Mariel War Quiñonez
En la
actualidad 1 de cada 700 personas que nacen tienen una enfermedad conocida como
Síndrome de Down (Heusser, R; Repetto G. 2000.), quienes son personas al igual que nosotros
solo que con capacidades un poco diferentes
a las nuestras, pero esto no quiere decir que no tengan poder racional, y que solo por ser físicamente diferentes merecen
ser discriminadas por algunas personas,
para poder entender mas sobre el tema comenzaremos explicando en qué
consiste esta enfermedad, como es
adquirida y cuáles son las enfermedades que trae consigo. Síndrome de Down es la consecuencia de tener
un cromosoma de más en el par 21, dicha enfermedad es contraída por diversos
factores, sin embargo la causa más común
es cuando las mujeres salen embarazadas después de los 40 años, sus hijos nacen
con esta enfermedad, la cual no se puede evitar. (Nazer, Sifuentes, 2011). Algunas de las enfermedades que trae consigo
el contener un cromosoma más en el par 21 son comunicación atrio ventricular
tanto de defectos visuales como auditiva, otitis media, apnea durante el sueño,
tiroides, anomalías gastrointestinales, ano imperforado y megacolon así como un
alto riegos de padecer cardiopatía y desarrollar leucemia. (Castro, 2007).
Repetidamente
nos referimos a estas personas como “mongolitos”, “enfermitos”, “retrasados”
entre otras, discriminándolos y lastimándolos, no solo a ellos si no a sus
seres queridos, una persona con Síndrome de Down puede llegar a tener una vida
casi normal, existen centros especiales para ellos donde les enseñan a
desarrollar un sinfín de habilidades. La
amabilidad, la inocencia, una ausencia
de rencor y de malicia pero sobre todo la capacidad de amar, son
características que distinguen a estas personas, entonces ¿ por qué lastimarlos
agrediéndolos de distintas maneras?
El
discriminar a cualquier persona es un acto moralmente incorrecto, en este caso
veremos un ejemplo de cómo una persona lastimó a otra persona con Síndrome de
Down y se demostrará con teorías éticas el por qué este acto es considerado
incorrecto.
Un
cierto día en la calle se realizaba un desfile de una escuela de personas con
la enfermedad de síndrome de Down, las
madres acompañaban jubilosas a sus hijos cuando de pronto, una mamá ve cómo le
lanzan una botella de agua a la cabeza de su hijo desde una escuela, y el alumno causante de este acto celebraba el
haberlo golpeado, presumiéndole a sus compañeros que él había golpeado a un
“mongolito”, la mama del niño que fue golpeado decidió ir con la directora y pedir que le llamen la
atención al estudiante que lanzo la botella, cuando le preguntaron por qué lo había hecho, este negó que había
realizado tal acto, mas la mamá demostró lo contrario pues había tomado una
foto con su celular por lo que su negación fue en vano, la directora mandó llamar a la mamá del
muchacho que lanzó la botella para informarle lo sucedido, pero ésta solo
justificó diciendo que eran solo travesuras de niños, y no acepto que el acto que su hijo realizó estaba mal.
Pero ¿qué
tan incorrecto es el acto realizado por este alumno que decidió aventarle la
botella a este ser humano? El golpear a
cualquier ser humano es un acto
incorrecto, pero las personas con síndrome de down son personas más sensibles,
y no son capaces de defenderse como las
personas que no padecen de esta enfermedad, Para argumentar la respuesta a esta pregunta nos basaremos en distintas
teorías éticas como el utilitarismo, y
otras teorías de importantes filósofos como Hobbes, Kant, y Aristóteles.
Comenzando
con Hobbes, este dice que debería de haber un contrato social donde existan
reglas para la convivencia social, entonces, si la sociedad considera que estas
personas son especiales y que por lo tanto necesitan un trato especial, y que
no debemos de burlarnos, esta se podría considerar una regla de este contrato
social, por lo que el acto realizado por esta persona es moralmente incorrecto,
además no olvidemos la regla de oro “no hagas a otros lo que no quieres que te
hagan a ti”(Cortina,1996) , y podría decir que al menos a la mayoría de las
personas nos resulta molesto que nos lastimen lanzándonos botellas, entonces si
no nos agrada a nosotros ¿por qué realizar este acto?
Desde
un punto de vista kantiano, el ser humano es una persona valiosa por su
dignidad, y debemos respetar su racionalidad, de otro modo estaremos violando
su dignidad, las personas con síndrome de Down también son seres humanos,
tengan o no diferentes capacidades, por lo tanto las personas con síndrome de
down también tienen dignidad, y no hay
razón para disminuirla haciéndoles sentir
que son menos que nosotros; Kant también consideraba el no mentir como una
regla moral absoluta, y el estudiante mencionado en el ejemplo mintió por lo
tanto violo la regla, este debió aceptarlo y esperar las mejores consecuencias
la cual probablemente sería un castigo, lo que nos lleva al tema del
retribucionismo donde por realizar un mal acto como el lanzarle la botella a
cualquier persona para agredirla en especial si esta tiene síndrome de Down,
mereces un castigo como un acto de justicia donde se devuelve la mala acción
que se realizo, claro está el castigo debe ser proporcional al delito cometido.
(Cortina, 1996)
El
utilitarismo juzga el acto dependiendo de la felicidad, este se mide por el
balance de felicidad sobre infelicidad, es decir debe causar más felicidad que
infelicidad, y para el mayor número de personas, y dependiendo
de esto se decide si el acto es correcto e incorrecto, quizás el alumno
sintió felicidad por un momento al lanzar la botella, pero si contamos la
infelicidad que este trajo para la persona con síndrome de Down, su mamá, las maestras
de los alumnos con síndrome de down que acompañaban a sus alumnos en el
desfile, y el resto de sus compañeros con síndrome de down, el acto no brinda
felicidad al mayor número de personas, además el alumno podría recibir un
castigo provocando que su felicidad acabe, por lo que la infelicidad de nuevo
tiene más peso sobre la felicidad, por lo que visto desde una perspectiva
utilitarista el acto realizado fue incorrecto.(Cortina, 1996).
Aristóteles
también creía que el fin del ser humano era la felicidad, pues esta la buscamos
por naturaleza, pero las decisiones que
tomemos tienen que ser con prudencia, y
por personas de bien, mismas que según Aristóteles
se definen por las virtudes que tenemos,
las cuales son un punto medio entre el exceso y el defecto, algunos
ejemplos de estas virtudes son civilidad, valor, cortesía, equidad,
generosidad, justicia, autodisciplina, honestidad entre otros; (Cortina,1996).
Para este ejemplo tomaremos las 3 últimas virtudes del listado anterior las cuales son justicia,
autodisciplina y honestidad para poder demostrar otro ejemplo del por qué el
acto fue incorrecto. En el ejemplo el estudiante le lanza la botella a esta
persona la cual tiene menos capacidades para defenderse, entonces al conocer
sus limitaciones y saber que no podría defenderse el estudiante lanzó la
botella, lo cual es un acto injusto para el niño con esta enfermedad, pues
probablemente el estudiante no lo hubiera hecho a una persona que si pudiera
contraatacarlo, la autodisciplina es la segunda virtud mencionada la cual no se
tuvo, pues una persona que sabe comportarse no realiza un acto que sabe está
mal, pues este valor trata de saber comportarse y tener control sobre sí mismo,
la cual claramente se comprueba que no
cumple con ninguna de ambas características, por ultimo encontramos la virtud
de la honestidad, la cual es una de las mas importantes para muchos filósofos,
el decir la verdad, la cual el estudiante, por tratar de escaparse del castigo,
no cumple diciendo que él no había sido el que aventó la botella pero se pudo
comprobar que este mentía. Al explicar cómo éste ha fallado en las 3 virtudes
mencionadas, podemos ver que no es completamente una persona con educación, la
cual le traerá consecuencias a lo largo de su vida.
En
conclusión podemos deducir gracias a las teorías revisadas con anterioridad el
lastimar a cualquier persona es un acto moralmente incorrecto, pero como lo mencionamos
anteriormente al contrario al resto de las personas que no tienen síndrome de
down o que tenemos todas nuestras capacidades desarrolladas, las personas con
síndrome de Down no son capaces de defenderse, como creo que el resto de las
personas lo haríamos en caso de ser agredidos, todos los seres humanos tenemos
dignidad y merecemos respeto, sobretodo
estas personas que son más sensibles e inocentes y que incluso viven su vida
felizmente sin interferir en nuestra
felicidad, así al seguir su ejemplo y respetarnos todos lograremos convivir en una
mejor sociedad que nos convertirá a nosotros en personas más felices y al resto
de la sociedad.
Referencias:
Cortina, A.
Ética. La vida moral y la reflexión ética. (1996). Santillana, Madrid. 1996.
Robles, I.
(2013, Mar 21). Quieren lograr su autonomía. El Norte. Retrieved from http://search.proquest.com/docview/1318511383?accountid=11643
NAZER H,
JULIO; CIFUENTES O, LUCÍA. (abril, 2011). Estudio epidemiológico global del
síndrome de Down. Rev. chil. pediatr., Santiago, v.
82, n. 2. Recuperado de
http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062011000200004&lng=es&nrm=iso.
HEUSSER R.,
FELIPE; REPETTO L., GABRIELA. (Mayo 2000). Revista "Desafíos del síndrome
de Down". Rev. chil. pediatr., Santiago, v. 71,
n. 3. Recuperado de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0370-41062000000300017&lng=es&nrm=iso
Rachels, J.
(2009). Introducción a la filosofía moral. México: FCE.
Castro
Volio, Isabel. (2007). El síndrome de down en el siglo XXI.. Enfermería Actual en Costa Rica,
septiembre-marzo. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=44801102
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