viernes, 8 de mayo de 2015

¿Es moral la experimentación en animales?

Diego Fernando Martinez Sanchez
A01228741
Ética, persona y sociedad


Introducción
A través de los años, el ser humano en busca de desarrollarse en áreas estratégicas para aumentar y mejorar su nivel de vida, ha recurrido a diversos métodos y prácticas, algunas de ellas moralmente cuestionables. Uno de los principales ejemplos es utilizar diversas especies animales como medio para llegar a un fin, ya sea este médico, cosmético o didáctico. Pero ¿es correcto utilizar a los animales como un medio para obtener un beneficio? Como bien sabemos el ser humano ha utilizado especies animales desde los orígenes de la civilización para realizar trabajos como: medio de transporte, alimentación e incluso como vestimenta, pero ahora más que nunca se ponen en discusión los  temas  sobre si se violan los derechos de los animales y más en específico si es moral obtener un beneficio de estos actos. Este es el dilema ético que presentaré en este ensayo, en donde describiré los argumentos que respaldan la experimentación con animales como una herramienta beneficiosa para la humanidad así como también los argumentos que la definen como un acto de crueldad y poco respeto a la naturaleza y posteriormente expresare mis conclusiones finales y mi postura personal en relación al tema.
Palabras clave: Bioética, Experimentación biomédica, Responsabilidad moral, Egoísmo moral.


Desarrollo
Si bien se sabe que el ser humano desde sus orígenes, se ha aprovechado de los recursos naturales y seres vivos que lo rodean para obtener un beneficio para sí mismo o su comunidad. Refiriéndonos específicamente a la experimentación en animales, la cual se remonta a épocas antes de cristo (el Corpus Hipocrático, 350 a.c.), se comienza a hacer uso de prácticas en animales para fines didácticos y médicos. (García & García, s/f).
         Sin embargo en esta época y pasando por el siglo VI hasta incluso en el siglo XVII, no se consideraban seriamente los temas de respeto a los derechos de los animales, ya que por diversas causas culturales y religiosas que influenciaban el pensamiento de la población de esas épocas, la dignidad a los seres vivos quedaba en el olvido. Por mencionar un ejemplo, la tradición bíblica cristiana nos habla sobre como el hombre considera al mundo y a los seres vivos que hay en él, bajo su dominio y para su servicio (García & García, s/f).
No fue hasta el siglo XVII, cuando en Inglaterra el filósofo Jeremy Bentham plantea el problema ético del sufrimiento y la explotación excesiva de los animales por parte del hombre; es a partir de este punto en el cual se inician los debates, la polémica y la discusión sobre los derechos de los animales. La verdadera oposición contra la experimentación en animales comienza en el siglo XIX cuando se desarrolla un concepto “sentimentalista” de la moral: “La moralidad es objeto del sentimiento, no de la razón”; es así como se desarrolla una mayor sensibilidad al sufrimiento animal. A pesar de que por muchos años los animales no fueron considerados como seres sintientes; en la época actual más que nunca, se desarrollan los movimientos activistas anti experimentación animal, los cuales cuestionan fuertemente la moralidad de esas prácticas y toman acción para reducirlas. (Caballos, 2015).
Respecto a las prácticas utilizadas por los científicos a la hora de experimentar con animales, han surgido acaloradas discusiones entre científicos e instituciones de protección animal, los cuales cuestionan la efectividad y moralidad de estas prácticas. Diversos grupos de científicos en la actualidad se valen de años de experiencia e investigación para llegar a la afirmación de que: “los animales no son hombres y, por tanto, los experimentos realizados sobre animales no son extrapolables al hombre y los resultados de la investigación animal rara vez serían directamente aplicables al hombre.” (Caballos, 2015). Aunque si bien esta afirmación ha comprobado ser parcialmente cierta, incita a un análisis y reflexión de mayor profundidad, sobre la utilidad de la experimentación animal actual, porque de no ser completamente útil la experimentación animal, se degradarían estas prácticas de ser meramente científicas en beneficio de la humanidad a simples prácticas de crueldad y violación a la dignidad de los seres vivos.
Es por esto que si se busca cuestionar la experimentación animal o incluso defenderla como una práctica que no es inmoral, es imprescindible que tenga un objetivo y una utilidad bien definidas, que nos otorgue de algún beneficio trascendente, para que de esta manera se compense el sacrificio que se está llevando a cabo por parte de los seres vivos involucrados.
Por el contrario se presentan los argumentos de: “la experimentación animal ha jugado un rol vital en prácticamente la totalidad de los descubrimientos médicos en la última década o que las prácticas de experimentación en animales, si bien pueden reducirse, no pueden reemplazarse”. (Zumayas, 2013).
Considerando estos argumentos claramente opositores, nos damos cuenta que efectivamente la experimentación en animales ha servido de una herramienta invaluable para los campos de la medicina y la ciencia y que han otorgado importantes beneficios para la humanidad y el mismo reino animal. Por ejemplo si se busca crear una vacuna para evitar el sufrimiento de una especie animal, esta será desarrollada y probada en animales, los cuales servirán como un medio para llegar a un fin posterior. El mismo ejemplo puede extrapolarse a la humanidad, ya que para desarrollar medicinas que mejoren las condiciones de vida de las personas y les eviten sufrimiento, estas tienen que ser probadas en algún ser vivo, para garantizar la seguridad y salud de las personas.

 Sin embargo los últimos ejemplos se oponen a una fuerte corriente ética: la corriente utilitarianista, la cual plantea que existe igualdad de especies, por lo que los intereses de cada una deberían de tener el mismo peso; lo que en pocas palabra nos implica que no deberíamos experimentar con animales, solo por el hecho de serlo o porque como humanos, los consideramos de alguna manera como seres inferiores. (CONICYT, 2009).
Es aquí donde surge el dilema ético del beneficio potencial e imprescindible de la experimentación animal contra el sacrificio y sufrimiento de seres vivos inocentes. Considerando los argumentos antes presentados, se puede visualizar el problema principal; si se busca oponerse totalmente a la experimentación biomédica, también se tendría que oponer a todos los beneficios que actualmente gozamos, producto de estas prácticas y por el contrario, si se busca aceptar la idea de la experimentación biomédica como algo normal y sin problemática ética, se dejaría de lado la empatía, aspecto que caracteriza a los seres humanos por “ponerse en los zapatos del otro” y nos lleva a pensar ¿nos gustaría ser objeto de prueba de algún experimento que nos pueda provocar dolor o sufrimiento? ¿Y si brindara grandes beneficios a la humanidad?  Si bien muchos lectores responderán que no a estas preguntas, muchos responderán afirmativamente; esto nos conduce a la gran diferencia: Los seres humanos tenemos la capacidad y posibilidad de elegir entre las opciones, los animales involucrados no la tienen.
Entre los muchos beneficios que nos has dejado la experimentación en animales se puede destacar: que la esperanza de vida humana incrementó 25 años  en el plazo de los años 1900 a 1990 (CONICYT, 2009); a pesar de que actualmente se sigue considerando un problema ético es innegable todos beneficios y satisfacción de necesidades básicas que nos han dejado estas prácticas; por estas razones cuestiono a las personas e instituciones que radicalmente se oponen a la experimentación animal y les preguntaría ¿Dejarías de lado todos los beneficios que han sido producto de la experimentación en animales y aceptarías las consecuencias de ello? ¿Y si se tratara de algún ser querido o familiar, le negarías estos beneficios por defender tus ideales? Si bien estas preguntas no son fáciles de responder, si sugieren alternativas de pensamiento que van más allá de solo oponernos o apoyar totalmente estas prácticas.
 La alternativa que en este ensayo sugiero es la de oponerse a las prácticas de experimentación animal que involucren sufrimiento y agonía innecesarias y solo aceptar la experimentación en animales como una herramienta de último recurso en la cual su uso sea imprescindible y no reemplazable; a la vez que los resultados, producto de esas prácticas sirvan de beneficio para la humanidad y/o el reino animal, que promuevan la salud y la calidad de vida de ambos.
La experimentación en animales es hoy una actividad básica de la ciencia médica, en la que en la actualidad se ha desarrollado fuertemente una actitud empática sobre estos temas, es por esto que la comunidad científica exige cada vez más, mayor calidad en el tratamiento y cuidado de los animales, ya que su utilización es un privilegio y se tiene que reflexionar sobre como esos seres vivos nos ayudan a desentrañar los misterios de la ciencia médica, por lo cual merecen respeto y el mejor cuidado posible. (Brey & Rodriguez, 2007).
 Si bien, se han logrado grandes avances en el tema del respeto a los derechos de los animales, actualmente se siguen realizando frívolas experimentaciones en animales, en la que los resultados y los posibles beneficios, son dudosos y especulativos. (ECEAE, 2015).
            Pero si ya se tiene conciencia sobre el sufrimiento de los animales y se ha desarrollado una actitud empática sobre el tema ¿Por qué siguen existiendo prácticas que violan los derechos universales de los animales?
Gracias a ideologías que se han ido arraigando a través de la historia, como el Especiecismo, el cual nos sugiere que el ser humano es superior a los demás seres vivos y por esta causa, no se establece un vínculo ético en su relación con ellos y a ciertas preferencias producto de nuestro contexto cultural. Por ejemplo: En nuestra cultura no nos sentimos tan incomodos si se experimenta con ratones, insectos u otros animales pequeños; sin embargo si expresamos una actitud de rechazo más notoria, si se experimentara con perros, gatos o primates, por mencionar algunos. Sin embargo como sugiere la ideología utilitarianista, todas las especies deberían tener la misma dignidad y respeto, sin embargo nuestro contexto cultural nos orienta a preferir ciertas especies animales sobre otras incluso en cuestión al respeto de su dignidad.
En el tema de la experimentación en animales, predominaban dos culturas de estudio: la humanística, encargada de analizar todos los aspectos morales y la científica, encargada de estudiar todos los aspectos técnicos y prácticos. Sin embargo debido a los enfoques de estudio tan separados entre estas dos culturas de estudio, estas investigaban y estudiaban de manera independiente y entre ellas no existía una correlación efectiva. (Potter, 1970).
 Es así como surge una propuesta que enmendara la falta de comunicación entre la cultura científica y la humanística, que consiste en crear una tercera cultura de estudio, que fusionara los conocimientos sobre la naturaleza y los conocimientos cobre la consciencia; así es como surge el concepto de Bioética (Potter, 1970) el cual se le atribuye al científico y pensador Van Rensselaer Potter. Potter consideraba a la bioética como la clave para trabajar por un cambio de paradigma que transformara las bases de la cultura y la educación en el mundo en el que vivimos. (Quintanas, 2009).
Al tener ahora el campo de estudio de la bioética, la cual trascendiera los campos científicos y humanísticos por separado y propusiera una unificación, fue un gran avance en lo que respectan los derechos de los animales. Es así como en 1978, la UNESCO presenta su declaración universal de los derechos del animal, el cual abarca una serie de apartados relacionados con la dignidad y la moral en nuestra relación con los animales (UNESCO, 1978).
Los derechos universales de los animales surgen de la falta de consciencia y empatía que a través de las épocas se presentó en la humanidad, es el producto de la lucha de los grupos defensores de los derechos de los seres vivos en búsqueda de la igualdad en las especies (utilitarianismo). Sin embargo la declaración universal de los derechos del animal y la experimentación biomédica no son mutuamente excluyentes; las prácticas de experimentación en animales son tolerables siempre y cuando se respeten los principios básicos de la declaración los cuales son: “respetar la dignidad del animal, evitar el sufrimiento de este en la mayor medida de lo posible, solo recurrir a estas prácticas si no existen alternativas viables o confiables.” (UNESCO, 1978).
 Esta declaración surge para que la población actual cree conciencia sobre la importancia del cuidado y el respeto a los animales y lo considera como un tema de respeto hacia la naturaleza y la responsabilidad que tenemos sobre esta. (Santoyo, 2013).
Sin embargo a pesar de que la declaración universal de los derechos de los animales es una medida positiva enfocada al respeto de la dignidad de los animales, esta no ha estado respaldada con el apoyo de instituciones gubernamentales que exijan efectivamente su cumplimiento, a esto se debe que en la actualidad la violación a estos derechos sigue siendo un acto de todos los días y es difícilmente penalizable ante la ley de muchas regiones en el mundo. Es por eso que considero vital una unificación entre las instituciones gubernamentales y aquellas que luchan por el respeto a los derechos de los animales; que regulen y en su caso penalicen estas prácticas, para que de esta manera se desarrolle un control efectivo al egoísmo ético que por años se ha gestado en la forma de pensamiento de la humanidad.
Conclusión
En conclusión, la experimentación con animales sigue siendo un tema que genera grandes problemáticas desde el punto de vista ético, sin embargo esto no exime a esta práctica de ser una herramienta valiosa e incluso en ocasiones necesaria para el desarrollo y bienestar de la humanidad y del reino animal. Por otro lado debido a sus complicaciones prácticas y morales, considero que es tiempo de invertir esfuerzo y tiempo en la búsqueda de alternativas que no presenten las problemáticas antes mencionadas. Si bien mi postura antes de escribir este ensayo era de total rechazo a la experimentación con animales, es por los argumentos previamente mencionados que mi postura sobre el tema se fue moldeando hasta deducir que: a pesar de que se obtienen grandes beneficios con la experimentación biomédica, esta práctica tiene que ser utilizada solo como último recurso en la medida de lo posible, siempre respetando la dignidad del animal y que bajo condiciones normales tiene que evitarse y ser sustituida por otros métodos que no comprometan los derechos fundamentales de cualquier ser vivo.



Bibliografía
Fuentes básicas:
Brey, L. C., & Rodriguez, K. S. (Agosto de 2007). Aspectos éticos de la experimentación con animales. Obtenido de http://www.cbioetica.org/revista/72/722527.pdf

Caballos, A. P. (24 de Noviembre de 2015). Ética de la experimentación animal. Directrices legales y éticas contemporáneas. Obtenido de http://www.fveter.unr.edu.ar/upload/08-BIOETICADIRECTRICES_LEGALESESPA%D1A-58.pdf

CONICYT. (2009). Comisión nacional de investigación científica y tecnológica. Obtenido de Aspectos Bioéticos de la experimentación animal: http://www.conicyt.cl/documentos/bioetica19nov.pdf
                                                                                                                                                                           
García, A. A., & García, L. M. (s/f). Ética de la experimentación con animales. Bioética y ciencias de la salud. Obtenido de: http://www.bioeticacs.org/iceb/seleccion_temas/experimentacionAnimales/invest_animales.pdf
                                                                                            
Potter, V. R. (1970). Bioethics: the science of survival, "Perspectives in Biology and Medicine. New York.



Fuentes complementarias:
ECEAE. (2015). Coalición europea para detener la experimentación animal. Obtenido de http://www.eceae.org/

Quintanas, A. (Junio de 2009). V. R. Potter: una ética para la vida en la sociedad tecnocientífica. Sinéctica. No. 32 Obtenido de: http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S1665-109X2009000100010&script=sci_arttext

Santoyo, B. (15 de Octubre de 2013). A 35 años de la Declaración Universal de los Derechos del Animal. Obtenido de https://www.veoverde.com/2013/10/a-35-anos-de-la-declaracion-universal-de-los-derechos-del-animal/

Zumayas. (13 de Noviembre de 2013). 40 motivos a favor de la experimentación animal. Obtenido de http://zumayasenformalina.blogspot.mx/2013/11/40-motivos-favor-de-la-experimentacion.html


UNESCO. (1978). Declaración universal de los derechos del animal. Obtenido de http://academic.uprm.edu/rodriguezh/HTMLobj-139/DERECHOS_ANIMAL_UNESCO.pdf

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