de la “competencia”, donde
se establece que todos los competidores deben aceptar la competencia y seguir
las reglas que dicta el mercado. Esto significa que se debería dejar que los
precios se fijen en base a la oferta y la demanda, no por posiciones
privilegiadas que los dejan establecer el precio a como mejor les convenga.
Resulta un tanto evidente que este criterio no está bien aplicado ya que muchas
de las empresas ESR tienen posiciones monopólicas en el mercado, dentro de campos
como las telecomunicaciones, cemento, cerveza, entre otros (Concha, 2011). De
tal forma resulta un tanto imposible competir contra los grandes monstruos. El
capitalismo solo protege los intereses de los que más tienen y no deja crecer a
los demás, llegando a pisotear muchos de sus derechos por respetar la “libre
competencia”. Puede parecer conveniente que existan grandes empresas y que
tengan un gran poder, tanto nacional como internacional. Sin embargo, es una
conclusión un tanto simplista. Como Sennet, nos habla sobre la visión que
existe ahora del trabajo, se ve solo a corto plazo, el largo plazo pocas veces
existe (Sennet, 2003, 21) . El compromiso de las empresas no va más allá de sus
propias instalaciones. No podemos seguir pensando sólo en nosotros, para salir
adelante todos necesitamos las mismas oportunidades para crecer.
Uno de los ejemplos que encontramos de las posiciones
privilegiadas que reciben estas empresas es en el 2008, donde 400 empresas
quedaron a deber a la nación, la pequeña cantidad de132 mil millones de pesos.
Gracias a su astucia legal, CEMEX, FEMSA, BIMBO, TELMEX, entre muchas otras, se
negaron a pagar dicha cantidad. FEMSA
reporto ganancias por 168 mil 22 millones de pesos, de los cuales solo pago el
2.5%, quedando a deber 2 mil 400 millones de pesos. A pesar de dicha deuda, ha
estado luchando porque se le donen 25 hectáreas de terreno para construir el
nuevo estadio del Club Rayados de Monterrey. La inversión se calcula
aproximadamente en 180 millones de dólares, la cuál casualmente coincide con la
cantidad que debe FEMSA al gobierno. De
esta manera, la justicia distributiva no se ejerce. Se le dan mayores
beneficios a las personas que más tienen, dejando de ser equitativa. Además, la
justicia redistributiva se pasa por alto, y no se castiga a quien incumple con
sus obligaciones (Velasquez, 2006, 88). Dicha situación es alarmante, ya que
solo incita a que estás situaciones se vuelvan a repetir con mayor facilidad.
Desgraciadamente, el factor económico no es lo más grave. El
daño que realizaría al ecosistema sería mucho mayor que cualquier cantidad de
dinero. La ubicación del nuevo estadio estaría localizada en uno de los pocos
espacios verdes que quedan en la ciudad, junto al parque La Pastora, donde se
recargan los mandos hídricos, se nivela la temperatura y se fabrica una enorme
cantidad de oxígeno. Las obras ya han comenzado sin obtener los permisos
necesarios, removiendo vegetación y talando indiscriminadamente los árboles.
Con gran cinismo, la obra se vende como “ecológica”(Peredo, 2009). En ningún
momento se está pensando en la sustentabilidad. El manifiesto de la sustentabilidad establece que la vida se debe anteponer
a cualquier todo tipo de intereses(Galano, 2002, 13). ¿Cómo se va a preservar
la vida si destruimos lo que no proporciona el oxigeno que necesitamos todos
los días? Se tiene que poner mayor atención a estas situaciones, ya que de
ninguna manera se pueden anteponer intereses económicos que atenten contra la preservación
de muchísimas especies, incluyendo la nuestra. Puede sonar exagerado ahora pero
la realidad es que en un largo plazo dicha acción puede tener enormes
consecuencias, no hay necesidad ni justificación para esperar a que ocurran.
Un caso más reciente que podríamos analizar fue lo ocurrido
en Sam Won México, proveedora de la transnacional Samsung. La empresa coreana
presento un incidente donde un supervisor agredió a un empleado mexicano,
grabado en video y difundido por internet. A partir de ello se realizó una
auditoría por el gobierno estatal y se encontró que se no existía licencia de
operación y los empleados no obtenían antigüedad, ni la seguridad adecuada.
Samsung quiso desligarse del problema y señalo que Sam Won no era filial, tan
solo era un proveedor y no tenían responsabilidad sobre ella. Actualmente en el
mundo se verifican hasta siete niveles de proveeduría. Samsung, no realizo esta
tarea y ni siquiera averigua si sus proveedores cumplen con los requerimientos
básicos dictados por la ley. Además, no estableció si habrá alguna medida en
contra de su proveedor, ni si habrán acciones para que esto no suceda de nuevo.
Aun así, Samsung ostenta el Distintivo ESR,
sin embargo no forma parte de la red de Pacto Mundial, donde las empresas
defienden los derechos humanos, estándares laborales, medio ambiente y
anticorrupción (Economista, 2012). Kant define la dignidad con la siguiente
frase: “Obra de tal modo que uses a la humanidad, tanto en tu persona
como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y
nunca solamente como un medio” (Rachels, 2006, 205). La dignidad de los trabajadores no está siendo
respetada. En este caso vemos como solo se les es tratados como un medio y no
un fin. Las personas no son objetos y sus derechos deben ser respetados
siempre, por menor que su trabajo sea. Es responsabilidad de las empresas saber
lo que está ocurriendo no solo dentro de ellas, si no con las personas con las
que trabajan, no pueden pasar por alto dichas acciones y seguir diciendo que
son socialmente responsables.
Existen empresas que en verdad se preocupan por ser
socialmente responsables y están emprendiendo para seguir mejorando y no solo
acreditar el distintivo ESR. Whirpool ejerce un código ético tanto nivel
interno como externo, donde destaca “No hay una manera correcta de hacer mal
las cosas”. Durante las nuevas acciones que se están llevando acabo, se esta
cuidando la interacción que se está realizando con el medio ambiente, la
sociedad, los empleados y proveedores. La honestidad de los empleados es uno de
los mayores pilares para su cultura organizacional. No se acepta a ninguna persona que no cumpla
con el código de ética. Con los proveedores todavía no se han podido realizar
evaluaciones para ver si en verdad se siguen estos lineamientos, sin embargo,
se hace que firmen un acuerdo donde se aceptan dichos términos. Se está
trabajando, para que sus clientes utilicen 30% menos de agua, cambiando aspectos
mecánicos y químicos en sus productos. La RSE no se puede quedar estático, se
tiene que estar siempre un paso adelante. Sus nuevos objetivos son obtener el certificado
de Industria Limpia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente,
terminar con el entrenamiento a proveedores del código de ética e implementar evaluaciones, además de estar dentro de las
10 mejores empresas para trabajar, ya que actualmente están en el sitio 15
(Economista, 2012). Este es un claro
ejemplo de como si existe una solución para que las empresas puedan ser
socialmente responsables. No es posible dejar de lado los intereses económicos
pero eso no quiere decir que realmente no puedan contribuir honestamente con la
sociedad. Realizar cambios dentro de la empresa que haga que los trabajadores
sean honestos y vivan en un excelente ambiente laboral es un gran primer paso.
Se trata de que las personas por su propia voluntad realicen acciones por el
beneficio de todos. Kant define estas conductas como la autonomía moral. La
cual no significa hacer lo que uno quiera, ni lo que la razón nos diga, si no
lo que la razón universal nos dicta (Alejandra, 2006). Para saber si se está
actuando de está forma uno tiene que preguntarse si está siguiendo la siguiente
regla, “Obra sólo según una máxima tal que puedas querer al mismo tiempo
que se torne ley universal” (Rachels, 2006, 205). Las empresas deben comportarse de tal manera en que
sus acciones sean una norma universal. No se puede pensar solo en lo que a
ellos les convenga. Eso a futuro no les va a servir, al final todo sale a flote
y los valores son los que te hacen triunfar.
Podemos
darnos cuenta que el distintivo “ESR” realmente no significa nada. Es más una
herramienta de mercadotecnia, que una forma de conocer quienes son las empresas
que se comprometen y actúan en beneficio de la sociedad. Además, no existen
acciones en contra de las empresas que realizan actos en contra de los puntos
que se deben cumplir y siguen utilizando el distintivo en toda su publicidad.
Resulta sumamente importante que como sociedad comencemos a investigar más lo
que hacen las empresas y si es verdad lo que su publicidad nos dice. No podemos
seguir enriqueciendo a este tipo de personas que no contribuyen a la sociedad.
Si hay algo que podemos controlar es nuestra libertad de decidir lo que
consumimos, hagamos un buen uso de está libertad y apoyemos a las personas que
buscan el beneficio de todos y no solo unos pocos, porque a su vez, estaremos
ayudando a nosotros.
Fuentes consultadas
· Galano, Carlos, et al. (2002).Manifiesto por la vida
por una ética para la sustentabilidad. Bogotá, Colombia: Tangencial.
·
Rachels,
J. , & Ortiz, M. G. (2006). Introducción
a La Filosofía Moral. México,
D.F: Fondo de Cultura Económica.
· Sennet, R. (2003). La Corrosión Del Carácter: Las Consecuencias Personales Del Trabajo En
El Nuevo Capitalismo. Barcelona: Anagrama.
· Velasquez,
M. G. , & González, O. M. (2006). Ética En Los Negocios: Conceptos Y Casos.
México: Pearson Educación.
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ALEJANDRA, C. B. (2006, May 10). Política y eutanasia. El Mercurio. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/336541756?accountid=11643
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Economista,
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Economista,
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Mauricio
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http://www.reconecta.com/2011/01/%C2%BFempresas-socialmente-responsables/.
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Miguel
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http://www.jornada.unam.mx/2011/02/26/politica/022a2pol. [Last Accessed
07/11/12]
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Peredo,
X. (2009, Nov 13). Ximena peredo / la avaricia de femsa. El Norte.
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