martes, 14 de mayo de 2013

Homosexualidad en México

Cesar Longinos


¿Qué es la homosexualidad?
¿Cómo es la vida para los homosexuales en México?
¿Qué papel juega la iglesia en esta problemática social?

Han pasado tantos años desde la frase que Benito Juárez enunció: "Entre los individuos, como entre las Naciones, el respeto al derecho ajeno es la paz" (Benito Juárez 1867),  Parece irónico que después de 146 años, en la “edad moderna”, aún no se pueda cumplir este manifiesto.
México es un país que vive con estereotipos o “etiquetas” que propician a la discriminación, siendo esta una forma psicológica o inclusive física de maltrato. Existen grupos marginados por la sociedad; uno de estos grupos son los homosexuales.
La discriminación que viven los homosexuales es un ejemplo de falta de respeto e inclusive de criterio. Esto lo podemos notar en la inseguridad que tienen para expresar de primer momento sus preferencias sexuales, algunos pueden llegar a guardar estas preferencias para no verse agredidos por la sociedad en la que se desenvuelven.
Para poder entender el tema de la homosexualidad es necesario primeramente entender el significado de esta y comprender que no es un término que se ha empleado apenas el presente siglo.
Es necesario entender por otro lado que muchas veces aunque lo veamos como algo no natural y no propio de los seres vivos, es algo que realmente vivimos el día a día con situaciones semejantes en las plantas y/o animales que nos rodean. No creo que estos seres vivos lo sean por  “ir en contra de la naturaleza”.
“La homosexualidad siempre ha existido, no sólo entre los seres humanos, pues también los animales de algunas especies llevan a cabo prácticas homosexuales. Se han documentado en numerosas investigaciones conductas homosexuales entre los gorilas hembras y machos, chim-pancés, bonobos, gatos, gaviotas y muchas otras especies, tanto en cautiverio como en su hábitat natural” (Beach, 1976; Fisher, 1992 pp. 154).
 En el caso de México es un tema delicado debido a la cultura en la que vivimos, pues a pesar que se han dado grandes avances como el aceptar un matrimonio entre homosexuales, para la sociedad mexicana la definición de núcleo familiar no se puede ver como a una familia una pareja compuesta por el mismo sexo. Esto no es por las ideas que tienen nuestros abuelos o antecesores próximos, es una serie de comportamientos relacionados con la educación y cultura de muchas generaciones atrás que se vieron afectadas por el “patriarca” dónde el hombre era quien daba el sustento y sus leyes o creencias se aplicaban, generando así lo que en la actualidad conocemos como machismo.
Es claro que un tema de cultura es difícil de cambiar de manera rápida y en países como el nuestro donde la falta de comunicación e información hacen que la aceptación o el poder entender el verdadero significado del respeto se haga de forma escasa generando un criterio básico expresado en costumbres o tradiciones, sin generar un juicio a mayor profundidad donde tal vez podamos llegar a la conclusión que no sólo tenemos el derecho de ser felices sino también la obligación de buscar nuestra felicidad, siempre que respetemos al otro.
 “En países menos desarrollados, sin embargo, sigue habiendo un gran distanciamiento entre estos dos conceptos y un mayor grado de homofobia.). La homofobia se debe en gran parte a que la homosexualidad atenta contra grandes instituciones políticas y sociales, como el matrimonio y la familia. Paradójicamente, es la comunidad gay la que ha exigido el derecho a ser reconocida por dichas instituciones. Prueba de ello es la reciente aprobación de la unión civil entre parejas del mismo sexo en la Ciudad de México” (Collado, 2006 pp 159).
La homofobia que se vive en México es muy grave, durante los últimos años en México ha habido muchos asesinatos hacia homosexuales, de manera brutal. “la homofobia no solo es el miedo o rechazo a la relación sexual entre personas del mismo sexo, sino también el miedo o rechazo a la confusión de géneros” (Álvarez-Gayou, 2000 pp.53).
“El rechazo surge cuando se piensa que el hombre que es penetrado se vuelve más mujer, o la mujer que penetra se vuelve más hombre. También apunta que todos los estereotipos y prejuicios alrededor de la homofobia se convierten en algo natural ya que a través de la cultura son inculcados en los individuos desde el comienzo de la infancia”. (Castañeda, 2000 pp. 157)
En México, desde temprana edad se discriminan a los niños afeminados, haciéndoles “bullying,” y estos niños crecen con prejuicios, de qué lo que les está pasando está mal. Al momento de llegar a ser adultos, los inundan con ofensas por sus atracciones sexuales y acaban con su confianza, simplemente los convierten en personas infelices. Es por esto que es necesario, inculcar desde temprana edad a los niños para que vean que la homosexualidad es algo normal y no lo vean como algo malo.
La iglesia juega un gran papel en esta problemática, ya que la homosexualidad es algo muy penado en la religión, cualquiera que esta sea. “El posicionamiento de la Iglesia en general ha sido muy negativo en la valoración de este tipo de postura o comportamiento sexual. Históricamente hablando, la Iglesia cristiana, tanto católica como protestante, siempre ha condenado las "prácticas homosexuales". Para ello se basaba por un lado en la filosofía "natural", y por otro, en las mismas fuentes bíblicas. Ambos caminos han estado altamente cuestionados en las últimas décadas”. (Alexandre Awi M., 2001)
 “En México el incremento de la diversidad religiosa así como la creciente visibilidad de la diversidad identidades sexuales y de género se entrelazan para mostrar cómo, a diferencia de lo que el catolicismo ha establecido históricamente, en algunas iglesias y comunidades del campo religioso cristiano se produce una inclusión a la diversidad, a través de marcos morales en los que la heterosexualidad deja de ser el eje articulador de las normas, de los valores y de las representaciones que marcan el bien y el mal, lo aceptado y lo no aceptado, lo sancionable y lo que se inscribe dentro de la libertad individual”. (Barajas, 2011 pp.47)
 Las personas discriminan mucho sin pensar, que todos tenemos “gustos o preferencias diferentes”. La homosexualidad no es un defecto, si no son gustos diferentes de personas que no se sienten felices con su atracción por el sexo opuesto, y es algo que debe ser respetado. Al momento de que ellos te guardan respeto, nosotros también debemos darles el respeto que se merece.
La forma retrógrada de pensar de las personas en  México, así como su forma de pensar han contribuido a acabar con el sueño de un homosexual de ser feliz, siendo este un derecho que por nacimiento que nos corresponde como individuos.
El ser homosexual no cambia a una persona, ni perjudica a la gente a su alrededor, un homosexual tiene los mismos derechos que un heterosexual. La única diferencia entre un heterosexual y un homosexual, son sus atracciones sexuales, sin embargo no podemos juzgar a una persona por ello. Debemos de respetarlos, así como respetamos las ideas, creencias o tradiciones de la diferentes culturas o sectores sociales; ejemplo de esto es que así como respetamos la religión budista, católica, cristiana, etc., o inclusive con cosas mínimas como el respetar las preferencias de dicho equipo representativo de un deporte en particular, así debemos de respetar el que una persona o un sector de la población tiene preferencias por su mismo sexo.
A mi parecer no me afecta en nada las atracciones sexuales de las personas, mientras ellos me respeten, yo les daré su lugar y respetare su forma de pensar. Mucha gente repudia a los homosexuales, solo porque son diferentes, o porque su manera de ver las cosas no va más allá de lo que han aprendido, por la religión o por la educación no tan abierta que han recibido. Piensan que al momento de convivir o de estar cerca de alguien con gustos diferentes, se “contagiarán” por así decirlo, es necesario entender que la homosexualidad no es una enfermedad.
Los homosexuales tratan de alcanzar la felicidad, al igual que nosotros y tienen el mismo derecho de lograrlo al igual que nosotros. Aunque nos cueste trabajo, es su forma de ver las cosas y no los podremos cambiar. Así pues porque no respetarlos y dejarlos ser felices, convivir con igualdad, respeto, y confianza.


Trabajos citados
Alexandre Awi M., I. (s.f.). http://www.scielo.cl/. Obtenido de SCIELO: http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0049-34492001000400001&lng=es&nrm=iso
Alvarez-Gayou. (2000). Redalyc. Obtenido de http://www.redalyc.org/: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=292155111
Barajas, K. B. (2011). Redalyc. Obtenido de Redalyc: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=34219888003
Beach, F. (1976,1992). Redalyc. Obtenido de http://www.redalyc.org/: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29214111
Castaneda. (2006). Redalyc. Obtenido de Redalyc: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=29214111
Collado, D. (2006). Redalyc. Obtenido de Redalyc: http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=23214111

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