Diego Díaz Vázquez
A01229693
Contaminación de cuerpos de agua y sus implicaciones en Jalisco
Resumen: La contaminación hídrica es un problema en ascenso en Jalisco. Se pueden identificar como principales actores al sector agrícola, pecuario industrial, así como a las entidades gubernamentales encargadas de su regulación. La falta de acceso a agua en condiciones aptas para su consumo atenta contra los derechos humanos de las poblaciones afectadas y es un indicador claro de una falla en el sistema regulatorio y del modelo de sostenibilidad que se ejerce en la región.
Palabras clave: Contaminación, Sostenibilidad, Derechos humanos, Dignidad, Agua, Jalisco
El agua es uno de los recursos básicos para el desarrollo humano, ya sea para ingesta, higiene o para generar alimentos y recursos, es uno de los derechos básicos de todo ser humano, y esta tiene que ser saludable, suficiente, aceptable, asequible y de fácil acceso (UN, 2015). Las enfermedades hídricas como Cólera, Giardiasis, Shigelosis e intoxicación por metales fueron epidémicas en los países desarrollados hasta hace menos de un siglo. Los sistemas actuales de abastecimiento y saneamiento han supuesto una enorme contribución a la mejora de la salud pública. Por desgracia, mil millones de personas no disponen todavía de un fácil acceso a agua potable y alrededor de dos mil millones sufren falta de saneamiento, lo que pone en riesgo su salud y su calidad de vida (Compromiso Empresarial, 2009).
En Jalisco uno de los principales problemas a los que nos enfrentamos es el alto grado de contaminación en nuestros cuerpos de agua, lo que se traduce en un aumento en la incidencia de diversas enfermedades causadas por los principales contaminantes, ya sea directamente por el consumo de agua contaminada o por la ingesta de alimentos generados utilizando agua con altas concentraciones de agentes nocivos. Esto atenta contra el derecho básico al acceso saludable y aceptable al agua, y nos hace enfocarnos en los principales emisores de contaminantes que afectan a los cuerpos de agua subterráneos y superficiales del estado con el objetivo de reducir su efecto y restablecer el abasto de agua en condiciones ideales para el consumo humano.
Hablando de contaminación de cuerpos de agua en Jalisco se pueden identificar 3 actores clave responsables de los elevados niveles de los distintos contaminantes en aguas Jaliscienses: Los productores agropecuarios, los gobiernos municipales y estatales responsables de los cuerpos de agua afectados y las industrias situadas dentro de los límites de cuenca afectadas (Camargo, 2007).
La contaminación por nitrógeno y otros nutrientes es uno de los principales factores que afectan la calidad de agua en Jalisco. Relacionando los cambios en las poblaciones fitoplanctónicas con los diferentes consumos de nutrientes de estas podemos relacionar la concentración de contaminantes en los cuerpos de agua de Jalisco a acción antropogénica. (Castelán, 2004)
La producción agropecuaria en Jalisco es una de las industrias con menor regulación en cuanto a aspectos ambientales ya que hasta hace poco se dio a conocer el gran impacto que tiene la industria agropecuaria en la contaminación hídrica, no solo de cuerpos de agua adyacentes, si no en cuerpos de agua superficial y subterráneos a kilómetros de distancia.
Los productores pecuarios tienen la responsabilidad de gestionar el manejo apropiado para sus residuos de forma que se minimice el impacto de estos al ambiente. Se han identificado más de 250 tipos de patógenos microbianos en los abonos animales, que pueden sobrevivir durante meses en almacenes y después de la aplicación a la tierra (Nicholson et al., 2005). Desde el suelo, los patógenos pueden ser transferidos a vías fluviales para convertirse en un peligro para la salud de las poblaciones que tienen contacto con el agua contaminada.
Los derechos humanos son el vínculo entre la dignidad humana y las necesidades básicas (Encarnación, 1997), representan las exigencias básicas derivadas de la dignidad, igualdad y libertad para garantizar el bienestar de todos los seres humanos (Rachels, 2006) por lo tanto son una representación de la dignidad misma, es decir, son una representación directa del valor intrínseco que posee una persona. Al alterar la carga microbiológica de los cuerpos de agua los productores irresponsables atentan contra el derecho básico al acceso a agua potable de cientos de comunidades, a su vez ponen en riesgo la salud de personas vulnerables a infecciones gastrointestinales como adultos mayores y niños, esto puede repercutir en su desarrollo físico y mental en años posteriores a la exposición crónica al agua contaminada (Jacobsen y Bech, 2012). Esta falta de respeto a los derechos humanos atenta directamente contra la dignidad humana de miles de personas.
Por otro lado los productores agrícolas no generan residuos de alta carga microbiológica pero la gran mayoría utiliza fertilizantes para mejorar los rendimientos de sus cultivos. Estos fertilizantes no tienen un efecto toxicológico directo con los alimentos generados o los cuerpos de agua a los que son acarreados, sin embargo estos fertilizantes fomentan el crecimiento de cianobacterias y microalgas productores de toxinas que alteran el equilibrio ecológico de los cuerpos de agua afectados y pueden resultar nocivos para el ser humano (Flores-López, 2012).
Un claro ejemplo de brotes algales y su repercusión en la calidad de agua es la Laguna de Cajititlán donde el alto contenido de nutrientes en el agua genera brotes estacionales de microalgas productoras de microcistinas, moléculas tóxicas consecuencia de la reproducción de dichos microorganismos. Estas elevadas concentraciones de toxinas en adición con la alta demanda de oxígeno por parte de la población microbiana de la laguna ocasiona episodios de hipoxia en la laguna, causando la muerte de millones de peces e invertebrados acuáticos.
La inocuidad de los alimentos, la nutrición y la seguridad alimentaria están inextricablemente relacionadas a la calidad del agua. Los alimentos y aguas insalubres generan un círculo vicioso de enfermedad y malnutrición, que afecta especialmente a los lactantes, los niños pequeños, los ancianos y los enfermos (WHO, 2010).
Los productores agropecuarios son responsables del impacto ambiental que tienen sus respectivas actividades y prácticas de producción, y de cómo estos impactos afectarán de manera económica y de calidad de vida a las comunidades afectadas (Castelán, 2004). Como parte de su modelo productivo se debe contemplar como reducir la emisión de posibles contaminantes y cómo monitorear el procesos de disposición de los residuos para garantizar que no se afectará la calidad de vida de los poblados cercanos a los cuerpos de agua posiblemente afectados.
Las industrias presentes en las cuencas afectadas, a diferencia de los productores agropecuarios, no generan grandes aportaciones al contenido de nutrientes a los cuerpos de agua de jalisco. El mayor impacto generado por la industria en materia de calidad de agua es su aportación a la concentración de metales pesados como el plomo, cadmio, mercurio y cromo.
Los metales pesados son persistentes, es decir, no pueden ser degradados, ni mediante procesos biológicos ni antropogénicamente. Una vez que han entrado en los ecosistemas acuáticos, se transforman a través de procesos biogeoquímicos y se distribuyen entre varias especies con distintas características físico-químicas (Reyes, 2016). Para el caso de contaminación por metales pesados en alimentos, los límites máximos permisibles en concentración de metales pesados establecidos por la unión europea y la FAO, varían de acuerdo al tipo de alimento.
Una de las causas comunes de incorporación de metales pesados en alimentos es a través de los sistemas hídricos. Ya sea por uso de aguas contaminadas para riego de cultivos o por los procesos que tienen lugar en la cadena alimenticia en aguas contaminadas. Los numerosos estudios e inversiones resaltan el gran interés y preocupación en diferentes países del mundo sobre la necesidad de evaluar la contaminación de metales pesados en sistemas de agua que interactúan con productos de consumo humano tales como los alimentos de origen vegetal y animal.
El contenido elevado de metales pesados generados por las industrias cercanas a cuerpos de agua impactan la seguridad alimentaria al contaminar los alimentos y carnes que utilizan agua contaminada; Es responsabilidad por parte de las industrias el dar un tratamiento a sus efluentes para respetar los derechos de las poblaciones aledañas a agua y alimentos de las mejores condiciones (Reyes, 2016). Se requiere identificar y concientizar al sector industrial sobre el costo social que tiene su actividad y como forma parte de sus deberes como empresa el buscar soluciones para mitigar los problemas que generan sus prácticas productivas.
El último de los principales actores en esta problemática es el gobierno a nivel municipal y estatal. Parte de la responsabilidad por parte de los municipios, estados en incluso a nivel federal incluye el diseño e implementación de una normativa que comprenda los distintos generadores de contaminación y ataque las fuentes puntuales y difusas que recientemente se han descubierto generan un enorme aporte a la carga de contaminación de los cuerpos de agua a nivel estatal con el fin de garantizar condiciones que respeten los derechos humanos y por consecuencia la dignidad de las poblaciones afectadas (McCulligh, 2013).
La crisis ambiental a la que nos enfrentamos de manera global es una crisis de civilización, una crisis del modelo económico, tecnológico y cultural que hemos desarrollado que se fundamenta en la dominacion y explotacion. Tenemos la obligación de replantear nuestro modelo basándose en la sostenibilidad que a su vez se fundamenta en la dignidad humana como el valor más alto. La sostenibilidad se define como asegurar las necesidades del presente sin comprometer las necesidades de futuras generaciones (Fernández, 2002) y esta definición tiene que ser utilizada como base para las tomas de decisiones futuras con el fin de garantizar un futuro digno para las generaciones por venir.
Sin un sistema regulatorio bien diseñado y estable no se lograra llegar a los estándares de calidad de agua mínimos para reducir el impacto negativo en la salud de las poblaciones afectadas y mejorar su calidad de vida. Posterior al desarrollo de normativas para el control de contaminantes hídricos se requiere diseñar un plan de acción para asegurar el monitoreo y cumplimiento de la norma, en paralelo con programas de apoyo económico para incentivar a los productores a migrar a metodologías y procesos con un menor impacto en el medio ambiente (McCulligh, 2013).
La ausencia de normativas y procesos regulatorios no solo atenta contra la calidad de vida de las comunidades involucradas sino que adicionalmente se aumenta significativamente el gasto en el sector salud para el tratamiento y prevención de enfermedades relacionadas con la contaminación hídrica. Toda persona tiene el derecho a contar con una alimentación nutritiva, suficiente y de calidad y el Estado tiene la obligación de garantizar este derecho y debe de ser el principal actor en la búsqueda de alternativas para remediar cualquier problemática que atente contra la dignidad y derechos de la población (CNDH, n.d.).
La búsqueda de herramientas para solucionar y remediar la contaminación hídrica continua, se necesita replantear la forma en que se maneja la problemática en Jalisco para regular a los principales generadores y establecer normativas y procesos regulatorios eficientes para reducir la contaminación difusa y puntual por parte de los principales involucrados con el objetivo de proporcionar agua saludable, suficiente, aceptable, asequible y de fácil acceso a las poblaciones afectadas.
La integridad y dignidad de las personas siempre se debe anteponer sobre el beneficio económico, es vital tener esto como base para el diseño de nuevos modelos productivos que contemplen de forma holística la salud, el medio ambiente y a la sociedad. La búsqueda del bien común tiene que ser la piedra angular del desarrollo productivo para poder lograr generación de riqueza y prosperidad sin alterar el equilibrio ecológico y respetando la dignidad y derechos de los afectados.
Referencias:
Camargo, J. A., & Alonso, A. (2007). Contaminación por nitrógeno inorgánico en los ecosistemas acuáticos: problemas medioambientales, criterios de calidad del agua, e implicaciones del cambio climático. Revista Ecosistemas, 16(2
Castelán, H. Q., Zúñiga, L. M. M., Astudillo, I. M., & Rodríguez, J. G. (2004). Variación de los organismos fitoplanctónicos y la calidad del agua en el lago de Chapala, Jalisco, México. Acta universitaria, 14(1), 47-58.
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Jacobsen, C.S. and T.B. Bech. (2012). Soil survival of Salmonella and transfer to freshwater and fresh produce. Food Res. Int. 45: 557-566. doi:10.1016/j.foodres.2011.07.026.
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