En la actualidad vivimos en un
mundo en donde se sufre discriminación a grandes trazos, este desprecio se
puede dar por: el color de piel, cultura, cuerpo físico, género, edad, entre
otros. Lamentablemente el sexo femenino ha sufrido una gran discriminación a lo
largo de los años en varios países del mundo y en nuestro país no ha sido la
excepción, ya que ha existido una gran presencia de desigualdad entre el sexo
femenino y masculino. La desigualdad hacia la mujer se ha visto reflejada a
través del tiempo con actos de violencia psicológica. Las mujeres han sufrido
este tipo de actos desde hace varios años atrás ya que estos han tenido
presencia en la mayoría de los países del mundo por el motivo que no se le da
la valoración adecuada a la mujer. Los hombres han causado esto gracias a que
han sido muy predominantes a lo largo de la historia, el hombre siempre se ha
visto como el ser que debe estar por arriba de la mujer por el supuesto que son
superiores a ellas.
Un tipo de discriminación que ha
sobresalido desde varios años atrás hacia la mujer es la discriminación
salarial. “La desigualdad salarial es la diferencia o brecha salarial de
mujeres y hombres en el ámbito profesional. La diferencia salarial es esa
diferencia que no queda justificada por una distinta aportación de valor en el
desempeño de un trabajo y que nada más puede ser explicada en función del sexo
de la persona que lo realiza.” (MISSEM,2015)
Desgraciadamente a nivel mundial
existe una gran cantidad de discriminación salarial entre ambos sexos, esto ha
afectado enormemente a la mujer ya que algunas de ellas apenas ganan lo
suficiente para vivir día con día y lamentablemente tienen que vivir con dicha
injusticia solo por el simple hecho de pertenecer al sexo femenino.
La discriminación salarial ha
tenido presencia en todos los continentes del mundo (América, Oceanía, África,
Asia y Europa). El impacto que ha tenido en Latinoamérica ha sido notable y se
puede ver reflejado en uno de los países más ricos y desarrollados de esta
región el cual es el País de Chile.
Chile ha mantenido fuertes
diferencias en el trato a la población femenina durante largos años. Es así
como la mujer se ha visto afectada por la discriminación en el plano político,
económico, social y cultural. (Fuentes, Palma,
Montero,2005,134)
“El fenómeno que ha cautivado más
atención con respecto a la desigualdad hacia la mujer es sin lugar a duda la discriminación
salarial por género”. (Fuentes, Palma, Montero,2005,135). Las mujeres se han
molestado debido a que se ha demostrado que en Chile existe un premio salarial por
el género de la persona, en particular, por el hecho de ser hombre. En otras
palabras, un hombre con características similares a las de una mujer, en
términos de capital humano, percibirá un mayor salario que ésta.
En 1985 se realizó una encuesta
llamada: La Encuesta de Caracterización Socio Económica Nacional (CASEN) la
cual reveló que el promedio de la población femenina es mayor a la de los
hombres y reveló la desigualdad de salarios entre hombres y mujeres de Chile
del mismo puesto. Los resultados arrojaron que en el año 1990 la diferencia
salarial entre ambos sexos era de $27,310 pesos chilenos (780 pesos mexicanos)
con datos de mujeres que tenían 11.9 años de escolaridad y hombres que contaban
con 10.2 años de escolaridad. Para el año 2003, se hizo el mismo estudio y se obtuvieron
resultados que las mujeres tenían 12.7 años de escolaridad promedio mientras
que los hombres tenían 11 años de escolaridad promedio. Los hombres (18 a 65 años)
que tenían 11 años de escolaridad su salario mínimo de jornada completa era de
$267,378 pesos chilenos al mes ($7634 pesos mexicanos) mientras que el de las
mujeres que tenían 12.7 años de escolaridad su salario mínimo de jornada
completa era de $240,300 pesos chilenos al mes ($6861 pesos mexicanos). (Fuentes, Palma, Montero,2005,141)
Evidentemente, podemos ver con
estos datos una clara desigualdad hacia la mujer en el país chileno. “La
desigualdad se deriva de la discriminación de clase, de raza, de género, de
origen geográfico, de distinta capacidad física, etc., que, practicadas de
manera categórica (es decir, excluyendo a todos o casi todos los miembros de un
grupo), la convierten en un fenómeno multidimensional y la hacen incompatible
con los ideales democráticos”. (Insulza,2011)
En mi opinión, observo que hay una falta de igualdad
en contra de las mujeres porque estos datos revelan claramente que el salario
de la mujer chilena debería ser superior al salario del hombre chileno por su
mayor tiempo de estudio. Esto es lamentable, ya que obviamente debería ser a la
inversa. Entre mayor preparación tenga una persona, esta debe tener un mayor
salario que sus demás compañeros de trabajo no importando su sexo, raza,
cultura, entre otros.
Además de la desigualdad se puede apreciar una falta
de justicia en el país chileno. “La justicia se traduce en el respeto a cada
persona, en la valoración de sí mismo y de los demás” (Gil Martínez,1997). Se
puede apreciar una clara injusticia debido a que la mujer no se le está
mostrando el respeto que merece a pesar de tener más estudios escolares que el
hombre.
Por otra parte, al igual que en América
Latina la brecha salarial también ha tenido un gran impacto en el continente
europeo sobre todo en España. En España las mujeres sufren un riesgo de pobreza
mayor que los hombres y se encuentran con mayores dificultades para salir adelante
de esta situación, esto hace que la brecha salarial tenga mayor impacto en las
mujeres de este país dado que necesitan más del dinero. Se ha podido comprobar
con estudios que eliminando la discriminación salarial podría inclusive reducir
entre 1.5% y 2% la pobreza en Cataluña, España. Podemos observar que la brecha
salarial tiene aún más peso en España ya que la discriminación salarial afecta
de mayor manera a la mujer española porque es más propensa a caer en la
situación de pobreza. “España tiene la oportunidad de disminuir la pobreza a
través de la eliminación de un acto de discriminación”. (Ayllón, 2013,38).
Con respecto a nuestro país,
también se han tenido altos índices de brecha salarial a través del tiempo. En
México también se ha batallado con este problema al igual que los países ya
mencionados y se puede ver la desigualdad entre mujeres y hombres en el ámbito
profesional. De acuerdo con el índice de brechas de género globales, entre los
56 países estudiados, México se encuentra en el lugar número 52, sólo por
encima de India, Corea, Jordania, Pakistán, Turquía y Egipto. En América
Latina, México se encuentra en el último lugar (Arceo, Campos,2014,620)
La discriminación salarial ha tenido
repercusiones en la participación laboral de las mujeres mexicanas ya que la
tasa de participación laboral de las mujeres en México es una de las mas bajas
de la región y del mundo, aunque su participación haya aumentado en las últimas
dos décadas. La participación laboral femenina ha pasado de 22% en 1990 a 40%
en 2010, de acuerdo con los datos censales. (Arceo, Campos,2014,620)
Al igual que Chile, México realizó
la Encuesta Nacional de Empleo Urbano en el 2006 con el fin de conocer el
ámbito de discriminación salarial en la economía mexicana. En esta encuesta se
determinaron los niveles salariales, de educación y experiencia de la fuerza
laboral que reciben ingresos monetarios por sueldos, salarios o jornal por su
trabajo. La encuesta se realizó a 86,311 personas 60% hombres y 40% mujeres, respectivamente.
En los resultados, se obtuvieron los datos que las mujeres poseen mayor
educación promedio en la muestra del ámbito nacional, con 11.1 años promedio de
escolaridad formal comparados con 9.7 años de los hombres. En relación con la variable
ingresos, la retribución mensual promedio fue de $19,892 pesos para los hombres
y $14,657 pesos para las mujeres en el ámbito nacional. Respecto a los ingresos
por hora, el promedio fue de $126.5 pesos para los hombres y $121.3 pesos para
las mujeres. (Mendoza, García, 2009,81)
Indudablemente el género influye de
gran manera en la determinación de los salarios de los trabajadores/empleados
en México. El sexo masculino percibió mayores ingresos promedio tanto mensuales
como por hora en todas las regiones del país (Norte, Centro y Sur).
Un segundo factor fundamental en
México para la determinación de los ingresos es el estado civil. Los resultados
de la encuesta arrojaron que los hombres casados percibieron un salario mensual
promedio de $20,899 pesos y las mujeres casadas obtuvieron un ingreso de $15,763
pesos; los hombres solteros ganaron $18,037 pesos y las mujeres solteras $13,731
pesos. La mayoría de los
promedios nacionales y regionales muestran que el nivel educativo de las
mujeres ha igualado o hasta superado al de los hombres. (Mendoza,
García,2009,83)
La desigualdad hacia la mujer en México
se puede ver reflejada a través de los resultados arrojados por dicha encuesta
realizada a nivel nacional. Se puede distinguir como hay una falta de igualdad
entre hombres y mujeres; puede uno percatarse como se menosprecia la educación
del sexo femenino dado que la gran mayoría de las mujeres cuentan con mayor
educativo que los hombres. En cualquier región del país independientemente de
los años de estudio y estado civil, el salario de la mujer siempre está por
debajo del salario del hombre. Esto ha dañado la dignidad femenina por el
desvalor que se le ha dado en el ámbito profesional. Por consecuente, esto
también daña la felicidad de la mujer por dicha injusticia que vive día a con
día en el trabajo al momento de recibir su retribución. La felicidad es “aquello
a lo que todos aspiramos, aun sin saberlo, por el hecho de vivir. Ocurre así
sencillamente porque Felicidad significa para el hombre plenitud, perfección”
(Yepes, R,2017). En lo personal, yo considero que la mujer nunca podrá alcanzar
la felicidad ya que no estará en plenitud si dicha situación sigue estando
presente a estos niveles en México.
Es verdaderamente
injusto/lamentable que haya mujeres solteras con hijos que tengan que trabajar
muy duro para sacar adelante a su familia y a pesar de ello se les discrimine
salarialmente solo por el simple hecho de ser mujeres. El machismo que se vive
en nuestro país indudablemente también ha afectado a este fenómeno debido a la errónea
mentalidad e ideología de que el hombre es y siempre debe ser superior a la
mujer.
Conclusión
Estamos en pleno siglo XXI y es
angustioso ver que las personas sigan discriminando a la mujer. Tanto el hombre
como la mujer tienen sus características que los hace únicos e inigualables, no
debe de haber superioridad de uno a otro. La igualdad de género es algo que se
debe mejorar año tras año debido a que varias mujeres sufren día con día por la
alta discriminación que reciben. Nuestro país tiene mucho trabajo por hacer en
la igualdad de género por la gran cantidad de machismo presente en el país. El
machismo tiene la ideología de que la mujer no debe de salir de la cocina y ve
a la mujer como un ser inferior.
La mujer debe ser valorada igual o
mejor que el hombre, no se le debe subestimar ya que es capaz de hacer grandes
cosas. Las mujeres se esfuerzan día con día y lo han demostrado mayor tiempo de
escolaridad que los hombres en varios países. Es una pena que a pesar de esto
las mujeres ganen menos salario por el simple hecho de no ser hombres. La gente
necesita ser más empática, hay muchas mujeres desamparadas que trabajan muy
duro para poder darle de comer a sus hijos y da mucha angustia ver que por mas
que se esfuercen no podrán ganar igual que sus compañeros hombres de trabajo. El
hombre necesita empezar a valorar más el trabajo/esfuerzo de la mujer, esto fomentará
la igualdad, justicia y pondrá fin a la forma mala percepción que tienen hacia
ellas. Espero en un futuro a corto plazo poder apreciar que la mujer obtenga
las mismas oportunidades que tienen los hombres hoy en día y se les de un trato
mas igualitario en varios ámbitos no nada más en lo salarial sino también en temas
de puestos de trabajo, derechos humanos, entre otros.
Referencias básicas:
1.- Arceo-Gómez, E., & Campos-Vázquez, R. (2014). EVOLUCIÓN
DE LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO EN MÉXICO. El Trimestre Económico, LXXXI (3)
(323), 619-653. Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31340981004
2.- AYLLÓN, S. (2013). DISCRIMINACIÓN SALARIAL DE
GÉNERO Y POBREZA EN CATALUÑA. Revista de Economía Aplicada, XXI (62), 37-60.
Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96928241002
3.- Fuentes, J., & Palma, A., & Montero, R.
(2005). Discriminación salarial por género en Chile: Una mirada global.
Estudios de Economía, 32 (2), 133-157. Extraído de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=22132201
4.- Mendoza Cota, J., & García Bermúdez, K.
(2009). Discriminación salarial por género en México. Problemas del Desarrollo.
Revista Latinoamericana de Economía, 40 (156), 77-99. Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11820096006
5.- Rodríguez-Pérez, R., & Castro-Lugo, D. (2014).
Discriminación salarial de la mujer en el mercado laboral de México y sus
regiones. Economía, Sociedad y Territorio, XIV (46), 655-686. Extraído de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11131650003
Referencias
complementarias
MISSEM POR LA IGUALDAD. (2015). ¿Qué es la DESIGUALDAD
SALARIAL?. 19/2/19, de MISSEM Sitio web:
https://igualdadmissem.wordpress.com/2015/10/21/que-es-la-desigualdad-salarial/
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