miércoles, 8 de mayo de 2019

Brecha salarial de género: Forma de Desigualdad hacia la mujer. Gustavo Valenzuela Ronquillo A00226380



En la actualidad vivimos en un mundo en donde se sufre discriminación a grandes trazos, este desprecio se puede dar por: el color de piel, cultura, cuerpo físico, género, edad, entre otros. Lamentablemente el sexo femenino ha sufrido una gran discriminación a lo largo de los años en varios países del mundo y en nuestro país no ha sido la excepción, ya que ha existido una gran presencia de desigualdad entre el sexo femenino y masculino. La desigualdad hacia la mujer se ha visto reflejada a través del tiempo con actos de violencia psicológica. Las mujeres han sufrido este tipo de actos desde hace varios años atrás ya que estos han tenido presencia en la mayoría de los países del mundo por el motivo que no se le da la valoración adecuada a la mujer. Los hombres han causado esto gracias a que han sido muy predominantes a lo largo de la historia, el hombre siempre se ha visto como el ser que debe estar por arriba de la mujer por el supuesto que son superiores a ellas.
Un tipo de discriminación que ha sobresalido desde varios años atrás hacia la mujer es la discriminación salarial. “La desigualdad salarial es la diferencia o brecha salarial de mujeres y hombres en el ámbito profesional. La diferencia salarial es esa diferencia que no queda justificada por una distinta aportación de valor en el desempeño de un trabajo y que nada más puede ser explicada en función del sexo de la persona que lo realiza.” (MISSEM,2015)
Desgraciadamente a nivel mundial existe una gran cantidad de discriminación salarial entre ambos sexos, esto ha afectado enormemente a la mujer ya que algunas de ellas apenas ganan lo suficiente para vivir día con día y lamentablemente tienen que vivir con dicha injusticia solo por el simple hecho de pertenecer al sexo femenino.



La discriminación salarial ha tenido presencia en todos los continentes del mundo (América, Oceanía, África, Asia y Europa). El impacto que ha tenido en Latinoamérica ha sido notable y se puede ver reflejado en uno de los países más ricos y desarrollados de esta región el cual es el País de Chile.
Chile ha mantenido fuertes diferencias en el trato a la población femenina durante largos años. Es así como la mujer se ha visto afectada por la discriminación en el plano político, económico, social y cultural. (Fuentes, Palma, Montero,2005,134)
“El fenómeno que ha cautivado más atención con respecto a la desigualdad hacia la mujer es sin lugar a duda la discriminación salarial por género”. (Fuentes, Palma, Montero,2005,135). Las mujeres se han molestado debido a que se ha demostrado que en Chile existe un premio salarial por el género de la persona, en particular, por el hecho de ser hombre. En otras palabras, un hombre con características similares a las de una mujer, en términos de capital humano, percibirá un mayor salario que ésta.
En 1985 se realizó una encuesta llamada: La Encuesta de Caracterización Socio Económica Nacional (CASEN) la cual reveló que el promedio de la población femenina es mayor a la de los hombres y reveló la desigualdad de salarios entre hombres y mujeres de Chile del mismo puesto. Los resultados arrojaron que en el año 1990 la diferencia salarial entre ambos sexos era de $27,310 pesos chilenos (780 pesos mexicanos) con datos de mujeres que tenían 11.9 años de escolaridad y hombres que contaban con 10.2 años de escolaridad. Para el año 2003, se hizo el mismo estudio y se obtuvieron resultados que las mujeres tenían 12.7 años de escolaridad promedio mientras que los hombres tenían 11 años de escolaridad promedio. Los hombres (18 a 65 años) que tenían 11 años de escolaridad su salario mínimo de jornada completa era de $267,378 pesos chilenos al mes ($7634 pesos mexicanos) mientras que el de las mujeres que tenían 12.7 años de escolaridad su salario mínimo de jornada completa era de $240,300 pesos chilenos al mes ($6861 pesos mexicanos). (Fuentes, Palma, Montero,2005,141)
Evidentemente, podemos ver con estos datos una clara desigualdad hacia la mujer en el país chileno. “La desigualdad se deriva de la discriminación de clase, de raza, de género, de origen geográfico, de distinta capacidad física, etc., que, practicadas de manera categórica (es decir, excluyendo a todos o casi todos los miembros de un grupo), la convierten en un fenómeno multidimensional y la hacen incompatible con los ideales democráticos”. (Insulza,2011)
En mi opinión, observo que hay una falta de igualdad en contra de las mujeres porque estos datos revelan claramente que el salario de la mujer chilena debería ser superior al salario del hombre chileno por su mayor tiempo de estudio. Esto es lamentable, ya que obviamente debería ser a la inversa. Entre mayor preparación tenga una persona, esta debe tener un mayor salario que sus demás compañeros de trabajo no importando su sexo, raza, cultura, entre otros.  
Además de la desigualdad se puede apreciar una falta de justicia en el país chileno. “La justicia se traduce en el respeto a cada persona, en la valoración de sí mismo y de los demás” (Gil Martínez,1997). Se puede apreciar una clara injusticia debido a que la mujer no se le está mostrando el respeto que merece a pesar de tener más estudios escolares que el hombre.

Por otra parte, al igual que en América Latina la brecha salarial también ha tenido un gran impacto en el continente europeo sobre todo en España. En España las mujeres sufren un riesgo de pobreza mayor que los hombres y se encuentran con mayores dificultades para salir adelante de esta situación, esto hace que la brecha salarial tenga mayor impacto en las mujeres de este país dado que necesitan más del dinero. Se ha podido comprobar con estudios que eliminando la discriminación salarial podría inclusive reducir entre 1.5% y 2% la pobreza en Cataluña, España. Podemos observar que la brecha salarial tiene aún más peso en España ya que la discriminación salarial afecta de mayor manera a la mujer española porque es más propensa a caer en la situación de pobreza. “España tiene la oportunidad de disminuir la pobreza a través de la eliminación de un acto de discriminación”. (Ayllón, 2013,38).
Con respecto a nuestro país, también se han tenido altos índices de brecha salarial a través del tiempo. En México también se ha batallado con este problema al igual que los países ya mencionados y se puede ver la desigualdad entre mujeres y hombres en el ámbito profesional. De acuerdo con el índice de brechas de género globales, entre los 56 países estudiados, México se encuentra en el lugar número 52, sólo por encima de India, Corea, Jordania, Pakistán, Turquía y Egipto. En América Latina, México se encuentra en el último lugar (Arceo, Campos,2014,620)
La discriminación salarial ha tenido repercusiones en la participación laboral de las mujeres mexicanas ya que la tasa de participación laboral de las mujeres en México es una de las mas bajas de la región y del mundo, aunque su participación haya aumentado en las últimas dos décadas. La participación laboral femenina ha pasado de 22% en 1990 a 40% en 2010, de acuerdo con los datos censales. (Arceo, Campos,2014,620)
Al igual que Chile, México realizó la Encuesta Nacional de Empleo Urbano en el 2006 con el fin de conocer el ámbito de discriminación salarial en la economía mexicana. En esta encuesta se determinaron los niveles salariales, de educación y experiencia de la fuerza laboral que reciben ingresos monetarios por sueldos, salarios o jornal por su trabajo. La encuesta se realizó a 86,311 personas 60% hombres y 40% mujeres, respectivamente. En los resultados, se obtuvieron los datos que las mujeres poseen mayor educación promedio en la muestra del ámbito nacional, con 11.1 años promedio de escolaridad formal comparados con 9.7 años de los hombres. En relación con la variable ingresos, la retribución mensual promedio fue de $19,892 pesos para los hombres y $14,657 pesos para las mujeres en el ámbito nacional. Respecto a los ingresos por hora, el promedio fue de $126.5 pesos para los hombres y $121.3 pesos para las mujeres. (Mendoza, García, 2009,81)
Indudablemente el género influye de gran manera en la determinación de los salarios de los trabajadores/empleados en México. El sexo masculino percibió mayores ingresos promedio tanto mensuales como por hora en todas las regiones del país (Norte, Centro y Sur).
Un segundo factor fundamental en México para la determinación de los ingresos es el estado civil. Los resultados de la encuesta arrojaron que los hombres casados percibieron un salario mensual promedio de $20,899 pesos y las mujeres casadas obtuvieron un ingreso de $15,763 pesos; los hombres solteros ganaron $18,037 pesos y las mujeres solteras $13,731 pesos. La mayoría de los promedios nacionales y regionales muestran que el nivel educativo de las mujeres ha igualado o hasta superado al de los hombres. (Mendoza, García,2009,83)
La desigualdad hacia la mujer en México se puede ver reflejada a través de los resultados arrojados por dicha encuesta realizada a nivel nacional. Se puede distinguir como hay una falta de igualdad entre hombres y mujeres; puede uno percatarse como se menosprecia la educación del sexo femenino dado que la gran mayoría de las mujeres cuentan con mayor educativo que los hombres. En cualquier región del país independientemente de los años de estudio y estado civil, el salario de la mujer siempre está por debajo del salario del hombre. Esto ha dañado la dignidad femenina por el desvalor que se le ha dado en el ámbito profesional. Por consecuente, esto también daña la felicidad de la mujer por dicha injusticia que vive día a con día en el trabajo al momento de recibir su retribución. La felicidad es “aquello a lo que todos aspiramos, aun sin saberlo, por el hecho de vivir. Ocurre así sencillamente porque Felicidad significa para el hombre plenitud, perfección” (Yepes, R,2017). En lo personal, yo considero que la mujer nunca podrá alcanzar la felicidad ya que no estará en plenitud si dicha situación sigue estando presente a estos niveles en México.
Es verdaderamente injusto/lamentable que haya mujeres solteras con hijos que tengan que trabajar muy duro para sacar adelante a su familia y a pesar de ello se les discrimine salarialmente solo por el simple hecho de ser mujeres. El machismo que se vive en nuestro país indudablemente también ha afectado a este fenómeno debido a la errónea mentalidad e ideología de que el hombre es y siempre debe ser superior a la mujer.

Conclusión
Estamos en pleno siglo XXI y es angustioso ver que las personas sigan discriminando a la mujer. Tanto el hombre como la mujer tienen sus características que los hace únicos e inigualables, no debe de haber superioridad de uno a otro. La igualdad de género es algo que se debe mejorar año tras año debido a que varias mujeres sufren día con día por la alta discriminación que reciben. Nuestro país tiene mucho trabajo por hacer en la igualdad de género por la gran cantidad de machismo presente en el país. El machismo tiene la ideología de que la mujer no debe de salir de la cocina y ve a la mujer como un ser inferior.

La mujer debe ser valorada igual o mejor que el hombre, no se le debe subestimar ya que es capaz de hacer grandes cosas. Las mujeres se esfuerzan día con día y lo han demostrado mayor tiempo de escolaridad que los hombres en varios países. Es una pena que a pesar de esto las mujeres ganen menos salario por el simple hecho de no ser hombres. La gente necesita ser más empática, hay muchas mujeres desamparadas que trabajan muy duro para poder darle de comer a sus hijos y da mucha angustia ver que por mas que se esfuercen no podrán ganar igual que sus compañeros hombres de trabajo. El hombre necesita empezar a valorar más el trabajo/esfuerzo de la mujer, esto fomentará la igualdad, justicia y pondrá fin a la forma mala percepción que tienen hacia ellas. Espero en un futuro a corto plazo poder apreciar que la mujer obtenga las mismas oportunidades que tienen los hombres hoy en día y se les de un trato mas igualitario en varios ámbitos no nada más en lo salarial sino también en temas de puestos de trabajo, derechos humanos, entre otros.



Referencias básicas:
1.- Arceo-Gómez, E., & Campos-Vázquez, R. (2014). EVOLUCIÓN DE LA BRECHA SALARIAL DE GÉNERO EN MÉXICO. El Trimestre Económico, LXXXI (3) (323), 619-653. Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=31340981004
2.- AYLLÓN, S. (2013). DISCRIMINACIÓN SALARIAL DE GÉNERO Y POBREZA EN CATALUÑA. Revista de Economía Aplicada, XXI (62), 37-60. Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=96928241002
3.- Fuentes, J., & Palma, A., & Montero, R. (2005). Discriminación salarial por género en Chile: Una mirada global. Estudios de Economía, 32 (2), 133-157. Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=22132201
4.- Mendoza Cota, J., & García Bermúdez, K. (2009). Discriminación salarial por género en México. Problemas del Desarrollo. Revista Latinoamericana de Economía, 40 (156), 77-99. Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11820096006
5.- Rodríguez-Pérez, R., & Castro-Lugo, D. (2014). Discriminación salarial de la mujer en el mercado laboral de México y sus regiones. Economía, Sociedad y Territorio, XIV (46), 655-686. Extraído de: https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=11131650003


Referencias complementarias
MISSEM POR LA IGUALDAD. (2015). ¿Qué es la DESIGUALDAD SALARIAL?. 19/2/19, de MISSEM Sitio web: https://igualdadmissem.wordpress.com/2015/10/21/que-es-la-desigualdad-salarial/

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