“Discriminación hacía las mujeres en México”
Abstract
El “techo de cristal” es un fenómeno con el
que desde hace varios años se han topado las mujeres y se refiere a barreras
invisibles que no le permiten ascender laboralmente.
Existen
muchas razones que dan a lugar este terrible fenómeno, la revista británica The economist identificó tres causas
principales que lo dan a lugar; la primera es que las mujeres son excluidas de
las redes informales de los hombres donde se toman decisiones en las empresas
sobre ascensos, la segunda recae en el estereotipo sobre la “incapacidad” de
liderazgo de las mujeres en las empresas y la última es que existen muy pocas
mujeres en puestos empresariales altos, no tienen un rol a seguir. (Zavala, 2008,
10).
“Discriminación hacía las mujeres en México”
“Sólo 15 por ciento de los puestos
ejecutivos en México, gerenciales y directivos, son ocupados por mujeres, pese
a que 40 por ciento de la fuerza laboral está representada por mujeres y 50 por
ciento de los estudiantes universitarios son mujeres” (Cabrera, 2008, 4). ¿Por qué en un país con tantos recursos
y potencial de desarrollo habría de suceder esto? Las mujeres no son vistas de
la misma manera en la que lo son los hombres; un gran porcentaje gana menos,
sufren malas condiciones laborales, son insultadas por las calles, tienen
horarios de trabajo no flexibles y trabajan informalmente, es decir, no se
encuentran registradas.
En el año
2012, según los registros de la OCDE el 35.1% de las mujeres en México se
encuentran auto empleadas y sin registrarse oficialmente. En nuestro país, el
40% de la población Económicamente activa se encuentra conformada por mujeres.
(Morales, 2014).
En la
intención de trabajar una solución para este conflicto, no sólo en México si no
a nivel global, se creó en 1961 la Organización para la Cooperación y el
Desarrollo Económico, más bien conocida como la OCDE, esta se encuentra
integrada por 34 países entre los está México; su misión es “promover políticas
que mejoren el bienestar económico y social de las personas alrededor del
mundo” (OCDE, 2012).
En esta
organización se trabaja en pro de estas mujeres, se busca desaparecer este
fenómeno.
“La
proliferación de empleos de naturaleza informal en los países en vías de desarrollo
se ha considerado alternadamente como una etapa transitoria en el proceso de
desarrollo o como un callejón sin salida, que impide que el país que la sufre
salga del subdesarrollo” (Lourdes, 1989).
El “techo de cristal” es
un fenómeno con el que desde hace varios años se han topado las mujeres y se
refiere a barreras invisibles que no les permiten ascender laboralmente. (Cabrera,
2008).
Existen
muchas razones que dan a lugar este terrible fenómeno, la revista británica The
economist identificó tres causas principales que lo dan a lugar; la primera es
que las mujeres son excluidas de las redes informales de los hombres donde se
toman decisiones en las empresas sobre ascensos, la segunda recae en el
estereotipo sobre la “incapacidad” de liderazgo de las mujeres en las empresas
y la última es que existen muy pocas mujeres en puestos empresariales altos, es
decir no tienen un rol a seguir. (Zavala, 2008, 10).
El asunto
del machismo y la desigualdad de género tiene un gran antecedente histórico,
desde los años 80’s se creó el término de “techo invisible” y desde tiempo
atrás ya se presentaba esta situación, simplemente fue en ese entonces cuando
se le determino con ese nombre.
Este
problema tan complejo, no se queda solamente en lo laboral, si no en todos los
demás aspectos en la vida de una mujer: en el hogar, en la calle, prácticamente
en cualquier parte. Una mujer no puede salir en México sin ser insultada al
menos una vez, ya sea que se encuentre caminando, en coche o incluso en
bicicleta.
La
dignidad humana se encuentra constantemente atentada en este tema, este es el
derecho que tiene cada persona de ser respetado y valorado, sin importar que.
La problemática de la discriminación se
extiende a distintos ámbitos, como lo son antes mencionados; el ciclismo
urbano.
Centrando
en el tema del ciclismo urbano en el país, no es lo mismo ser mujer ciclista
que hombre ciclista. ¿Por qué a un hombre no le gritan obscenidades y a la
mujer sí? este problema recae en los antecedentes sobre la visión que se tiene
sobre la mujer y la equidad de género, México es un país sumamente machista,
que a pesar de que muchas mujeres han luchado por darse a respetar, puede llegar
a ser muy difícil en un lugar que tiene poco respeto y credibilidad hacia ella.
México,
ha comenzado a trabajar primero que nada: en la discriminación hacía el
ciclista, este es un excelente punto de partida para reconocer por igual a
ciclistas hombres y mujeres. En el caso del automóvil, es un punto en el cual
las mujeres son consideradas con el estereotipo de “un peligro al volante”
esto, sin un sustento o argumento suficiente para probarlo, simplemente las
creen incapaces. En cambio, aún estamos a tiempo de hacer notar una diferencia
en el tema del ciclismo urbano. Aunque es un tema sumamente complejo debido a
todo lo que abarca, no es imposible de solucionar, la acción ciudadana ha dado
un impacto positivo durante los últimos años hacia esta problemática.
La
bicicleta y las mujeres tiene una relación especial, sobre todo, una histórica.
Desde hace muchos años, la bicicleta se convirtió en el “instrumento más
poderoso para emancipar a las mujeres” (Ocampo, 2012). Ha dado un poder para
romper los estereotipos de género y sobre todo, darle confianza a la mujer en
sí misma, confianza en que puede salir a la calle y afrontarse a las
dificultades que puede encontrar en este mundo hecho para automóviles y machos.
Hobbes,
en su teoría ética, defiende sobre todas las cosas los derechos de las
personas; su teoría nos dice que debemos respetar el contrato social, que
aunque en nuestra sociedad se han definido ciertos estereotipos hacía las
mujeres, estos deben ser rotos, la mujer es mucho más que simplemente un ama de
casa, tiene el poder para sobresalir y desempeñar roles fuera de lo
estereotipado; puede ser una ejecutiva, dueña de una empresa, CEO, tiene la
oportunidad de aspirar a mucho más que hace unos años.
Existen
algunos ejemplos de mujeres que a pesar de todas las trabas y complicaciones
han trascendido y han llegado a un puesto respetable, pero realmente han sido
pocas. Marissa Mayer es un claro ejemplo de mujeres que han trascendido y roto
dicho techo de cristal. Marissa Mayer pasó de ser una trabajador de nivel medio
en Google a ser la CEO de Yahoo, una empresa que si bien nunca ha caído
financieramente ni en fama, sí se ha visto opacada por Google. Un claro ejemplo
de que en Yahoo están favoreciendo a la mujer, ya que al mes de estar
trabajando en Yahoo Marissa tuvo la oportunidad de dejar de trabajar 4 meses
por su embarazo. Si bien es la CEO de la empresa este hecho muestra todo lo que
Yahoo está dispuesto a hacer por una nueva empleada mujer.
Incluso
dentro del hogar, aún con una pareja sentimental masculina, la mujer sigue
recibiendo maltrato, el 47.1% de las mujeres en México presentan una condición de
violencia, ya sea física, emocional, económica o sexual.
Si analizamos un poco en retrospectiva, a
las niñas, desde que son muy pequeñas se les enseñan todos los quehaceres del
hogar: cocinar, lavar, que algún día cuidaran una familia, etc; lo cual no tiene
nada de malo, el problema es cuando les inculcan que eso es lo único que van a
poder hacer cuando crezcan. En cambio, a los niños se les enseña que deben ser
fuertes, trabajadores y que algún día se convertirán en el proveedor de la
casa, pero nunca se les enseña que eso lo pueden hacer en conjunto con las
mujeres.
Tanto
hombres como mujeres pueden trabajar en la casa y en una empresa. Esto es un
problema de raíz y se presenta en un gran porcentaje de las familias y claro,
siempre está por otra parte la familia que enseña a su hija a luchar contra
todas las barreras que el machismo pueda imponerle, está la familia que cree
que su hija no va a trascender y ella que por instinto propio, se lo propone.
Las
mujeres de este país no se han dado cuenta del potencial con el que cuentan,
hay inteligentes, poderosas, exitosas, hábiles, que no se han dado la fe en si
mismas para trascender, la única manera de terminar con el “techo invisible” es
seguir luchando por la igualdad, el respeto y sobre todo la armonía entre ambos
géneros, que los hombres se den cuenta de que en manos de una mujer también se
pueden manejar asuntos de gran importancia tanto para una empresa como para el
país.
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