vivir o morir

Jorge A. Rojas Cortés

A principios del año 2011 comenzó una serie de disturbios en la capital del país de Libia y se extendió hacia las demás ciudades ya que el presidente Muamar el Gadafi ha gobernado durante la sorprendente cantidad de 42 años tiempo durante el cual el descontento fue creciendo y esparciéndose en toda la población, a partir de estas trifulcas la libertad de expresión ha sido totalmente reprimida, además de que el megalómano de Muamar soluciona los problemas solamente matando a todo aquel que esté en descuerdo con sus creencias.
En un momento de este conflicto Muamar ya había decidido declinar al poder declaración que amainó un poco la situación, pero después dijo que no iba a renunciar y que si lo tuviese que hacer moriría como un “mártir” ayudando a su país; como consecuencia de estas declaraciones dio inicio una revolución con el objetivo de quitarlo del poder; una gran cantidad de habitantes de Libia comenzaron a organizar revueltas contra el gobierno la reacción de Muamar en lugar de tratar de dialogar con su pueblo para solucionar la situación de una manera pacífica fue lo contrario el lanzar bombas y asesinar a su propia gente.
Este conflicto además de que haber traído muerte y caos en su propio país ha ocasionado que el petróleo a nivel mundial suba de precio de manera alarmante. Si analizáramos este conflicto desde un punto de vista utilitarista el cual postula que se debe de tratar de obtener el mayor beneficio para la mayor cantidad de personas, además de postular que el fin justifica los medios la solución correcta ante esta situación sería el matar a Muamar y a su hijo, ya que él es el heredero del poder y piensa igual que su padre, por lo que son ellos los que están causando la ruina del país. El acabar con la vida de estas dos personas terminaría con la represión que se vive en el país los habitantes de Libia tendrían la oportunidad de organizar el país con una nueva forma de gobierno y a nivel internacional el precio del petróleo se estabilizaría.
La postura que se encuentra en contra de la mencionada anteriormente, el utilitarismo; es la de la religión católica, ya que en el marco de estas creencias nadie puede terminar con la vida de otro ser humano no imparta cuales hayan sido sus acciones y es solo Dios quien puede decidir en qué momento termina con la existencia de las personas. Esto nos plantea un dilema ético ya que cualquier postura tiene su contraparte por una lado con la muerte de una persona se solucionaría un conflicto grave con impacto no solo a nivel nacional sino internacional, sin embargo se estaría terminando con dos vida humanas, y no se pude saber las consecuencias que esto ocasionaría.
Ante un dilema como este siempre habrá personas que estén de un lado o de otro, dependiendo del marco de referencia en el que se muevan sus valores y creencias, algunas personas quisieran que lo mataran lo antes posible y otras estarían totalmente en contra de este hecho ya que el privar de la vida de una persona es algo impensable. Solo el tiempo nos dará la respuesta a este dilema y será entonces cuando se podrán evaluar las consecuencias de los acontecimientos sucedidos.