Prejuicio, discriminación y
tatuajes
Maria
Elena Gaytan Torres
Resumen-. El
ensayo presenta la visión que tiene la gente sobre las personas tatuadas,
analiza las consecuencias que puede llevar tener un tatuaje, la discriminación
y prejuicio social que se puede sufrir por llevar uno. Analiza situaciones de
discriminación en México abordado desde una perspectiva ética para conocer el
¿por qué?, de esta discriminación.
Los
tatuajes son dibujos trazados en cualquier parte del cuerpo. Según la real
academia de la lengua española tatuar significa “Grabar dibujos en la piel humana, introduciendo materias
colorantes bajo la epidermis, por las punzadas o picaduras previamente
dispuestas” (RAE, 2001) . La percepción de
las personas acerca de los tatuajes ha ido cambiando a lo largo del tiempo.
Estamos en una época postmodernista, la cual es una condición social de la vida
contemporánea, con características económicas y políticas determinadas por la
globalización. Esta cultura contemporánea se desprende y al mismo tiempo
legitima la forma de vida individual y colectiva. Se caracteriza por una mezcla
de tolerancia, indiferencia, pluralidad y relativismo (Gómez Á. I., 1998, pág. 23) . En esta época
existen personas que consideran que el cuerpo necesita comunicarse y que es una
manera de expresión. Como dice David Le Breton “El
cuerpo es la encarnación del hombre, la marca que distingue al individuo, la
frontera que lo separa de otros.
Es por hecho un lugar de separación y no de unión con otros hombres, es la separación de nosotros hacia la sociedad y no de conexión como lo describen otras sociedades tradicionalistas; es nuestro mundo, nuestro cosmo, nuestro universo invisible” (Breton, 1990) . Es por esto que no
debe sorprendernos el aumento de personas tatuadas en el mundo, se considera
una muestra de expresión, sin embargo, existen demasiados prejuicios hacia los
tatuajes llevándonos a cometer discriminación hacia las personas tatuadas. ¿Cómo
se crearon estos prejuicios?, ¿realmente es necesario ese tipo de pensamiento
negativo hacia los tatuajes generando una discriminación hacia la persona? Todo
esto se desarrollara a continuación.
Es por hecho un lugar de separación y no de unión con otros hombres, es la separación de nosotros hacia la sociedad y no de conexión como lo describen otras sociedades tradicionalistas; es nuestro mundo, nuestro cosmo, nuestro universo invisible”
El origen del tatuaje se desconoce ya que es
una práctica que se vio en diferentes tribus a lo largo de la historia en el
mundo. En cada cultura se llevó a cabo por diferentes motivos. La palabra
tatuaje viene vocablo de la lengua Tahití que significa “acto de dibujar” (Tapia, 2006) . Otra definición de
la palabra es de origen polinesio, "ta"
que significa golpear o en la expresión "tau-tau" utilizada para
hablar del choque entre dos huesos (el cuerpo.es , 2006-2012) .
La primera evidencia que se
tiene de algún sujeto con tatuaje otzï un antepasado del neolítico encontrado
en 1991 que tiene la rodilla y espalda tatuada (Pons, 2006, pág. 29) . Quizás realizó esto
para protegerse de depredadores y verse “aterrador”. El tatuaje se utiliza
también como representación ceremonial, el dato más antiguo de esto es el de
amuet adoradora egipcia de la Diosa de la fertilidad Hator, cuando fue
encontrada tenía todo el cuerpo tatuado con rayas. Las culturas antiguas veían
en el tatuaje una forma de belleza pero también de magia. Para los egipcios el
tatuaje en la mujer era un signo erótico, en el hombre mostraba madurez y
valentía (Pons, 2006, pág. 29) .
Además, los tatuajes se
utilizaron para marcar a las personas de acuerdo con el grupo social al que
pertenecían y a las creencias religiosas o políticas que poseían. Los escitas y
tracianos fueron dos pueblos que recurrieron a los grabado para distinguir a la
nobleza. De acuerdo con el historiador griego Herodoto, no tenerlos era para
ellos señal de haber nacido humilde. Por
el contrario, entre griegos y romanos, las marcas indelebles servían para
señalar a quienes pertenecían a una secta religiosa o eran esclavos o
criminales. Con el paso del tiempo, los soldados romanos adoptaron los tatuajes
como una moda y los propagaron en todo el imperio hasta que emergió el
cristianismo (Ramírez, 2013) .
Probablemente de allí, nació su connotación
negativa. No es casual que la palabra latina para tatuaje sea “stigma”. En las
religiones monoteístas los tatuajes nunca fueron bien vistos: habitualmente se
los consideró parte de un ritual pagano, incluso está prohibido en la Biblia.
En el judaísmo no se admite ningún tipo de marcación en el cuerpo. Solo dentro
de algunas tribus árabes es permitido marcar el cuerpo con fines curativos o
para prevenir tragedias (Tapia, 2006) .
¿Pero durante todo este tiempo qué paso en
Latinoamérica y sobre todo en México? En Mesoamérica, el tatuaje fué una
técnica de decoración corporal que representaba una identidad étnica, existen
evidencias de grupos toltecas, chichimécas, y relatos de grupos mayas. Con la
conquista y la colonización española en el siglo XVI, las autoridades
eclesiásticas consideraron que el tatuaje era incompatible con la vida
cristiana europea. Se prohibió entre todos los bautizados y a quien se
sorprendiera se sancionaría con prisión y cien azotes públicos según la Cédula Real de 1522 y las Ordenanzas Reales
de 1546. (Nación, 1986, pág. 63)
Como podemos observar durante la época
prehispánica no era mal visto, se reconoce como una práctica étnica y
sociocultural. Con la conquista desaparece esta práctica paulatinamente ya que
se castigaba y no fue hasta el siglo XIX con la independencia que marineros
volvieron a difundir esta práctica siendo ahora solo para un sector marginal de
la población es decir, prostitutas, criminales o militares. Se empezó a crear
en la sociedad una manera de pensar negativa hacia los tatuajes, considerando
que tatuarse era para la población ignorante y supersticiosa. Esta situación
empezó a cambiar a finales del siglo XX cuando la práctica comenzó a hacerse
más común entre los jóvenes, sin embargo, se les consideraba un grupo rebelde,
viéndolo aún como algo negativo (Gómez, 2011) . Todo este contexto
histórico demuestra por qué existe este prejuicio negativo hacia los tatuajes
en la sociedad mexicana.
En
México principalmente se prohibieron los tatuajes por cuestiones religiosas,
pensamiento traído por los españoles y la religión católica. En la actualidad
parte de la población ve de manera negativa los tatuajes por esa razón sin
siquiera saberlo. En el antiguo testamento se ordena, “No se hagan heridas en el cuerpo por causa de los muertos, ni tatuajes
en la piel. Yo soy el Señor” (Levítico 19:28 NVI). “¿No saben que
ustedes son templo de Dios y que el Espíritu de Dios habita en ustedes? Si alguno destruye el
templo de Dios, él mismo será destruido por Dios; porque el templo de Dios es
sagrado, y ustedes son ese templo.”(Corintios 3:16-17) Todos
estos son argumentos válidos vistos desde una teoría del mandato divino, esta
teoría dice que lo que lo que es éticamente correcto es lo mandado por Dios, y
lo que es incorrecto es lo prohibido por él (Rachels, 2007, pág. 89) . Esta teoría tiene su
parte negativa, la biblia puede interpretarse de diferentes maneras, se puede
encontrar un argumento a favor para beneficio propio. En el caso de los
tatuajes, Dios nos dice en la biblia no debemos dañar nuestro cuerpo porque es sagrado.
Pero también Dios dice: “Todo está permitido, pero no todo es provechoso. Todo
está permitido, pero no todo es constructivo.”(1 corintios 10:23). Básicamente
esto nos da un libre albedrío, siempre y cuando esta decisión me beneficie y no
afecte a los que me rodeen. Con esta libertad de decisión dejamos a un lado la
teoría del mandato divino, ya que dejamos de regirnos por lo que es correcto
ante Dios y empezamos a regirnos por nuestra propio criterio.
Con este nuevo criterio la
sociedad está comenzando a ver “normal” a las personas tatuadas, sin embargo,
sigue habiendo un prejuicio y discriminación ante esta práctica. Tanto así
que el 25 de febrero de 2011 se modificó
la “ley federal para prevenir y eliminar la discriminación”. Esta modificación
de la ley entiende por discriminación “toda distinción, exclusión o restricción
que, basada en el origen étnico o nacional, sexo, edad, discapacidad, condición
social o económica, condiciones de salud, embarazo, lengua, religión,
opiniones, preferencias sexuales, estado civil o cualquier otra, tenga por
efecto impedir o anular el reconocimiento o el ejercicio de los derechos y la
igualdad real de oportunidades de las personas. También se entenderá como
discriminación la xenofobia y el antisemitismo en cualquiera de sus
manifestaciones.” (Ley federal para preveni y
eliminar la discriminación, 2007, págs. 1-2) .
Se restructuro todo este párrafo en la ley que es el artículo 4 para así evitar
abusos y discriminación de cualquier tipo. En este artículo se pretende incluir
a todas personas que son sujetos de discriminación. Esta ley incluye a las
personas con tatuajes bajo el siguiente estatuto: “Realizar o promover el
maltrato físico o psicológico por la apariencia física, forma de vestir,
hablar, gesticular o por asumir públicamente su preferencia sexual, y en
general cualquier otra conducta discriminatoria en términos del artículo 4 de
esta Ley.” (Ley federal para preveni y eliminar la discriminación, 2007, pág. 4) .
La ética nos dice que es incorrecto
discriminar y el gobierno se dio cuenta de un sector vulnerable, el de las
personas tatuadas ¿Por qué es incorrecto discriminar a este sector si se lleva
cien años considerando a estas personas como “malas”? El proceso de aprobación
de leyes es mediante el dialogo en la cámara de diputados y senadores. La
tradición dialógica apoya esta resolución ya que dice que las personas no
llegamos a la conclusión de que una norma es ley moral o es correcta
individualmente, sino a través del diálogo con los demás (Cortina,
1996) .
Al aprobar la ley se considera la norma como válida universalmente, esta ley
pretende proteger la dignidad humana. Todas las personas somos dignas a un
trato justo, si no hay motivo de discriminación no debería hacerse y de eso nos
protege una discriminación innecesaria.
Se tiene que cambiar el prejuicio
social para poder evitar la discriminación, la práctica de realizarse un tatuaje
cada vez se vuelve más común, la población tatuada aumenta y en un futuro esta
discriminación por apariencia física va a ser mal vista. Una persona tatuada no
cambia su manera de ser, no lo vuelve un rebelde ni un ladrón, la teoría
aristotélica podría ver este acto como bueno, ya que causa una felicidad al
sujeto. Se debe recordar que todo acto tiene consecuencias y si nos basamos en
la teoría aristotélica debemos regirnos por las virtudes, la decisión de
hacerse un tatuaje debemos hacerla a consciencia rigiéndonos por la virtud de
la prudencia. Las acciones se perfeccionan conforme a la prudencia y a la moral
virtud, la moral virtud propone el fin perfecto, y la prudencia los medios
necesarios para alcanzar lo que se requiere (Aristóteles, pág. 183) . Si el tatuaje se
hace de esta manera no debería existir ningún prejuicio hacia estos. El treinta
por ciento de las personas encuestadas en el 2013 manifiestan que no
contratarían a alguien tatuado porque lo consideran un acto de rebeldía (Tatuajes, motivo de discriminación laboral en
México, 2013) .
Al momento de realizarnos un tatuaje debemos considerar diferentes puntos, no
solo la satisfacción personal es lo que importa ya que vivimos en una sociedad
regida por reglas y códigos. Por ejemplo, podría existir un caso en el que
alguna empresa tengan código de vestir que no
permita que los tatuajes se vean, pero ese código es personal de la
empresa y si se quiere trabajar ahí se sabe que se debe respetar. El 68 por
ciento de las personas encuestadas no contratarían a una persona con tatuajes
por imagen, en México 8 de cada 10 profesionistas tiene un tatuaje pero el 84
por ciento lo tienen en lugares no visibles (Tatuajes, motivo de discriminación laboral en México, 2013) . Aunque la
discriminación por apariencia física ya este penalizada, la ley también
considera como no discriminación en el artículo 5 a “las distinciones,
exclusiones, restricciones o preferencias que se hagan entre ciudadanos y no
ciudadanos, y en general, todas las que
no tengan el propósito de anular o menoscabar los derechos, y libertades o la
igualdad de oportunidades de las personas ni de atentar contra la dignidad
humana.” (Ley federal para preveni y
eliminar la discriminación, 2007, pág. 2) . Una empresa podría
argumentar que no está discriminando a
alguien con tatuajes haciendo referencia a esta ley. Sin embargo, la
empresa no debe discriminar a nadie por un tatuaje, eso atenta con su dignidad ya
que la discriminación limita la libertad de tomar decisiones propias (Rachels,
2007, pág. 206) .
Mucho menos debe de discriminar si los tatuajes ni siquiera son visibles.
Mientras no se elimine por
completo el prejuicio social acerca de los tatuajes, debemos de actuar con
prudencia. Considerar siempre las consecuencias de nuestros actos, y apegarnos
a la sociedad actual. Esto no significa que debemos limitarnos y no realizarnos
un tatuaje si es lo que queremos, pero si pensar un poco a futuro, considerar
que tipo de trabajo vamos a realizar, en qué ambiente vamos a vivir y dar los
argumentos necesarios a las personas para que dejen de considerar negativo el
tatuaje. Al mismo tiempo la sociedad debe ser tolerante de los actos
personales, mientras no afecten la dignidad de todos, no debe de haber ningún problema
con portar un tatuaje. Un tatuaje no cambia tu forma de actuar, no te vuelve un
rebelde, criminal o una persona sin educación; es más en muchas ocasiones
personas que ni te imaginarías pueden ser portadoras de un tatuaje. Es
simplemente un gusto personal, como podría ser tu manera de vestir o tu corte y
color de cabello. Cada vez más personas optan por usar tatuajes, si ya se está
observando este cambio, todos los portadores de tatuajes debemos empezar a
eliminar el prejuicio negativo hacia los tatuajes y sobre todo no tolerar una
discriminación por portarlos.
Referencias
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http://www.elcuerpo.es/los-tatuajes-historia-simbologia-y-tradiciones-item16.php
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Tatuajes, motivo de discriminación laboral en México.
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Breton, D. L. (1990). Anthropologie du corps et
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Cortina, A. (1996). Ética, la vida moral y la
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Nación, A. G. (1986). Boletín del Archivo General
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Pons, P. P. (2006). El Gran Libro de Los Rituales:
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Rachels, J. (2007). Introducción a la filosofía
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Obtenido de http://istmo.mx/2011/07/tatuajes-tabu-moda-o-expresion-personal/
Tapia, L. P. (2006). Los tatuajes: una inscripción en
la piel de los objetos internos. Primer Congreso Interno"El
Psicoanálisis Hoy, a 150 años del Natalicio de S. Freud" (págs. 1-9).
SOPPAC.
Lo amé, adoré, gran articulo. felicidades.
ResponderEliminargracias shicos guapos
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