La violencia sexual en zonas de conflicto
Ximena Magaña Gutiérrez
Resumen. Las violaciones en conflictos armado son una realidad que no puede ser ignorada en la actualidad pues representa un problema ético importante al vulnerar la dignidad, salud física y psicológica de las víctimas, así como la libertad y seguridad de la sociedad donde esto toma lugar.
Abstract. Rapes in armed conflicts are a reality that can not be ignored as it currently represents a major ethical problem since it means a violation to the dignity and the physical and psychological health of the victims, as well as the freedom and security of the society this takes place in.
La violencia sexual es, en otras palabras, la violación en lugares donde existe tensión y crimen, como países en guerra, insurgencias, rebeliones e invasiones. Esto puede sonar a algo pasado, viejo, antiguo -como a algo que no pasa ya, cosas que el Ejército Imperial Japonés hizo en Nankín, China y jamás volverán a suceder. Al fin y al cabo son los tiempos modernos, ¿en qué estamos pensando? Lo de ahora es la paz, la sustentabilidad y el desarrollo económico, la legalización de la marihuana y Candy Crush.
Sin embargo, la premisa última no es totalmente cierta. Todavía existe una prevalencia importante de conflictos socio-políticos en el mundo que de todas las estrategias militares y armas existentes y por existir, tienen a la violación como el método principal de conquista psicológica para vencer al enemigo en maneras más que combativas. Por un lado tenemos revoluciones en Siria, la Primavera Árabe en el Medio Oriente, la guerra civil en Costa de Marfil, una insurgencia en Laos y por otro lado, la Insurgencia del Ejército de Resistencia del Señor que inició en el año 1987, la guerra contra el terrorismo en Afganistán y Pakistán que comenzó el 2001, la Insurgencia Iraquí del 2011, el Conflicto armado interno en Colombia en desarrollo desde 1964, la Insurgencia en Nepal desde 1996 y conflictos tribales sudaneses del 2009 (Global Security, 2013). Las segundas se diferencian de las primeras en que en ellas, los soldados inciden en la violencia sexual hacia hombres, mujeres, niños o niñas del pueblo enemigo.
En el Congo, sobre todos los lugares, el problema es más complejo. La República Democrática del Congo es el país con mayores reportes de mujeres asaltadas sexualmente. Según las agencias de la Organización de las Naciones Unidas, son al menor 200,000 mujeres las que han sufrido esto (United Nations).
Esta estrategia militar para la conquista en conflictos armados es un gran problema ético porque se opone totalmente al concepto de dignidad –“un valor intrínseco” en el ser humano, según Kant (Rachels, 2007, p. 209)- al faltarle el respeto a la racionalidad de la víctima y utilizarla como un medio; es un acto totalmente contrario a la naturaleza; y tiene graves efectos negativos en la víctima y en la sociedad donde se presenta. Estos tres argumentos serán abordados desde las teorías éticas de Kant y el Derecho Natural. Ambas las teorías y los argumentos serán explicados a continuación, así como un intento de argumento defensa utilizado por los perpetradores con base en el consecuencialismo.
La teoría ética propuesta por Kant le otorga al ser humano un valor especial, natural y exclusivo denominado dignidad. Esto porque las personas son agentes racionales, libres y “capaces de tomar sus propias decisiones, establecer sus propias metas y guiar su conducta por la razón” (Rachels, 2007, p. 211). Es por esto que también entendemos que “la ley moral es la ley de la razón” y que “los seres racionales son la encarnación de la ley misma”. Al servirse los militares de las mujeres para lograr la satisfacción de sus necesidades de placer y gratificación sexual e incrementar su moral y disminuir la de su enemigo, están atacando directamente a la capacidad de sus víctimas para tomar sus propias decisiones, ya que lo logran quebrantando su voluntad y libertad. Violentan la dignidad humana. Kant también desarrolló un principio ético llamado imperativo categórico. Lo llamó así por que la acción demandada era un imperativo y era necesaria o categórica en si misma (Buss, 2010, p. 453). También es conocido como el principio de universalidad.
Con este principio, lo que Kant pretendía era que cualquier decisión moral fuera sometida a un mundo imaginario en el cual se requiere que todos hagan lo mismo que se propone. Es decir, si es del agrado que lo que se va a hacer se convierta en una ley universal y se puede hacer sin contradicción, Kant diría “sigue adelante, individuo”; pero si el agrado se ve sustituido por el temor, la realización de la acción debe ser evitada.
Si los militares llegaran a regirse bajo este imperativo y no les causara temor el que sus acciones se tornaran ley para todos, llegaríamos únicamente a un mundo lleno de víctimas con enfermedades venéreas y probablemente sobrepoblado en el cual los hombres podrían asaltar sexualmente a cualquier mujer de su agrado sin límites y sin importar la voluntad de las féminas. La convivencia en respeto y seguridad en sociedad sería imposible, una fantasía. Sin embargo, Kant vuelve a reformular el imperativo categórico, “Obra de tal modo que uses la humanidad, tanto en tu persona como en la persona de cualquier otro, siempre como un fin al mismo tiempo, y nunca solamente como un medio.” (Moreno, 2003, p. 200) y los militares vuelven a recaer en otra falta ética. Servirse de mujeres y otros entes de la sociedad como instrumentos de conquista en conflictos armados, representa una falta a su naturaleza de fines, los usan de medios para cumplir con sus objetivos y esto no debería ser así.
Es entonces, como a partir de lo propuesto por Kant, concluimos que las violaciones son actos altamente inmorales. No es permisible actuar así, tratar a la gente como si se le valorara solamente como una forma de alcanzar algo más. Como dice Helen Buss (2010, p. 454), “la gente es gente, no cosas”, su dignidad jamás debería de verse comprometida de esta manera.
Ahora, la teoría ética de la ley o derecho natural tiene como punto central, la creencia de que el principio racional de orden fundamenta al cosmos y contiene también una base para la acción moral que se puede descubrir por la razón. Esto significa que, a través del derecho natural, el mundo es un sistema ordenado y racional, en el que cada cosa tiene su propio lugar y sirve a un propósito especial propio (Rachels, 2007, p. 95). El propósito máximo de este ordenamiento es el bienestar del hombre. Pero así como el efecto debe servir al hombre, las causas de esto deben de ser naturales.
Muchos defienden el acto de la violación con el argumento de que está en la naturaleza del hombre querer reproducirse, multiplicarse. Sin embargo, este imperativo sexual (así lo llamaremos) está fuertemente ligado con el instinto de supervivencia y conservación de la especie -lo cual relacionado con el conocimiento de que el ser humano es un ser social, invalida el imperativo sexual.
Según la escritora y activista, Barbara Ehrenreich (2003), las violaciones atentan en contra de estos estímulos naturales ya que por un lado, el niño producido por el violador no tendría un progenitor masculino presente en su desarrollo y sus posibilidades de supervivencia se verían reducidas considerablemente, después estas posibilidades se verían perjudicadas aún más porque la madre quedaría dañada por la violación, siendo así un progenitor menos que ideal.
La lógica de Barbara nos dice que dado que el niño tendría muy pocas posibilidades de sobrevivir o llevar una vida digna, el deseo de procrear no puede considerarse la causa de la violación. Además, si seguimos por la línea de pensamiento del derecho natural, nos encontraremos que hay otra razón por la que la violación no es correcta: el orden objetivo natural de las relaciones sexuales es la intimidad física con el propósito de la reproducción, trascendencia espiritual o para expresar afecto o por placer y entretenimiento.
Rosa María Hernández Belmont (2008, p. 27) explica lo anterior y también establece que todas las especies que se reproducen sexualmente tienen una serie de conductas que se dividen en: cortejo, intimidad y actividad sexual. Éste es el comportamiento sexual humano natural. La hostilidad de los militares promueve el soslayo de las dos primeras etapas. Aterriza directamente en la tercera a través de la fuerza y de la violencia en oposición a cualquier falta de consentimiento y resistencia puesta por la mujer (Repp, 2001). No persigue en ningún momento la reproducción o intimidad, busca el placer y la conquista psicológica de la sociedad donde se presenta, pues en este caso, es una táctica de guerra.
También implica daños a la salud de las víctimas, daños irreparables, como: depresión, desórdenes de ansiedad, síndrome de estrés postraumático, flashbacks, dificultad para restablecer relaciones íntimas, vergüenza. Y esto la pueden llevar al suicidio o la sociedad puede castigarla y cometer homicidio. También cabe la posibilidad de que pudiera haber sido infectada con VIH y/o haber quedado embarazada. La violación afecta directamente al propósito máximo del derecho natural: el bienestar del hombre. Lo pone por debajo del placer sexual y la guerra.
Para concluir, mi postura es que las violaciones sexuales como tácticas de guerra son actos incorrectos e inmorales que dañan no sólo al individuo-víctima vulnerando su dignidad, dándole valor de medio y no de fin y afectando su naturaleza, sino también a la sociedad entera. Tal vez no exista una manera en la que podamos intervenir directamente en este problema, pero lo que se puede hacer es educar y mostrarle a la sociedad sobre lo que está pasando para así concientizarlos sobre esta cruel realidad que sufren mujeres, hombres, niños y niñas en las zonas de conflicto día con día. Explicar el problema a amigos cercanos y familiares y romper el silencio al ponernos en contacto con los medios de comunicación para elevar el perfil de la violencia sexual en los conflictos serían maneras de promover la conciencia.
De igual manera, para obtener información certera, se podría acudir a un programa con el que cuenta a Organización de las Naciones Unidas llamado Stop Rape Now que tiene el objetivo de poner fin a la violencia sexual en los conflictos. Es un esfuerzo por mejorar la coordinación y rendición de cuentas, ampliar la promoción del conflicto y apoyar a las propias iniciativas nacionales para prevenir la violencia sexual y responder con eficacia a las necesidades de los sobrevivientes (Stop Rape Now, 2013).
El conocimiento y difusión del problema conllevaría a que las violaciones fueran investigadas y perseguidas vigorosamente como un crimen de guerra para así reivindicar la dignidad de las víctimas mediante la impartición de justicia.
Referencias
Global Security, The World at War. (2013). Recuperado de: http://www.globalsecurity.org/military/world/war/index.html
United Nations, Sexual Violence: a Tool of War. (2012). Recuperado de: http://www.un.org/en/preventgenocide/rwanda/pdf/bgsexualviolence.pdf
Rachels, J. (2007). Introducción a la Filosofía Moral. México: FCE.
Buss, H. (2010). Raíces de la Sabiduría, un tapiz de tradiciones filosóficas. México: Cengage Learning.
Moreno, M. (2003). Historia de la Filosofía Moderna y Contemporánea. España: Mad.
Ehrenreich, B. (2003). Rape is not a natural biological act. Opposing Viewpoints Resource Center. Recuperado de: http://0-find.galegroup.com.millenium.itesm.mx/ovrc/infomark.do?&source=gale&srcprod=OVRC&prodId=OVRC&userGroupName=itesmovrc&tabID=T010&docId=EJ3010163237&type=retrieve&contentSet=GSRC&version=1.0
Hernández, R. (2008). Paradigmas de la diversidad sexual. Revista trabajo social, número 18.
Repp, B. (2001). Rape and Its Effects on Victims. Opposing Viewpoints Resource Center. Recuperado de: http://0-find.galegroup.com.millenium.itesm.mx/ovrc/infomark.do?&source=gale&srcprod=OVRC&prodId=OVRC&userGroupName=itesmovrc&tabID=T010&docId=EJ3010081204&type=retrieve&contentSet=GSRC&version=1.0
Stop Rape Now, What is UN Action? (2013). Recuperado de: http://www.stoprapenow.org/about/
No hay comentarios:
Publicar un comentario