martes, 12 de mayo de 2015

El sexismo está en nuestras pantallas

Instituto Tecnológico y de Estudios Superiores de Monterrey 
Campus Guadalajara













Ensayo final: El sexismo está en nuestras pantallas










Montserratt Méndez Reyes
A00568648
12 de mayo del 2015
Ética, persona y sociedad
Dra. Alicia Ocampo  Jiménez

Abstract
Vivimos en un mundo constantemente expuesto a los mensajes de los medios de comunicación; ellos tienen un gran impacto en los hábitos de consumo y en la difusión de ideologías. Es por esto mismo que las historias presentadas en el cine y la televisión tienen el poder de moldear las mentes. A pesar del creciente número de variedad de películas y series de televisión, la falta del rol femenino en ellas brilla por su ausencia. La gran mayoría de los protagonistas con un excelente desarrollo de personaje son masculinos. Por otro lado, los personajes femeninos no tienen tantas dimensiones y no representan a la gama tan amplia de lo que significa ser mujer. Los estereotipos en pantalla son ofensivos y ya están gastados. La brecha de género no acaba con eso, también hay inequidad  de género entre las personas detrás de las producciones audiovisuales. La mayoría de los creativos detrás de cámaras en la industria del entretenimiento , son hombres y esto ha influido a que las mujeres no cuenten con una voz propia. El siguiente ensayo analiza esta problemática a través de teorías éticas y ejemplos contemporáneos.

Términos clave: Inequidad de género, estereotipos, cine y televisión, protagonismo femenino, derechos humanos, utilitarismo, feminismo, dignidad humana.



















El cine y la televisión se distinguen por ser medios de comunicación masivos que han moldeado las mentes de sus audiencias desde el siglo pasado. El impacto que tienen estos medios es enorme y este debería ser aprovechado para el bien común, es decir que se deberían crear contenidos más enriquecedores y variados. Eso sería más interesante que vender productos audiovisuales con un contenido superficial y ofensivo, lleno de estereotipos.  Un ejemplo de ello son las películas de superhéroes como Avengers. Black Widow, es  la única protagonista femenina y es a la que se le da menos importancia. Ella es de las únicas del clan de los Avengers quien no tiene película propia y la que está vestida con el atuendo más revelador. Su función en el largometraje parece ser meramente decorativo para captar la atención de la audiencia masculina, su personaje es el que tiene menor dimensión psicológica. La película de Marvel es un ejemplo de muchos largometrajes que explotan los estereotipos para tener un producto más atractivo y por lo tanto, lucrativo.
Gracias a los estudios de mercadotecnia, un gran presupuesto y al consumo capitalista de dichos contenidos, películas como Avengers son rotundos éxitos, a pesar de tener personajes vacíos y ofensas a ciertos sectores de la población. Por un lado está la postura a favor de activar la economía con el éxito de la tradicional industria de Hollywood, se generan más empleos y esto es un beneficio a largo plazo. Además se apela que los espectadores son libres de elegir los medios de comunicación que consumen; por lo tanto el responsable de ser manipulado o no, es el público mismo. Los medios de comunicación presentan un paradigma que la audiencia puede decidir aceptarla o no. 
Por otro lado, está la perspectiva ética : “El utilitarismo sostiene que siempre debe adoptarse la acción que produce los mayores beneficios al menor costo […] Implica que el curso de acción siempre es el más eficiente” (Velásquez,2009, p. 64). Si se siguiera esta lógica, el sexismo, el racismo y el elitismo no tendrían lugar en la industria cinematográfica. Los guiones estarían mejor cuidados y serían más inclusivos. Los beneficios serían que las audiencias serían más tolerantes y se podría generar un cambio social. A pesar de la variedad de temas y protagonistas en dichos medios, a la industria le queda un largo camino que recorrer para ser más incluyente. Faltan más protagonistas femeninos en televisión y cine. 
Tan sólo el 30.8% de los personajes con diálogo en las 500 películas más taquilleras de la historia, son mujeres. Aunado a esto, sólo el 10.7% de dichas películas tienen un elenco equilibrado, donde la mitad son mujeres, según la New York Film Academy.  “La imparcialidad es una prohibición contra la arbitrariedad al tratar a la gente; es una regla que nos prohíbe tratar a una persona de modo diferente de otra cuando no hay una buena razón para hacerlo” (Rachels, 2006, p. 36).   Las mujeres componen alrededor de la mitad de la población mundial, por esto mismo no hay razón alguna para una menor representación en pantalla. “ La plena participación, en condiciones de igualdad, de la mujer en la vida política, civil, económica, social y cultural en los planos nacional,regional e internacional, y la plena erradicación de todas las formas de discriminación basadas en el sexo son objetivos prioritarios de la comunidad internacional” (ONU, párrafo 18). El 15% de los protagonistas son femeninos.  Algo maravilloso de los medios audiovisuales son las historias y personajes complejos en ellas. Los hombres han sido privilegiados por muchos años con personajes protagónicos multidimensionales y camaleónicos cuando los personajes femeninos se han quedado en su mayoría en los clichés. Tan sólo los personajes principales más icónicos en la historia del celuloide y de la televisión son masculinos tales como Jack Torrance (El Resplandor), Michael Corleone (El Padrino), Hannibal Lecter (El silencio de los inocentes), Bruce Wayne (El caballero de la noche), Frank Underwood (House of Cards), House (Dr. House), Walter White (Breaking Bad), por mencionar unos pocos.  Cada vez es más frecuente que aparezcan personajes femeninos que desafían las normas sociales tradicionales como Jackie (Nurse Jackie), Tara (United States of Tara), Merida (Valiente),Katniss (Los juegos del hambre); sin embargo la proporción entre protagonismo de géneros no es equitativa y hay una gran necesidad de cambiar las historias que se muestran en pantalla.
No hay razón alguna para tener personajes femeninos de menor relevancia : “La idea básica es que los intereses de todos son igualmente importantes: desde un punto de vista moral, no hay personas privilegiadas” (Rachels, 2006, p. 35.)” Se han construido estereotipos especialmente en los roles femeninos que no representan las distintas facetas de la mujer en su totalidad. “Los medios impresos y audiovisuales de la mayoría de los países no ofrecen una imagen equilibrada de los diversos estilos de vida de las mujeres y de su aportación a la sociedad en un mundo en evolución.” (Ríos, 1997, pg. 99). El  único género de la pantalla en donde las mujeres suelen ser las protagonistas es la comedia romántica. Estas películas suelen encasillar los roles femeninos. Se ha construido la idea de que una mujer es valorada por su belleza. Para cumplir con cualquiera que sea su objetivo en la vida y para ser aprobada por los demás, la mujer debe ser bella según los estándares establecidos.  El ejemplo perfecto de ello son las películas de princesas de Disney antes de Mulán. Ariel (La Sirenita) conquista a su interés romántico con su apariencia y él se enamora de ella sin siquiera saber sus opiniones ya que ella pierde la voz. Cenicienta tiene que transformarse físicamente para gustarle al príncipe. En las comedias románticas sucede lo mismo; la chica protagonista transforma su apariencia para ser más atractiva y es cuando su co-protagonista se interesa románticamente en ella.  Los finales felices más famosos que tienen este estereotipo son  :Ella es así, Ni idea, Jamás besada, Miss Simpatía, Chicas pesadas, Una esposa de mentira, por mencionar unas pocas películas. La característica principal de estos personajes es que no retratan al gran espectro de la feminidad y cuyas vidas no están completas sin tener a un hombre en ellas. Esta falsa representación es una amenaza a la dignidad humana de las mujeres:  “No tiene sentido, por tanto, ver a los seres racionales tan sólo como una clase de cosa valiosa entre otras. Ellos son los seres para quienes las meras cosas tiene valor y son los seres cuyas acciones meditadas tienen valor moral.” (Rachels, 2007, p 207). Crear personajes femeninos cuyo único fin es vender un estilo de vida y  sexualizarlas con un fin consumista va en contra de la dignidad humana.  
Según Kant, “Los seres humanos deben ser tratados siempre como un fin y nunca como un medio. Tratarlos como fines en sí mismos, significa respetar su racionalidad. (Rachels,2007, p.207).” La mujer no es un simple objeto ni un medio, es un ser humano que merece ser representado y tratado respetando su integridad. A pesar de que las mujeres tienen menor diálogo en pantalla que los hombres; ellas aparecen  un 26.2% parcialmente desnudas, a diferencia de los actores quienes sólo el 9.4% de ellos aparecen parcialmente desnudos.  Una escena ya bastante bastante  gastada en el género de terror  es cuando la chica en apuros porta sólo ropa interior sin explicación lógica. Esto comenzó con el clásico de Alfred Hitchcock, Psycho, con la escena de la bañera y la chica desnuda gritando. Se han repetido escenas similares en el género con películas como Scream, Jennifer’s Body, House of Wax y muchas más.
Dichas representaciones sexuadas de la mujer fomentan la objetivización y al mismo tiempo; la violencia. “La violencia de la mujer es invisibilizada en los medios de comunicación diluida además en una violencia social fomentada por los estereotipos , esto atenta en contra de sus derechos humanos” (Redigou, 2006). Las películas de terror construyen estereotipos donde la mujer está sexualizada  de una manera meramente superficial y paradójicamente oprime su sexualidad. Un recurso narrativo bastante utilizado en el género de terror es que la chica virgen sobrevive al final y la amiga más promiscua es la que muere primero. Esta es una manera de satanizar la sexualidad femenina, lo cual refleja y refuerza el discurso de la doble moral en la sociedad. Este no es el caso de los personajes masculinos, no se castiga a un hombre que tiene relaciones sexuales con distintas mujeres en la ficción audiovisual.  En la ONU, hay un apartado que menciona esto :

Reconociendo que la violencia contra la mujer constituye una manifestación de relaciones de poder históricamente desiguales entre el hombre y la mujer, que han conducido a la dominación de la mujer y a la discriminación en su contra por parte del hombre e impedido el adelanto pleno de la mujer, y que la violencia contra la mujer es uno de los mecanismos sociales fundamentales por los que se fuerza a la mujer a una situación de subordinación respecto del hombre  (ONU,2015).
Estas representaciones limitadas de los personajes femeninos oprimen a la mujer no sólo en la ficción. Elementos como los diálogos misóginos que reprimen la sexualidad femenina, el uso de la apariencia femenina como validación social y la degradación como objeto sexual de dichos personajes son una forma de violencia. Estas acciones impactan directamente en la sociedad:  “Los productos violentos y degradantes o pornográficos de estos medios también perjudican a las mujeres y su participación en la sociedad” (Ríos, 1997, pág. 99).  Una razón de contenidos como estos es la falta de participación femenina detrás de cámaras.
Hay una gran brecha de género en la industria del entretenimiento:
Aunque ha aumentado el número de mujeres profesionales en el sector de las comunicaciones, pocas son las que han llegado a ocupar puestos directivos o que forman parte de juntas directivas y órganos que influyen en la política de los medios de comunicación. La persistencia de los estereotipos sexistas, tanto en los medios de comunicación públicos como privados a nivel local, nacional e internacional demuestra la falta de perspectiva de género en estos medios (Ríos, 1997, pág. 99).

Cuando una mujer dirige alguna serie de televisión o película, la participación de personajes femeninos con diálogo aumenta en promedio un 10.8% según la New York Film Academy (2014). Lo cual no sucede muy a menudo porque sólo un 9% de las películas fueron dirigidas por mujeres en el 2012 y en el mismo año sólo el 15% de  los guiones fueron escritos por mujeres. Aunado a esto, la disparidad de salarios y las prácticas sexistas en el ámbito laboral del entretenimiento desalientan la participación de mujeres creativas. Esto atenta en contra de sus derechos humanos : “La segunda etapa, llamada de los derechos de libertad, constituye lo que se conoce como la primera generación de los DDH. Su característica distintiva es la incorporación de los derechos civiles y políticos al orden jurídico de las sociedades” (Barba, 1997, pg. 9). Un derecho humano es la libertad de elección de profesión y la discriminación reprime este derecho humano. La mujer debería de tener las mismas oportunidades laborales que sus colegas masculinos. La determinación del salario debería ser la preparación y las capacidades laborales sin estar condicionadas por el género. 



Conclusiones
El cine y la televisión son más que medios de comunicación recreacionales; sus historias inspiran, ayudan a difundir ideologías y pueden ser aprovechadas para hacer un cambio positivo en la audiencia. Esto no es un ideal utópico, está basado en el utilitarismo al usar dichos medios para el bien común. El cine y la televisión han creado una cadena que hacen de los espectadores sus esclavos al crear necesidades falsas; se olvidan de aspectos importantes que podrían afectar a la sociedad por tener como fin único vender. Es importante saber que es un negocio vender historias pero creo que se puede vender de la misma manera al usar contenido de calidad y que respete la dignidad humana. 
Es por esto mismo que considero relevante señalar la gran brecha de género en la industria, tanto en los personajes ficticios como en el equipo de producción. Las pantallas deberían ser una plataforma para contar historias de distintas perspectivas, géneros, razas y clases sociales que ayuden a enriquecer las mentes de las masas. Es alarmante que el movimiento feminista lleva más de 40 años denunciando las representaciones sexistas en los medios de comunicación y las pantallas no han evolucionado como se esperaría. El cambio es gradual y afortunadamente en la última década se ha acelerado el progreso. La incursión de Tina Fey como la primera guionista principal femenina en  la historia de Saturday Night Live abrió el camino para mujeres creativas en la televisión y en la creación de personajes femeninos empoderados. Shonda Rhimes (Scandal, Grey´s Anatomy, How To Get Away From Murder), Mindy Kaling (The Mindy Project), Jenji Kohan (Weeds, Orange Is The New Black), Lena Dunham (Girls) e incluso la mexicana Leticia López Margalli (Las Aparicio) han creado series de televisión aclamadas por la crítica que además tienen éxito en los ratings de su transmisión. Ellas son la nueva generación detrás de historias diferentes con mujeres ficticias cuyos atributos no son solamente físicos; son mujeres con distintas habilidades profesionales y errores muy humanos. El cine se ha quedado atrás en este tema, sin embargo un hito importante es cuando Kathryn Bingelow (The Hurt Locker), fue la primera directora en ganar un premio de la Academia en el 2010.  Mujeres como ellas ayudan a borrar la disparidad de género y a destruir estereotipos. 
Hace falta una conciencia colectiva de los productos que consumimos para construir una sociedad sin violencia ni discriminación. Los relatos ficticios pueden generar un impacto y como dijo Geena Davis, actriz y vocera de la equidad de género en la industria: “El arte no tiene que imitar a la vida, podemos invertir los roles para que la vida imite al arte”.


Referencias
Básicas
Barba, J.B. (1997). Educación para los derechos humanos. México: Fondo de Cultura Económica.
Govindaraju,G. Explaining Global Box-Office Tastes in Hollywood Films: Homogenization of
National Audiences’ Movie Selections. Recuperado de: http://crx.sagepub.com/content/early/2010/02/10/0093650209356396.abstract.  
Rachels, J. (2007). Introducción a la filosofía moral. México: Fondo de Cultura Económica.
Ríos, Ma. José de los; Martínez, , Joaquina. (1997). La mujer en los medios de comunicación.Comunicar, octubre. Recuperado de: http://redalyc.org/articulo.oa?id=15800914#
Rodigou, M.  (2006). La violencia hacia las mujeres en los medios de comunicación. Recuperado de: http://www.mujeresenred.net/IMG/pdf/transformando_las_noticias.pdf.

Complementarias
Declaración sobre la eliminación de la violencia hacia la mujer (2015). Naciones Unidas Derechos Humanos. Recuperado de: http://www.ohchr.org/SP/ProfessionalInterest/Pages/ ViolenceAgainstWomen.aspx
Gender Inequality in Film. (2014). New York Film Academy. Recuperado de: https://www.nyfa.edu/
film-school-blog/gender-inequality-in-film/
Naciones Unidas. Declaración y Programa de Acción de Viena. Recuperado de:  http://www.unhchr.ch/huridocda/huridoca.nsf/%28Symbol%29/A. CONF.157.23.Sp?Opendocument).
Petrecca,L. (2014). Geena Davis: Stereotypes in movies has negative effects. USA Today. Recuperado de: http://www.usatoday.com/story/money/business/2014/09/23/geena-davis-hollywood-sterotypes-remain/16080085/
Smith,S. ; Choueiti, M.(2009). Gender Disparity On Screen and Behind the Camera in Family Films;The Executive Report. Geena Davis Institute on Gender in Media. Recuperado de: http://seejane.org/wp-content/uploads/full-study-gender-disparity-in-family-films-v2.pdf


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