lunes, 7 de marzo de 2011

Ingeniería genética en animales. Por Anaís Rodríguez

En 1953 dos brillantes científicos nos abrieron la puerta a la hoy tan apreciada biología molecular, James Watson y Francis Crick hicieron un trascendental hallazgo al descubrir la doble hélice de la molécula de ADN, que desde entonces se ha venido estudiando y no obstante, como toda gran descubrimiento, se le ha encontrado una infinidad de aplicaciones científicas, haciendo de ello que se creen proyectos muy ambiciosos como el tan nombrado mapeo del genoma humano o la clonación de la oveja Dolly, por nombrar algunos proyectos en donde la ingeniería genética ha de ser el componente principal, y la cual ha dado de que hablar a muchos por sus tan complicadas cuestiones éticas.
Una de las habilidades que ha permitido la ingeniera genética es la creación de animales transgénicos, y será de lo que me basaré en este artículo. Un animal transgénico es aquel que se ha modificado genéticamente introduciéndole un gen o genes extraños a él de una especie totalmente diferente a éste. Esto se hace con dos fines principales, el primero para que estos animales puedan producir ciertas sustancias de interés humano, como lo son hormonas o proteínas necesarias para tratamientos médicos, como sería el caso de las vacas transgénicas que son modificadas para que produzcan hormonas de crecimiento humano entre otras cosas, o como los cerdos modificados genéticamente para que produzcan insulina humana para tratar a la gente que padece de diabetes, entre otros. El segundo fin es la producción de animales transgénicos modelos de enfermedades, que son genéticamente modificados para que presenten síntomas de enfermedades para poder ser estudiados, como el caso del ratón, OncoMouse, que estaba genéticamente modificado para que cargara con genes que promovían el desarrollo de varios tipos de canceres humanos.
Como ya se vio la creación de este tipo de animales puede ser de gran beneficio a la humanidad, tanto en cuestiones medicas por los beneficios farmacéuticos de obtener sustancias que nos se encuentran en la naturaleza para tratamientos médicos o prevención de enfermedades, e incluso para poder estudiar aquellas enfermedades que nos aquejan y que aun no se les ha encontrado cura, como las cuestiones agrícolas-económicas, que es el poder crear animales que produzcan más leche, productos más nutritivos, y que sean resistentes a enfermedades reduciendo así costos y aumentando la producción.
En cuanto a las cuestiones éticas de si usar a los animales para modificarlos genéticamente y usarlos para su estudio y beneficio se tiene dos perspectivas que se oponen, por un lado está la teoría Kantiana y por otro la teoría utilitarista. Viéndolo desde la perspectiva Kantiana se puede llegar a decir que mientras estemos obteniendo beneficios no hay problema alguno en usar a estos animales como medios para nuestro beneficio pues estos no son dignos de consideración moral ya que no son seres razonantes, mejor usar animales como medios para nuestras investigaciones científicas que a humanos que sí son dignos de consideración moral y que como seres razonantes no se pueden tratar como mero objeto de estudio. Además es nuestro deber el poder ofrecer alternativas que ayuden a mejorar nuestra forma de vida y a quitar aquellos problemas que aquejan con la vida cotidiana, si tenemos la posibilidad de curar enfermedades por medio de los animales, porqué no hacerlo.
Por el otro lado está la teoría utilitarista en donde los animales sí son dignos de consideración moral pues aunque no son seres razonantes, también experimentan placer y dolor, y el principio de esta teoría es el crear la mayor felicidad para todos los seres afectantes de la situación, es así que los animales no se pueden usar bajo ninguna circunstancia como objetos de estudio y mucho menos para manipularlos genéticamente para que produzcan alguna sustancia que no es natural para ellos que la produzcan, o contraer alguna enfermedad y experimentar en ellos.
En conclusión creo que es difícil el decidir sí usar a los animales como nuestros experimentos científicos o no, ya que sabemos que al igual que nosotros experimentan dolor y de una u otra forma muy dentro de nosotros sentimos que tenemos deberes hacia ellos, sin embargo se ha visto que representan una gran alternativa para poder dar solución a enfermedades que azotan hoy en día, el poder incrementar la producción de la industria ganadera o simplemente el poder estudiarlos para obtener mayor conocimiento científico. En fin, creo que no se puede ir en contra del desarrollo científico y de estas nuevas técnicas biotecnológicas, pero si se pueden crear legislaciones que regulen el uso de estas nuevas técnicas y darles el mejor uso posible.

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