El obstáculo de cristal
Abstract
“Techo
de cristal” es como se le llama al fenómeno cuando a las mujeres se les
inhabilita alcanzar un nivel ejecutivo alto en las organizaciones. Además esta
problemática incluye otras situaciones conflictivas, como la diferencia de paga
entre los sexos a pesar de que tengan la misma calificación. La exclusión de
las mujeres en ciertas reuniones, leyes laxas para regular la situación laboral
el México y la falta de sanciones efectivas cuando las mujeres sufren de acoso
sexual.
Además
lo preocupante de este fenómeno es que ocurre no solo en México, sino a nivel
mundial. En los medios se habla sobre equidad de género, sin embargo esta
problemática sigue siendo bastante grande. El empoderamiento de las mujeres en
el ámbito laboral está maquillado con la inequidad. No será realmente
empoderamiento hasta que no se tengan las mismas oportunidades.
En
México hay un gran número de madres solteras, lo que hace que la diferencia de
paga sea un problema bastante grave, ya que ellas son pilares de sus familias. El
tema es delicado, ya que es un problema de discriminación de género en la
actualidad. Para solucionar el problema,
se tiene que hacer primeramente conciencia sobre el fenómeno. Para que así,
hombres y mujeres por igual, podamos atacar el problema y llegar a una solución
que beneficie a todos.
Palabras
clave: techo de cristal,
inequidad, género, discriminación, mujeres.
Introducción
La lucha feminista ha aportado
mucho para avanzar en la equidad de género. Lo indignante es que todavía hay
violencia física y emocional, así como desigualdad en las oportunidades
laborales. Se les paga menos a las mujeres por su trabajo, se les excluye de
ciertas actividades, son incapaces de alcanzar puestos altos en las empresas y
en ocasiones sufren acoso sexual sin que haya sanciones efectivas a los
agresores. Esto sin mencionar que las leyes para regular lo anterior, son
laxas. A todo este fenómeno lo conocemos como “techo de cristal.”
El techo de cristal es de
acuerdo a mi postura, la nueva forma de discriminación hacia la mujer.
Simplemente porque no se le dan los mismos derechos que a los varones, por el
hecho de ser mujer. Lo peligroso del fenómeno, es que no es fácil identificarlo.
Se les dan a las mujeres oportunidades de trabajo, pero se les inhabilita el
ascenso, sin mencionar la exclusión de las mujeres y la diferencia de paga. Más
adelante se mostrarán los datos de forma más detallada.
Además el problema con este
fenómeno es que no es visto en general como un problema relevante. Es común que
los varones, al no sufrir de este fenómeno no le den importancia. Además como
no los afecta, realmente están desinteresados sobre el tema. Quizás no lo hagan
de forma intencional, sino simplemente porque no tienen la información
suficiente sobre el tema. Este documento tiene como objetivo informar a las
personas en general, sobre esta situación de las mujeres, con la esperanza de
que se pueda realizar un cambio al respecto.
Desarrollo
La mujer estaba sometida a un
estado social en donde, gracias su emancipación, se empezó a operar un proceso
de autonomía social y material. Al iniciar esto, las mujeres empezaban a tener
más participación en la clase social en el ámbito económico, social y cultural.
Esto genera un ambiente más humano. (Sánchez, 2006, p. 186). Sin embargo, la lucha por la equidad de género todavía no
llega a su fin. Se ha logrado mucho, el derecho a estudiar, trabajar, votar,
etc. Pero, siguen habiendo muchas desventajas para las mujeres en la actualidad.
A pesar de que las mujeres han luchado para tener un lugar
al mismo nivel que los varones, a pleno siglo XXI, esto todavía no se concreta
en su totalidad. En el ámbito laboral específicamente, ocurren ciertas
irregularidades. En el artículo de Gender
pay gap: female bosses earn 35% less than male colleagues (Goodley, S.,
2014) se evidencia que las jefas en las empresas ganan 35% menos que los jefes. En otro artículo, un estudio de Wells
Fargo (Alter,C., 2014), muestra que las mujeres millennials, que tienen educación universitaria, ganan $20, 000
dólares menos que sus colegas masculinos. A pesar de que realizan el mismo
trabajo y tienen exactamente la misma educación.
Ahora como lo dice el
artículo Are Women Happy Under
the Glass Ceiling? (Clark, H., 2006), se muestran algunas razones
para explicar el por qué del llamado techo de cristal. Dicho artículo muestra argumentos
que explican la diferencia de jerarquía de los puestos, remuneración económica,
diferencia de paga y satisfacción del trabajo:
·
Un
estudio hecho por Catalyst a nivel mundial, muestra que los hombres desean más
tener los puestos más altos, que las mujeres. De ahí que no haya tantas mujeres
en los puestos más altos.
·
De
acuerdo con estadísticas hechas por Accenture’s, el 58% tanto de hombres como
de mujeres, piensan que el salario está compensado, a pesar de que las mujeres
ganen 77 centavos por cada dólar que gana un hombre. La razón de lo anterior es
que las mujeres tienden a tener trabajos menos estresantes que los hombres.
·
Warren
Farrell autor del libro Why Men Earn More,
explica en su libro que la diferencia de paga entre hombres y mujeres se debe a
que las mujeres trabajan menos horas y se quedan en el trabajo menos tiempo que
sus colegas varones. De ahí la diferencia salarial.
·
Algunos
expertos como Warren Farrell, dicen que el techo de cristal no afecta la
satisfacción del trabajo en las mujeres. Ya que al no tener puestos tan altos,
ellas tienen la posibilidad de disfrutar la vida de forma más plena.
De ahí surge la polémica, ¿es realmente
justo o no que las mujeres tengan menos paga y no lleguen a puestos ejecutivos
altos? No dudo que existan muchas mujeres que realicen puestos secundarios en
los que tengan menos paga que sus colegas varones o las que su prioridad no sea
el trabajo profesional. Sin embargo, los argumentos a favor del techo de
cristal generalizan, de ahí que no pueden ser válidos. No podemos estar a favor
de éste fenómeno, respaldándose nada más en la situación de algunas mujeres. En
lenguaje más coloquial, sería algo así como, no por unas, van a perder todas.
Por otra parte, existe
otro argumento a favor del llamado techo de cristal, que es la teoría del
subjetivismo ético. Todo el mundo tiene diferentes formas de ver las
cosas, la moral de cada persona depende de sus emociones, sentimiento y pasado
“la gente tiene opiniones diferentes, pero en lo tocante a la moral, no hay
‘hechos’, y nadie está en lo ‘correcto’. La gente simplemente opina de diversas
manera” (Rachels, 2007, 63). A esto le llamamos subjetivismo ético, esto quiere
decir que “[…] la idea de que nuestras opiniones morales están basadas en
nuestros sentimientos y nada más” (Rachels, 2007, 64). Con esta visión
reflexiva se puede decir que nadie está en lo correcto o incorrecto.
De ahí que se podría decir que aquellos que piensan que
pagarles menos a las mujeres o no dejarlas asumir puestos altos, está
justificado, simplemente porque piensan que es lo correcto. El problema con
esta teoría es que no podríamos condenar absolutamente ninguna práctica, aunque
esta atente contra la dignidad de las personas. Por ello, esta teoría no es
ética, ya que atenta contra la universalidad de la misma.
Por si fuera poco, las aseveraciones anteriores violan los
derechos humanos. Según los derechos y libertades fundamentales, hombres y
mujeres tienen los mismos derechos. (Barba, 1997, p.14-16). De ahí que la
diferencia de oportunidades y de paga viola los derechos. Simplemente porque
hombres y mujeres deben ser tratados por igual, no debe de haber ningún tipo de
diferenciación a causa de género.
Además debe haber igualdad entre todos los seres humanos,
ninguna persona vale menos o más que otra. Requisito de
imparcialidad. (Rachels, 2007, p.35, 36). Por si fuera poco “[…] es
incorrecto usar a las personas como medios para los fines de otros.” (Rachels,
2007, pág. 20-21). De ahí que es poco ético discriminar a la mujer como forma
de crecimiento personal o de conveniencia propia por parte de los varones.
Simplemente porque tenemos el mismo valor como personas y porque no se puede utilizar
a las mujeres como medios para conseguir un beneficio. Las personas son siempre
fines no medios.
Sin embargo, el fenómeno del
techo de cristal no se detiene allí, en la diferencia económica y la jerarquía
empresarial. Según el artículo de Empowering
Women in Business (2014), las mujeres ejecutivas señalan lo siguiente como
las causas del fenómeno:
1.
Segregación del trabajo: a las mujeres se les
relega a trabajos que no tienen gran futuro para ascender en una empresa. Tales
como trabajos de staff o de apoyo, secretarias, relaciones públicas o finanzas
que no tienen futuro de llegar hasta los puestos más altos.
2.
Red de los varones: las mujeres son excluidas
de ciertas reuniones ya sea laborales o sociales, ya que no se les considera
importantes para la toma de decisiones.
3.
Discriminación sexual: una encuesta realizada
por el Wall Street Journal, muestra que el 50% de las encuestadas considera la
discriminación de su género como el mayor obstáculo para su carrera laboral.
Sólo el 3% considera un obstáculo la familia. El 80% considera que ser una
mujer es una desventaja para los negocios.
4.
Acoso sexual: el acoso sexual hacia las
mujeres es un hecho bastante común en las empresas. 4 de cada 5 agresores son
simplemente reprendidos, sin perder su trabajo. El 90% de las grandes
corporaciones, tienen quejas de acoso sexual por parte de sus empleadas.
5.
Leyes laxas sobre la
discriminación de género:
no hay represiones serias legalmente que sancionen la discriminación a las
mujeres, lo que hace muy fácil que siga habiendo discriminación hacia las
mismas.
Ahora, si nos vamos a
nuestro país, el hostigamiento sexual ocurre comúnmente en el ámbito laboral.
"En relación con la violencia laboral, un 20.6% de las mujeres declaró
haberla sufrido; más de un 4% refirió hostigamiento sexual. Más de 500 mil
mujeres han sido forzadas a tener relaciones sexuales; de ellas alrededor de 75
mil sufrieron una violación en el último año; sin embargo por ese delito cada
año se inician apenas 15 mil averiguaciones y sólo se concluyen 5 mil juicios
en los tribunales superiores de la justicia. Estos datos demuestran lo alejadas
que se encuentran las mujeres mexicanas de la
procuración e impartición de justicia: sólo un 14% de las mujeres
víctimas de violencia se acercaron a una autoridad a pedir ayuda, el resto
considera que nadie puede ayudarles. (Diario Oficial de la Federación, 2013,
p.13).
¿Y qué hace el país para
regular lo anterior?
“Por
su parte, el Código Penal Federal establece que el delito de hostigamiento
sexual sólo será punible cuando se cause un daño o perjuicio a la víctima. La
pena prevista en estos casos es de sólo 40 días de multa (CPF artículo 259
bis). Parece difícil que una mujer tenga interés en querellarse por
hostigamiento sexual si debe probar la afectación que se le causó con ello y,
encima, si la consecuencia jurídica será sólo el pago al Estado de una cantidad
de dinero.” (Peña, B., 2011, p.14).
Multar
al agresor no es garantía de que el hostigamiento se detenga, simplemente
porque paga una cierta cantidad de dinero y sigue con su trabajo. Debería de
haber más regulaciones al respecto, por ejemplo, que sea requisito que el
agresor y víctima ya no tengan una relación directa, así como que sus oficinas
se encuentren lejos una de otra. Incluso, si el daño es grave como una
violación o violencia física o emocional grave, debería ser requisito el
despido del agresor.
Por si fuera poco, “[…] perviven normas que prevén que si la
licencia de maternidad se prorroga por complicaciones en el parto, la mujer
tendrá derecho sólo al 50% de su salario, por un periodo no mayor de 60 días
(LFT artículo 170, fracción V).” No sólo se les paga menos a las mujeres, sino
que también no se tienen tantas consideraciones en caso de maternidad. (Peña,
B., 2011, p.14). Las mujeres que tienen complicaciones de parto, no sólo no son
apoyadas en una etapa de vulnerabilidad, sino que se les afecta económicamente.
¿Cómo es posible que una mujer con incapacidad de trabajar y que además tiene
otra persona que depende de ella, tenga solamente derecho al 50% de su salario?
En ese periodo los gastos de la mujer aumentan, lo que hace todavía más difícil
su situación.
Ahora, no todo es malo, el país ha realizado acciones para
promover la igualdad entre los sexos. "Principio de no discriminación e
igualdad. En México, el artículo primero constitucional, contempla la
prohibición de la discriminación, e incorpora la definición contenida en el
Artículo 1 de la CEDAW, en la Ley Federal para Prevenir y Eliminar la
Discriminación (LFPED)." (CEDAW, 2010, p.1).
"El Plan Nacional
de Desarrollo 2007-2012 (PND) señala como ejes transversales para la
construcción de políticas públicas, la incorporación de la perspectiva de
género (PEG), la igualdad entre mujeres y hombres, y la eliminación de
cualquier discriminación por motivos de género. En concordancia con la
Recomendación 19 al Sexto Informe Periódico, el principio de igualdad está
incorporado en el PND; en la Ley General para la Igualdad entre Mujeres y
Hombres (LGIMH) y en el Programa Nacional para la Igualdad entre Mujeres y
Hombres 2008-2012 (PROIGUALDAD). En atención a la Recomendación General 25,
este principio se promovió a través del Acuerdo Nacional por la Igualdad entre
Mujeres y Hombres. (CEDAW, 2010,
p.1)."
Se destinaron distintos programas para el combate a la
desigualdad de género a diferentes organismos gubernamentales. INMUJERES,
destaca con la destinación de distintos programas. Entre ellos están: Acuerdo
Nacional Para la Igualdad entre Mujeres y Hombres, Sistema Nacional para la
Igualdad entre Mujeres y Hombres, Fondo de Inicio y Fortalecimiento para las Instancias
Municipales de las Mujeres, Subsistema Nacional de Igualdad en las Entidades
Federativas, Fondo para la Transversalidad de la Perspectiva de Género, etc.
(Universidad Autónoma de México, 2009, p. 115).
Ahora el reto ya que tenemos las regulaciones anteriores,
es llevarlas a cabo. De nada sirve tener un manojo de reglas y regulaciones
para el combate de un problema, si no existe una autoridad capacitada para
convertirlas en acciones.
Otro obstáculo para el techo de cristal, no solamente son
los hombres machistas, sino las mujeres machistas. Aquellas que piensan que el
rol de la mujer no está en el trabajo sino exclusivamente en el hogar; y que
por ende no se preocupan de las condiciones laborales de sus congéneres. Ya que
no está en su “rol” pertenecer del todo a ese mundo empresarial. No está mal
dedicarse al trabajo doméstico, lo que sí está mal es privarle a una mujer por
el simple hecho de ser mujer, el pertenecer del todo a un ámbito laboral al que
tiene todo el derecho.
No es sorpresa que exista mujeres que piensen así, ya que
la cultura occidental viene de una mentalidad patriarcal. En la que
exclusivamente los varones tenían el mando de la sociedad. Ésta mentalidad no
sólo moldea a los hombres que viven en ella, sino también a las mujeres.
De ahí que la mujer haya estado discriminada por tanto
tiempo, porque desde su psique ella acepta la estructura machista y actúa
acorde a ella. Bordieu, lo expresa así: “Los actos de conocimiento y de
reconocimiento prácticos de la frontera mágica entre los dominadores y los
dominados que la magia del poder simbólico desencadena, y gracias a las cuales
los dominados contribuyen, unas veces sin saberlo y otras a pesar suyo, a su
propia dominación […]”(Bordieu, P., 1998, p. 55).
En otras palabras Bordieu menciona que para haber una
dominación, debe existir un dominado. Lo explicaré con un juego de palabras. Para
que haya un dominado, éste tiene que aceptar a su dominador, de lo contrario no
sería dominado. De ahí que el dominado contribuye a su propia dominación, ya
que deja al dominador dominar.
Conclusiones
El
fenómeno del techo de cristal no es ético, ya que atenta contra los derechos
fundamentales de las mujeres. Además no existe ningún argumento que sea lo
suficientemente fuerte para sostener la inequidad, sin caer en las
generalizaciones y en el subjetivismo ético. Argumentos que son rechazados ya
que caen en falacias de generalización y atentan contra la universalidad de la
ética.
Para
combatir este problema es necesario realizar varias acciones. En primer lugar
campañas de concientización sobre el problema en empresas, organizaciones e
incluso en el gobierno. En el que se les muestre a hombres y mujeres por igual,
la situación. Para así crearles una conciencia sobre el tema y dejar de ser
víctimas de las estructuras patriarcales. En segundo lugar, llevar a cabo las
regulaciones que promueven la equidad de género que ya están aprobadas en
nuestro país. Para que de esta forma, el progreso en México deje de quedarse
solamente por escrito.
El
objetivo de lo anterior es fomentar el feminismo que busca la equidad entre los
sexos, no la supremacía de las mujeres sobre los hombres. Para ser una
civilización desarrollada, debemos de dejar atrás las distintas injusticias,
para caminar todos de la mano y lograr equidad de oportunidades.
Diana
Nelson
A01228082
Referencias:
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