miércoles, 15 de mayo de 2013

Maltrato animal


Maltrato animal
Stephania de la Torre González

El maltrato a los animales es un problema sobre el cual se ha tomado más conciencia de unos cuantos años a la fecha, la gente poco a poco, se ha ido concientizando y se ha sensibilizado más con el maltrato constante a estos seres vivos. Existen diversas maneras en las que se desarrolla este fenómeno. Algunas de los cuales son: haciendo uso de éstos para experimentos, abusando de ellos en circos o espectáculos, despojando a estas criaturas de su propia piel estando vivos, o, como diversión o atracción en determinados eventos de valor cultural. También somos parte del maltrato de forma indirecta, por medio de la contaminación.
Éstas son solo algunas de las muchas causas por las que los animales se ven obligados a pasar excesivo sufrimiento, crueldad y dolor.

La pregunta es: ¿Es justificable tanto sufrimiento?

Al igual que los seres humanos, los animales nacen, crecen, se reproducen y mueren, tienen deseos y necesidades, son seres inteligentes y sensibles, experimentan placer y también sufren como nosotros los humanos. Entonces, ¿qué es lo que hace que ellos no merezcan respeto y una consideración moral?

Los filósofos occidentales han ofrecido justificaciones en abundancia, diciendo que los animales no son racionales, que carecen de capacidad para hablar o que simplemente no son humanos. Por otro lado, para los utilitaristas, todo lo que importa es, si el animal es capaz de experimentar felicidad e infelicidad, placer o dolor. El simple hecho de sentir dolor, convierte a un ser vivo en un individuo que puede demandar consideración para sus intereses. (Rachels, J. 2009).
El filósofo Bentham (1748- 1832) argumenta, “ si el ser es humano o no humano es algo tan poco importante como si es negro o blanco” y dice también:
“Puesto que ambos, seres humanos y no humanos, pueden sufrir, tenemos la misma razón para no maltratar a ninguno.” (Citado por Rachels, J. 2009).
Entre otros argumentos que defienden a los animales, se encuentran, el hecho de que los animales también forman parte de la creación, el hecho de que un animal es mucho más racional que un bebe recién nacido, el cual goza de derechos desde antes de nacer, el hecho de que los animales forman parte del equilibrio de la naturaleza. (Quintanilla, R. 2008).
Son solo algunos de muchos argumentos que nos dejan clara la razón por la cual debemos darle la misma importancia a un animal que a cualquier otro ser vivo.

En cuanto a las pruebas y experimentación a las que son sometidos los animales, actualmente, la tecnología ha avanzado tanto, que existen varios métodos científicos que hacen innecesarios en muchos casos los experimentos con animales.

Si hablamos de los animales utilizados como atracción en eventos culturales, entramos en el ámbito del relativismo cultural, donde, los eticistas nos dicen que “no existe un criterio objetivo para juzgar el código de una sociedad mejor que el de la otra”. (Rachels, J. 2009). Ahora bien, sabemos que el ser humano no
puede sobrevivir por sí solo, desde el momento en que nacemos hasta que morimos, tenemos necesidad de interacción y ayuda; si dentro de una sociedad existe una unidad social, y los animales forman parte de nuestro entorno social, ¿por qué negarle a los animales el derecho al respeto sólo por no tener las mismas capacidades racionales que los humanos? De esta manera, la búsqueda del bienestar animal es tan necesaria como el hecho de modificar ciertas prácticas culturales.

Existen varias organizaciones encargadas de hacer conciencia en la gente sobre este maltrato, que reciben los animales. Algunos de estos movimientos en Estados Unidos, son el PETA (Peoples for the ethical treatment of the animal) y The human society of the United States. En México, está el APASDEM (Asociaciones protectoras de animales de México) que se creo en el 2006 por organizaciones de todo el país que se dedican a la protección de animales.

Creo que es la falta de concientización sobre la sociedad, la falta de sensibilidad hacia estos seres vivos, puesto que la condición para que un ser vivo sea objeto de una valoración a nivel ético no debe ser solo la racionalidad y el lenguaje.
Un factor muy importante, que es parte de la teoría kantiana, y es pasado por alto dentro de la sociedad, es que, si un individuo es capaz de tratar de tal manera a un animal, tenderá a ser cruel con otros seres humanos también. La violencia comienza en casa, es decir, si un niño ve que su papá maltrata a su mamá y ésta a el hijo mayor y éste al hijo menor, el menor no va a tener opción más que desquitarse con el animal o mascota que tiene en casa, de esta manera se desarrolla el problema.
Existen pruebas de que la mayoría de los asesinos en serie y criminales, empezaron algún día maltratando animales, sin embargo, la gente no lo toma en cuenta ya que se dice que “solo son animales”; y no estamos conscientes del problema tan grande que se esta desarrollando. (Castillo, B. 2013)

Claro está, que al hablar de la desconcientización no podemos generalizar, es decir, un gran porcentaje de la sociedad ha desarrollado esta conciencia y existen actualmente campañas, asociaciones, blogs, centros de ayuda, que se encargan de esta labor. También se ha visto por medio de las redes sociales, la difusión de mensajes, fotos, videos, entre otras cosas que ayudan a sensibilizar e informar a la gente sobre el tema.

“Kant ha visto mejor que nadie un aspecto central de las obligaciones morales: su carácter absoluto, es decir, que las obligaciones morales no están sujetas a condición alguna”. “A través de la conciencia moral experimentamos la “presión normativa” que ejercen sobre nosotros las leyes morales. Una presión normativa que no proviene del temor a las sanciones, sino de nuestra propia razón”. (González, M., 2012)

Por lo tanto, para finalizar, no podemos considerarnos protectores de animales si no amamos y demostramos compasión y comprensión a los seres humanos que nos rodean, si no tenemos conciencia ecológica, contaminamos el agua de ríos, mares, etc.; si asistimos a lugares donde se les tortura por diversión, si no nos preocupamos por leer las etiquetas de productos químicos para verificar aquellos que son probados en animales, en fin, si no nos preocupa el sufrimiento de estos seres. (Quintanilla, R. 2008).

Por lo que es momento de tomar las riendas, de luchar por los derechos de los animales, de empezar nosotros mismos y actuar, nuestro ejemplo es la mejor manera de demostrar a las personas que nos rodean la importancia que le damos a este gran problema, ya que al defender los derechos de los animales estamos promoviendo la defensa de nuestros propios derechos.





BIBLIOGRAFÍA

·      Vásquez, D.M., Navarrete, M. (2010) El maltrato animal. Una reflexión desde la sostenibilidad y las tradiciones culturales. Ingeniería de recursos naturales y del ambiente, núm.9. Universidad del valle. Colombia. Recuperado de http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=231116434005

·      Pardo, A., (2005) Ética de la experimentación animal. Directrices legales y éticas contemporáneas. Cuadernos de bioética, núm. 3. España. Recuperado de http://redalyc.uaemex.mx/redalyc/src/inicio/ArtPdfRed.jsp?iCve=87512622006

·      Rachels, J. (2009). Introducción a la filosofía moral. México : FCE

·      González, M., (2012). Factum de la razón y conciencia moral acerca de la normatividad en la moral kantiana. Universidad Alberto Hurtado. Veritas. Chile. Recuperado de http://www.scielo.cl/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S0718-92732012000200006&lng=es&nrm=iso

·      Quintanilla, R. (2008). La protección a los animales, Revista Electrónica de Veterinaria, vol. IX, núm. 10B. España. Recuperado de http://www.redalyc.org/articulo.oa?id=63617111006

- No arbitrada
·      Castillo, B. (2013). Maltrato animal, vínculo entre asesinos seriales. Sinembargo. México. Recuperado de http://www.youtube.com/watch?v=IVARSH0ezWQ

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