Denisse Amaranta Soler Morales
Discriminación por discapacidad física: una realidad.
A la mayoría le ha pasado que intenta estacionarse pero
los únicos lugares en el estacionamiento de la plaza o del supermercado están
hasta el fondo; sin embargo, al encontrarse con el lugar definido para personas
con discapacidad llegan a pensar que cómo solo van “rapidito” no pasa nada y se
pueden estacionar. La realidad es que este -no pasa nada- va mucho más allá,
puesto que implica que si una persona con alguna discapacidad motriz desea
entrar al supermercado ya no podrá y tendrá que buscar estacionamiento más
lejos y si corre con suerte vendrá acompañado y tendrá ayuda, si no lo hace
tendrá que arreglárselas por sí mismo y recorrer una distancia mayor que no
suele ser un trayecto muy cómodo tampoco. A esto también se le llama
discriminación y es algo que mi papá y yo vivimos cada fin de semana; en su
caso tiene mi compañía pero cuando no, él decide volver a casa y regresar otro
día. La discriminación hacia personas
con discapacidades físicas es un hecho y con acciones tan pequeñas, como la
anteriormente descrita, se fomenta día con día.
La
inclusión de personas con discapacidades físicas dentro de la sociedad mexicana
se ve dificultada por la falta de concientización provocada principalmente por
prejuicios, estereotipos y nivel socioeconómico. Así mismo los factores que se
derivan de esta falta de conciencia favorecen la segregación de esta parte de
la población. El número de personas con discapacidades es grande, mientras que
el número de medios utilizado para que se fomente la inclusión de estas personas
es pequeño y por ende alarmante.
Dentro de este ensayo se revisará la
definición de discapacidad, el porcentaje de personas que sufren de
discapacidad en México, los estilos de vida que llevan y los factores que
afectan a su desarrollo tanto personal como social. Así mismo se analizarán
causas y efectos de este tipo de discriminación, para finalmente concluir con
la puntualización de las ideas principales y la relación existente entre ellas
y la tesis.
La discapacidad se define como “un
término general que abarca las deficiencias, las limitaciones de la actividad y
las restricciones de la participación…Un fenómeno complejo que refleja una
interacción entre las características del organismo humano y las
características de la sociedad en la que vive” (OMS, 2011). El término correcto
que hay que emplear es el de persona con
discapacidad, ya que por lo general los términos más utilizados son el de
minusválido, incapacitado e inválido; utilizar estas palabras resulta
denigrante y ofensivo puesto que se están minimizando las capacidades de las
personas y además la capacidad no es un impedimento, es sólo la dificultad de
la persona para lograr un desarrollo personal y social, por otro lado la
sociedad en la que viven es un agente causal de la calidad de vida que tienen.
De acuerdo con la INEGI en el censo que
se realizó en el año 2010, 5.1% de la población padece de algún tipo de
discapacidad, dentro de las cuales la más reconocida es la discapacidad motriz.
Además, este porcentaje ha incrementado desde el año 1900 iniciando en 0.2%,
para incrementar a 2.3% en el 2000 y finalmente el registrado en el 2010
(INEGI, 2011). Así mismo, la presencia de personas con discapacidad es mucho
mayor en los ámbitos rurales que en los urbanos, puesto que la discapacidad y
la pobreza van de la mano. Lo anterior se debe a que la pobreza no ayuda a
mejorar la condición de vida de la persona y una persona con discapacidad al
sufrir de discriminación le es muy difícil conseguir un trabajo; de acuerdo con
la Encuesta Nacional de sobre Discriminación en México (2010) 25 de cada 100
personas logran recibir un empleo, y poco menos del 50% de estas personas
reciben un salario injusto por realizar trabajos en los q se les pagaría más si
no tuvieran discapacidades.” El principal impacto que tiene la enfermedad de
una persona con discapacidad se presenta en la esfera de la economía familiar”
(CONAPRED, 2010).
La discriminación a personas con
discapacidades físicas en el ámbito laboral es una cuestión de gran importancia
ya que muy pocas empresas tanto gubernamentales como privadas contratan a
personas con discapacidad, y las que si las contratan es en números muy
pequeños. Las razones más comunes son los prejuicios que inconscientemente las
personas generan. Vite (2012) menciona que el reconocimiento a los derechos de
las personas con discapacidad es incompleto porque no existen trabajos comunes
que necesiten los servicios de la persona con discapacidad y además que les
ofrezca un salario que ayude a mejorar su calidad de vida. Aunque se implementen
proyectos por parte del gobierno que ofrezcan trabajos a los discapacitados,
las ofertas son pocas y el salario no es justo, además el tipo de empleos que
se ofrecen a personas con discapacidad son empleos que implican actividades
terciarias, como despachadores en tiendas, cajeros y secretarios.
El estilo de vida de la persona con
discapacidad se ve fuertemente afectado por las oportunidades desiguales que se
les ofrecen. La mayoría de las personas con discapacidad son de nivel
socioeconómico medio y bajo, y es muy difícil que logren conseguir un trabajo
con una paga justa. Ángela Hernández (2004) describe que la miseria y la
pobreza dificultan lograr una mejor calidad de vida en las personas con
discapacidad, y el problema es más grave cuando no se destinan recursos
especiales ni se crean trabajos para que ellos puedan obtener recursos para su
subsistencia.
Para que una persona con discapacidad
pueda lograr un estilo de vida adecuado para su desarrollo personal y social es
necesario evitar la exclusión y promover en la medida de lo posible la
inclusión. Una persona es digna y autónoma y debe de respetarse a pesar de las
diferencias físicas que encontremos. De acuerdo con el imperativo categórico de
Kant, no deberíamos de discriminar a las personas puesto que no es algo que
quisiéramos fuera un mandato universal. “Para alcanzar una adecuada calidad de
vida de las personas con discapacidad, se debe permitir ante todo la autonomía
de ellas” (Hernández, 2004), y esto se logrará poniendo en práctica virtudes y
valores como lo son la tolerancia, solidaridad, respeto, responsabilidad, entre
otros. El problema radica en que estos valores y virtudes son poco difundidos y
peor aún, no son puestos en práctica. Tomando en cuenta el ejemplo de la
discriminación laboral hacia personas con discapacidad se observa que no se
está poniendo en práctica el respeto hacia la persona, hacia su dignidad y
hacia su autonomía; al discriminar a una persona por sus capacidades físicas se
atenta contra ella puesto que al privarlos de las oportunidades que todos los
seres humanos y todos los mexicanos somos acreedores se violan sus derechos
como persona, no se respeta su opinión ni su sentir y se manipula debido a que
tomamos decisiones por ellos.
De acuerdo con la ética dialógica es
necesario también tomar en cuenta la opinión de los afectados, al discriminar a
las personas con discapacidad motriz sea por la razón que sea, no estamos tomando
en cuenta su manera de pensar. Ellos son dignos de expresar su postura ante un
acto que está afectándolos y además de ser escuchados deben ser atendidos. “La
ley general de las personas con discapacidad dice que se deben establecer las
bases que permitan la plena inclusión de las personas con discapacidad, en un
marco de igualdad y equiparación de oportunidades, en todos los ámbitos de la
vida” (De la Torre, 2006). Por ende establece que todas las personas con
discapacidades deberían tener la misma oportunidad de desarrollo para lograr
una buena calidad de vida, y esto es algo que no está ocurriendo debido a la
discriminación.
La discriminación que se ha dado en
México hacia las personas con discapacidades tiene su origen principalmente en
una falta de conciencia causada por diversas cuestiones. La primera de estas
cuestiones es los prejuicios que se definen como una evaluación negativa hacia
una persona que puede ser uno mismo u otra persona. Rubio (2005) dice que las
personas con discapacidad se ven afectadas indirectamente por los prejuicios ya
que el hecho de que se refleje una desventaja física en diferentes ámbitos
provoca percepciones que dan lugar a juicios equívocos que afectan directamente
a la persona. Además menciona que esta incorrecta forma de pensar y comunicarse
puede crear etiquetas entre las personas convirtiéndolos en víctimas de
discriminación y estigmatización. La segunda cuestión es la de los estereotipos
que va de la mano con los prejuicios y como se mencionó anteriormente es el hecho
de etiquetar a las personas. Rubio (2005) también menciona que es necesario
eliminar las frases que expresan compasión y lástima hacia las personas con
discapacidad puesto a que las dañan gravemente. Por último, la situación
socioeconómica es otro factor que induce a la falta de concientización y por
ende a la discriminación. Una persona que tiene los recursos para pagar
servicios médicos de alta calidad no tiene las mismas oportunidades que una
persona que necesita acudir al seguro social para recibir atención médica. Esto
es algo que comúnmente no se toma en cuenta, sin embargo un gran porcentaje de
personas con discapacidades viven en situaciones de pobreza y no reciben las
mismas oportunidades que alguien con grandes recursos económicos; de acuerdo con
la concepción mínima de la moral, ninguna persona debería de tener privilegios
sobre otras. La Convención de Derechos de Personas con Discapacidad expresa que
se debe “promover, proteger y asegurar el goce pleno y en condiciones de
igualdad de todos los derechos humanos y libertades fundamentales por todas las
personas con discapacidad, y promover el respeto de su dignidad inherente” (González,
2007). El padecer de alguna discapacidad no justifica la violación a los
derechos humanos y mucho menos es explicación para pasar por encima de alguien.
Estoy consciente de no todos tienen a
algún conocido cercano con alguna discapacidad física, sin embargo las acciones
de todos contribuirán a mejorar o empeorar la situación con respecto a este
grupo dentro la sociedad. De acuerdo con nuestro deber moral, si se puede
evitar un mal y no se evita, quien no lo hace es tan responsable como quien lo
causa (Cortina, 2009). La discriminación hacia las personas es un problema que
se vive día con día, y por desgracia no se ve reflejada sólo en este grupo de
la sociedad sino que los afectados son muchos más. No es válido ni justo atentar
contra la dignidad y autonomía de una persona debido a sus diferencias físicas,
intelectuales, religiosas, culturales, económicas, entre otras. Es sumamente
necesario que todos actuemos en contra de la discriminación, sin embargo para
lograr esto hay que empezar cambiando primero nuestra manera de pensar y de
ser, porque si uno nada más habla sin dar el ejemplo y sin actuar será una
pérdida de tiempo. El simple hecho de ser seres humanos nos vuelve invaluables
sin importar que andemos en silla de ruedas, tengamos una tez oscura, creamos
en una o más deidades, seamos hombre o mujer; el problema es que aún no lo
hemos entendido y quizá aún no estemos listos para hacerlo.
Referencias
Arbitradas
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García,
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Cortina,
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Me gustó mucho cómo redactaste todo y llegué aquí gracias a un cartel que estoy elaborando para combatir la discriminación a las personas con discapacidad, felicidades!!
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