martes, 12 de mayo de 2015

Igualdad económica, una utopía irrealizable.



Como dijo Voltaire (1694-1778) Filósofo y escritor francés. ”No siempre depende de nosotros ser pobres; pero siempre depende de nosotros hacer respetar nuestra pobreza”. En la sociedad moderna se ha hablado tanto de la pobreza; que si es un cáncer, o que si hay que erradicarla, o simplemente se crea un sentimiento de lastima. Si bien la pobreza es algo casi imposible de eliminar, esta se debe dar a respetar. Si no es posible garantizar una igualdad económica, se tiene que garantizar igualdad de oportunidades, que es lo que crea la diferencia entre que los pobres sigan pobres y los ricos se enriquezcan. Para empezar a ganar dinero necesitas dinero, pero ¿de dónde sacan los pobres el primer dólar? De esto se hablara en el siguiente ensayo: las dificultades de erradicar la pobreza.

Se puede clasificar la pobreza en dos tipos, absoluta y relativa. La persona en pobreza absoluta no tiene suficiente dinero para reproducirse y satisfacer sus necesidades básicas (Carmona, 2011, p.104). La pobreza relativa es definida como aquel pobre cuyo ingreso monetario es 50% menor al ingreso mediano (Salama, 2008, p.151) y según el Coneval del 2012, aproximadamente el 45.5% de la población Mexicana está en pobreza (CONEVAL, 2012). La pobreza absoluta en los países subdesarrollados y en desarrollo es una preocupación de la que nos tenemos que hacer cargo, puesto que es posible su erradicación. Pero en los países desarrollados seguirá existiendo pobreza también, aunque no tan extrema como la absoluta, la relativa. Esta será imposible eliminarla por su propia definición y por la extrema dificultad (o imposibilidad) de que el ingreso sea el mismo para todas las personas, ya que como dice Salama “Salvo suponer la posibilidad de que exista una sociedad en la cual todos los ciudadanos reciban la misma remuneración, resulta imposible suprimir la pobreza relativa” (Salama, 2008, p.152) pero si se puede disminuir su efecto para evitar la no dignificación de los seres humanos, ya que la pobreza deshumaniza a la gente y es un atentado a la dignidad humana. (García, 2008, p.4)
El sistema democrático se basa en los principios de igualdad, eficiencia y auto gratificación, esto da a pensar a los ciudadanos que al saberse políticamente iguales también exijan igualdad en la satisfacción de sus deseos. (Dieterlen, 2003, pp.25) Pero lograr esa igualdad que parece que promete el sistema democrático es imposible, en gran medida se da por el limitante de recursos, aunque existen argumentos en contra de la idea de limitantes de recursos, que dicen que las hambrunas no son causadas por falta de alimentos, sino por el sistema de propiedad (Dieterlen, 2003, p.26) ya que si repartes de los que tienen mucho a los que tienen poco, el problema parecería que se arregla. En cambio hay teorías, como la neomalthusiana, que dice que esos esfuerzos por arreglar el problema no solo son inútiles, sino contraproducentes. (Dieterlen, 2003, p.23)



Esto último se mete en problemas con la idea de la justicia, y abre la pregunta a cuál es la diferencia entre lo justo y lo equitativo. Ya que según Dieterlen “Las desigualdades económicas y sociales han e satisfacer dos condiciones: a) ser para el mayor beneficio de los miembros menos favorecidos de la sociedad; y b) estar adscritas a cargos y posiciones para todos en condición de equitativa igualdad de oportunidades”. (Dieterlen, 2003, p. 26) En lo particular cuestiono que tiene de justo quitarle a los que tienen mucho para dárselo a los que tienen poco, ya que de algún modo los primeros trabajaron para conseguirlo, además se están creando dos personajes; El rico que se podría ver como un trabajador para el pobre, y el pobre se puede llegar a convertir en mantenido con una mentalidad de: ‘si el rico trabaja y me da dinero porque yo lo necesito, entonces ¿Para qué trabajar?’. Esto claramente no será en todos los casos, pero al aplicar este tipo de obligaciones a los económicamente más poderosos, se estará tomando a los pobres como objetos de caridad, lo cual puede atentar contra su dignidad humana. 
A lo largo del tiempo, nuestro modelo económico se ha ido justificando éticamente en el hedonismo (Cortina, 2002, p.162), entonces, en busca del placer personal, se da lugar a condiciones inequitativas para todas las personas y esto es gracias al poder que tienen los más poderosos a la hora de negociar y establecer bases en el trabajo. Las personas necesitan comer, y existen personas con más necesidad que otras, si una persona busca entonces ofrecer su fuerza de trabajo, la cual muchas veces no es la más calificada (Isidro, 2013, p.83), entonces su fuerza será cotizada más barata que otra persona más calificada y se le ofrecerán trabajos necesarios para satisfacer condiciones de la vida hedonista de las personas, los cuales son a veces poco gratificantes, es decir que las personas más adineradas evitarán realizar y el hambre de los más necesitados obligara a las personas a aceptar esos trabajos por una paga poco justa. (Isidro, 2013, p.84). Por ejemplo, en un contexto donde todos tienen no más que 100 pesos y todas sus necesidades básicas se encuentran satisfechas y es domingo de partido de futbol pero tu drenaje se tapó y se debe arreglar y tu deseas estar sentado viendo el partido y nada más, buscaras quien lo haga por ti, pero en las condiciones de igualdad no encontraras a nadie, a menos que ofrezcas una gran proporción de los 100 pesos que posees, por ejemplo 50. Esto da lugar a que la siguiente semana alguien tendrá 150 pesos y tu tendrás solo 50 y tu tendrás más necesidad de dinero mientras que el otro tiene un margen más grande para negociar contigo y eventualmente ofrecerte un trato poco justo, lo cual éticamente no debería de existir ya que da lugar a la explotación, que es un claro ataque a la dignidad de las personas.
Lo que hay que eliminar es la explotación. Ya que como dice Isidro, “Mientras haya explotación, siempre habría pobreza” (Isidro, 2013, p. 84). La explotación se conoce como el trabajo excedente que es exigido al trabajador por parte del capitalista. Es decir, en su jornada de trabajo se trabaja una parte para él y otra para el que lo contrato y si no se elimina la explotación, las personas no pueden desarrollar su potencial plenamente (Isidro, 2013, p. 84). Mientras más necesidad haya más explotación vendrá con eso. En la ética de contratación no se debe tomar en cuenta que tanto necesita una persona el trabajo y que tanto estaría dispuesta a sacrificar por él, es decir no solo darle lo que al parecer necesita, sino darle lo justo con respecto a su trabajo. Un ejemplo claro está en el salario mínimo, si aceptas un trabajo con salario mínimo es porque lo necesitas, pero muchas veces ese trabajo no es proporcional, y es lo que hay que nivelar, buscar la justicia de lo que se hace con lo que se recibe y sobretodo empezar a tomar en cuenta que la explotación es una especie de esclavitud de la nueva era, la cual es imperativo eliminar para garantizar la dignidad humana. 
El consumismo compulsivo y excesivo que ha surgido en la sociedad contemporánea no se debe justificar en razones hedonistas o de búsqueda de felicidad, ya que esto abre la puerta a situaciones poco convenientes para para distribución de bienes y el uso correcto del ingreso, lo cual lleva a pobreza. (Cortina, 2002, p.38) El consumismo a niveles poco racionales genera por un lado una fuga de recursos económicos a los individuos ‘comunes’ y un gran enriquecimiento a otros pocos, ya que se intenta satisfacer necesidades ilimitadas con bienes limitados. (García, 2008, p.19) Y los que se ven afectados por esta limitante son evidentemente los que menos tienen, los cuales van cayendo en una escalera de discriminantes, las cuales llamamos clases sociales.
Dentro de cada sociedad, cada clase tiene su propia moral y forma de pensar. Y cada persona pertenecerá a una determinada clase social por la estructura económica de la sociedad (Vázquez, 2006, p. 186 - 188). “La forma de comportarse de cada clase social, en conjunto con el poder externo de corporaciones o gobierno, provoca que sus inspiraciones sean obstaculizadas o desviadas. Los pobres tienden a seguir pobres por falta de empleo o en su defecto empleo mal pagado.” (Salama, 2008, p 171), así como gracias a la poca preparación y dificultad de salir de ese entorno y forma de pensar. Una persona sin problemas económicos puede tomar como prioridad buscar su avance personal mientras que las clases más bajas tienen como prioridad sobrevivir. Y eso se puede ver estadísticamente, del CONEVAL podemos ver que del 54.5% de la población que no está en pobreza, 34.7% se encuentra vulnerable es decir, por algún motivo ya sea de carencias sociales o por ingreso, pueden caer en la pobreza. Esto último se podría ver como la clase media económica, mientras que solo el 19.8% de las personas no son pobres ni vulnerables (CONEVAL, 2012) en esto se puede ver la clara desigualdad económica que existe en el país ya que se esperaría que la distribución de dinero se comportara estadísticamente de forma normal, pero ya se vio que casi la mitad de las personas son pobres.
En las clases sociales bajas, se tiene una necesidad de trabajo más fuerte que en las clases sociales más altas. Como ya se dijo, una persona pobre tiene prioridades diferentes al jefe de una empresa. Mientras uno se preocupa por sobrevivir, el otro se preocupa por obtener la mayor ganancia y rentabilidad en su empresa. Esto provoca situaciones en las que se lleguen a acuerdos en los cuales, si bien los propósitos de las dos partes se cumplen, el de la necesidad más imperativa (sobrevivir) se lleva la peor parte y se llega a una explotación (Isidro, 2013, p.85). “Marshall confía en que tanto capitalistas como obreros puedan llegar a acuerdos sin usar su poder, lo cual es totalmente absurdo, porque un capitalista manipula el hambre del obrero.” (Isidro, 2013, p.83)  La necesidad de trabajo hace que los más vulnerables acepten trabajos mal pagados y hasta cierto punto visto como denigrantes, eso provoca que no se puedan desarrollar correctamente. Lamentablemente este fenómeno es inevitable, lo que se debe buscar es una manera de eliminar la explotación de este contexto.
La ética que viene con el capitalismo nos atrae constantemente a una indiferencia social (Cortina, 2002, p 163), hace pensar que mientras se tenga bienestar personal, lo demás no es tu problema. Es decir se empieza a desviar la moral del objetivo al que nosotros tal vez queríamos ir. Un efecto de esto es la toma del utilitarismo como método de pensamiento, lo que nos lleva a dejar de usar las personas como fines y usarlas como medios para lograr nuestros objetivos hedonistas, y esto en términos de inequitatividad económica puede llegar a ser preocupante puesto que se dejan de ver a las personas necesitadas como lo que son y se empiezan a tomar como maquinas que arman y trabajan para forjar el sueño de una persona (Gonzales, 2011). Esto se debe romper simplemente porque no es justo “En palabras de Rawls: La característica más sorprendente de la visión utilitarista de la justicia es que no importa.” (Gonzales, 2011) se está ignorando la dignidad de las personas en la forma que obstruimos su plan de vida para llevar a cabo el propio y esto último nos lleva a un imperativo practico de Kant: "obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo y nunca solamente como un medio" (Kant, 1785, 44).” (Gonzales, 2011). Ya que todas las personas deben tener las mismas posibilidades de cumplir sus planes de vida y aunque naturalmente vamos a poner nuestro propio plan por encima del de los demás, se debe de cuidar no interferir con el de los demás.
Junto con la revolución industrial, se creó una nueva etapa de derechos humanos, los cuales todavía no son totalmente garantizados. Siempre existirá desigualdad económica y con ella, necesidad. Pero para evitar los abusos y explotaciones de los patrones a las personas necesitadas que buscan trabajo se debe hacer una observación muy exhaustiva de que los derechos humanos de las personas no se degraden en los términos laborales ni en abusos de ventas de productos u ofrecimiento de servicios, puesto que no importa su posición socioeconómica se debe garantizar que su dignidad no sea atentada y que su plan de vida no quede violentado. Del mismo modo, se debe garantizar la igualdad de oportunidades. (Barba, 1997, p.11)
Todavía queda mucho que trabajar para garantizar la justa repartición económica y garantizar el respeto a las personas que actualmente reciben un trato poco digno por su posición económica. Y además tomar en cuenta que si bien resultara imposible eliminar la pobreza, lo que se debe de buscar eliminar son los abusos y ataques a la dignidad en la explotación laboral y en las injusticias que se cometen a la hora de buscar trabajo. Para esto se debe garantizar una educación de calidad, así como preparación laboral en todos los entornos económicos y sociales y así lograr una igualdad de oportunidades, lo cual progresivamente llevara a posibilidades de que los más vulnerables salgan con su propio trabajo

Referencias:

Sanchez, Adolfo (2006). Etica. México : Grijalbo
Barba, Bonifacio. (1997). Educación para los derechos humanos. Recuperado de: http://www.centrodemaestros.mx/cursos2013/Bonifacio_Barba.pdf
González, Jorge Iván. (2011). UTILITARISMO Y MEDICIONES DE POBREZA. Revista de Economía Institucional, 13(25), 89-103. Retrieved April 08, 2015, from http://www.scielo.org.co/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0124-59962011000200004&lng=en&tlng=es. .
Cortina, A. (2002). Por una Ética de consumo. Madrid : Santillana
Diaterlen, P. (2004). La pobreza: un estudio filosófico. Diánoia, 163-164.
Isidro Luna, Víctor Manuel. (2013). Pobreza en el capitalismo ¿Por qué persiste en la actualidad?. Ecos de Economía, Julio-Diciembre, 83-107.
Salama, Pierre. Pobreza: ¿una salida del túnel?Espiral [en linea] 2008, XV (septiembre-diciembre) : [Fecha de consulta: 7 de abril de 2015] Disponible en: ISSN 1665-0565
García, D.  (2008).  Ética, persona y sociedad.  México : Porrúa
Carmona, R. (2011, Enero-Junio). La pobreza como eje de la ética en un mundo globalizado. Revista Ciencias Estratégicas, 25, 101-108.  Extraído de http://revistas.upb.edu.co/index.php/cienciasestrategicas/article/view/1106

Coneval (2012). Anexo estadístico de pobreza en México. Extraído de: http://www.coneval.gob.mx/Medicion/Paginas/Medici%C3%B3n/Pobreza%202012/Anexo-estad%C3%ADstico-pobreza-2012.aspx

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