martes, 8 de marzo de 2011

¿Es mejor dar becas que deducir colegiaturas? - Efraín Olmos Hernández A00810220

El pasado 14 de febrero, el presidente Felipe Calderón anunció que los padres de familia podrán deducir el pago de las colegiaturas (preescolar, primaria, secundaria y educación media superior) de lo correspondiente al Impuesto Sobre la Renta (ISR). Por su parte, el Jefe de Gobierno del Distrito Federal, consideró que en vez de deducir la colegiatura de la educación privada, como lo decretó el gobierno federal, hubiera sido mejor crear un programa nacional de becas para secundarias y preparatorias. Dijo: “Al mismo tiempo que se toma la decisión, hay que ver cuántos jóvenes se quedan fuera de la escuela porque no tienen 20 pesos al día para asistir a una escuela pública”.
Desde una postura del utilitarismo, la idea del presidente es muy bien vista, porque genera un bien para una gran cantidad de las personas y obviamente, les da una felicidad. Pero si se piensa lo que dijo y propuso Marcelo Ebrard, la corrección a la ley que hizo el presidente, parece ser deficiente. Al ver de manera literal a quiénes beneficia dicha ley, lo único a lo que es aplicable es a las escuelas privadas. Y haciéndolo más directo, sólo benefician a la clase alta o a la gente de “dinero”. Desde que entró en vigor esta ley, la deducción de impuestos hizo que los padres de familia gasten menos en las colegiaturas, pero ¿Cuál será la finalidad de ese dinero que no fue ocupado? ¿Se lo darían al que en verdad lo necesitara? Muchos de nosotros pensaríamos que no. De ahí que su propuesta es muy buena, porque abriría un camino donde las personas de clase baja, o sin recursos económicos, pudieran recibir una educación de calidad y que como mexicanos es un derecho el cual no debería ser privado. Los utilitaristas estaría de acuerdo con la idea del Presidente, porque sería un bien para una cierta cantidad de personas; pero si se analiza a fondo, la propuesta de Ebrard es mucho mejor, porque sería más la gente beneficiada, como niños y jóvenes y el bien sería mayor: el que un niño o un joven pueda continuar con sus estudios para nuestro país creciera en ese rubro. En cambio, para la corriente del Contrato Social, no afecta ni beneficia en nada, porque no se rompería ese lazo que hay entre la sociedad y el gobierno. En ese sentido, esta corriente no tiene nada que refutar ante el utilitarismo. Para la postura Kantiana, quizás el reformar una ley que ya estaba propuesta y respetada pudiera ser una falta para esta corriente, aunque para Kant la felicidad no es tan importante, esa ley reformada, se respetaría de igual manera como la anterior y también, es ese aspecto, tampoco los Kantianos pueden hacerle alguna refutación al utilitarismo. En general, la idea e intención fue buena al deducir las colegiaturas a las escuelas privadas, pero la propuesta que hizo el Jefe de Gobierno ante esta reforma, pareció una excelente proposición. Desde un punto de vista utilitarista, ambas propuestas fueron hechas pensando en el bien de las personas y la felicidad, sólo que el Presidente se enfocó, sino directamente, hacia la clase alta, mientras que Ebrard lo hizo pensando en todos los niños y jóvenes que no tienen oportunidad de asistir a la escuela por falta de dinero. Entonces, en México, ¿Quiénes son más importantes? ¿La clase alta o la baja? ¿Por qué? ¿Será que hasta el presidente deje de lado el bienestar de las personas que realmente lo necesitan? Aunque ése fuera el caso, la intención de él fue buena y no se le puede reprochar eso, mas pudo haber ayudado a más personas.

Fuentes:
Es mejor dar becas que deducir colegiaturas: Ebrard | Ciudadanos en Red :: Metrópoli 2025. Ciudadanos en Red :: Metrópoli 2025. Obtenido en Marzo 6, 2011, de http://www.ciudadanosenred.org.mx/articulos/es-mejor-dar-becas-que-deducir-colegiaturas-ebrard

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