Erik Antonio Galindo Villa - 1133801
El lunes 7 de marzo, con motivo de las celebraciones del día internacional de la mujer “el diputado José Juan Espinosa Torres, del Partido Convergencia, nuevamente puso sobre la mesa el tema del aborto y presentó una iniciativa de decreto para derogar la fracción IV del artículo 26 de la Constitución Política del Estado de Puebla y modificar los artículos 339, 340, 341, 342 y 343 del Código de Defensa Social para el Estado” (Bautista). Esto significaría que de acuerdo a la mujer, sus condiciones y su contexto socioeconómico, el aborto podría ser permitido dentro de las primeras doce semanas de embarazo, política actualmente efectiva en el Distrito Federal.
El aborto siempre ha sido un tema controversial y con grandes implicaciones éticas ya que involucra el decidir si se permite o no a un nuevo ser humano nacer y desarrollarse. Dentro del tema del aborto surgen varias preguntas polémicas como las siguientes: ¿una persona tiene el derecho a decidir sobre la vida de otra? En un embarazo, ¿cuándo se puede afirmar que ya es un ser vivo aquél dentro del vientre de la madre? ¿Es justo tomar una decisión sin consultar antes al ser humano que se encuentra en desarrollo? Para resolver cualquiera de estas dudas es necesario realizar un juicio ético e incluso después de esto dependiendo de la postura ética de quien responda se obtendrán muchas diferentes respuestas.
La postura ética del utilitarismo es aquella que busca el mayor bien para el mayor número de personas. Para los utilitaristas, una acción es aceptable siempre que sea la elección que cause el mayor beneficio al mayor número de involucrados dentro de una lista de distintas alternativas a una situación. En el contexto de la situación a analizar, despenalizar el aborto dentro de las primeras doce semanas, el utilitarismo puede encontrarse a favor o en contra de dicha acción. Aquí todo dependería del contexto de los casos específicos ya que si es simplemente el debate entre la madre que quiere abortar o no, los involucrados serían dos: la madre y el futuro ser humano, su hijo. Aquí se dividiría el beneficio exactamente a la mitad entre el que le proporciona a la madre abortar y el que le proporciona al ser en desarrollo poder nacer y hacer una vida. Sin embargo, una vez que entran más seres sintientes al contexto, si son dos o más lo que se beneficiarían del aborto entonces según la postura utilitarista este debiera ser despenalizado.
Mientras que el utilitarismo estaría principalmente a favor de dicha propuesta, hay corrientes éticas que estarían completamente en contra. El Kantismo o ética kantiana es aquella que busca la universalidad tanto en principios como en aplicación con la que cuenta la ciencia. Para Kant las leyes éticas están regidas por el imperativo categórico: una ley que no depende de nada más que de la razón pura para cumplirse. Bajo este concepto el aborto debiese continuar siendo ilegal para Kant ya que busca la universalidad. Por ejemplo, un individuo no podría con ética kantiana no podría aprobar la despenalización del aborto ya que tendría que ponerse en el lugar del sujeto víctima del aborto y claramente a nadie le gustaría haber sido abortado en ningún momento. Además de esto para Kant el ser humano es un fin y por lo tanto la vida de los demás no puede ser utilizada como un medio. En el aborto eso es precisamente lo que sucede, la madre o pareja decide realizar el aborto como un medio para que así sus metas actuales y objetivos no se vean interrumpidos ni reemplazados por otros que aún no buscan.
He ahí la situación, la despenalización del aborto es un tema sensible que requiere de un juicio ético que vaya por encima de los actuales juicios éticos para poder determinar si debe ser o no permisible. Para poder tomar una sola decisión habría que seguir una sola postura ética en general y dada la capacidad de razón del ser humano esto es un escenario muy improbable por lo cual este tema seguirá siendo controversial incluso si la propuesta actual es aceptada o negada.
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