viernes, 8 de mayo de 2015

Los 41 de México

Por: Ricardo Aarón Sánchez Munguía. (A01226054)


Resumen.

El artículo nos da a conocer las bases éticas para que, de acurdo con la historia y el contexto que se vive en la sociedad mexicana, se pueda determinar si se debería o no aceptar la homosexualidad como parte de la cultura mexicana y si esto pudiera conllevar a los consiguientes derechos como el acceso a matrimonios de personas del mismo sexo y la adopción por parte de estas parejas.

Palabras clave: ética homosexualidad gay LGBT matrimonio adopción México historia cultura

1. México.

México es un país que es muy rico por su cultura; la comida, las zonas arqueológicas, las lenguas prehispánicas y el color de nuestras fiestas son una pequeña parte que dan prueba de ello. Pero dentro de toda esta cultura, de manera superficial, se ve un rechazo hacia las personas homosexuales. Tendríamos que ver un poco de dónde se origina la cultura mexicana, pues siempre ha tenido dos grandes influencias externas: Norteamérica y Latinoamérica. Si bien las decisiones que la mayoría de las veces se toman en México es por apoyar a Estados Unidos y para tratar de tener una delantera con los otros países Latinoamericanos como Brasil. Sin embargo, es necesario verlo tanto con el relativismo cultural de los países que nos influyen como sin este para poder llegar a una verdadera conclusión: ¿Es realmente ético que una persona sea homosexual y con esto, pueda contraer matrimonio y formar una familia?

Podemos ver que en cuanto a las influencias norteamericanas, México está exactamente en la misma situación que Estados Unidos (legalmente hablando), pues son los únicos dos países del mundo en el que parcialmente los homosexuales pueden gozar de todos sus derechos. Pero en cuestión de las raíces latinoamericanas, las realidades son muy contrastantes.

2. Realidades latinoamericanas.

La cultura del machismo que hay en toda Latinoamérica hace que sólo los hombres heterosexuales jóvenes se puedan desarrollar en un ambiente libre de prejuicios sociales. La niñez, personas mayores, mujeres y homosexuales sufren constantes abusos por parte de la sociedad, sin embargo depende del país para que se note el grado de dureza de esta desigualdad.

2.1 Gays en represión.

Dentro de los países más conservadores se presenta República Dominicana. En este país ubicado en las Antillas, los homosexuales tienen una vida muy difícil pues la mayoría de la población opina que es algo que no debería ser aceptado. El apego religioso y la pobreza de este país obligan a que muchos homosexuales estén recurriendo a la prostitución para poder sobrevivir mientras esperan huir a algún otro país como Puerto Rico. Además en un país donde más del 25% de la población vive con menos del $2 US al día, la prostitución empieza a ser cada vez más común entre los homosexuales declarados. (Toro-Alfonso et.al., 2012).

Las estadísticas solo pueden hacer más lamentable la situación, pues analizando solo Santo Domingo, su capital, existen alrededor de 1265  hombres buscando relaciones casuales con otros hombres; todo esto en los 30 espacios que se cree que hay. (Toro-Alfonso et.al., 2012). Viendo estas estadísticas se hace más claro el rechazo social debido a que hay hombres que se identifican como heterosexuales a pesar de tener relaciones con otro hombre.

Con estas condiciones se puede ver claramente que a los homosexuales les es imposible llevar su vida día a día; escoger entre prostituirse para poder sobrevivir y quizás huir a Puerto Rico o vivir en el silencio y renunciar a poder conocer al amor no es respetar el más básico de todos los derechos de una persona: derecho a una vida plena y feliz.

2.2. Gays en libertad.

Pero no todo en Latinoamérica es amargura, sin duda un país que ha dejado asombrados a la mayoría de las personas es Colombia. Un país que en el siglo XX fue muy azotado por la inseguridad, la pobreza y el narcotráfico; sufrió un crecimiento a niveles agigantados a causa de una ola de verdaderos políticos que ayudaron a que el país se estabilizara.

Cabe aclarar que en materia de derechos de las personas homosexuales no se podían atrasar, aunque legalmente sea algo complejo de entender la situación colombiana. Las parejas homosexuales originalmente no podían contraer matrimonio, sin embargo si podían recurrir a una unión civil en la que después de varias modificaciones quedo con la casi todos los beneficios que posee un matrimonio. Sin embargo, la Corte Constitucional de Colombia fijo un plazo para reglamentar las uniones; el cual si no era cumplido, las parejas homosexuales iban a poder contraer matrimonio. Ese plazo no se cumplió y actualmente pueden contraer matrimonio ante un notario o juez. (Aparicio, 2009).

Lo verdaderamente interesante de la situación de la homosexualidad en Colombia y que a la vez se me hace muy innovador es la manera en la que conciben la homosexualidad. Al contrario del típico discurso en el que una persona tiene que confesar su sexualidad, “… muchos homosexuales han encontrado maneras de vivir libremente su sexualidad, sin orgullo pero también sin vergüenza.” (Aparicio, 2009). A fin de cuentas, si los homosexuales queremos en algún punto la igualdad ante las personas heterosexuales, este debería ser el camino pues la heterosexualidad así es como se recibe: sin orgullo ni vergüenza.

Por lo tanto esto es lo que resume una vida plena a la que una persona puede llegar a alcanzar sin problemas y que a la vez no necesita comprometer ni su integridad o felicidad para poder encajar con la sociedad. Viéndolo desde el relativismo cultural, nos demuestra que de acuerdo a las decisiones que han tomado los diferentes países, se ve una pequeña constante en la que se ve que mientras un país va creciendo económicamente, el tema sobre los derechos de los homosexuales va prosperando. Por consiguiente el aceptarlo si bien no traerá una influencia económica positiva significante, el prohibirlo si afectaría bastante a México.  Sin embargo hay más aspectos que se tienen que tomar en cuenta.

3. Riesgos sociales.

Entre todos los argumentos que dan los conservadores hay dos que resaltan: el SIDA y la institución del matrimonio. El primero, un aspecto de salubridad muy importante debido a que actualmente no hay una cura para poder combatirlo y que es perfectamente entendible la preocupación de la sociedad. El segundo, un aspecto meramente religioso que se ha extendido a otras culturas alrededor del mundo haciendo que hoy en día sea fundamental para la mayoría de las personas.

3.1. Propagación del SIDA.

El VIH/SIDA es una enfermedad relativamente nueva que afecta principalmente a los homosexuales, pues según cifras dadas por organizaciones como VIHas de Vida, Centro de Atención Integral en VIH-Sida, A.C. tienen 17 veces más probabilidades de estar expuesto al virus que las personas heterosexuales. A pesar de que se transmite por medio de relaciones sexuales en general, cuando el brote había comenzado el uso del condón entre las personas homosexuales no era una práctica común. (Izazola et.al. 1995).

Hacer una encuesta sobre el uso de condón y verificarlo con las estadísticas actuales del VIH/SIDA en México es necesario para saber qué tan grave o no es su propagación tanto por las personas homosexuales como heterosexuales. Cabe aclarar que las llamadas relaciones de una noche no son un problema cuando se hacen con la protección adecuada, el problema es cuando se decide omitir los métodos anticonceptivos correspondientes porque ahí se atenta contra la salud de la otra persona o incluso contra la propia.

3.2. Destrucción de la institución matrimonial.

Muchos conservadores de la sociedad mexicana, que a su vez pertenecen en su gran mayoría a la católica, piensan que la institución que representa el matrimonio va a quedar destruida una vez que las parejas del mismo sexo se puedan casar. Los matrimonios originalmente han sido entre un hombre y una mujer y su único objetivo ha sido el de procrear para poder formar una familia. Conforme han pasado los años se ha modificado para que los divorciados se puedan volver a casar. Por lo tanto no hay motivo por el cual el matrimonio no se pueda redefinir de nuevo. (Gimeno et.al., 2009).

Incluso siguiendo la definición original del matrimonio, en la actualidad habría muchos problemas con varios matrimonios en el que al menos uno de ellos es infértil, pues la procreación no sería posible. A la vez pone en validez otros matrimonios que no son realmente verdaderos debido a que una de las partes se casa por un interés económico, lo cual no es ético desde el simple hecho que no se es honesto con la otra persona. En sí, eso es en lo que se resume, el matrimonio puede tener cualquier combinación en cuanto a la caracterización sexual de las partes que lo conforman, mientras se sigan teniendo los valores fundamentales que conlleva el matrimonio como lo es el amor, la empatía, la honestidad, etc. (Valdés, 2007).

Esos valores son los que, en vez de destruir la institución matrimonial, lo único que haría sería fortalecerla. Por consiguiente, si la institución matrimonial se fortalece, los valores que representa también lo harán y, los matrimonios como lo son los de conveniencia, disminuirían. Eso sin mencionar el avance que se haría en materia de igualdad, pues bien, cuando un sector avanza, los demás como la igualdad de género, racial y social también lo hace.

4. México católico.

Como ya mencioné antes, México tiene dos grandes influencias externas que son Norteamérica y Latinoamérica, pero a la vez hay una tercera grande influencia externa que ha estado arraigada en nuestro país desde la época de la Nueva España. Esa tercera influencia es la religión a la que pertenece el 82% de la población mexicana: el catolicismo. (INEGI, 2010). Aunque la Iglesia Católica y el Estado se hayan separado legalmente desde la Constitución Mexicana de 1857 y ratificada por la vigente Constitución Mexicana de 1917, la Iglesia Católica sigue teniendo una fuerte influencia en las decisiones que se toman en el país.

4.1. Líderes de la Iglesia Católica Mexicana.

Legalmente México es un país laico, por lo que cabría recalcar que argumentar en contra de la homosexualidad basándose en lo que dice la Biblia no es posible en el ámbito legal. Por lo tanto, argumentar por medio de lo que dicen sus representantes (en este caso los sacerdotes) es todavía menos factible, pero como ya mencioné la Iglesia tiene fuerte influencia en el pensamiento general de la población. Lo que nos podría llevar a pensar que en sí la gente no está convencida de sus propios argumentos, sino que en cierta manera es coaccionada de forma involuntaria, pues la amenaza usada es el infierno.

Además se ha comprobado los casos en México de varios sacerdotes que siendo firmes líderes en contra de temas de la homosexualidad y que a menudo solían ser referentes en la comunidad, al final terminaron en escándalos de pedofilia a nivel nacional. Ejemplo de esto son Lemercier y Maciel.

Los análisis psicológicos de estos sacerdotes muestras dos hechos interesantes. El primero esa que cada vez que pronunciaban su discurso en contra de la homosexualidad, se estaban atacando a ellos mismos; pues después de los escándalos se identificaron como homosexuales. En segundo que la represión sexual a la que eran sometidos por el celibato impuesto, era tan grande que se empezó a desviar cayendo así en prácticas totalmente reprobables como lo son la pedofilia. (Chacón et.al., 2004).

Cabe aclarar que el hecho de que una persona sea homosexual no implica que se vaya a convertir en un pederasta. Esto sucede cuando cualquier conducta sexual es reprimida puede causar este tipo de desviaciones sin importar las preferencias sexuales de la persona. (Chacón et.al., 2004).

Esto causa verdaderos problemas al no haber respetado la integridad de un menor, como lo fue en el caso de estos dos sacerdotes y en las decenas de casos que han estado sacando a la luz desde la llegada del Papa Francisco. Pero atrás de las palabras de los líderes, está el documento máximo que es del cual basan sus argumentos: la Biblia.

4.2. El pecado en la Biblia.

La homosexualidad es condenada por la Biblia. El Levítico 18:22 nos dice: “No te acostarás con varón como con mujer: es abominación”. Algunos de sus estudiosos han dicho que, contrario a las apariencias, la Biblia no es realmente tan severa contra la homosexualidad, y explican cómo se debe interpretar cada pasaje relevante (parece haber nueve de ellos).” (Rachels, 2006).

Si bien, en Levítico es también donde vienen reglas que en esos tiempos aplicaban como no mezclar telas, no comer mariscos, que un padre lapide a su hija si no llega virgen al matrimonio, la prohibición de la mujer en la iglesia después de que parió, etc. Con estas también vienen muchas historias extrañas como niños que al burlarse les lanzan la maldición y se los comen los osos, esposas violadas hasta la muerte para evitar la violación de un extraño, Dios obligando a un hombre a matar a su hijo solo para probar su fe, etc.

El punto de todo esto es que la Biblia no debe de ser tomada en un sentido tan estricto y literal, debe de ser tomada más como un libro de carácter histórico en el sentido de que nos explica las reglas a las que eran sujetas las sociedades de aquellos tiempos. Muchas provienen de querer cuidar la salud de las personas, pues en aquellos tiempos el mezclar telas, comer mariscos, el sexo anal o el salir de la casa antes de la cuarentena podía causar una infección que en esos tiempos era imposible de curar debido a la falta de los recursos tecnológicos. El aumento de salud pública en nuestros tiempos es bastante mejor, por lo tanto hay riesgos que han desaparecido por completo.

El verdadero problema ético es cuando las reglas que provienen de tus creencias religiosas quieres que se apliquen a todas las personas sin importar sus creencias o estilo de vida porque estás afectando su libertad; lo cual representa en pocas palabras el problema que actualmente vive la mayoría de los países en el mundo incluyendo a México: personas que creen tener el derecho de imponer sus creencias a las otras.

5. México LGBT.

Si bien la comunidad mexicana jamás es igual a las comunidades de otros países, siempre los extranjeros se quedan fascinados por nuestra cultura y la calidez de nuestra raza. Es por eso que aunque ya sabemos por lo que pasan las comunidades LGBT de otros países, también es necesario ver dos aspectos de la comunidad LGBT mexicana: el ayer y el hoy.

5.1. El pasado gay de México.

Una creencia popular es que en México los homosexuales “empezaron a existir” en épocas recientes y gracias a las influencias extranjeras de países como Estados Unidos o de Europa; pero eso es falso. Si bien fue en los años 70 cuando el término gay se empezó a difundir entre la población mexicana para referirse a los homosexuales de una manera más correcta; la ausencia de términos locales para los homosexuales no faltaban. Marica, joto, tortilla, chancla, bicicleto, adefesio, etc. eran solo algunos de los que se usaban. (Laguarda, 2007).

Incluso se hacían presente en la época del Porfiriato esos términos, tal y como se puede comprobar en el tan famoso “Gran Baile de los 41”. En México hay un especial rechazo con este número (41) ya que a partir de ese hecho se ha relacionado con los homosexuales y es tal el rechazo que incluso no existe un batallón 41; sino que es el 40, 40-bis y 42. Su origen es un baile en la época del Porfiriato en el que 19 hombres con vestido de mujer y 22 vestidos de saco y corbata habían organizado ese “Gran Baile de los 41”. Las notas periodísticas de la época decían esto:

La noche del domingo fue sorprendido por la policía, en una casa accesoria de la 4a. calle de la Paz, un baile que 41 hombres solos verificaban vestidos de mujer. Entre algunos de esos individuos fueron reconocidos los pollos que diariamente se ven pasar por Plateros. Éstos vestían elegantísimos trajes de señoras, llevaban pelucas, pechos postizos, aretes, choclos bordados y en las caras tenían pintadas grandes ojeras y chapas de color. Al saberse la noticia en los bulevares, se han dado toda clase de comentarios y se censura la conducta de dichos individuos. No damos a nuestros lectores más detalles por ser en sumo grado asquerosos”. (Periódico de la época, s.f.)

También se sabe perfectamente que en esa fiesta se encontraba una persona 42, que precisamente era el yerno de Porfirio Díaz, Ignacio de la Torre y Mier. Porfirio por evitar la pena y el desprestigio de la familia, decide encubrirlo y sacarlo de la cárcel. Estos hechos son comprobados mediante lo escrito en el diario de la hija de Porfirio Díaz.

Incluso antes del Porfiriato, es decir, en las épocas prehispánicas se sospecha de que ya tuvieran conocimiento sobre lo que eran los homosexuales. El problema es que todo es muy confuso debido a que hay escritos que se contradicen los unos a los otros sobre si eran aceptados o castigados; todo esto debido a que en la época de la Colonia muchas veces los españoles decían que las culturas lo aceptaban para usarlo de excusa de represión y otras veces los indígenas decían que era castigado para tratar de detener la represión. Pero escritos de antes de la conquista dejan ver que los purépechas los aceptaban. (Evans, 2010).

Por lo cual con todo esto podemos ver que los homosexuales no son producto de una influencia externa, sino que siempre han existido en el territorio mexicano. Por lo tanto no sería ético rechazarlos y menos con la excusa de que son corrientes de mentalidad extranjeras, pues está comprobado que en México siempre han existido.

5.2. El presente gay de México.

Con todo lo que han pasado los homosexuales a través de la historia y lo que están pasando en la actualidad, también tenemos que pensar si verdaderamente el querer vivir plenamente vale la pena en contra de todos los abusos que sufren las personas homosexuales en México.

Empezando por el problema de los nombres despectivos, el cual no reside mucho en que se pueda ofender a los homosexuales que ya lo hacen manifiesto (aunque si es bastante incómodo para ellos soportar los insultos). Si no en el reforzamiento de que ser una persona homosexual es algo negativo y que las personas que apenas están descubriendo su sexualidad tengan miedo de aceptarse tal y como son. Por lo tanto está interfiriendo con lo que podría ser un desarrollo pleno de la persona.

La homosexualidad es uno de los aspectos de la vida, de la persona, pero no es el único. El consultante puede buscar que se le oriente acerca de la forma de solucionar el estrés que le produce vivir en una sociedad homofóbica. Puede necesitar orientación acerca de si es mejor “salir del clóset” o no hacerlo.” (Ardilla, 2007).

Es por eso que las terapias afirmativas es lo más recomendado, porque aparte de llenar a la persona de positivismo, hace que la persona se fortalezca y pierda los miedos para poder enfrentar a la sociedad y seguir siendo feliz. Contrario a las denominadas terapias de conversión, las cuales hacen todo lo contrario. Estas terapias lo único que hacen es que las personas desarrollen sus miedos y repriman sus impulsos sexuales; lo cual puede resultar en afectaciones o desviaciones muy graves como las que ya se vieron con los sacerdotes antes mencionados.

Cierre.

La finalidad de este ensayo jamás fue atacar a la Iglesia Católica, al contrario, sino a invitar a reflexionar y a ser críticos sobre todo lo que se nos dice y las repercusiones que pueden tener en miles de vidas humanas. Como se vio las personas homosexuales no representan ningún riesgo para nadie, al contrario, lo único que quieren es una igualdad de derechos en donde solo va  a traer beneficios a la sociedad. Querer usar a la Iglesia Católica como una excusa de odio son los ideales que llevaron a la guerra en la Edad Media, cuando simplemente el ser una persona incluyente es lo que va a hacer que la controversia se deje en el pasado y que la sociedad se una más para un bien común. Es por eso que exhortó a que verdaderamente reflexionen la causa del odio que pudieran tener a las personas homosexuales y que vean que jamás va a haber una buena razón para odiar a las personas, si no que con amor es como se logran los verdaderos cambios.

Referencias.

Aparicio, Jorge. (Septiembre 2009). Ciudadanías y homosexualidades en Colombia. Iconos. Revista de Ciencias Sociales, núm 35, pp. 43-54. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Ecuador. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=50911906004

Chacón Lucero, Villamil Raul. (Julio - Agosto 2004). Homosexualidad y pederastia en la institución religiosa. El Cotidiano, vol. 20, núm. 126, p. 0. Universidad Autónoma Metropolitana Azcapotzalco. México. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=32512618

Gimeno Beatriz, Barrientos Violeta. (Septiembre 2009). La institución matrimonial después del matrimonio homosexual. Iconos. Revista de Ciencias Sociales, núm. 35, pp. 19-30. Facultad Latinoamericana de Ciencias Sociales. Ecuador. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=50911906002

Laguarda, Rodrigo. (Enero - Junio 2007). Gay en México: lucha de representaciones e identidad. Alteridades, vol. 17, núm. 33, pp. 127-133. Universidad Autónoma Metropolitana Unidad Iztapalapa. México. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=74712772012

Rachel, James. (2006). La cuestión de la homosexualidad. Introducción a la Filosofía moral, 1er edición, pp. 80-86. Fondo de Cultura Económica. México.

Toro-Alfonso José, López Mabel, Nieves Karen. (Enero - Junio 2012). Sexualidades migrantes: La emigración de hombres dominicanos gay. Caribbean Studies, vol. 40, núm. 1, pp. 59-80. Instituto de Estudios del Caribe. Puerto Rico. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=39225841004

Ardilla, Rubén. (2007). Terapia afirmativa para homosexuales y lesbianas. Revista Colombiana de Psiquiatría, vol. XXXVI, núm. 1, pp. 67-77. Asociación Colombiana de Psiquiatría. Colombia. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=80636106

Izazola Jospe, Avila Carlos, Gortmaker Steven, Del Río Carlos. (Noviembre - Dicembre 1995). Transmisión homosexual del VIH/SIDA en México. Salud Pública de México, vol. 37, núm. 6, pp. 602-614. Instituto Nacional de Salud Pública. México. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=10637615

Valdés, Claridad. (2007). ¿Son legítimos los matrimonios homosexuales? IUS. Revista del Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla A.C., núm. 20, pp. 285-290. Instituto de Ciencias Jurídicas de Puebla A. C. México. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=293222932016

INEGI. (2011). Panorama de las religiones en México 2010. Censo General de Población y Vivienda 2010. Recuperado de: http://www.inegi.org.mx/prod_serv/contenidos/espanol/bvinegi/productos/censos/poblacion/2010/panora_religion/religiones_2010.pdf

Evans, L. (Febrero del 2010). Chronology of mexican gay history. Gay Chronicles. Recuperado de: http://web.archive.org/web/20040510144816/www.geocities.com/gueroperro/Chron-Mex.htm

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