Jennifer Torres
A0122504
Tesis: Consumismo desde el punto de vista ético
"La libertad exige no sólo capacidad de opción
sino información acerca de las opciones."
Cortina (2002).
Es bien sabido que el consumo promueve el
trabajo, es agradable, divertido, emocionante y nos provoca placer. El problema
es que hoy en día, los productos ya no satisfacen una simple necesidad
material, ahora entran en algo simbólico y mucho más social.
La tendencia del consumismo en nuestro
país ha ido aumentando poco a poco. Las empresas han notado cómo es que influye
la publicidad en sus clientes, causando que éstos consuman distintos productos
y empiecen a considerar diversos productos como una necesidad, indispensables
para lograr su felicidad y tranquilidad. Un claro ejemplo son los cosméticos,
muchas mujeres no se sienten cómodas en público sí no traen puesto maquillaje,
se sienten inseguras y prefieren salir arregladas y maquilladas la mayor parte
del tiempo.
Este mercado de mujeres representa el mayor
volumen de ventas de productos en el mundo; el segmento de cuidado de la piel,
el cabello y cosméticos representa unos 30 mil 500 millones de dólares en
Estados Unidos. Así mismo, México ocupa el segundo lugar de la industria en
América Latina con ventas anuales de 2 mil 402 millones de dólares, después de
Brasil, que esta en primer lugar con 3 mil 709 millones de dólares. (Milenio,
2008).
Sabemos que la mayoría de las mujeres son
vanidosas y están buscando productos que las hagan sentirse seguras y bellas en
cosméticos y accesorios, muchas de ellas compran lo que sea para sentirse
cómodas con su aspecto pero llega un punto en el que solo se preocupan por su
físico, independientemente de los químicos que su piel esta recibiendo. No
hacen conciencia en cuanto a de que están hechos los cosméticos que utilizan,
que elementos químicos contienen o con que animales fueron probados.
En los años 50, los seres humanos vivían
con la idea que era bueno usar productos químicos ya que eran considerados sumamente
efectivos, hoy en día una gran parte de los consumidores siguen pensando de la
misma manera. No existe ni una sola ley que
prohíba el uso de productos químicos y tóxicos para nuestra salud.
(Leonard, 2010). Debemos de tratar de cambiar la manera en que los consumidores
ven los productos, mostrarles y educarlos a leer los ingredientes para que
sepan lo que realmente están comprando. Algunos científicos están creando
nuevos productos libres de parabenos entre otros elementos tóxicos que dañan nuestra
salud pero aún no son tan conocidos en el mercado por falta de publicidad.
El consumo nos permite interactuar con
diferentes personas, expresarnos libremente y mostrarle a las personas como
somos realmente, que nos gustan y que cosas tenemos en común.
La ética del consumo nos ayuda a
comprender qué debemos de consumir, para qué y quién debería de decidir lo que
se consume. El consumo debe ser justo, sólo consumir los productos que todos
los humanos puedan consumir sin dañar al resto de nuestra sociedad ni al medio
ambiente. (Cortina, 1999)
Los medios de comunicación proyectan
imágenes, videos, mensajes y campañas publicitarias donde nos enseñan un mundo
hermoso, feliz y perfecto, esto nos lleva a la compra de productos que dicen
ser exclusivos, maravillosos y necesarios. Los adolescentes de hoy buscan
impresionar a sus amigos y conocidos en moda y tecnología, esto los ayuda a
identificarse, mostrándole a los demás sus gustos y clase social.
Estudios
demuestran que mas del 6% de la publicidad que observan los consumidores es
considerada engañosa, lleva al consumo erróneo y afecta negativamente el
comportamiento económico del consumidor. (Méndez, Monescillo, Aguaded, 1996)
Los padres de familia deben de ser un
ejemplo para sus hijos, no solo en valores y acciones, también en cuanto a las compras que realizan, es su
deber como padres mostrarles que no solo lo hacen por adquirir un producto o
por presumir con sus conocidos, si no que ven más allá del producto, ven su
funcionalidad, sus beneficios, lo útil que le será a toda la familia y piensan
a largo plazo sobre este.
La ignorancia en las personas es la
causante de el consumo irracional y excesivo. (Castilejo, 2011).
Se
debe de educar a las personas para tomar mejores decisiones en cuanto a las
compras que realizan así como a ser racionales sobre estas. Muchas personas no
piensan si en verdad necesitan el producto, solo lo compran por que les agrada,
por el qué dirán y por que los hace sentirse cómodos consigo mismos.
Tristemente, hoy en día, valemos más por lo
que tenemos que por lo que somos en realidad. Hay un refrán que dice "Como
te ven, te tratan", es muy cierto, primero te juzgan por lo que traes
puesto y por lo que compras, de acuerdo a esto sabrán a que clase social
perteneces, como portarse contigo y al final te juzgan por tu persona,
sentimientos y acciones. Se han ido perdiendo los valores por la imagen y
publicidad que los medios de comunicación transmiten.
Llegar a ser un consumidor prudente
parece imposible, para poder lograrlo se debe estar informado y educado acerca
de la calidad de los productos que son de nuestro interés y agrado, se debe
evaluar la situación y tomar la decisión de comprar el producto teniendo en
cuenta si se va a beneficiar ó a perjudicar a alguien más.
En conclusión pienso que nadie puede
evitar el hecho de que las personas consuman productos o servicios que les
agraden o les parezcan útiles, las personas debemos de basarnos en nuestra
razón, educación, valores y conocimientos para tomar mejores decisiones de
compra. Es importante que al momento de realizar la compra de algún producto
pensemos sí en verdad lo necesitamos y para qué. El consumismo se ha vuelto
parte de nuestro estilo de vida e involucra a todas las culturas. Los seres
humanos vivimos para satisfacer nuestras necesidades y olvidamos las relaciones
con las demás personas. Debemos de cambiar la idea sobre el consumo de
productos innecesarios y concentrarnos en nuestra felicidad y en la de los demás.
Bibliografía
Castilejo, J. (2011). Educación para el consumo. Educación XX1. Recuperado de: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=70618224002
Cortina, A. (1999). Ética del consumo. México. El País.
Gajitos,
M. (2006).Hacía el consumismo inteligente.
Grupo Comunicar. Recuperado de: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=15802707
Leonard,
Annie. (2010). The Story of Cosmetics. Story of
Stuff Project. Recuperado de: http://www.youtube.com/watch?v=uo5SZXiyAV8
Méndez, J. & Monescillo, P. (1996). Orientación educativa para un consumo
racional. Grupo Comunicar. Recuperado de: http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=15800711
Páramo, D. (2010).El consumo, factor clave. Pensamiento & gestión. Recuperado de:
http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=64615176001
Perscador,
F. (2008). Cosméticos, líderes en ventas de productos de consumo. Milenio. México. Recuperado de: http://www.milenio.com/cdb/doc/impreso/8124360
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