Beatriz Fernanda
Alatorre Rodríguez
Ética, personas y
sociedad
México y su
Democracia: Desigualdad
Durante este trabajo se hablara
sobre la situación que se vive en nuestro país, México, principalmente
destacando el contexto y realidad el régimen político en el que vivimos, con la
finalidad de concientizar y mejor aún informal al lector, siendo el primer paso
para mejor la situación de nuestro país; el primer paso es que la población acepte
la realidad de los problemas que nos afectan directamente como ciudadanos día a
día, saber su origen de los problemas ayuda para la solución de estos. Se
discutirá sobre la desigualdad, el abuso de poder por parte de los trabajadores
de gobierno y otros temas más, con la postura ética constante y con argumentos
sostenibles para respaldar mi postura sobre el tema. El importante aclarar y
tener en claro que vivimos bajo un régimen democrático y como ciudadanos
tenemos que trabajar para que se respete y se vea por el bien común de todos
los mexicanos.
Palabras Clave: Desigualdad,
Democracia, Estado de Derecho, Gobierno, Corrupción
Considero que como
país tenemos muchos problemas éticos, sin embargo, uno de los problemas más
grandes que yo como ciudadana veo que cada vez sigue corrompiendo más y más a
la sociedad, es sin duda alguna la desigualdad que se vive en nuestro país. Lo
más importante de todo esto es que se supone que vivimos en un sistema político
que se basa en la democracia, en el cual sus principales características de
este son la igualdad y la libertad entre sus ciudadanos. No obstante, la
situación de México hablando sobre el fenómeno de la igualdad es contraria con
la realidad que se vive en el país.
Mi postura sobre este tema es a
favor de la igualdad, y en contra de la desigualdad tan ejercida en nuestro
país, considero que las personas deben de tener las mismas oportunidades y por
lo contrario siempre llegan a ser las personas con menos recursos las que
reciben menos de las oportunidades y beneficios que existen en nuestro país.
Las personas más vulnerables no solo sufren la mala administración de nuestros
gobernantes, sino la mala distribución de las riquezas, sin duda alguna
considero que el problema es minimalista, es decir viene de la forma de
gobierno.
Es importante
aclarar que la democracia es mucho más que los procesos electorales y decidir
quién quieres que represente -se supone- el bien común de todos los ciudadanos
mexicanos, sin embargo esta práctica de la democracia es sumamente importante
pues el objetivo de que estas personas nos representen es para que vean el bien
común de todos los ciudadanos.
“La desigualdad social presupone como categoría de análisis la
presencia de procesos de alta acumulación de capital económico, político e
'informacional' así como de una mala distribución de la riqueza, transformando
beneficios públicos en privados […] en un marco semejante, sólo determinados
sectores de la sociedad gozan de prebendas, mismas que se obtienen en
detrimento de los demás. Estos procesos son acompañados por la ausencia y/ o
debilidad de instituciones de carácter político que, en lugar de distribuir
equitativamente el bienestar, limitan su acceso” (Díaz,
2009, pg. 8)
Este tipo de escenario que
ocurren con frecuencia, las personas con mayores necesidades suelen ser las que
menos salen beneficiadas, es un problema de corrupción, de beneficiar a las
personas con adquisición económica mayor que pueda comprar las instituciones. “la democracia parte de los principios de libertad, igualdad y
equidad bajo los que orienta la construcción de instituciones, marco de
referencia de las acciones de los individuos, cuyo resultado se espera sea una
sociedad con menores asimetrías tanto políticas como económicas. Sin embargo,
democracia y desigualdad coexisten porque, de alguna forma, la primera ha
institucionalizado a la segunda tolerando y haciendo llevadera su
existencia” (Díaz, 2009, pg. 12).
Un
Estado de Derecho es lo que se debería de ampliar efectivamente en nuestro
país, pues a pesar que un Estado de Derecho es lo contrario a un Estado
Absolutista al igual que la Democracia, estos dos tienen en común que las
personas eligen a los representantes de gobierno, y surge aquí la división de
poderes, como el Poder Legislativo, Poder Judicial y Poder Ejecutivo, sin
embargo el estar bajo un régimen Democrático no necesariamente implica que
exista un Estado de Derecho. Para que exista un verdadero Estado de Derecho es
necesario que la sociedad política se encuentre plenamente juridificada y donde
las normas aseguren que todo ciudadano será tratado por igual frente a la
justicia.
Según
la definición de un Estado de Derecho este tiene que cumplir con ciertas normas
como la Ley debe de ser el mandato
fundamental, lo esencial de esta norma es que todos los ciudadanos al igual
que los representantes de gobierno deben someterse y ser juzgados con las
mismas condiciones como cualquier individuo por más importante que su cargo
sea; Deben de garantizarse todos los
Derechos y Libertades, es responsabilidad del Estado que la Ley se efectúe
y que en ella se vele por la libertad de todos los individuos que viven bajo su
tutela; y la Administración debe de
encontrarse limitada por la Ley (Definición, 2015). “Un Estado de Derecho Efectivo es fundamental para la existencia
de un régimen democrático, pues garantiza la igualdad de los ciudadanos frente
la ley, así como la existencia del régimen mismo. Una democracia sin Estado de
Derecho es una contradicción” (Aguiar, 2009).
Es más que claro que todas estas normas que se
deben de respetar para tener un Estado de Derecho son corrompidas aquí en
México, es necesario y primordial para el bienestar de México y sobre todo para
mantener estabilizado el edificio social, que se recupere la confianza de los
ciudadanos hacia sus representantes, y sin duda alguna mejorar la formación una
sociedad igualitaria y responsable políticamente. En “México diversos problemas
han sido ya resueltos: nuestro régimen es una democracia electoral competitiva,
en donde la libertad de expresión está garantizada para los diversos actores
civiles y políticos. Sin embargo, las deficiencias del sistema de justicia, en
particular las referentes al desempeño de los ministerios públicos y las policías,
son un reto que el Estado mexicano y su democracia no han logrado superar. El
Estado mexicano ha sido incapaz de modernizar, profesionalizar y hacer del
Ministerio Público (MP) una institución efectiva, transparente y que proteja y
garantice la seguridad y los derechos de víctimas y acusados” (Aguiar, 2009).
La
creación de instituciones de las desigualdades sociales parece ser tan antigua
como el surgimiento del Estado. La creación del Estado así como la el Pacto
Social que da pie a la organización, por un lado da el interés general y, por
otro, prevé que la legislación regule cierto tipo de desigualdades:
“La ley puede muy bien estatuir que habrá privilegios, pero
no puede dárselos concretamente a nadie; la ley puede crear distintos tipos de ciudadanos,
asignar incluso las cualidades que darán derecho a estas clases [...] no hay
que preguntar a quién corresponde hacer leyes, puesto que éstas son actos de la
voluntad general [...] ni si la ley es injusta, puesto que nadie es injusto
para sí mismo. [...] En cuanto la igualdad, no debe entenderse por esta palabra
que los grados de poder y de riqueza sean absolutamente los mismos, sino que,
en cuanto poder, esté por debajo de toda violencia y no se ejerza nunca sino en
virtud del rango y de las leyes y, en cuanto a la riqueza, que ningún ciudadano
sea lo bastante pobre como para verse obligado a venderse” (Díaz, 2009)
Se puede decir que
desde la creación del Estado se ha ejercido la desigualdad y por ende la
sociedad está acostumbrada, sin embargo la desigualdad sobre pasa los niveles
de tolerancia o inhumanidad cuando existe una gran cantidad de personas
viviendo en situaciones de pobreza extrema. “México es un
país en desarrollo caracterizado por profundas desigualdades sociales y
regionales. Con 103,263,388 habitantes en 2005, de los cuales 23.5% eran
población rural, es la undécima nación más populosa del planeta (Inegi, 2007:
36). Se caracteriza además por su fuerte emigración: en 2006, 11,534,972
mexicanos residían en Estados Unidos de América (eua) (Pew, 2008). Por el
tamaño de su producto interno bruto (pib), de 840 mil millones de dólares
estadounidenses, en 2006 era la décimocuarta economía más grande del globo
(Pef, 2007: 290, 294). Con un pib per cápita de 8,134 dólares anuales en 2006,
se lo puede considerar como un país de ingreso medio; sin embargo, dicho
ingreso está notoriamente concentrado en sectores reducidos de la población. Su
Índice de Desarrollo Humano (idh) de 0.8031 lo coloca en el lugar 52 en el
mundo, inferior a algunos otros latinoamericanos, como Argentina, Chile,
Uruguay, Costa Rica y Cuba” (Emmerich, 2009, pg. 18).
La
desigualdad desgraciadamente es una de las cosas que se distingue a nuestro
país, puede estar uno de los hombres más ricos del mundo dentro de nuestra
sociedad y al mismo tiempo tener una gran parte de la población en pobreza
extrema; según un reporte sobre desigualdad y pobreza, realizado por la
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), en nuestro
país la diferencia entre el ingreso de 10 por ciento de las familias más ricas
y el 10 por ciento de los hogares más pobres fue de 28.5 veces en el año 2010,
y esta desigualdad va en aumento (Piz, 2013), “A las democracias modernas les
falta el otro, los otros. […]
las sociedades contemporáneas unas ricas y otras pobres y aun miserables, en el
interior de cada sociedad se repite la desigualdad. Y en cada individuo aparece
la escisión psíquica. Estamos separados de los otros y de nosotros mismos por
invisibles paredes de egoísmo, miedo e indiferencia. […] a medida que se eleva
el nivel material de la vida, desciende el nivel de la verdadera vida […] La
democracia moderna no está amenazada por ningún enemigo externos sino por sus
males íntimos” (Paz, 1992, pg. 23-24).
Es más que evidente
la ineficiencia de nuestro régimen político, y esto en cualquier ámbito en el
que se demuestre llega a ser un problema ético que como ciudadanos de este país
sufrimos día con día, llámese corrupción, desigualdad, abuso de poder,
discriminación y un sinfín de violaciones de derechos.
“Los estándares de
justicia, en general, no invalidan los derechos morales individuales. Parte de
la razón es que, en cierto grado, la justicia se basa en los derechos morales
individuales. El derecho moral a ser tratado como una personas libre e igual, por
ejemplo, es parte de lo que está detrás de la idea de que los beneficios y las
cargas deben distribuirse por igual. Pero todavía más importantes es el hecho
de que, como se vio, un derecho moral identifica los intereses de las personas,
cuya búsqueda libre no se puede subordinar a los intereses de otros, excepto
cuando hay razones especiales y excepcionalmente fuertes” (Velásquez, 2006, pg.
90).
Debe de dejar de existir
esos rangos tan extremistas de una parte de la sociedad hacia la otra, es
importante tomar conciencia especialmente los representas de gobierno, no se
debe de poner como prioridad los interés y necesidades de algún sector de la
población y dejar en la marginación al resto. En conclusión considero
importante que nosotros como ciudadanos hagamos la diferencia dejar atrás esa
costumbre que la mayoría de los mexicanos tienen y que desgraciadamente nos
está caracterizando, me refiero al beneficio individual que la mayoría de
nosotros buscando, provocando que se normalice la corrupción y esto es más que
claro que nuestros representantes en el gobierno aprovechan y multiplican la
busca por su benéfico individual o tal vez solo de las personas cercanas a
ellas.
Referencias
Díaz, C. (2009). Instituciones, democracia y desigualdad
social. Revista mexicana de
Ciencias
políticas y sociales. Recuperado de:
Democracia sin
Estado de Derecho. El Ministerio Público en México
Paz,
Octavio. (1992), La democracia: lo absoluto y lo relativo. Mexico. Vuelta.
Recuperado de: http://www.letraslibres.com/sites/default/files/pdfs_articulos/Vuelta-Vol22_261_03aDmAbsRlOPz.pdf
Velásquez,
Manuel G. (2006). Justicia y Equidad. México. Person Educacion.
Definición.
(2015). Estado de Derecho. 2015,
de WordPress Sitio web:
Piz, V. (23 de abril de 2015). México, líder en
desigualdad. El Financiero.
Recuperado
de: http://www.elfinanciero.com.mx/opinion/mexico-lider-en-desigualdad.html
Gustavo Ernesto
Emmerich . (2009). Situación de la democracia en México. Iztapalapa :
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Autónoma Metropolitana.
Díaz,
C. (2009). Instituciones, democracia y desigualdad social. Revista mexicana de
Ciencias
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http://www.scielo.org.mx/scielo.php?pid=S0185-19182009000100006&script=sci_arttext
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