lunes, 7 de marzo de 2011

Las relaciones humanas. Sonia Peña Salazar

Sonia Peña Salazar A01170348
Ética, persona y sociedad

Las relaciones humanas: afectivas o de contrato


Las relaciones humanas han existido siempre, ya que ser sociable es parte de la naturaleza de toda persona; es por ello que no existe alguien ajeno a la interacción con otro, estas relaciones siempre existirán en nosotros.
El dilema nace a raíz de un “nuevo” comportamiento del ser humano, este ya no solo ejemplifica el sentido natural de convivencia con el que nacemos sino que ahora tiene repercusiones en “que me brinda a mí”, “cuáles son los beneficios de llevarme o establecer una relación con esa persona”. Y esa “reciente” forma de ser por parte de los seres humanos ha hecho cambiar enormemente las relaciones humanas actuales.
Como comentario personal, he escuchado constantemente el hecho de que ahora las personas cercanas a ti no te dicen “me agrada que te lleves con Juan, seguramente harás una bonita amistad con él”, eso es muy raro que suceda; lo que se escucha ahora es “llevarte con Juan te ayudará muchísimo en el campo donde te desempeñes”. ¿Se dan cuenta de ese cambio? No digo que esté mal ni mucho menos, ya que el apoyo entre personas es lo que hace una verdadera sociedad; pero este cambio hace que reflexionemos si las relaciones que establecemos son meramente afectivas o tienen una implicación de conveniencia.
Fundamentando lo anterior con una teoría ética que pienso tiene los elementos necesarios para abarcar perfectamente lo planteado; el pensamiento Kantiano y su imperativo categórico (mandatos incondicionados) nos brinda tres aspectos importantísimos para comprender las relaciones humanas: Universalidad, Tratar como fin y no como medio y Autonomía.
Hablando primeramente de la universalidad, esta se podría entender como una “regla universal”, ya que como decía Kant: “si aceptas cualquier consideración como razón para un caso, debes también aceptarla como razón para otros casos[1]”. Por lo que si ahora se encuentra la tendencia de establecer una relación con alguien más buscando únicamente de un beneficio personal y esa otra persona también buscara lo mismo, se estaría hablando de un comportamiento en donde las relaciones se convertirían en leyes universales por el objetivo en común del actuar que ambas partes posee.
Además se encuentra el hecho de tratar como fin y no como medio, hablando a grandes rasgos, este aspecto nos dice que las personas por el simple hecho de ser humanos que contemplan aspectos como la racionalidad y la dignidad, no pueden, bajo ningún motivo tratarse como un objeto, ya que el hacerlo implicaría el uso de este como un medio para la búsqueda de tus propios beneficios.
Sin embargo este aspecto puede tener una doble cara según la manera en la que lo veamos, ya que puede plantearse como un contrato: “tu quieres algo de mí, yo también quiero algo de ti” y entonces se estaría hablando de una relación humana basada en un contrato de comportamiento recíproco.

Y para concluir con los fundamentos de esta nueva concepción de las relaciones, se encuentra el aspecto de autonomía planteado por Kant. La autonomía puede concebirse como algo que no se rige de nada y de nadie sino que viene de tu propia percepción y que por esa misma naturaleza incluirás normas que forman particularmente tu persona; por lo que en pocas palabras se entiende como tu individual forma de actuar ejecutando normas morales propias. En este aspecto de la autonomía también entra el hecho de que si tú, personalmente, estás de acuerdo con llevar una relación beneficio-beneficio está bien siempre y cuando no exista manipulación recíproca.

Todos estos planteamientos del imperativo categórico que nos brinda Kant, profundizan el entendimiento de que si las relaciones humanas son afectivas o son de contrato, lanzando como conclusión que las relaciones humanas podrían ser de contrato y no solo afectivas, esto según lo que tú quieras, según tus objetivos y tu forma de ver las cosas, tal vez pueden ser más complicadas pero eso es parte de la naturaleza humana, somos seres complejos por lo que nuestras relaciones también lo serán.

-Referencia Bibliográfica
Rachels, J. (2000) Introducción a la filosofía moral. México: FCE.

[1] Introducción a la filosofía moral. James Rachels. Pensamiento de Kant.

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